"Me encanta cuando coqueteas conmigo, me hace sentir todo deseoso de tener tu atención" Steven Grant~

GoldBooksbae

Steven estaba detrás del mostrador en la tienda de regalos ordenando de espaldas al mesón cuando tu llegaste.

–Creo que debí haber traído mis gafas de sol, porque cariño, estás radiante y me ciegas la vista.–Te inclinaste en el mesón con una sonrisa, haciendo que Steven se diera vuelta al escucharte.

–¡Querida! No esperaba verte por aquí, que hermosa sorpresa.–Te saludó con una gran sonrisa, acercándose para dejar un beso en tu mejilla.

–Sí, bueno. Yo tampoco tenía planeado venir para acá pero me contaron que en el museo habría una nueva obra de arte y tenía que venir a verla.–Te paraste de derecha con una sonrisa.

–¿Nueva obra de arte? No tenía idea... ¿estás segura de que es aquí o tal vez escuchaste mal?–Frunció el ceño confundido mientras ordenaba los paquetes de bocadillos.

–No, no me equivoqué porque la estoy viendo justo en este momento.–Te quedaste viéndolo, lo cual hizo que sus mejillas se sonrojaran y riera ligeramente.

–Oh querida..."me encanta cuando coqueteas conmigo, me hace sentir todo deseoso de tener tu atención".–Se apoyó en el mesón con ambas manos y se acercó para besar tus labios mientras acariciabas sus mejillas.

–Siempre tienes mi atención, mi Steven con V de la tienda de regalos.–Ambos rieron ante tu comentario, para después volver a besarse.

–¡STEVIE! ¡Ya ponte a trabajar que tienes mucho por hacer! ¡Oh! ¡Y antes de que se me olvide, hoy te quedas a hacer inventario!–Le dijo Donna que iba pasando por ahí con una caja en las manos al verlos.

Soltaste un gruñido molesta, lista para ir a pelear con ella, pero Steven te tomó de la mano para que no fueras.

–Te juro que un día de estos esa mujer va a desaparecer, primer aviso. No la soporto. Si ella no es feliz, nadie lo es.–Rodaste los ojos mientras Steven reía y besaba tu mano.

–No te preocupes, querida. Ya sabes como es.

–Aún así, lamento que te quedes por mi culpa...–Le dijiste algo afligida.

–Tranquila, amor mio.

–De todos modos vendré a recogerte para que no tengas que irte solo. Así que prepárate para dar un paseo en motocicleta, mi querido.–Le dijiste con una sonrisa, acercándote para besar sus labios una vez más antes de irte.