Probar algo nuevo (JAKE)*

⚠️IMPORTANTE⚠️ Para la mayoría de oneshots (por no decir todos), me imagino los escenarios en el departamento de Steven en la serie. Por lo que aquí arriba les dejo un dibujo que hice yo misma para que puedan comprender un poco más dónde será situado. Es en el departamento de Steven, pero con el espejo donde lo puse. De verdad espero me entiendan, y disculpen el pésimo dibujo. No soy la mejor artista (por no decir la peor jejeje) de todos los tiempos 😅👍🏻

También las peticiones para la serie de las frases iguen abiertas. Déjenlas ancladas a éste pedazo de texto.

Val3S13
Narcissa_505
FernandaRodrigue8383

Advertencia: Lectora dominante, Jake sumiso, celos, uso de arnés (de esos que tienen un pene de plástico), amarras (sólo para las manos), uso de sobrenombres (papi y mami), masturbación, spitting (escupir), spanking kink (azotes o nalgadas en éste caso), posesividad, degradación (?), semi-public sex (? Marc y Steven los observan, así que no sé si cuente cómo hacerlo en público).

Jake sabía que ésta vez se había pasado de la raya. Aunque también es verdad que realmente no veía razón para que estuvieras celosa. Simplemente fue amable con la chica del restaurante. Pero también es verdad que en más de una ocasión, su amabilidad resultaba terminando ser más un coqueteo que otra cosa.

El viaje a casa en el taxi fue silencioso. Tu mirada iba fija en el camino frente a ti mientras Jake conducía.

Le encantaba verte celosa porque siempre sacabas tus frustraciones con él, lo cual le garantizaba una noche de sexo rudo, apasionado, y que les volaba la mente a ambos.

Una vez entraron por la puerta del departamento, seguías callada. Y Jake estaba comenzando a temer. Siempre por lo general apenas llegaban tenían una discusión, en la cual terminaba besándose y en la cama. Pero ésta vez era diferente.

Te quitaste la chaqueta y tu bolsa, dejándolas en el sillón y partiste al baño.

¿Todo bien, mi dama?–Te preguntó asomándose por la puerta, donde te vio atando tu cabello en una coleta.

–Ve y quítate la ropa. Luego recuestate en la cama y espérame ahí.–Le dijiste mientras comenzabas a buscar tu desmaquillante y un pedazo de algodón.

Uhhh... ya veo dónde va a esto...–Dijo con una sonrisa coqueta, viéndote de arriba abajo para después hacer lo que le pediste.

Jake estaba recostado boca arriba en la cama, ya desnudo tal y cómo se lo ordenaste. Pero te estabas tardando muchísimo en el baño. Y eso lo estaba empacientando.

¿Mi dama?–Dijo confundido, viendo que no venías.

Saliste del baño y te acercaste a tu armario, de donde sacaste una caja que estaba escondida entre la ropa, y una corbata de Jake.

Caminaste hacia la cama sin decir nada y juntaste sus manos, atándolas y asegurándote de que no las pudiera soltar.

Vaya, vaya... veo que vamos a—. Te estaba hablando con una sonrisa arrogante al igual que su voz. Pero al momento de ver lo que sacaste de la caja, quedó sin palabras.

–¿Qué pasó? ¿Por qué de pronto ya no estás tan conversador?–Le dijiste con una sonrisa arrogante y pícara, sujetando un arnés con un pene de plástico en él en tus manos.

M-mi dama... ¿q-qué planea hacer con eso?–Te preguntó de pronto más nervioso, realmente sorprendido por lo que estaba a punto de ocurrir.

–¿Me vas a dejar intentar esto, o está fuera de tus límites?–Le preguntaste seria, realmente interesada en ello. No querías sobrepasarte ni hacer algo con lo que no estuviera de acuerdo. Obviamente el consentimiento siempre va primero.

Está bien...–Respondió aún algo nervioso, pero dándote su consentimiento.

–Perfecto. Ahora ponte en cuatro viendo hacia el espejo.–Le ordenaste mientras te ponías el arnés.

Jake tragó la saliva que se había acumulado en su boca, e hizo lo que le pediste. Apartando la vista avergonzado del espejo donde Marc se estaba riendo de él, y Steven estaba completamente sin palabras.

Te acercaste y te pocisionaste detrás de él en tus rodillas, pasando tu mano izquierda para adelante donde su gran y dura erección ya botaba gotas de semen.

–Al parecer ya no estás tan confiado cómo en la cena.–Comenzaste a masajear su miembro, haciendo que mordiera su labio para evitar gemir ante tus movimientos expertos.–Ah, ah, ah...–Dijiste en tono de desaprobación.–Quiero escucharte, papi. Si quieres que siga, necesito escucharte.–

Un gran gemido salió de la boca de Jake, a la vez que cerraba los ojos y se dejaba llevar por la situación.

En un momento te detuviste y sacaste tu mano de su miembro. Y justo cuando iba a protestar, con tu mano derecha jalaste su cabello haciendo que arqueara levemente la espalda.

–Escupe.–Llevaste tu mano izquierda cerca de su boca, donde hizo lo que pediste sin decir nada.

Llevaste tu mano hacia el miembro del arnés y lo pasaste por él cómo lubricante, para después con ambas manos separar las mejillas traseras de Jake y comenzar a insertarlo en él.

Jake soltó un gran gemido entre confundido y de satisfacción, a la vez que pasabas la mano por su espalda.

–Ya... ya... debes acostumbrarte a la sensación. Duele al principio, ¿verdad?–Reíste de forma oscura, haciendo que su miembro erecto se retorciera levemente.

M-mami...–Gimió una vez llegó al fondo.

–¿Listo?–Le preguntaste para asegurarte de que aún estaba dispuesto a hacerlo.

... adelante...–Dijo respirando agitado, sabiendo que necesitarías oír su confirmación por ti misma.

Sin decir nada más, lo sacaste casi todo, para luego embestirlo con fuerza, haciendo que soltara un gemido aún más fuerte que el anterior.

Tus embestidas comenzaron a ser rápidas y duras, mientras Jake apretaba las manos aún atadas y dejaba sus muñecas rojas. Marc y Steven viendo fascinados desde el espejo.

Con tu mano derecha le diste un golpe, haciendo que la piel sonara y soltara otro gemido con tu nombre en él.

Todo el cuerpo de Jake estaba temblando. Era una sensación completamente distinta y nueva a lo que estaba acostumbrado, pero definitivamente le estaba gustando. Además el hecho de verte así, lo hacía unas diez veces mejor.

Lágrimas de placer comenzaron a correr por sus mejillas, mientras seguías moviéndote con rapidez y fuerza, haciendo que gimiera y gruñera sin control.

–¿Marc y Steven están aquí?–Le preguntaste viendo su rostro sonrojado y con los ojos cerrados en el espejo.

–S-si mami...

–¿Por qué no mejor les dejamos ver?–Volviste a hablar con ese tono burlón y oscuro que le estaba volviendo loquisimo.

Pasaste tu mano por su pecho e hiciste que su espalda quedara pegada al tuyo, sin dejar de moverte dentro y fuera de él.

Llevaste tu mano derecha a su cabello y jalaste de él, haciendo que levantara el rostro para que los otros dos pudieran verlo, aunque tu no pudieras verlos a ellos. Mientras que la izquierda la bajabas y la llevabas a su miembro erecto para masajearlo a la misma velocidad de tus embestidas.

Sus manos estaban atadas, su cabello desordenado y sudor corría por su cuerpo. Respiraba agitado y lloraba debido a la gran cantidad de placer que estaba resiviendo.

–Hay que dejarles ver lo que pasa cuando coquetean con otras chicas.–Susurraste en su oído, para después lamer su piel y comenzar a morder y succionar, dejando marcas a tu paso.

Mierda...–Dijo Marc impactado en el espejo, mientras Jake no podía pensar ni hacer nada más.

Jamás había visto a Jake así...

Yo también quiero probar.

¡Y yo también! Necesito sentirlo por mi mismo...

Volviste a dejar caer a Jake en la cama, dejando ir su miembro y concentrándote en hacer que se corriera por tus embestidas.

–Esto es para que aprendas que no debes coquetear con nadie más. Eres mío. Ustedes son míos. Los tres. De nadie más.–Tus embestidas se hacían más fuertes cada vez. Estabas cansada, pero lo ignorabas tan ebria del poder que tenías sobre él en ese momento.

¡S-solo tuyo mami! Los tres... somos suyos... yo soy suyo, mami...–Gimió sintiendo cómo su orgasmo ya casi estaba por arrasar con él.

Con un golpe más en su costado, Jake estuvo listo. Sus abundantes descargas chorreraron en la cama mientras gemía tu nombre y escondía el rostro en las sábanas.

Seguiste embistiéndolo durante su orgasmo, sobreestimulandolo y haciendo que el placer durara aún más.

Una vez estuviste segura de que ya era suficiente, lo sacaste de dentro de él y te quitaste el arnés para dejarlo a un lado.

Jake se desplomó en la cama y se dio vuelta para quedar en su espalda, sus manos aún atadas mientras respiraba agitado e intentaba volver a sus sentidos.

Te acercaste a él y soltaste sus manos. Para después acomodarte a su lado y apoyar tu cabeza en tu mano, y la otra acariciaba su rostro.

–¿Estás bien? ¿Te hice daño?–Le preguntaste realmente preocupada y asustada por tal vez haberte excedido.

Jake soltó una pequeña risa y negó con la cabeza.

Para nada, mi dama... eso fue increíble. Créame cuando le digo que Steven y Marc ahora también lo quieren probar.–Abrió los ojos y te ofreció una sonrisa.

Tu le devolviste el favor, y te acercaste a sus labios para besarlos con suavidad, acariciando su mejilla.

–Me alegro que quieran intentarlo, y de que estés bien. Pero aún no he terminado contigo.–Ese tono burlón y pícaro reaparecieron mientras hablabas en su boca, haciendo que su miembro volviera a erectarse de inmediato.

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