Perdidos en el bosque

Prólogo: Cuando Jake hace que se pierdan en el bosque, Marc y tu le hacen una broma, y de pasada también a Steven.

No pude evitar inspirarme en ese audio de tiktok, espero que entiendan la referencia 😂
robot_of_hell

Letra negrita = Marc.
Letra cursiva = Jake.
Letra subrayada = Steven.

¿Estabas molesta? Si.

¿Querías irte a casa? Por supuesto.

¿Todo era culpa de Jake por querer hacer las cosas a su manera en lugar de escucharlos a ustedes? También.

¿Iba a quedarse toda una semana sin sexo por no escucharte y hacer lo que quisiera, y que por eso ahora estuvieran perdidos en mitad del bosque y ya casi que anocheciendo con tan solo un poco de comida y sus dos linternas? Absolutamente.

Jake tenía ganas de ir al bosque y caminar un rato, tal vez escalar o algo como para hacer actividades distintas a las que estaban acostumbrados. Pero la cosa es que en lugar de usar un GPS, tal y cómo se lo recomendaste al igual que los chicos, Jake decidió hacer las cosas a su manera y usar un mapa. Y antiguo para variar.

Por eso mismo llevaban perdidos ya dos horas, sin poder encontrar la salida y volver al taxi.

Mi dama, creo que ya casi lo tengo. Entonces, vinimos por aquí, lo que significa que si seguimos caminando hacia allá... deberíamos volver a donde empezamos.–Te dijo sin dejar de ver el mapa en sus manos, mientras tú estabas sentada en el suelo con la espalda apoyada en un árbol.

–Jake Lockley. Llevamos dando vueltas en círculos por una hora entera. Esta es la tercera vez que me siento y me apoyo en el mismo árbol. Y lo sé porque lo marqué con mi navaja.–Le dijiste molesta.

¿Quieres por favor dejar de ser tan testarudo y usar el GPS?–Le dijo desde el espacio mental.

Jake ya va a oscurecer y aún seguimos atrapados aquí.–La voz de Steven era más tranquila, pero a la vez preocupada.

Ya callense pendejos que no me puedo concentrar.–Les dijo sin despegar la vista del mapa.

–¡Oye no les digas así!–Te levantaste y le golpeaste el hombro.

Perdón, mi dama. Pero es que si el par de cabrones no deja de hablar, entonces no me puedo concentrar.–Se defendió sonando como si fuera un niño pequeño.–Ahora tome su mochila y sigamos que ya sé por dónde es.

Jake comenzó a caminar mientras tú le seguías de cerca, apuntando con la linterna.

Marc y Steven habían desaparecido por unos minutos, hasta que Marc comenzó a hablar.

¿Sabes, Jake? Creo que puedo escuchar a los espíritus y a los fantastamas aquí en el bosque.

¿E-enserio?–Preguntó con temor.

Cállate imbécil. Los fantasmas no existen. Así que no llores, Steven. Y Marc, deja de chingar, ¿quieres?–Jake rodó los ojos mientras seguía caminando.

Te quedaste viéndolo confundida y cuando se volteó y te vio, aclaró las preguntas que pasaban por tu cabeza.

No es nada, mami. Solo el pendejo de Marc hablando de fantasmas y asustando a Steven. Pero no existen. Sólo está aburrido y no encuentra nada mejor que hacer que joderme la pinche vida.–Habló como si fuera lo más normal de mundo, levantando la vista del mapa de vez en cuando.

–Okey...–Dijiste tranquila, aunque emocionada por la idea de asustarlo con el plan de Marc. No a Steven, pero a Jake sí.

Jake no era un hombre fácil de asustar. Prácticamente nada le daba miedo.

Puedo escuchar las voces de los espíritus hablando.–Marc trataba de contener su risa, mientras Steven ya estaba asustado.

Marc, ya basta. No es gracioso...

¿Ah si? ¿Y qué es lo que te dicen?–Jake realmente no le estaba prestando atención.

Pues no mucho. Solo que te van a asesinar en la noche mientras duermes.

¡Marc ya basta! De verdad que esto no me está divirtiendo.

Okey, okey... tranquilo.–Marc rió ligeramente viendo que su plan estaba teniendo éxito.

–No le prestes atención, Steven. El pendejo solo está aburrido.–Jake seguía caminando sin realmente prestar atención a nada más que el mapa, ni si quiera a ti. A la vez que de fondo se empezaba a escuchar un sonido como si alguien estuviera sollozando.–Y ya deja de llorar, Steven. Te estoy diciendo que es mentira.

¿De qué estás hablando? Yo no estoy llorando.

–Yo menos. Serás tú, Lockley.

Jake se detuvo en seco, viendo hacia el frente, los tres escuchando atentamente a aquel ruido.

Poco a poco se iban haciendo más y más fuertes los lamentos y lloros, hasta que algo tocó el hombro de Jake.

De dio la vuelta rápido dejando caer las cosas al suelo con su pistola en la mano, y vio una figura con vestido blanco y cabello negro cubriendo su rostro.

¡¡¡NO MAMES GÜEY LA LLORONA!!!

¡¿Y QUE ESTÁS ESPERANDO?! ¡¡¡CORRE!!! ¡¿DÓNDE ESTÁ T/N?!

Ambos gritaron mientras Jake le disparaba a la figura.

Una vez cayó al suelo, recién ahí se dio cuenta de que Marc estaba muriendo de la risa, y pronto tu saliste de detrás de un árbol, doblándote de la risa y apretando tu estómago, poniendo en pausa la grabación de tu teléfono.

¡¿QUÉ MIERDA FUE ESO?!–Exclamó asustado, viendo a la figura.

Se acercó y se dio cuenta de que era una muñeca con un vestido blanco y peluca, que tenía un hilo amarrado y lo habías colgado de la rama de un árbol. Mientras te reías en el piso.

¡¿QUÉ ERA ESO?!

T-t/n... t/n y yo... s-se nos ocurrió... se nos ocurrió asustarlos...–Dijo Marc entre fuertes carcajadas, sin poder dejar de reír.

–¡DEBISTE HABER VISTO TU CARA!–Tú tampoco podías parar de reír, aún tirada en el suelo.

¡MI DAMA PUDE HABERLA MATADO!–Se acercó a ti y te ayudó a ponerte de pie, revisando que no estuvieras herida.

–No lo ibas a hacer... tranquilo...–Le aseguraste ya más calmada, secándote las lágrimas.

¿Querida por qué hiciste esto?–Steven tomó el control del cuerpo y te vio con expresión de que acababa de ser traicionado.

–Perdóname, amor de mi vida. Solo queríamos asustar a Jake, no a ti. Perdóname.–Le dijiste con una sonrisa, aún riendo un poco. Para después besar sus labios y abrazarlo, acariciando su cabeza.–Perdóname

Bien... no te preocupes. Te perdono.–Se alejó y te ofreció esa sonrisa que tanto ambas, volviendo a besarte. Aunque en medio del beso, pudiste sentir cómo uno de los otros dos tomaba el control.–Estuviste increíble, mi amor.–Marc te quedó viendo con una sonrisa, dejando sus manos en tú cintura.

–Tú también.–Pasaste tus brazos por su cuello y volviste a besarlo.

¿Qué te parece si ahora usamos el GPS y nos vamos a casa?

–Es una excelente idea.–Le dejaste otro beso rápido, para después separarte y tomar tu mochila junto con la muñeca, mientras Marc recogía el mapa y linterna de Jake, para después tomar tú mano y caminar hacia el taxi con el GPS en mano.

Mira hijo de tu puta madre. Te prometo que me las vas a pagar, mamón. A la dama la voy a coger tan duro que se le va a olvidar hasta el nombre porque no voy a hacerla pagar de otra manera. Pero a ti pendejo hijo 'e puta te va a tocar perder bien feo. Pinche cabrón de mierda.–Le dijo desde el espacio mental.

, si... lo que digas.–Marc simplemente rió, sin soltar tu mano ya llegando al taxi para volver a casa.

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