Imagina irte de luna de miel con tu ahora esposo Steven, y le tomas ésta foto en la entrada del hotel.

–¡Ay pero que guapo!–Silbaste a modo de coqueteo, haciendo que riera algo nervioso.–Perfecta para mostrarle a nuestros hijos...–Murmuraste observando la foto en tu teléfono.

–¿N-nuestros qué?–Preguntó completamente sonrojado.

–Oh nada... ahora vamos a registrarnos.–Entraste a la recepción del hotel, dejándolo atrás completamente rojo.

–Ten por seguro de que le vamos a hacer un hijo. Tarde o temprano. Aunque con las ganas que le tengo a la dama, será más temprano que tarde.–Dijo Jake desde el espacio mental.

–Steven. Ya muévete que nos estás haciendo quedar mal ahí parado en medio de la acera.–Marc habló, ignorando completamente a Jake, también desde el espacio mental, haciendo que Steven reaccionara.

–Sí. Claro, lo siento.–Se acomodó la mochila en la espalda, y entró para juntarse contigo.