"Recuerda que el arte no deja de ser arte porque a alguien no le guste. De hecho, ese es el punto. La forma en la que somos únicos para cada uno, y tú para mí eres esa pieza de arte que le dio una visión a la vida" Steven Grant~

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Ahora si jejeje... hace rato lo publiqué sin haberlo terminado, lo siento 😅

Iba a haber una cena importante en tu trabajo, por lo que debías vestirte elegante para la ocasión. Y siendo los novios maravillosos que son, los chicos te ayudaron a prepararte.

Marc te acompañó a comprar tu conjunto y te dio su opinión acerca de todos y cada uno de los que te probaste, hasta que encontraron el que te quedaba mejor. La ropa ideal para el evento.

Ya por la tarde antes de que tuvieras que irte, Jake fue quien te maquilló y te arregló el cabello ya que tenía muchas ganas de hacerlo.

Y después Steven te ayudó a ponerte la ropa y asegurarse de que todo estuviera en orden. Pero durante el evento, algunas de tus colegas comenzaron a hablar mal de ti, sabiendo que las estabas escuchando. Literalmente te dijeron en la cara que te veías mal y que ese conjunto no le quedaba a "tú tipo de cuerpo".

Sabías que no debías prestarles atención, los chicos siempre te estaban recordando de distintas formas lo hermosa que eras y lo precioso que era tu cuerpo. Aunque aún así, no podías evitar pensar en lo que dijeron.

Ni si quiera esperaste a que el evento terminara para escabullirte fuera de ahí y largarte al departamento lo antes posible.

–¡Hey! ¡Querida volviste temprano!–Te saludó Steven desde donde estaba en la cocina terminando de prepararse un té.

–Si... estaba aburrido todo así que preferí volver.–Le dijiste pasando directamente hacia la habitación, sin detenerte a darle un beso cuando se te acercó.

Te llevaste tu pijama al baño y cerraste la puerta con el seguro, haciendo que Steven frunciera el ceño. Ninguno de los cuatro realmente bloqueaba la puerta ya que nadie más vivía ahí, por lo que le pareció muy extraño que lo hicieras.

–¿Querida todo bien?

–Sí, tranquilo.–Volviste a abrir, ya cambiada en TÚ pijama, y no en la playera de Steven que estabas usando esa semana. Mientras te quitabas el maquillaje.

–Querida, no quiero agobiarte. Pero puedo sentir que algo está mal... ¿qué fue lo que ocurrió?–Tomó tus manos en las de él, viéndote a los ojos.–Y no me digas que no es nada porque te conozco, y sé que algo te pasó.–

Soltaste un pesado suspiro agachando la cabeza mientras hablabas en voz baja, sabiendo que no podrías librarte de él.

–No es nada realmente... solo mis colegas que dijeron un par de cosas acerca de... bueno... que mi conjunto no "quedaba con mi tipo de cuerpo", es todo. Es... es una tontería.–Soltaste una pequeña risa, dejando ir sus manos para secar rápidamente la lágrima que se te escapó.

–Oh querida...

–Ya te dije que no es nada.–Te volteaste hacia el lavabo para seguir quitándote el maquillaje, pero Steven volvió a tomar tus manos en las de él.

–Querida, sé que no te sientes bien con esto, pero "recuerda que el arte no deja de ser arte porque a alguien no le guste. De hecho, ese es el punto. La forma en la que somos únicos para cada uno, y tú para mí eres esa pieza de arte que le dio una visión a la vida".–Steven tenía esa sonrisa de enamorado en el rostro, posando ambas manos en tus mejillas.–Eres perfecta para nosotros, mi querida. Así que no prestes atención a lo que ellas digan. Solo están celosas por lo hermosa que eres, y lo brillante que te veías hoy, y créeme que aún te ves resplandeciente.–

Una pequeña risita se te escapó, a la vez que te sonrojabas y lo abrazabas, escondiendo tu rostro en su cuello.

–Gracias, mi Steven con V. No sabes lo feliz que me hacen.

–Y tú nos haces felices a nosotros, querida.–Se alejó un poco y besó tus labios, ambos sonriendo.–¿Pero podrías ponerte mi playera?–Dijo sonrojandose un poco.

–Por supuesto que si.–Volviste a reír, dándole otro beso.