❤️24❤️

–¡Hoseok, mi querido amigo! –exclamó Tae emocionado al verlo entrar por el vestíbulo. Taehyung estaba tendido en el sofá cabeceando esperando a su amigo– Tenía un año sin verte ¿donde habías ido?

Hoseok negó con su cabeza y rió.

–Estuve buscándote mas botellas de Jack Daniel's – gruñó –Como buen amigo no debí de traerlas, pero conociendo tu situación no hay nadie mejor que nuestro amigo Jack.

Tae estiró su mano y le arrebató la bolsa en manos para coger una botella whisky, luego para tomar un trago de ella. Cerró sus ojos y dejó que el líquido quemara su garganta e hiciera dar vueltas a su cabeza, era la única manera de que podía sentirse bien durante la semana. Intentó trabajar, no podía. Intentó ejercitarse para despejar su mente, no podía. Intentaba hacer cualquier cosa para no pensar en Dhayny y no podía. Lo más cercano que lograba ayudarle un poco era su viejo amigo el alcohol.

–Este amiguito acá – señaló la botella– me tiene mareado ¿y sabes qué? eso me alegra, me gusta que todo de vueltas.

Maldecía a Katheryne por haber dicho que en una semana se arrepentiría . Apenas había dejado la casa sintió el vacío sin ella, no era lo mismo. Se había arrepentido en menos de una semana, por unos momentos quería tomar el primer vuelo a Houston y llevarse a Dhayny en brazos, pero luego recordaba como la había tratado. Se odiaba a si mismo por eso, era un imbécil, idiota, bastardo, cabrón e infeliz egoísta. Todo esto había pasado solo por pensar en el mismo y en nadie mas.

–No puedo creer que te hayas tomado todas tus botellas en una sola semana. Eres un alcohólico.

Tae le lanzó una mirada asesina y tomó otro trago.

–Tu eres un mujeriego y acosador con algunas personas, pero no me quejo.

–Porque eres mi amigo, por eso no lo haces.

–Solo por eso –hipo un poco y se froto los ojos cuando todo por un momento se hizo borroso.

–Tendría que irme, pero no quiero dejarte solo. Eres un peligro de esta manera.

El sacudió la mano.

–No me interesa en absoluto, estoy acostumbrado a que me dejen.

Hope soltó un suspiro y se sentó al lado de Tae.

–Me quedaré, eres mi mejor amigo y si tu te emborrachas yo te acompaño.

Le quitó la botella de su mano y tomo del líquido.

–Joder – cerró los ojos con fuerza– ¿Cómo mierda te tomas esto seco?

El se encogió de hombros.

–Estoy acostumbrado.

–Debes de tener la garganta de hierro, tendría que darte un premio.

Volvió a dar un trago e intentó aguantar lo caliente de este en su garganta.

–Dios, es mejor tomarlo con hielo... –comentó Hope en voz baja.–Se que estás deprimido, te entiendo completamente, me pasa lo mismo con Katheryne. –continuó.

–Solo que ella no te quiere ver ni en pintura.

–Y duele de la misma manera, me gusta demasiado pero como soy una basura de persona, no le gusto.

–¿Qué tiene que ver tu caso con el mío? –frunció el ceño y lo miro interrogante.

–Nada, pero Tae, la vida sigue. Tienes que seguir adelante como lo hiciste una vez con Amanda.

–Pero no quiero seguir adelante sin Dhayny –murmuró.

–Entonces da todo por ella, todo tiene solución.

–No todo.

–¡Deja de contradecirme y has lo que te digo!

–Esto me recuerda a las peleas de parejas de casados.

Hoseok puso una mano en su frente, Tae cogió la botella.

–Callate y escucha. Si en verdad la amas como dices hacerlo deberías buscarla y arreglar las cosas.

–Me odia.

–Yo lo haría si fuera ella, pero teniendo en cuenta que te confesó que te amaba lo dudo.

–Si la busco estaré haciendo lo incorrecto.

–Si no la buscas te golpearé por ser un idiota y no querer ser feliz por una buena vez.

Tae miro a su amigo y sonrió.

–Por eso te amo, eres el mejor amigo del mundo que un borracho puede tener.

–Vale, tienes que dejar de tomar, dame la botella.

Tomó un trago largo y luego se la dió.

–¿Qué harás entonces?

–La traeré de vuelta, quiero intentar arreglar las cosa y si me rechaza, me pego un tiro.

–No creo que sea necesario esconder tus armas.

–Eso espero.

Tae miro como Dhayny tocaba el piano con una habilidad única y fina. Sus dedos se deslizaban por lo teclados del piano de madera clara de una manera suave haciendo que sonara hermoso. Su dulce y femenina voz acompañaba la melodía crearon una canción sencilla pero al mismo tiempo perfecta y única.

Cuando el había visto el anuncio de un pequeño concierto que ella haría se sintió bendecido en ese momento. No tenía en cuenta de las personas a su alrededor que lo miraban de vez en cuando o que estaban absortos en la voz de sirena de Dhayny. Tae solo la miraba a ella con su vestido sencillo y holgado sentada derecha con su cabeza ladeada a un lado con ojos cerrados dándole una inocencia adorable. Sonrió levemente al saber que detrás de esa fachada podía llegar a ser otra persona completamente diferente, podría llegar a ser una mujer sensual y salvaje pero con su toque de inocencia que la había mas deseable. Si. Nunca debió dejarla ir, menudo idiota.

El público comenzó a aplaudir cuando ella termino de tocar y esta se despidió con una breves palabras y una tierna sonrisa.

Cuando Dhayny desapareció en el escenario y el público comenzó a salir él se aventuró hasta los camerinos del viejo teatro donde ella había estando cantando. En realidad Tae no tenia ningún plan de como recuperarla pensaba que era una buena idea hablar con ella después de su presentación, eso pensó hasta ver a un guardia cuidar la entrada a los camerinos. Maldijo por lo bajo y aclaro su garganta.

–Necesito ver a Dhayny.

–Y yo necesito que te largues – espetó el hombre.

–Soy un amigo de ella, tuvimos un pequeño problema y quiero resolverlo.

–También tengo problemas y ese no es uno de los míos.

Vale, él pensaba que tenía un carácter de los mil demonios pero el tipo le ganaba.

–¿No quieres ayudarme por unos cien dolares? –ofreció Tae esperando la reacción del guardia. Lo miro y seguía mirándolo fijo sin reflejar alguna emoción.

–Me pagan más que eso – bufó –No pondría en peligro a la señorita Cassidy por unos miserables dólares.

Tae paso la mano por su cabello y tomo aire.

–Oye, si en verdad fuera a hacerle algún daño te hubiese lastimado primero.

Aunque con la altura del hombre hubiese dudado que fuera muy fácil.

–No puedo lastimarla más de lo que ya lo hice, solo quiero arreglarlo. Llevo una semana ahogándome en whisky por ella, toda una maldita semana solo porque la amo. Simplemente quiero hablar con ella, ¿es difícil entender eso?

La expresión del hombre se suavizó y creyó ver una sonrisa. Este hizo una seña con su cabeza y el alivio consumió su cuerpo entero.

–Te estaré vigilando.

Tae murmuro un gracias y camino por el pasillo hasta detenerse junto a una puerta donde un grupo de personas se encontraban hablando. Entre ellas, Dhayny. Estaba sonriente y tomando una botella de agua, se veía tan feliz con todas sus personas alrededor...sobretodo con un hombre musculoso a su lado, el cual tenía un brazo rodeando su cintura acercándola a su cuerpo. Una sensación se acumuló en el estomago y un instinto asesino comenzó a desarrollarse en un instante, intento respirar con calma y apretó los puños para evitar entrar y golpearlo, Dhayny se molestaría si lo hiciera y por un momento se detuvo a pensar en la reacción de ella al verlo. No había pensado en ello, no podía aparecer como si nada y pedir que volviera con ella y menos con toda la gente que la rodeaba.

–¿Entrará? – preguntó el guardia. El perdió la seguridad y comenzó a arrepentirse, probablemente si entrara lo primero que ella haría seria tirarle algo a la cabeza o insultarle. Definitivamente tenía que planear las cosas mejores.

Cogió un pedazo de papel de su bolsillo del pantalón y un bolígrafo en su chaqueta, escribió unas cuantas cosas y dobló el papel.

–Entrégueselo y no lo abra –le ordeno al guardia. Este frunció el ceño y guardo el papel.

Tae volvió a mirarla sonreír antes de salir de los camerinos.

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