Thursday
Bakugou ya no sabía qué hacer para evitar que los demás estuvieran detrás de Todoroki. O sea, era obvio que el bicolor se incomodaba ante tanta atención y la gente no entendía cuando el alfa intentaba alejarlos. Al rubio le cabreaba, mucho, ni siquiera con el hecho de que eran follamigos o la mierda le dejaban en paz.
Era obvio que Todoroki fuese un alfa codiciado, tenía de todo un poco y no era como el típico alfa estereotipado que trata de menos a los omegas. Simplemente era guapo, estúpido y lento de aprendizaje y malas habilidades sociales, pero guapo y rico. Y eso atraía a los omegas, betas e incluso alfas como lo dulce a las hormigas.
Lo único que lo tranquilizaba era ver como Shouto declinaba cada oferta de apareo oficial. ¡De todas formas porqué le importaría eso! ¡No es como si sintiera algo por el bastardo mitad y mitad! ¡Es solo que prefería mantener todo en calma sin que personas urgidas interrumpan sus sesiones de estudio, almuerzo o lo que sea que hagan juntos!
– ¿Buscas a Todoroki? No está en su habitación.
– ¡Como si me importara, cara de soya! – Sero hizo lo de siempre ante las amenazas de Bakugou. Levantó las manos y se alejó, señal de que se rendía.
– Solo era un comentario – Farfulló mientras se alejaba del pasillo.
Cuando el pelinegro se perdió de vista, Bakugou entró a la que era la habitación del bastardo. No estaba, tal como Hanta le dijo, pero eso no le importaba. Se dejó caer en el nido que tenía en la habitación, ronroneando ante la suavidad y aroma de su zona privada en un espacio que no le pertenecía, pero en el que disfrutaba dormitar.
Seguía ronroneando y revolcándose en su nido cuando los sonidos de notificaciones le hicieron sorprenderse como lo haría un gato ante un ruido extraño. Detuvo sus acciones, se incorporó y agudizó el oído. Lo escuchó de nuevo, pero ahora identificando el lugar de procedencia.
En el escritorio del bicolor estaba su teléfono. No el de Bakugou, ese estaba en su bolsillo, pero el celular de Todoroki se encontraba conectado a su cargador, sonando de vez en cuando ante notificaciones. No debería tomarlo, porque no era suyo ni le incumbían esas cosas. Pero desde que se mudó a la habitación del bicolor había usado la frase "lo que es tuyo, es mío".
– Deku quiere entrenar, Fuyumi-san que compres comestibles cuando vayas el sábado, tienes a tu viejo sin leer desde hace dos días... – Murmuró el rubio mientras pasaba las conversaciones pero sin abrir ninguna, si no que las veía de vista previa – ¿Por qué mierda no me tienes a mí en ninguna parte?
Katsuki siguió moviendo el dedo pero no encontró su chat. Siempre estaban juntos y hablaban en vez de mensajearse, era relativamente lógico que no tuviesen conversaciones en el celular. Pero aun así, se le hacía inverosímil, ¿Cuándo fue la última vez que le envió un puto mensaje?
En eso, le llegó otro mensaje. La notificación sonó y la vista previa apareció de nuevo. Era de Mineta y eso le extrañó, hasta la uva morada tenía chat con él. No iba a abrirlo, pero la tentación fue fuerte. Primero estaba el mensaje "Disfruta de lo que encontré" y luego venía un link.
Entró, solo por el link, lo que sea que el pervertido ese quería decir no le importaba. Se sorprendió al ver que las conversaciones eran de vez en cuando, pero solo eran links. Mineta le decía encontré este, este te gustará, este es candente, etc. Por lo que veía, el alfa si le contestaba, pero solo con respuestas simples: ok, el emoji del pulgar arriba o los tres puntos suspendidos.
– ¿Por qué el pervertido ese te mandaría estos links? Además, no deberías contestarle, a no ser, que entres a los links que te envía... – Procesó el rubio, como si estuviese hablando con Todoroki – Pero es pornografía con la que se masturba, no creo que tú lo hagas...
Bakugou se quedó callado, mirando la pantalla con los links del remitente. Aquello lo estaba confundiendo y lo expresó frunciendo el ceño y mirando con molestia al celular.
– ¿O sí lo haces? – No sabía a qué hora regresaría Todoroki a su habitación, por lo que dio click rápidamente al enlace y bajó el volumen del aparato.
Esperó a que la ventana cargase, llevándolo directamente hasta una página de contenido pornográfico, no el típico amateur, nada de calidad baja, todo ahí se veía muy bien planeado, ordenado y parecía un buscador de internet como cualquier otro, excepto por el hecho de que era un sitio de adultos.
Mientras el video cargaba y antes de, aparecía un anuncio de un juego porno, Katsuki bajó con el dedo la página para ver qué más había; más videos relacionados con el principal. Se estremeció cuando pudo traducir el título, el cual se encontraba en inglés. Rubio omega, ama de casa quiere ser impregnado. A Bakugou casi le da algo.
Fue la puta relación. ¿Rubio? ¿Omega? Hola, él era un omega rubio, dudaba que hubiera cosas en el buscador que incluyeran también color de ojos, pero era más que obvio que se trataba de él, o al menos alguien parecido a él. ¿Ama de casa? ¿Acaso la relación esposa tenía también influencia? Y por último, ¿Impregnado? Maldición, eso quería decir cachorros.
– ¡No! Me niego a creer que el bastardo ve estas mierdas – Estando en la fase de la negación, borró la ventana sin ver el vídeo, saliendo y volviendo a las conversaciones del asqueroso Mineta y averiguar los demás links.
Cabe aclarar, que ninguno era mejor que el último.
Marcado durante el sexo.
Omega rubio en lencería.
Rubio omega, garganta profunda.
Omega suplica ser preñado.
Doble penetración con un dildo.
Omega embarazado exige polla.
Rubio en celo quiere follar.
Rusa por hombre omega lactando.
Aunque no todos tuvieran algo en común con el título, claramente lo tenían en cuanto a la miniatura de los videos y la vista previa. Todos eran rubios, omegas y masculinos. Esto no le estaba gustando, se sentía caliente, la humedad entre sus piernas, todo al ver la similitud de los actores en los videos con él.
– Ese idiota, qué mierda le pasa... – Borró todas las ventanas, salvo una.
Curioso por la miniatura del video, la reprodujo. Solo vio lo equivalente a 2 minutos de un video de casi una hora, pero lo suficiente para que se excitara ante los gritos en inglés. La manera en cómo el alfa lo presionaba y le follaba de forma dura, haciendo al omega gritar incoherencias que al traducirlas significaban una cosa. ¡Anúdame y préñame!
La humedad de entre sus piernas se hacía más notoria. Salió del buscador, eliminando las evidencias de su crimen. Dejó el celular cargando y se dirigió de nueva cuenta a su nido. Ronroneó mientras se restregaba con las prendas del alfa. Dirigió su mano hasta ahí, dispuesto a masturbarse en una habitación que no era suya. Se lo imaginó todo:
Él como un omega vulnerable y excitado en una habitación ajena.
El bastardo mitad y mitad entrando de repente.
Le mira con seriedad y luego cambia a una sonrisa lasciva.
– Así es como quería que me esperas – Le dice.
Él gime.
Todoroki se acerca a él, desnudándose.
– Voy a marcarte y preñarte, haré que supliques por mí polla – Le susurra al oído.
Él niega, intentando escapar.
Shouto no le deja y lo aprieta contra el nido.
– Te voy a hacer mío – Le gruñe.
Entonces le folla, de manera salvaje.
Él gime, grita y llora de placer.
Todoroki le aprieta el cuello, asfixiandolo.
Eso le excita más.
– ¡Embarázate! – Le grita y se corre dentro de él, anudándolo.
Bakugou se corre de inmediato con ayuda de sus dedos. Hace mucho que quedó desnudo de la cintura para abajo en el nido, masturbándose metiéndose los dedos y apretando sus pezones de vez en cuando. La escena en su mente le excita mucho, imaginarse al alfa tan posesivo, tan dominante, queriendo impregnarlo.
Y en medio del éxtasis y su estado pos-orgásmico, escucha que tocan la puerta. Eso le pone alerta y provoca que de manera instintiva se cubra con una de las sábanas de su nido.
– ¿Bakugou? Percibo tu aroma fuerte en la puerta ¿Puedo pasar? – La voz del Todoroki detrás de la puerta le regresa a la realidad.
No había ninguna puta forma que el alfa que estaba tocando la puerta preguntando si era correcto pasar era él mismo que se había imaginado en su fantasía entrando y follándolo como un bruto.
Gruñendo, furioso consigo mismo y aun medio excitado, se puso el resto de su ropa.
– Sí, maldición. Entra.
El chico entró, feromonas alfas esparciéndose por todo el cuarto debido al sudor del entrenamiento, eso no le hacía ayuda al omega excitado. Pero aun furioso, Katsuki decidió encarar el problema en el cual él mismo se había metido.
– ¡La maldita uva pervertida te está mandando cosas! – Todoroki se hizo el confundido.
– Oh, realmente no sé qué sean. Me manda unos enlaces pero yo no los abro, sé que a Kaminari una vez le mandó un virus que arruinó su celular, así que no quiero arriesgarme.
Un tic le dio a Katsuki en el ojo derecho. Su ceño se frunció más, él no iba a creer esa estupidez.
– ¡¿Y por qué le contestas tan normal?!
– Considero que es de mala educación no hacerlo, por eso solo le respondo con monosílabos, emojis o puntos. ¿No abriste el enlace, verdad? – Bakugou se sonrojó ante la pregunta.
– ¡P-Por supuesto que no, imbécil! – El omega se cruzó de brazos y desvió la cara – Pero la mierda esa de seguro solo manda porno.
– Igual no quiero averiguarlo. ¿Por qué tomaste mi celular? – De nueva cuenta, Bakugou se pone nervioso al verse descubierto. Rápido pensó en una excusa.
– ¡LAS PUTAS NOTIFICACIONES NO ME DEJABAN DORMIR!
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