Jueves

– Bien, entonces me apoyo en la pared, y tú tras de mí...

– Ajá.

– Y luego yo pongo mi pierna así...

– Entiendo.

– Con tu brazo, me ayudas a subirlo a tu hombro...

– ¿Cuál hombro?

– ¡Pues el que te acomode más, idiota!

– Oh, sí, claro. No lo pensé – Bakugou rodó los ojos, pero continuó.

Si desea una penetración más profunda, debe estirar más la pierna de su compañero para poder llegar. Evite tirar brusco para no dañarse y/o perder el equilibrio – Citó el rubio, terminando de leer su teléfono – Muy bien, idiota, ya escuchaste; no levantes más mi pierna hasta que yo te diga, ¿Bien?

– Bien.

La página web «5 posiciones que toda pareja debe probar para reavivar la pasión» fue producto de un anuncio en Facebook, pero que por curiosidad, los dos chicos decidieron investigar. No es que fuesen una pareja en todo el sentido de la palabra, pero si la curiosidad pica, hay que rascarse.

La cosa iba del más sencillo al más difícil, ya habían intentado una de las más difíciles pero fue un fracaso y casi terminan como una cadena humana, así que decidieron ir a la más simple.

– ¿Y? ¿Qué tal se siente? – Preguntó moviéndose lento. Bakugou dejó escapar un pequeño sonido con los labios sellados, pero luego respondió.

– No es diferente de cuando lo hacemos normalmente, prueba con estirar mi pierna un poco; pero solo un poco, ¿Eh, idiota? Si me lastimas te mato.

Todoroki lo hizo, se acomodó mejor, estiró un poco más la pierna de manera que el omega hacia un Split vertical y luego empujó hasta el fondo. Katsuki jadeó.

– E-Entró... – Masculló el rubio con la voz entrecortada, los ojos muy abiertos. Asustado, Shouto se detuvo y salió.

– ¿Bakugou?

– Entró, joder – No parecía una mirada de miedo en los ojos carmesí, más bien era una mirada de asombro. Todoroki quería explicaciones – Mételo de nuevo, como antes.

El bicolor lo hizo, lento y con algo de temor, pero de nuevo consiguió un jadeo de Bakugou ante la sensación cuando se encajó por completo de nuevo en él, pero esta vez no salió.

– L-Lo sabía, entró...

– No entiendo ¿Podrías por favor explicarme?

– Dame tu mano – El alfa dejó que su mano fuese guiada por las ajenas hasta el vientre bajo del omega, donde se le indicó que sintiera – Muévete un poco – Y cuando lo hizo, lo sintió.

– ¿Ese es mi...?

– Sí, te lo estoy diciendo. Entró, maldición, estás dentro de mi útero – No había forma de que el bulto que sentía en el vientre de Katsuki fuese otra cosa que su miembro.

– Ya veo... ¿Qué debo hacer? – Preguntó Todoroki, un poco confundido por el asunto y sin quitar la mano del cuerpo del omega.

– Solo, destrózalo...

– ¡Bakugou! ¡BAKUGOU!

– ¿Eh? – Los ojos carmesí apenas y enfocaban la figura que tenía enfrente.

– ¡Bakugou, al fin despertaste! – Gritó el bicolor con la cara asustada y algunas lágrimas en los ojos, bañado en sudor y respirando agitadamente.

– ¿Qué demonios pasó? – Preguntó mientras se incorporaba. Se dio cuenta de que estaba en la cama, con Todoroki sobre él.

– Y-Yo, ¡Me dijiste que me moviera y lo hice pero cuando te anudé te desmayaste y casi te caes y yo pensé que te habías muerto porque no me respondías y tuve miedo y te traje a la cama!

– ¿Me desmayé? – Preguntó incrédulo.

– ¿S-Sí? – El rubio logra enfocar bien su vista y se da cuenta que sigue anudado a Todoroki. Lleva su mano derecha hasta su vientre bajo y ahí siente la pequeña presión a través de su piel.

– Supongo que debió de ser porque entraste mucho – Mencionó, frunciendo el ceño.

– ¿Lo... siento?

– Si me desmayé fue porque se sintió bien, cállate. No te disculpes.

– Lo...

– Qué cierres la boca, idiota – Katsuki intentó acomodarse en la cama de lado para que el alfa se acostara también, aunque sea de frente y con una pierna levantada – Acuéstate, quiero dormir un poco más.

– ¿Te lastimé?

– Estoy de puta madre, ¿Sí? solo no te muevas mucho porque seguimos anudados.

– Bien.

Pasaron dos minutos de incómodo silencio, sin que ninguno de los dos dijese algo, se moviera o siquiera se atreviese a verse a los ojos. Eso hasta que el rubio decidió hablar.

– Tu polla está fría.

– ¿Perdón? – Se disculpó el bicolor, intentando compensar al omega.

– ¡Ahora está muy caliente! – Chilló con molestia.

– ¡Lo siento!

– ¡Joder, trata de mantener tu puta temperatura neutra, bastardo dos caras! ¡Quiero dormir!

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