Prólogo
–La maldición que llevas es pesada y la cargaras en soledad. Morirás pronto por ella. Te consumirá pronto, pues una técnica así no está hecha para que un ser humano la posea. Por esto, eres inútil, pero no absolutamente aún. Ve al clan Gojo y sirve al que será el hechicero más fuerte, espera tu muerte haciendo algo útil.
Esas fueron las palabras de mi padre. Él no sabía que mientras pronunciaba esas palabras me moría de frío y cansancio.
No recuerdo la última vez que tuve un sueño largo y tranquilo. Todas las noches sueño las más horridas pesadillas, protagonizadas por los más brutales monstruos. Ellos me atormentan y sé que si me alcanzan me devorarán.
Mi técnica "Los eternos humanos" produce monstruos en mis sueños. Cada uno diferente y con un nombre que lo caracteriza totalmente, a cambio de sufrir estás pesadillas constantemente, solo si los logro dominar, puedo invocarlos en la realidad y usarlos de diversas maneras.
Está técnica se ha manifestado en otros anteriores en mi clan, pero ninguno ha vivido mucho. Es una técnica que sume al usuario en la locura, dónde no hay descanso y donde los monstruos se alimentan y fortalecen del miedo de la humanidad. Además, si no tengo cuidado y me dejó dominar por estás pesadillas, me devorarán vivo realmente, como a muchos de mis antecesores les ha pasado.
Mi padre conoce las consecuencias de esta técnica y supo lo que significaba tenerla desde que la manifesté. Pensé, solo por un momento, que me llamaría por primera vez para darme algunas palabras de consuelo, tal vez un cálido abrazo, tal vez un te quiero.
–Entonces así se hará.
'por favor, abrázame papá'
'Estoy asustado'
No podía desobedecer a mi padre, y, en todo caso, él tenía razón. Tengo los días contados, lo mejor que puedo hacer es darle significado a mi corta y diminuta existencia, aunque eso signifique servir al seis ojos dejando mi dignidad, la cual no es mucha sinceramente.
Recibí instrucciones sobre como deberá ser mi comportamiento ante el heredero. Debo obedecer y dar la vida con el fin de preservar la existencia de aquel que algún día será el más fuerte. Pues aunque su nacimiento equilibró la balanza en el mundo de la hechicería, hasta que no se desarrolle completamente su poder, es posible que usuarios malditos, maldiciones y otros hechiceros se vean atraidos a acabar con él mentras puedan.
El día que lo ví por primera vez era un día de mierda, no había dormido nada (como ya era normal), tenía un rostro demacrado por el cansancio y se notaba en todo mi lenguaje corporal la terrible incomodidad que me atravesaba. Sentía que salía de una larga lucha, de hecho así era, aún estaba tratando de dominar aunque sea a una de mis pesadillas. Lo más terrible de pelear es resistir solo.
Él, por otro lado, tenía unos ojos hermosos, él era un niño brillante y no tenía que esforzarme mucho para sentir el increíble poder que desprendía. Me vió de arriba abajo con atención y en silencio, pude percibir una mueca de curiosidad en él por un instante, pero luego puso los ojos en blanco y me dió una mirada de desinterés total.
–Que decepción.
Me gustaría decir que era el comienzo de una amistad, o de al menos una relación cordial entre ambos, pero está claro que no pude disimular ante Gojo mi ser patético, estaba demasiado cansado siquiera para que ahora mismo me importara su primera impresión de mí. Incluso estaba demasiado cansado como para pensar en otra cosa que no sea descansar profunda y tranquilamente.
–Es lo que hay.
No tenía más que ofrecerle que todo lo que soy. Y aunque en ese momento no le di demasiada importancia, en la soledad de mi nueva habitación sentí genuina tristeza por algo a lo que no pude darle nombre. Luego me fui a dormir con frío, esperando, iluso, que las pesadillas sean amables por esta noche, sumido en autocompasión.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top