Capítulo 3: Perdida.
Allí, en la oscuridad absoluta, sólo iluminada por la luna llena de aquella noche, caminaba sin rumbo, con frío, con hambre, y con el corazón roto, sin mi madre, sin alguien que me cuidase y me quisiese, sin alguien a quien creer, y sin alguien en el que pudiese desahogarme y llorar hasta que me quedase sin lágrimas que soltar.
Todo estaba en silencio, sólo se escuchaban mis pasos y mi respiración, que cada vez me costaba respirar más y más de tanto frío que hacía, incluso pensaba que me iba a morir asfixiada, pero sólo era una desagradable sensación.
Caminé y caminé, hasta que escuché unos pasos que no eran míos. Me asusté y paré en seco. Aquellos pasos eran frenéticos y se llegaba a escuchar cómo esa persona respiraba de una manera alborotada, cómo si estuviese escapando de alguien. Entonces, esa persona se chocó conmigo y caímos al suelo dolorosamente. Luego de un rato, esa persona se levantó rápidamente y se me acerco, extendiéndome la mano.
?????: Vaya, perdóname, no te había visto.
Maliz: *Frotándose la frente* No pasa nada, yo fui la que no se fijó. *Le coge la mano y se levanta* Por cierto ¿Cómo te llamas?
Loksi: Me llamo Loksi, encantado.
Levanté la mirada. Su rostro apenas era visible por la oscuridad, pero mis ojos ya se habían acostumbrado a estar a oscuras. Era un chico, de pelo negro y alborotado, ojos carmesí y nariz puntiaguda. Tendría unos 16 años, como yo. Su ropa estaba hecha polvo, incluso había partes en las que faltaba tela. Su voz, aunque ya tuviera la edad suficiente para tener una voz más o menos grave, aún seguía sonando como un niño de 10 años, cosa que realmente me parecía tierno.
Me quedé ensimismada, alrededor de él, flotaba en el aire una especie de aura que me atraía cada vez más y más a medida que el tiempo pasaba. Parecía como si me hipnotizara con sólo mirarme, hacía que me olvidara de mis penas y que otros sentimientos ocultos en mí fluyeran por mis venas. Esos sentimientos sólo los había sentido con una persona, a la que ya no recordaba, ya que se había ido hace mucho tiempo, cuando no era más que un bebé. Esos sentimientos eran alegría, tranquilidad, seguridad y... Amor.
Loski: ¡Hey! ¡Chica! ¿Me oyes?
Maliz: *Confusa* ¿Eh?
Loski: *Poniendo los brazos en forma de jarra* ¿Qué te ha pasado? ¡Te quedastes callada de repente justo cuando te pregunté tu nombre!
Maliz: ¡Ah sí! Perdona, no sé que me pasa realmente. Yo... Me llamo Maliz.
Loski: *Sonriendo* ¿Maliz, eh? ¡Bonito nombre!
Maliz: *Un poco sonrojada* Gracias... Por el cumplido.
Loski: *Le extiende la mano de nuevo* ¡Venga, ven conmigo! ¡Te presentaré a mis amigos!
Maliz: *Se levanta sin la ayuda de Loski* ¿A-amigos?
Loski: ¡Claro! ¡Ya verás qué bien os llevaréis!
Maliz: *Se va corriendo lejos de Loski* ¡¡¡NO!!!
Loski: *Corre detrás de Maliz* ¡Espera! ¡No te... ! *Se tropieza y cae al suelo*
No sabia qué me pasaba. No sabía si era miedo de que estuviera compinchado con Sombril, o si era miedo a estar encariñandome de él tan rápido. Él no me conocía, él no sabía por lo que estaba pasando, él sólo era un obstáculo para mí... O eso creía antes.
Pasé horas y horas corriendo sin rumbo, hasta que encontré luces entre los árboles. Empecé a correr aún más rápido hacia la ciudad, hasta que llegué a una colina totalmente vacía, sólo habitada por hierba que llegaba a los tobillos. Vi la ciudad, que realmente me era muy familiar, y de paso, hermosa. La ciudad estaba llena de felicidad y tranquilidad. Era de noche, así que era normal de que nadie estuviera en la calle. Me dirigí a la ciudad y empecé a caminar por las calles, y de vez en cuando, me daba una sensación de deja vú, como si hubiera estado en ese lugar antes. De repente, un papel me dio en la cara, y yo molesta lo cogí y lo miré, y decía así:
"PERDIDA: Maliz. Niña de 3 meses de vida. Pelo castaño-claro, ojos celestes, piel blanca. Por favor, si la encuentran, vayan a la calle Garnet o llamen al 1983-19-87."
Me quedé impactada ¿Yo? ¿Perdida? ¿Por qué? ¿Quién me raptó? ¿Y quién me buscaba?
Estuve bastante tiempo pensando quién me raptó, pero sólo se me vino a la cabeza una persona, mi madre. No podía ser que mi madre fuera la que me raptara, así que decidí ir a la calle Garnet. Corrí, guiándome por los carteles, que por mucho que buscara, ninguno decía calle Garnet. Estuve así hasta que mis energías empezaban a esfumarse, entonces, allí, en la puerta de un supermercado, había un hombre algo viejo, tenía el pelo castaño-claro, como yo, pero estaba encorvado, parecía deprimido. Entonces, aparecieron tres adolescentes casi adultos, tendrían unos 18 o 19 años, pero vestían ropas poco formales para su edad. Se acercaban a aquel hombre con sonrisas que helarían la sangre a cualquiera, pero al parecer el hombre no se percataba de ellos, hasta que llegó un punto en el que estaban a pocos centímetros de él, y ahí fue donde uno de ellos cogió al hombre por la chaqueta y lo levantó al aire.
???????: ¡Hey tipejo! ¡Suelta la pasta ahora!
???????: L-lo siento, no tengo dinero para darte, me lo gasté en la com... *Le dan un puñetazo en la cara y lo sueltan al suelo sangrando*
Maliz: *Corre hacia el señor y le da una patada en el estómago, haciéndole caer al suelo* ¡¡¡DEJADLO EN PAZ!!!
????: ¡¿Pero a ti qué te pasa?!
Maliz: ¡No me pasa nada, sois vosotros los que os estáis buscando que os den una paliza!
???????: *Levantándose del suelo lenta y dolorosamente* ¿Con que te crees valiente, eh? *Se abalanza hacia Maliz, pero lo esquiva y cae al suelo, y en el tiempo que se da la vuelta, Maliz coge una piedra y se la tira, clavándose como una flecha en el ojo* ¡¡¡¡AAAAAAAAAAAAAAAAAH!!!!
????????: *Yendo hacia Marlton preocupado* ¡¡¡DIOS MÍO, SINOCKS!!! ¿¡¿¡ESTÁS BIEN?!?!
Sinocks: ¡¡¡CÁLLATE GUILLARO Y LLAMA A UN HOSPITAL!!!
Guillaro: ¡¡¡OK, OK!!! ¡¡¡TACK, VE A POR ESA NIÑA AHORA!!!
Tack: Esto...
Guillaro: ¿¡¿¡POR QUÉ NO TE MUEVES?!?!
Tack: Es que se fueron.
Sinocks: ¿¡¿¡QUÉ?!?!
Tack: ¡Sí, esa niña corre muy rápido! ¡Más de lo que pensé!
Sinocks: ¡¡¡MALDITA SEA!!!
Ellos se pegaron horas discutiendo, mientras yo corría con aquel hombre hacia otra parte, muy lejos de ellos, y cuando por fin encontré un callejón seguro, senté y con la manga de mi chaqueta le tapé la herida, intentando hacer que parase de sangrar, pero no funcionaba. Entonces después de un rato, el hombre abrió los ojos, y cuando miré los suyos, un sentimiento de tristeza inundó mi corazón.
Maliz: *Preocupada* Señor ¿Está usted bien?
???????: Sí, no hace falta que se preocupe por mí, esos niños llevan mucho tiempo golpeándome, estoy más que acostumbrado a ellos...
Maliz: Bueno, al menos deje que le revise haber si tienes alguna herida muy grave.
???????: Je... Te preocupas demasiado por mí, pero total, ya que estoy, no voy a decirte que no.
Aquellos ojos eran más tristes de lo normal. Tenía unas ojeras muy profundas y los ojos estaban muy cristalinos, los cuales indicaban que no hace mucho se había puesto a llorar o que estaba apunto de hacerlo. Al examinarle para ver si no tenía más heridas, pude distinguir muchas cicatrices, las cuales tal vez se las haya hecho él mismo, ya que sus uñas estaban muy maltratadas y la piel estaba bastante irritada. Había bastantes moratones en sus brazos, confirmando que esos tipos le habían pegado más de una vez, aunque él no parecía preocuparse demasiado por sus heridas ni por si lo golpeaban o no, al punto de incluso no peinarse, teniendo más de un nudo entre sus pelos. Estaba muy descuidado, no llevaba ropa formal, pero tampoco era como la de esos tipos. Llevaba una chaqueta verde oscura con un suéter de cuello alto blanco, un chándal negro, que le iba un poco grande para él, unas zapatillas deportivas de color gris y también llevaba colgado en el cuello un collar con una especie de medallón que se podía abrir, que al parecer era bastante viejo, el cual me resultaba bastante familiar, ya que había visto uno igual en el cuarto de mi madre, aunque estaba mucho más cuidado que el suyo, ya que se veía que estaba abollado por varias zonas, y que el cierre casi no agarraba la otra parte del medallón, además de que el oro estaba muy sucio, y casi parecía bronce de toda la suciedad que llevaba encima.
???????: Hey niña...
Maliz: ¿Sí señor?
???????: ¿Qué hacías despierta a estas horas? ¿Dónde están tus padres?
Maliz: Bueno... Yo... *Suspiro* ¿Me puede prometer algo?
???????: ¿El qué te tengo que prometer?
Maliz: ¿Me prometes que esto quedará entre usted y yo?
???????: Sí ¿Pero qué me tiene que contar?
Maliz: Es que... Unos monstruos me persiguen.
???????: *Con los ojos abiertos como platos* ¿M-monstruos? ¿Qué clase de monstruos?
Maliz: Uno es alto y completamente negro, con uñas larguísimas y con una sonrisa escalofriante, de ojos blancos con pupilas negras, y se llama...
???????: *Temblando de miedo* S-Sombril...
Maliz: *Desconcertada* Sí... ¿Cómo sabe su nombre?
???????: Él me persigue también, desde que mi mujer se llevó a mi hija sin ningún motivo me persiguen, cada vez que pienso en mi hija vienen y me hacen daño... *Empieza a llorar* La extraño tanto... Hice todo lo que pude para encontrarla y para saber dónde estaba mi mujer, pero nada funcionó, absolutamente nada, ningún mínimo esfuerzo funcionó... *Se tapa la cara con las manos* Y para colmo me echaron del trabajo, todos piensan que yo maté a mi hija y a mi mujer, y cuando entro en alguna tienda, me tiran piedras y me persiguen con cuchillos y bates de hierro, cuando en realidad yo no tuve la culpa de nada...
Maliz: Vaya... Lo siento... Yo también perdí a mi familia, yo vivía sólo con mi madre, ya que mi padre nunca apareció, y por mucho que le preguntaba a mi madre, ella no me decía nada, era como si no quisiera saber nada de él, y para colmo, Sombril la mató delante de mis ojos y quemó la casa en la que vivía, además de sobornar a los policías para que pensaran que era yo la asesina, y tuve que escapar de donde yo vivía, siendo perseguida por ellos... *Se le sale una lágrima* Cuando sólo quiero ser feliz, tener una infancia como los demás... Necesito escapar de los que se inventan mentiras sobre mí, de los que me hacen daño, de los que me amenazan... Necesito... Ser libre.
???????: Te entiendo, sólo si pudiesemos fingir nuestra muerte y convertirnos en otra persona, todo sería mucho mejor...
Maliz: Sí...
Marlton: Por cierto, me llamo Marlton.
Maliz: Maliz, encantada.
Marlton: *Impactado* Perdona ¿Me puedes repetir tu nombre?
Maliz: Me llamo Maliz.
Marlton: Oh... Maliz... Encantado de conocerte también.
Maliz: Bueno, supongo que será mejor que salgamos de aquí, no creo que sea demasiado seguro que estemos mucho tiempo aquí *Lo coge y lo lleva en la espalda a la calle* ¿Dónde vive usted?
Marlton: Calle Garnet, diez cuadras a la derecha y después ve recto por calle Peridot.
Maliz: ¡Ah, vale, yo iba a ir a esa calle de todas formas!
Marlton: ¡Pues estás de suerte, porque yo soy el que vive allí, tengo una pequeña casa allí, aunque más que casa parece una de esas casas fantasmales de las películas!
Maliz: ¿Por?
Marlton: Bueno, me quedé sin dinero para pagar las facturas y las reformas de la casa y al final tuve que vivir en lo poco que queda ahora.
Maliz: *Con algo de asco* ¿Entonces dónde se baña usted?
Marlton: Me baño en lago de aquí cerca, total, nadie lo visita.
Maliz: ¡Puaj!
Marlton: ¡Hey, es lo que hay, no puedo pagar el agua, así que sólo queda aguantarse y seguir para delante!
Maliz: Ya... ¿Pero no debería cobrar el paro?
Marlton: ¿No te he dicho ya que en este pueblo ABSOLUTAMENTE TODOS me odian?
Maliz: Aaaah... Pues que injusto.
Marlton: *Apenado* Sí, y desearía que los demás me creyesen, pero sólo escuchan lo que quieren escuchar, todos sabían que en realidad soy incapaz de matar a alguien, que soy demasiado bueno para hacer algo así, pero las noticias mienten, y con ello, la gente, haciendo que sus mentes enfermen y piensen cosas que no son.
Maliz: Sí, y por mucho que confíes en esa persona, en algún momento de la vida te defraudará, y se pondrá en tu contra, por mucho que os conozcáis y por mucho que lleves años siendo amigo de esa persona, puede cambiar de idea y hacerte daño de forma inesperada.
Marlton: Sí... ¿Sabes? Mi mujer y yo nos llevábamos increíblemente bien, todo el pueblo nos envidiaba, nunca discutíamos, nunca nos insultábamos, eramos uña y carne. Todos me conocían por ser un tipo muy trabajador y amable, además de que tenía mucho dinero, atrayendo a todas la mujeres sanguijuelas que me querían sólo por ser rico, pero yo no les hacía caso...
Maliz: Pero espera un momento ¿Si eras rico, famoso y te llevabas bien con tu mujer, por qué ahora eres pobre y odiado?
Marlton: No terminé de contar lo que me pasó, no seas impaciente. *Carraspea* Yo no era famoso sólo por ser rico y amable, sino porque yo era un científico muy inteligente, y siempre, todas las teorías que hacía, eran ciertas, convirtiéndome en un "Rey de la Ciencia", por así decirlo. Aunque a mí no me gustaba tener tanta fama, ya que donde hay fama, hay odio y mentes sucias, así que cuando me llamaban así, yo simplemente me molestaba y les decía que me llamasen por mi nombre, aunque nadie me hacía caso y me seguían llamando así. Pero un día, empecé a recibir amenazas de muerte, diciendo que si no les daba cierto dinero, me matarían a mí y a mi mujer, que en esos tiempos estaba embarazada, así que yo les daba el dinero, pero eso sólo sería el principio, ya que después empezaron a correr rumores de que yo era alguien malo, un asesino, un loco maniático, que sólo quería poder para tener al gobierno bajo mis pies, cuando en realidad, sólo trabaja para tener dinero y poder dar una buena infancia a mi hija que estaba por venir, así que sólo me quedé callado, esperando a que mi hija naciese. Luego de varios meses, mi hija nació, y yo no la dejaba ni un segundo sola, nadie podía separarme de ella... Salvo mi mujer, quien me engañó y me encerró en un armario durante horas a oscuras, para cuando ya pude salir, no estaban, ni mi hija ni mi mujer *Apretando los puños* Estaba confuso, las busqué por mucho tiempo, pero no aparecían por ningún lado, y para colmo, los rumores seguían creciendo y creciendo cada vez más rápido, arruinando mi vida cada vez más, haciendo que me despidieran de mi trabajo, haciendo que todos me odiaran y haciendo que me subieran los precios de las facturas e hipoteca de forma colosal, llegando a un punto que no pude pagar la casa, echándome a la calle, dejándome sin hogar y sin dinero, convirtiendo mi vida en un infierno del cual no puedo escapar, por mucho que pida ayuda, y encima, Sombril y sus "amigos" me hacen daño, pero no físicamente, sino mentalmente, haciendo que me arañe yo solo por la ansiedad y la furia, haciendo que me tire de lugares altos sólo para ser libre, cosa que no entiendo cómo sobrevivo a ellas, cuando debería acabar con mi vida... Simplemente no tiene lógica...
Maliz: Vaya... No sabía que usted había sufrido tanto...
Marlton: Sí, y aún sigo sufriendo... Sólo quiero ser libre... Morir y que mi nombre desaparezca de la faz de la tierra... Hacer que todo este dolor desaparezca... Sólo si consiguiese morir...
Maliz: Sí...
Estuvimos todo el camino callados desde ese momento, no quería forzarlo a decir nada más, ya que se veía que ese hombre lo había pasado mal... Como yo...
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top