05

Taehyung no se separaba del cuerpo de Jungkook, el pálido cuerpo descansaba sobre la suave cama matrimonial con sabanas blancas, el castaño le acariciaba el rostro con cariño cada cierto tiempo, se sentía tan culpable.

— Debe de haber una solución. —Habló Jimin— No todo está perdido, Yoongi confío en ti, sé que puedes hacer que todo vuelva a la normalidad.

— Sin libros no podemos deshacernos de los monstruos, no podemos eliminarlos por deseo propio, lo siento tanto, todo esto es mi culpa.

— No sé mucho del tema, ni de lo que está ocurriendo, pero si los monstruos salieron de libros y la única forma de evitar nuestra destrucción es devolviéndoles a los libros, ¿por qué no intentamos reunir a todos en un mismo lugar y devolverlos a su historia? —Sugirió Namjoon.

— Los libros ahora son cenizas. —Yoongi estaba preocupado, el reloj no se detendría, el tiempo corría.

— La solución es escribir un nuevo libro, uno donde al final todos regresen por donde vinieron, si todo lo que escribes se vuelve realidad, debes escribir sobre lo que está pasando y deshacerte de todas tus creaciones al final. —Dijo Namjoon.

— ¿Están locos? Yoongi, tu hermano casi muere por tu culpa y piensas traer más de esas cosas, ¿te gusta hacer daño? —Exclamó Taehyung.

— Intentaré hacer que todo salga bien, es nuestra única opción. 

Yoongi salió de la habitación dirigiéndose a su despacho, tenía que empezar a escribir en cuanto antes.
El pelinegro se sentó en su escritorio y se concentró, imaginando mil escenarios en su cabeza, colocó con cuidado la hoja en la máquina de escribir, pero cuando presionó la primera letra, la máquina de escribir no funcionó, por más que Yoongi presionara las teclas la máquina no escribía, no hacía ni un solo movimiento, estaba rota.
Ese maldito muñeco había planeado todo, conocía cada paso que Yoongi hacía, sabía que iba a intentar escribir un nuevo libro, ahora todo estaba realmente perdido.
Yoongi se dirigió nuevamente a la habitación, necesitaba avisar de la situación.

— ¿Qué tipos de flores les gustarían en su tumba? —Preguntó Yoongi— Creo que los lirios son bonitos aunque unos tulipanes no estarían nada mal.

— ¿Tumbas? —Namjoon estaba desconcertado— Amigo, yo no vine aquí para morir, tengo mucho por vivir.

Jimin se levantó de donde estaba sentado, caminando hacia Yoongi.

— ¿Qué pasó Yoongi? ¿Qué está mal? —Preguntó preocupado.

— La maldita máquina no sirve, no puedo escribir nada. —Suspiró Yoongi con frustración— Jack sabía todo, por eso la descompuso.

— Pero, ¿cómo sabría? Él ni siquiera estaba aquí.

— Mi algodón de azúcar, jamás subestimes a un ser sobrenatural, sobre todo si tu estúpido novio tiene negocios que arreglar con él.

— Eras joven, no sabías con quién tratabas, no te culpes Yoongi.

— Si el problema es dónde escribir, tengo mi laptop en mi cabaña, vamos por ella. —Dijo Namjoon— El Word funciona bien en esa cosa.

— Me encantaría, pero no puedo escribir en cualquier cosa.

— Delicado. —Murmuró Namjoon cruzado sus brazos.

— Tiene que ser una Olympia, salieron durante los años 30, son muy difíciles de encontrar debido a su antigüedad. —Aclaró Yoongi.

— ¿Dónde encontraremos una máquina de escribir de hace 90 años? —Exclamó Namjoon— Es una locura.

— Ta-Taehyung... tiene una. —Habló una débil voz.

— ¡Jungkook! —Gritó feliz Taehyung— Despertaste, Dios mío, gracias, gracias, gracias, casi mueres por mi culpa, lo siento tanto.

— Estoy bien. —Soltó un quejido cuando sintió a Taehyung abrazarlo con euforia.

— Perdiste mucha sangre, lo bueno es que Taehyung perforó solo músculo, estuviste muy cerca de la muerte. —Dijo Yoongi.

— Según internet tu dedo aún es rescatable, pasaste 3 horas inconsciente, si se congela tenemos hasta 24 horas para unirlo a tu cuerpo, Jimin lo metió al refrigerador, no todo está perdido. —Dijo Namjoon.

— ¿Cómo sabes mi nombre? Ni siquiera nos hemos presentado. —Cuestionó Jimin.

Con todo lo que había pasado no habían tenido tiempo de presentarse, era realmente raro que el chico supiera su nombre.

— Oh... Un gusto soy Kim Namjoon, eres realmente lindo, escuché tu nombre cuando Yoongi lo menciono. —Sonrió coquetamente.

Jimin no respondió, le miró de pies a cabeza con seriedad, había algo raro en él.

— Me alegra ver que despertaste, nos diste a todos un buen susto. —Habló Yoongi rompiendo la tensión.

— No iba a dejarte solo, somos hermanos hasta el final. —Murmuró Jungkook— Además de que me debes dinero, no podía morir tranquilo así.

— Idiota. —Ambos hermanos rieron.

— Taehyung, Jungkook dijo que tenías una máquina de escribir Olympia. —Dijo Jimin.

— No recuerdo tener algo así, tengo muchos objetos, pero no una máquina de escribir. —Se excusó al separarse de Jungkook para ver Jimin.

— Está en la caja que usas para poner tu computadora. —Dijo Jungkook— Conozco ese estuche a la perfección, la máquina que usaba Yoongi era de nuestro padre, siempre después de usarla la guardaba en su impecable estuche color menta, es difícil no recordar los detalles color oro que tenía en las orillas.

— No perdamos el tiempo y vayamos por ella. —Dijo Yoongi— Jimin y Jungkook se quedan aquí, Taehyung, Namjoon y yo iremos a la tienda a conseguir esa máquina.

— No me quedaré aquí, quiero ayudar. —Jungkook soltó un quejido al enderezarse de la cama.

— No tardaremos mucho, estás herido, es mejor que descanses, amor. —Sugirió Taehyung.

— Que tenga 9 dedos ahora no significa que estoy lisiado, aún puedo ser de ayuda y lo del hombro, es solo un pequeño rasguño de un lindo gatito, estoy bien. —Le guiño el ojo a Taehyung antes de levantarse por completo de la cama con dificultad.

— Bien, al parecer iremos todos. —Anunció Yoongi.

— ¿Vas a dejar que vaya? Yoongi él está herido. —Protestó Jimin.

— Jungkook es terco como una mula, no hay nada que pueda hacer, aun si lo ato a la cama se liberará y nos acompañará.

Jungkook estaba decidido a ir y nadie le detendría, le dolía su mano y hombro, pero podía tragarse ese dolor, no estaría tranquilo en casa sabiendo que algo le podría pasar a su familia, si alguien iba a morir por salvar a los demás sería él.
Así fue como todos subieron al auto camino a la ciudad, Yoongi conduciendo, Jungkook en el copiloto y los restantes atrás. Todos preparados mentalmente para los posibles escenarios que se podrían encontrar al llegar, sabían que tenían que cuidar sus espaldas, pues desde la entrada a la ciudad podían ver a las plantas carnívoras expandirse, eran muy hermosas pero tan venenosas.

— Nunca había visto orquídeas tan grandes. —Dijo Namjoon al mirar por la ventana.

— Es mejor que mantengas tu trasero lejos de ellas, son venenosas. —Aseguró Yoongi acelerando.

Las hermosas orquídeas que ahora adornaban parte de la ciudad podían atraer a cualquiera con su belleza, sin embargo, una vez teniendo cerca a su presa expulsan un gas, parecido a un somnífero, que hace a su presa dormir, para después en un movimiento, la hermosa flor abre sus pétalos y muestra su boca adornada con filosos dientes, la persona que se atreva a acercarse a la Orquídea Carnívora será tragado por esta.

 — Yoongi, la Orquídea Carnívora, ¿No viene siempre acompañada por los Gnomos? —Preguntó Jimin.

Repentinamente, el auto fue atacados por pequeños seres, haciendo que Yoongi perdiera el control del auto por segundos, los Gnomos intentaban ingresar al auto, intentaban atacar a los pasajeros.

— Parece que los invocaste. —Rio Jungkook.

— ¿Te parece divertido? ¿Qué son esas malditas cosas? —Dijo Namjoon.

Gnomos de jardín, seres frágiles de cerámica, pero para ser sincero son como un grano en el trasero. —Habló Yoongi— Atacan en grupos, les encanta torturar y son asesinos de sangre fría por excelencia, pero para nuestra fortuna no atacan más allá de su territorio.

— ¡Yoongi están abriendo las ventanas traseras! —Gritó Taehyung.

Yoongi al escuchar el aviso de Taehyung aceleró el auto, para fortuna de todos la Orquídea Carnívora establecía cierto límite por sí sola al crecer, los Gnomos no podían atacar fuera de su jardín, estarían a salvo pronto.

— Son inofensivos, no se preocupen. —Avisó Yoongi.

— ¡Pues tu "inofensivo" monstruo quiere matarme! —Respondió Taehyung.

Yoongi sonrió victorioso cuando salió de aquel territorio, pero su sonrisa se borró con rapidez cuando perdió el control del auto, los Gnomos le habían ponchado una llanta al auto, se terminó por estrellar de frente contra otro auto el cual estaba aparcado fuera de un supermercado.

— ¡Mi auto! Yoongi apenas lo había terminado de pagar. —Se lamentó Jungkook al ver toda la defensa destruida.

— Tu auto ni siquiera tiene bolsa de aire. —Bufó el pelinegro— ¿Están todos bien? Taehyung ¿Qué tan lejos estamos de tu tienda desde aquí? No creo que el auto vuelva a encender.

— Mi tienda está en el centro de la ciudad, además aún tengo que llegar a casa por mis llaves, ¿quizás nos tome unas dos horas llegar caminando?

— Bien, no perdamos el tiempo. —Yoongi pateó la puerta del auto con fuerza para poder salir.

— Mi hombro duele horrible. —Se quejó el menor de los Min al salir del auto.

Las calles estaban llenas de basura, algunas de las lámparas de las calles se encontraban parpadeando, lo cual hacia todo más tétrico, todo parecía solitario y abandonado, el escenario parecía sacado de una película post apocalíptica.

— ¿Dónde están todos? —Murmuró el chico de cabello rosa.

— Quizás entraron en pánico y se escondieron. —Contestó Jungkook antes de comenzar a caminar hacia el supermercado.

— ¿A dónde se supone que vas Jungkook? —Cuestionó Yoongi.

— Dije que me dolía el hombro, no me quedaré con el maldito dolor todo el día, iré por algo para el dolor. —Dijo sin detenerse.

Los 4 chicos intercambiaron miradas antes de seguir al pelinegro, después de todo, el plan era estar juntos para intentar no morir.
Como era de esperarse el supermercado parecía estar solo, no había ni una sola alma, solo tomarían lo necesario y se irían.

— Yoongi, quizás también deberíamos tomar algunas cosas para comer más tarde. —Jimin en un intentó por convencer a Yoongi le abrazó— Siempre es buen momento para comer, incluso cuando se está acabando el mundo.

— Solo lo necesario, lindo, no podemos retrasarnos, solo buscaremos las pastillas de Jungkook y eso es todo.

— Tengo una mejor idea, Taehyung y yo iremos por cosas para comer, mientras que tú y los chicos van y hacen un pequeño botiquín médico, podemos necesitarlo más adelante.

— No lo sé, puede ser peligroso.

—Si algo estuviera aquí ya nos hubiera atacado, todo estará bien. —Besó los labios del pelinegro— Nos vemos en la entrada en 5 minutos.

Jimin tomó la mano de Taehyung y lo llevó consigo hacia el pasillo de dulces.

— ¿Esto no sería robar? —Preguntó Taehyung.

— Lo pagaremos después, además creo que con todo lo que está pasando es lo que menos les importa. —Dijo mientras tomaba algunos chocolates.

Taehyung asintió y dirigió su vista a la pizarra de avisos que se encontraba a un lado del pasillo, no había nada interesante, la mayoría eran avisos sobre vacantes de empleos, pero algo llamó su atención, entre todas esas hojas había una con un rostro bastante familiar impreso, Taehyung no dudo en arrancar la hoja y verla con detalle.

DESAPARECIDO
Kim Namjoon
24 años
180 cm
Características: piel ligeramente bronceada, hoyuelos, marca de nacimiento en brazo derecho.
Visto por última vez en el centro de la ciudad el 15 de mayo 2020

— Tae, ¿bolitas de queso o papas sabor queso? —Preguntó antes de responderse solo— Tienes razón, llevemos ambos, ¿Tienes microondas en tu casa? Quizás deberíamos ir a la sección de congelados por comida.

Taehyung no le respondía, su vista estaba enfocada en aquel anuncio.

— Jimin, mira esto. —Le mostró el anuncio— Es Namjoon, desaparecido hace un año y medio.

Jimin abrió los ojos con sorpresa, era tal cual el peligris.

— Tal vez a los encargados del supermercado olvidaron quitar el aviso, el chico parece estar bien. —Jimin le restó importancia y continuó tomando objetos de los estantes— Vamos por unas cuantas pizzas de microondas, Yoongi las ama.

Taehyung apretó los labios quedándose callado, guardo la hoja en el bolsillo de su pantalón y siguió a Jimin.
Cuando tenían un carrito lleno de variados alimentos, se encontraron con los demás chicos en la entrada de la tienda como lo habían dicho antes.

— ¿Para qué tanta comida? No creo que la necesitemos. —Preguntó Jungkook mirando el carrito.

— Nunca sabremos, además para pelear contra esas cosas necesitaremos energía, energía que nos portará comer. —Contestó Jimin mientras abría una bolsa de bolitas de queso.

— La comida chatarra no aporta nada.

— Pero está riquísima, así que no digas más Jungkook. —Habló Jimin con la boca llena de bolitas de queso.

— Jimin. —Carraspeó Namjoon— Yo... vi este suéter y pensé que te gustaría, es tan lindo como tú.

Namjoon le extendió un suéter rosa con fresas estampadas, era suave y abrigador.

— ¡Está hermo–

— Jimin tiene ya un suéter parecido en su guardarropa, se lo regalé la navidad pasada. —Yoongi le arrebató el suéter— Agradecemos tu noble acción, pero a Jimin no le gustan las cosas repetidas.

— Mentiroso Min. —Susurró Namjoon

Lo dicho por el peligris fue inaudible para todos menos para Taehyung, quien se encontraba a un lado del chico.

Yoongi colocó el suéter sobre un carrito abandonado dentro de la tienda y beso en la mejilla a Jimin antes de volver a hablar.

— Jimin, aunque quisiera no podemos llevarnos todo esto, es mucho para cargarlo, tomen cada quien algo y dejemos este lugar. —Dijo a la vez que tomaba una pizza de microondas y uno de los chocolates favoritos de Jimin.

Al salir del supermercado sintieron la fría brissa recorrer su ser, las noches de octubre eran frías, pero en esta ocasión las bajas temperaturas no eran normales, significaba peligro, la noche eterna comenzaba a crecer al igual que el poder de Jack.
Los chicos comenzaron a caminar al apartamento de Taehyung, sin detenerse, con un solo objetivo en común.
S

us pies se comenzaron a sentir cansados después de caminar por un largo rato, pero eso no evito que Jimin notara la presencia de alguien.

— Yoongi. —Lo llamó Jimin— Al parecer las calles no están solas, ahí hay alguien.

— Creo que lo más prudente es no acercarse y seguir caminando, ya casi llegamos. —Dijo Taehyung.

—Parece humano, no creo que sea algo malo, quizás necesita ayuda. —Insistió Jimin.

— Estoy con Taehyung, ignoremos y sigamos caminando. —Jungkook tomó de la mano a Taehyung y lo jaló ligeramente para continuar caminado.

— ¿Cómo pueden ser tan inhumanos en una situación así? Las personas no saben que está pasando, quizás esté extraviado y asustado.

— Jimin, es mejor no acercarnos, esa persona estará bien. —Finalmente, habló Yoongi mirando de reojo a aquella persona vestida con camisa blanca y pantalones negros rotos en las rodillas.

Era cierto que su forma de vestir no concordaba con la de un monstruo, pero Yoongi prefería quedarse con la duda.

Jimin se acercó a paso lento ignorando los llamados de su grupo de amigos, estaba preparado mentalmente para huir si las cosas se ponían mal, pero tampoco le negaría ayuda a alguien.

— Hola, soy Park Jimin. —Saludó Jimin cuando estuvo lo suficientemente cerca— ¿Estás bien?

El chico de cabello naranja lo miró con una gran sonrisa, su rostro era notablemente bello.

— Hola Jimin, soy Jung Hoseok.



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