veintidos

Mañana de Navidad (M A Y A)

Esta mañana me he levantado un poco antes que los demás para poder colarme en la habitación de Malfoy y darle el regalo que le he comprado. Me pongo mi jersey de Slytherin y unos leggings negros, mi ropa habitual, y me dirijo a su habitación. Llamo a su puerta en silencio y, para mi sorpresa, está despierto.

Abre la puerta lentamente, con los ojos entreabiertos y el pelo aún sin cepillar. No lleva camisa, pero sí su pantalón de pijama verde a cuadros. No lleva mucho tiempo despierto.

-Buenos días. - Le susurro mientras se aparta de la puerta para que pueda entrar, cosa que hago y cierro la puerta tras de mí.

-¿Qué haces levantada tan temprano, Maya? - Susurra mientras me rodea con sus brazos. Su cálido cuerpo me abraza.

-Sólo quiero darte tu regalo en privado. - Digo en voz baja, aún abrazándolo. Se separa ligeramente para poder mirarme a la cara.

-¿Eres tú? - Pregunta con una sonrisa de satisfacción.

-No... - Me sonrojo. -Toma. - Le digo y le entrego la pequeña caja.

-Amor, no hacía falta que me regalaras nada. Con estar aquí contigo en Navidad me basta.

-Pero sí te regalé algo así que deja de ser terco y ábrela. - le digo. Toma el regalo de mi mano, me sonríe y me besa suavemente la frente.

Lo desenvuelve, abre la caja y la mira por un momento. No hay reacción mientras mira fijamente. Saca el anillo de la caja y lee el grabado que dice "Draco & Maya". Una sonrisa se dibuja en su cara mientras se pone el anillo en el dedo, sin dudarlo.

-¿Así que te gusta? - Pregunto mientras miro su mano con el anillo puesto. Tiene otros anillos, como el de la serpiente, pero se ha puesto este y le queda precioso.

-Es perfecto. - dice mientras me acerca de nuevo a él, inclina su cara hacia la mía y une nuestros labios.

-Feliz Navidad, Draco. - Susurro entre besos. Se separa y se dirige a la mesa junto a su cama y abre la puerta.

-Ven aquí. - Exige y yo lo hago. Me siento en la cama junto a él. Me entrega una pequeña caja y se sonroja.

-¿Me trajiste algo? No tenías que hacer eso.

-Ahora mira quién está siendo terco. - bromea. -Te compré esto antes de salir de la escuela.

Abro lentamente la caja y nada más ver lo que hay dentro, una sonrisa creció en mi cara de forma incontrolada. Dentro había un hermoso medallón de plata y tiene algo escrito en la parte de atrás. Lo saco con cuidado de la caja y le doy la vuelta para leer lo escrito.

"mi esperanza"

-Esto es hermoso... - Digo mientras lo admiro. -¿Puedes ayudarme a ponérmelo?

-Sí, ven aquí. - dice. Me pongo de pie y me siento entre sus piernas. Me aparta el pelo lentamente y se inclina y deja unos suaves besos en mi cuello. Siento las mariposas bailando en mi estómago mientras me besa el cuello. Le entrego el collar y él se asegura de que esté bien orientado. Sentí el frío metal en mi cuello pero, sinceramente, no me importó. Es de él.

-Te queda perfecto. - me susurra al oído.

-Me encanta.

-¿Recuerdas cómo me puse ese estúpido body? - dice, lo que me hace reír.

-Mhm, te quedaba adorable por cierto.

-Bien, pues tú y yo vamos a hacer algo que te hará olvidar que me veía adorable. - sonríe.

-¿Ah sí?

-Mhm. - dice mientras me da la vuelta en su regazo para que esté a horcajadas sobre él.

-Theo y Olivia no quieren oírnos hacer eso. - Digo.

-Deja de poner excusas. - exige mientras dice un encantamiento silenciador.

-Bien. - Digo antes de pegar mis labios a los suyos. Me besa apasionadamente mientras sus manos se dirigen lentamente a mi culo, donde se quedan, ya que mis manos están en su pelo. Deja escapar unos gemidos mientras su lengua espera el permiso para entrar en mi boca. Los dos estábamos tan metidos en nuestro momento que ni siquiera oímos la puerta abrirse ni fuimos testigos de que había alguien más. Draco lleva una de sus manos a mi cuello cuando me alejo y empieza a mordisquearme el cuello antes de que escuchemos a alguien hablar.

-¿Qué coño es esto? - Una voz nos llama y nos saca de nuestro mundo donde estábamos.

Salto del regazo de Draco y él se levanta a mi lado. Los dos jadeamos y no sabemos muy bien qué hacer o decir. Theo está de pie con los brazos cruzados pero sin decir nada. Creo que está esperando a que seamos nosotros los que hablemos. Miro a Draco para ver de qué manera debemos jugar esto y él ya me estaba mirando. Una sonrisa se forma en mis labios mientras miro sus ojos grises, perdida en el momento de nuevo.

-Perdonen, les he preguntado a los dos qué coño es esto. - Theo vuelve a interrumpir. Esta vez Malfoy le pone los ojos en blanco y le dice: -¿Qué parece? - sin quitarme los ojos de encima.

-Parece que la tonto del culo de mi mejor amiga se está enrollando con mi amigo que se enrolla con todas las chicas y las utiliza para su propio disfrute. - escupió Theo. Las palabras que salieron de la boca de Theo se sintieron como una bofetada en la cara y no pude ocultar el dolor en mi reacción, algo que Draco notó

-Vete a la mierda, Nott. - dice, sin apartar la vista de mí. Me miro los pies mientras las palabras "utiliza a las chicas para su propio placer" se repiten en mi cabeza. ¿Es eso lo que era...? ¿Me está utilizando para su propio juego? ¿Es todo fingido? Pasó rápido, como si hubiera cambiado de la noche a la mañana. Tal vez decidió que sería un juego divertido. Ver a la hermana Potter renunciar a todo, a su propia seguridad y a su hermano por él. Sin embargo, algo no tenía sentido. Si era un juego, ¿por qué mostrarle su marca?

-No la toques, Malfoy. No es una de las chicas a las que puedes follar y tirar a un lado. - escupió Theo, acercándose a mí. Me agarra del brazo y me aleja de Draco.

-Nott, maldito idiota. No la estoy usando. - grita Malfoy. Theo me suelta del brazo y nos mira a los dos confundidos y enfadados.

-¿Qué coño está pasando aquí, Maya? - Se vuelve hacia mí y me habla directamente por primera vez. Me vuelvo hacia Draco para ver qué debo decir, pero Theo me agarra la cara con suavidad y la gira para mirarlo a él. -Te he preguntado a ti, no a él.

-Yo.. - Empecé pero no sé qué debo decir. Sé que Malfoy no querría que se lo dijera.. O tal vez yo no quiero decírselo. Es divertido sin que la gente lo sepa, menos presión y menos riesgo. Cuanta menos gente lo sepa, menos gente nos lo puede arruinar. Estaba pensando rápido pero al parecer no lo suficiente porque me cortó la palabra Malfoy.

-Ella es mi novia.

Novia.

Draco Malfoy no tiene novias.

Todo el mundo lo sabía.

Me vuelvo para mirar a Malfoy después de ver que los ojos de Theo se abren de par en par. Draco extiende sus manos hacia mí y yo cedo con mucha facilidad. Me acerca a él mientras Theo se queda mirando.

-Malfoy no hace novias. Nunca lo ha hecho amigo. No puedes esperar que me crea eso. - Dice Theo.

-Me invitó a salir en el tren. - Explico a la defensiva.

-Yo estaba allí. No lo escuché ni los vi-. - Hace una pausa y recuerda algo. -¿Cuando estábamos durmiendo?

-Mhm.

-¿Así que por eso lo invitaste?

-No.

-Porque ustedes están cogiendo.

-No. - Repito.

-¿Entonces por qué? - Theo pregunta.

-Porque pensaba quedarse en la escuela. Solo. - Le explico.

-¿Y?

-No podía dejarle solo, T. No en Navidad. No después del año que... - Me detuve. Draco se tensó un poco y yo sólo negué con la cabeza. -Era lo correcto... y sí, pensé que si venía con nosotros, podríamos acercarnos. Aunque no sólo nosotros. Los tres.

-¿Alguna vez ibas a decírmelo? - Pregunta. -¿Por qué no me lo dijiste aquella mañana que estuvimos hablando?

-Yo... no estaba seguro de si era buena idea decírselo a alguien. Es nuevo y está caliente y frío.

-Podéis dejar de hablar de mí como si no estuviera. - Añade Malfoy.

-¿Cómo lo hiciste, Maya? - Pregunta Theo, -Nunca he oído que Draco haya invitado a salir a una chica, ni que haya pasado las fiestas con una chica, ni siquiera que haya usado un pijama de Navidad para una chica.

-Yo también se lo acabo de pedir.

-De acuerdo, es suficiente. Quiero volver a ese beso. - Dice Malfoy, mirando con hambre mis labios.

-Ew, no. Bajemos las escaleras y abramos los regalos. - Dice Theo.

-Yo ya abrí los míos. - Dice Draco, aún concentrado en mis labios: -Y Maya ya abrió los suyos.

Hubo una pausa.

-¿Le has comprado algo? - Pregunta Theo.

-Sí. - Dice Draco mientras dirige su mirada al relicario que lleva al cuello.

-Mierda, Maya. Lo tienes enganchado.

Me sonrojo.

-Vale, vamos a despertar a Liv y a bajar las escaleras.

-Que. - Draco gimotea. Theo asiente y sale de la habitación para ir a despertar a su hermana.

-Podemos seguir con esto más tarde. - Me burlo.

-Bueno, mientras todos sepan de lo nuestro aquí, puedo besarte cuando me plazca. - Dice Draco felizmente.

-Bueno... Olivia lo hace-

-Ahórratelo Maya. Ya sé que se lo has dicho. - Dice con una sonrisa de satisfacción.

-¿Cómo has...?

-No es difícil suponer que ustedes dos hablan de todo. - Bromea. -Además, su actitud hacia mí cambió. Empezó a ser más consciente de mí y más amable.

Oh. - digo.

Bajamos las escaleras para reunirnos con Theo y Liv para abrir los regalos y pasar la Navidad juntos.

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