cincuenta y tres
-Pansy, hoy me voy a sentar con Ginny. - Le digo a Pansy de camino a Astrología.
-¿Weasley? - Ella pregunta, -¿Por qué?
-Me preguntó si podíamos hablar durante la clase de hoy.
-¿Y cuándo te lo ha pedido? - Pregunta Pansy.
-Ayer, cuando Draco y yo salimos a pasear. - Le respondo.
-Bien. - Dice ella. -Pero si se porta como una perra, dímelo y la hechizo.
-Es Ginny de la que estamos hablando, sabes que podría hechizarte fácilmente. - Bromeo. -Ella tiene un montón de hermanos mayores.
-Es justo. - Responde Pansy. -Supongo que tendré que ser sigilosa al respecto.
-Claro. - Digo. Ambos sabemos que Ginny es muy buena con los maleficios.
Entramos en clase y Pansy se va a sentar con Astoria mientras yo me voy a sentar al lado de Ginny. Siento los ojos de los Gryffinfors sobre mí mientras me dirijo a Ginny, y puedo oír a la gente susurrando pero, sinceramente, no me importa. Es incómodo pero realmente necesito hablar con Ginny.
-Oye, ¿este asiento está ocupado? - Le pregunto cuando por fin llego a ella.
Ella me mira y sonríe. -Lo estaba reservando para ti.
Sonrío y me siento.
"¿Por qué está Ginny sentada con ese traidor?"
"¿No ayudó a matar a Dumbledore?"
"¿Quién se cree que es?"
Intento ignorar los susurros pero es realmente difícil. Quiero decir, ¿acaso la gente sabe susurrar? Juego torpemente con mis manos para tratar de calmarme. Ayer tenía a Pansy para susurrarme y recordarme que debía mantener la calma, pero hoy no estoy sentada con ella. Ginny se da cuenta de mi ansiedad y me da un suave codazo para llamar mi atención.
-¿Estás bien? - Pregunta, señalando mis manos.
-Sólo estoy tratando de ignorar los susurros.
Ginny me estudia un segundo y luego se vuelve hacia los Gryffinfor que están sentados a nuestro alrededor.
-Vosotros sois malísimos susurrando. - Ella se quejó. -Métete en tus propios asuntos.
Se dirige a mí y me pregunta: -¿Es difícil lidiar con todo el mundo susurrando y hablando constantemente de ti?
-Normalmente no. - Admito. -Sólo cuando estoy sola.
No dice nada por un momento, pero luego apoya una de sus manos sobre las mías, que están temblando.
-No estás sola, Maya. Estoy aquí. - Dice con calma y sinceridad.
Siento que una sensación de alivio recorre mi cuerpo cuando las palabras se registran y siento que las lágrimas pinchan mis ojos. Me niego a permitir que salgan, pero las siento ahí.
Ginny sonríe suavemente antes de rodearme con sus brazos en un abrazo. La rodeo con mis brazos y la estrecho con fuerza. Sea lo que sea lo que le ha hecho cambiar de opinión sobre mí, se lo agradezco.
Después de un momento, nos apartamos y el profesor entra y empieza a enseñar.
No podía prestar atención a la lección. Mi mente estaba acelerada con un millón de preguntas.
¿Qué pasará cuando Harry vuelva por Ginny? Seguramente no soportará que ella sea amiga mía.
Si Ginny me cree, ¿me creerán los demás?
-Maya, presta atención. - Ginny susurra. -Realmente no quieres la detención.
-Ya. - Digo y salgo de mis pensamientos. Tiene razón, no puedo tener un castigo. Y realmente debería prestar atención.
-
-¿Cómo te fue con la comadreja? - pregunta Draco cuando nos reunimos para cenar esa noche.
-La verdad es que estuvo muy bien. - Le explico. -La gente cuchicheaba cuando me senté con ella pero les gritó.
-¿Se enfadó Pansy porque no te sentaste con ella? - Pregunta Draco, tratando de contener una sonrisa de satisfacción pero no lo hace muy bien.
-En realidad no. - Le explico. -No parecía importarle.
-¿Pero todo fue bien con Ginny? - Vuelve a preguntar. -¿Está bien?
-Sí. - Le digo. Es tan protector a veces pero es adorable.
-Bien.
-
Esa noche me costó dormir. La marca volvía a arder ligeramente y hacía tiempo que no lo hacía. Draco tenía razón, al final tu cuerpo se acostumbra al dolor o deja de rechazar la marca. Ahora mismo me duele mucho y no sé qué hacer.
Me incorporo y me doy cuenta de que Pansy sigue profundamente dormida, así que me levanto y salgo del dormitorio, intentando no hacer ruido.
Me dirijo a los dormitorios de los chicos y llamo ligeramente a la puerta de Draco. Sí, comparte habitación con Blaise, y ahora con Theo pero lo necesito. Cualquiera de ellos... me duele y necesito saber por qué. Theo abre la puerta y me envía una mirada confusa antes de preguntar; -¿Planes nocturnos con Malfoy?"
Le doy una palmada en el brazo mientras él sonríe. -No, imbécil. ¿Pero está despierto?
-No, pero si lo necesitas tanto puedo despertarlo.
-¿También te arde el brazo? - Pregunto.
Su sonrisa cae inmediatamente y su cara se convierte en una expresión seria.
-¿Qué quieres decir?
-Mi brazo comenzó a arder de nuevo, pensé que tal vez ustedes podrían sentirlo también.
-No... el mío no. - Él dice.
-¿Qué hago?
-Um... uh mierda. - Murmura. -Ven adentro.
Entro y veo que tanto Blaise como Draco están desmayados, y que Blaise ronca bastante fuerte.
-¿Qué se siente? - Pregunta, estudiándome.
-Como si mi piel lo rechazara de nuevo. - Le respondo. -Me duele mucho.
-¿Puedo verlo?
-Seguro.
Theo coge la luz y la enciende. Los otros dos chicos empiezan a revolverse y comienzan a gemir para que Theo vuelva a apagar la luz antes de que se den cuenta de que estoy aquí.
-¿Qué está pasando? - pregunta Draco mientras salta de la cama y se acerca a mí.
-Me duele el brazo. - Le explico. -No sé lo que pasa.
-Déjame verlo, Maya. - Theo repite. Asiento con la cabeza y me subo la manga. Pero no lo miro. Nunca he sido capaz de mirar la mía. En su lugar, estudio las caras de los chicos, lo que me dice que algo va muy mal.
-¿Qué coño está pasando? - Draco suelta un chasquido, mirando la marca en mi brazo.
-¡Eso es asqueroso! - Blaise interviene.
-Maya, eso no tiene buena pinta. - Theo añade.
Miro a cada uno de ellos con pánico antes de obligar a mis ojos a bajar a mi brazo. Me doy cuenta de que está muy rojo, con burbujas y parece extremadamente irritado.
-Tenemos que llevarte al profesor Snape, ahora. - exige Draco antes de ponerse algo de ropa de verdad. Theo y Blaise le siguen y después de vestirse, los cuatro se dirigen al despacho del profesor Snape.
¿Qué coño está pasando?
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top