Capítulo XXVII: Nuevos aliados y nuevos enemigos.
Un día, ese fue el tiempo que me tomó recuperarme, sin duda algo humanamente imposible lo que me hace cuestionar si sigo siendo una. El premio a la mejor reacción se lo llevaron mis compañeros de la caravana que les costaba creer que estuviera bien e insistían en que volviera a descansar, tuve que demostrarles con hechos que ya estaba completamente recuperada. Ese día no había ningún trabajo que realizar en Cheeko por lo que logré escabullirme hasta la Selva Jurásica para investigar más a fondo el lugar donde tuve mi encuentro desafortunado con el Congalala y la persona que me observaba de lejos. Subí a alguna que otra elevación y me encontré una pequeña cueva, me volteé hacia atrás desde donde podía ver toda la zona.
-Kaede: *No cabe duda, fuera quien fuera esa persona, me estaba vigilando desde aquí.*
En el interior de la cueva había una fogata apagada pero el pequeño espacio aún se mantenía cálido así que alguien estuvo ahí hace poco.
-Kaede: *Parece que estaba viviendo aquí. Hay dos opciones, o me estaban esperando o sólo fue casualidad.*
Al salir de la cueva bajé la guardia y recibí un golpe brutal en el costado del abdomen, no fue con una fuerza arrolladora pero suficiente para dejarme sin aire. Mi atacante era nada más y nada menos que, ¿un esqueleto? Una criatura formada a base de huesos la cual se movía como si estuviera viva, la cosa más normal del mundo. A juzgar por la forma del esqueleto esa cosa alguna vez fue un Rajang.
Fingí estar desconcertada y cuando tuve la oportunidad me dispuse a atacar pero otra criatura de hueso me detuvo inmovilizando mis brazos como si nada.
-Kaede: ¿Qué demonios está pasando?
Dos personas aparecieron, una niña de cabello muy oscuro con un rostro cubierto de ciertas marcas negras que no pasé por alto. El otro era un tipo muy musculoso con la cabeza rapada que llevaba una enorme espada en su espalda y una especie de bozal. La primera en hablar fue la pequeña.
-¿?: No somos tus enemigos, te soltaré ahora.
Asentí con la cabeza, los monstruos de hueso se desplomaron y quedé libre. No es que confíe ciegamente es ellos pero estoy en desventaja, olvide mencionarlo pero el sujeto también tenía marcas negras en ambos brazos.
-¿?: Me llamo Remi, el es Mitsuo.
-Kaede: ¿Por qué me cuentas tu nombre? No te lo he preguntado.
-Remi: Quiero que nos veas cómo tus aliados.
-Kaede: Pides demasiado, últimamente no fío de nadie, menos en los que tiene esas marcas.
Como si fuera un reflejo inconsciente la chica tocó su rostro.
-Remi: Estamos de tu lado, tienes que confiar en nosotros.
-Kaede: ¿Le pides a cualquier desconocido que confíe en ti? Ya que hablas de lados como si fuera una guerra se podría dar el caso de que yo fuera una enemiga.
-Remi: Sé que no lo eres, te estuve observando y usé al Congalala para poner a prueba tu poder.
-Kaede: ¿A prueba?
-Remi: Necesitaba saber cuál es.
-Kaede: Ya veo, si dices que soy tu aliada no debería molestarte contarme el tuyo.
-Remi: Claro. Entremos.
Ingresamos en la cueva y tomé asiento sobre una roca.
-Remi: Mi poder me permite tomar posesión del cadáver de un monstruo. Usándolo puedo controlar sus huesos y aunque no lo parezca son muy resistentes.
-Kaede: Me consta.
-Remi:En el caso de que sea un esqueleto de Dragón Anciano puedo incluso usar algunas de sus habilidades, no me preguntes cómo.
-Kaede: ¿Y que hay de tu amigo? Es muy silencioso.
-Remi: Mitsuo es mi compañero, por muy intimidante que parezca es todo un sentimental.
-Kaede: ¿Y cuál es su poder?
-Remi: Es algo complicado de explicar, me limitaré a decir que no puede abrir la boca.
-Kaede: ...
-Remi: Pero no pienses en ello, somos aliados así que deberíamos ayudarnos, sabemos un par de cosas sobre el poder que tenemos.
-Kaede: Interesante. Tal vez pueda conseguir un mejor dominio de mis habilidades si entreno con ustedes, aún no confío del todo pero no creo que tengan malas intenciones. Me preguntaba por qué se esconden aquí.
-Remi: Somos desertores, éramos soldados de Kenji pero nos fuimos de su lado. A pesar de eso no intentó detenernos pero la señorita Kurumi aún nos busca.
-Kaede: ¿Kurumi? ¿Quién es ella?
-Remi: Es o era la líder del escuadrón al que pertenecía.
-Kaede: Vaya, creí que Kenji era el líder.
-Remi: Para nada, Kenji es el líder de una división, sobre él manda Kurumi la líder del escuadrón y sobre ellos el jefe.
- Kaede: ¿Y ese quién es?
-Remi: Nadie lo sabe, solo los líderes de escuadrón han interactuado con él pero tampoco lo han visto de frente.
-Kaede: Mmm, me pregunto quién será.
Pasé algo más de tiempo hablando con Remi hasta que se hizo bastante tarde. Me contó muchas cosas sobre nuestros poderes como la posibilidad de despertar mutaciones como mi madre y una fase de transformación consciente. Creo que sí practico todo lo que acabo de aprender puedo hacerme mucho más fuerte.
NARRADOR EN 3RA PERSONA:
(???)
Un hombre cubierto con una gran túnica negra bajó a paso veloz desde el barco en que acababa de llegar.
-¿?: Tch. Este sitio apesta.
-¿?: ~Haise~
Una pequeña de ojos rojos corrió hacia el hombre y le miró con brillo en su mirada.
-Haise: ¿Qué quieres, Kurumi?
-Kurumi: Eres muy frío conmigo Haise, hieres mi corazón.
Kurumi agarró su pecho con fuerza como si estuviera sufriendo mucho, Haise la ignoró como si nada.
-Haise: Vamos, la reunión está por comenzar.
-Kurumi: ¡Sí!
Ambos caminaron juntos a través de la larga calle y subieron a un barco que se encontraba más alejado del resto. Bajo la cubierta había una gran mesa con siete sillas, tres de cada lado y una en el frente, de las siete cuatro estaban ocupadas.
-Kurumi: Hola Hayato, Mikami, Luce, Jefe.
En la primera silla del lado derecho se puso de pie un hombre de avanzada edad con dos bigotes largos, sus ojos eran completamente blancos y a pesar de su edad se veía en excelente estado físico.
-Hayato: Sí que se tardaron, deberían ser más puntuales. ¿No es así Luce?
Una mujer madura de grandes atributos y cabello dorado los miró sin el más mínimo interés.
-Luce: Sí, sí, lo que tú digas Hayato.
-Mikami: Mejor cállense y tomen asiento.
Un joven de cabello negro estaba en el lado izquierdo de la mesa jugando con un cuchillo.
-Kurumi: No seguiré órdenes de ninguno de ustedes, sobre todo de ti sucio patán.
-Mikami: Cállate, anciana.
Varias venas se hincharon en la frente de Kurumi y se lanzó hacia el chico pero una voz de mando la detuvo.
-¿?: Kurumi toma asiento.
Como si se tratara de un robot que sigue órdenes sin quejas Kurumi se sentó al lado de Luce, Haise la imitó y tomó la silla al lado de Mikami quedando la restante sin ocupante. El individuo sentado en la silla del frente entrecruzó sus dedos encima de la mesa y prosiguió.
-¿?: Mucho mejor, quiero un informe detallado de las tareas que les encomendé. Empieza tú Hayato.
-Hayato: Sí. Tal y como me pidió ordené a mi escuadrón la búsqueda del Nergigante, lo hemos encontrado pero aún no tiene intenciones de salir de su guarida.
-¿?: Tiene sentido, la próxima migración es en 6 años. Sigue Luce.
-Luce: Sí... Sus órdenes fueron seguidas al pie de la letra. Mi escuadrón y yo hemos preparado el desvío del Zorah Magdaros, casualmente encontramos un Dire Miralis.
-¿?: Perfecto, si acabamos con él antes nos quedaremos con la gema. Mikami...
-Mikami: Nada aún.
-¿?: Mikami... Hace dos meses del momento en que te di tu misión, ¿Hay alguna razón?
-Mikami: Me aburría con una misión tan fácil, no se preocupe, la terminaré apenas finalice la reunión.
-¿?: Me consta, eres un subordinado capaz. ¿Kurumi?
-Kurumi: Lo siento, no hemos podido recuperar a Kirei y a Kaede.
-¿?: ¿La razón?
-Kurumi: Mis subordinados son unos incompetentes. ¿Me castigará?
-¿?: No, dejemos estar a esas dos por un tiempo, se fortalecerán pero nosotros también.
-Haise: ¿Qué hay de mí señor?
-¿?: Sigue esperando, no podemos utilizar tu poder aún.
-Haise: Está bien. ¿Y qué haremos con Sei?
De momento todos en la sala entraron en un ambiente tenso y nadie quería retomar el tema mencionado.
-¿?: Sei es un traidor, no conocemos su paradero por lo que es vital encontrarlo, ya deben haber pasado 50 años del reinicio de sus recuerdos, será más fácil manipularlo si no sabe ni quién es. Por ahora pueden descansar si terminaron sus tareas, Kurumi deja a Kaede por ahora, y tú Mikami, completa tu tarea.
-Todos: ¡Sí!
Y en el exterior los cinco tomaron caminos diferentes excepto Mikami y Kurumi.
-Kurumi: ¿Qué harás ahora pequeño tonto?
-Mikami: ¿No es obvio bruja anciana? Iré a buscar a esa chica Remi para completar mi tarea y que el jefe me recompense. Si demuestro mi utilidad hay más posibilidades de que me entregue la gema del Fatalis.
-Kurumi: Rata astuta, no te dejaré obtenerlo tan fácil.
Mikami desplegó dos alas en forma de tridente desde su espalda rompiendo su camisa.
-Mikami: ¡Adiós bruja!
Las alas del chico se cubrieron de una energía rojiza y al instante salió disparado como un cohete atravesando el cielo y quedando una estela roja tras su paso.
-Kurumi: Estúpido mocoso.
El cometa rojo surcó el cielo velozmente hacia el este y en cuestión de minutos se precipitó contra el suelo generando una enorme explosión de energía en la Selva Jurásica. Remi había usado un enorme esqueleto para proteger a todos de la explosión.
-Mikami: ¡Que suerte! Vine a por un objetivo y me encuentro tres, el karma me favorece.
-Kaede: ¿Quién demonios es este idiota?
-Remi: ¡Y yo que sé!
-Mikami: Bien señoritas, he venido a llevármelas así que no opongan resistencia. Oh mierda, no había notado al calvo de ahí.
-Remi: ¡Mitsuo!
Mitsuo arrancó el bozal de su boca y en el momento en que la abrió se disparó desde esta un rayo de enormes dimensiones formado de un fuego oscuro. El ataque dejó un gran surco en la tierra pero a Mikami no le costó esquivarlo.
-Mikami: No podrás acertar con ataques tan lent-
Antes de concluir su frase fue pillado por sorpresa y un esqueleto de Rajang lo inmovilizó, Kaede salió disparada con la nueva forma de su brazo y golpeó al infeliz en el estómago con una fuerza para nada propia de una chica de aspecto tan delicado.
-Kaede: ¿Lo maté verdad?
-Remi: No lo creo.
Detrás de unos esqueletos que derribó al salir volando Mikami apareció con el cuerpo magullado, en lugar de una expresión dolida o de enojo mostraba una sonrisa de oreja a oreja.
-Mikami: ¿Sabes? Para alguien adicto a pelear como yo la gente normal no vale la pena, es la primera vez que algo humano me hace tanto daño, y pensar que eres una chica.
-Kaede: ¿Así que te gusta ser golpeado? Te concederé tu deseo.
-Mikami: Eso es. ¡Ven a por mí!
Ambos salieron disparados contra el otro y en un movimiento casi imposible de seguir por los demás hicieron chocar sus puños provocando ráfagas de aire devastadoras que arrancaban los árboles cercanos.
-Mikami: Increíb- ¡Aaaagh!
En la prueba de fuerza que ambos hacían con sus puños Kaede fue la ganadora y al vencer la defensa de Mikami le trituró el brazo con el suyo propio. Kaede miró su brazo lleno de la sangre de su contrincante e hizo una mueca de asco.
-Mikami: Parece que no ganaré si no me pongo serio.
-Kaede: Por favor, no intervengan.
-Mikami: ¡Mi turno!
La dracoenergía en las alas de Mikami se intensificó al punto de parecer que las alas estaban meramente hechas del aura roja. Con tanto poder acumulado el suelo alrededor del chico se llenó de grietas y dejó un enorme cráter al salir disparado hacia Kaede. Su velocidad había aumentado tanto que Kaede fue incapaz de seguir su ritmo y fue atravesada en el estómago por la garras que había sacado Mikami a último momento. Estando en el aire Mikami sacó su brazo y pateó a Kaede contra unas rocas, la chica soltó una bocanada de sangre al impactar contra la piedra y se levantó nuevamente, pero algo cambió en ella.
-Kaede: Tú, eres una amenaza...
Su boca ahora tenía múltiples y afilados dientes, sus ojos tornaron un brillo dorado intenso, cuernos crecieron en su cabeza y dos enormes alas cubiertas de púas hicieron acto de presencia en su espalda. Ahora ambos brazos estaban cubiertos de duras escamas y la herida en su estómago empezaba a regenerarse.
-Kaede: Debo eliminarte...
Mikami intensificó aún más la energía en sus alas y cuerpo al punto de volverse ridículo describirlo.
-Mikami: Vamos Kaede, muéstrame lo que tienes.
Kaede liberó un rugido digno de una poderosa bestia, el pelinegro no se inmutó pese a haberse roto los tímpanos. Con una velocidad y fuerza más allá de cualquier límite ya establecido Kaede se situó al lado de Mikami y le dio un veloz puñetazo que impactó en el suelo dejando un gigantesco agujero. Mikami aprovechó la ocasión para contraatacar y golpeó a Kaede con las alas para enviarla lejos, eso le daría tiempo de cargar más energía.
-Remi: *Es extraño, dijo que nos llevaría pero solo está alargando más la pelea. Un momento, no puede ser.* ¡Kaede deja de pelear! Es una trampa.
Pero Kaede había perdido parte de su razonamiento y no prestó atención.
-Mikami: Demasiado tarde señorita, con tanta dracoenergía es imposible que no se haya dado cuenta.
A lo lejos se podía ver cómo los árboles de la Selva Jurásica iban cayendo uno a uno con el paso de una criatura que gritaba peligro a los cuatro vientos. Cuando cayó el último árbol que los separaba se mostró el causante de semejante escándalo. Un monstruo de cuerpo robusto cubierto de escamas negras y numerosas púas. Su apariencia similar a la de un demonio con grandes cuernos retorcidos sobre su cabeza era capaz de hacer tragar saliva a Mikami aunque se le veía emocionado.
-Mikami: Bienvenido a la fiesta Dragón de la Extinción. ¡Nergigante!
CAPÍTULO XXVII: Nuevos aliados y nuevos enemigos.
-----------------------------------------------------------
Hola de nuevo querido lector, ahora que tengo más tiempo puedo escribir con tranquilidad. No sé qué tal me haya salido el cap pero espero que bien, por eso si te gustó dale tu hiper-mega-legendario voto y comparte la historia para que más gente pueda leerla. En fin, gracias por leer y nos vemos en el próximo capítulo.
X_AKUMA.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top