Reunión, mamodos, y un cruel torneo
CAPITULO 3
Se encontraba en un lugar frío, abandonado, oscuro, deshabitado, alejado de todo..., sin duda en ese lugar te podías quedar helado y sentir varios escalofríos, el abandono por la lejanía que sentirías sería enorme, en frente de él, otra persona, una conocida para él, tan delicada, tan fina, tan inocente...tan triste.
-Brago - lloró la joven- no tenemos porque hacerlo - sus sollozos se volvían cada vez más profundos- por favor, eres mi amigo, hemos compartido muchas cosas, ¿Por qué cambiaste? Eras estricto, pero en el fondo eras bueno, no eras tan cruel- su mirada se dirigió hacia él con mucha tristeza en sus ojos-
- Solamente quiero ser rey, sabes que soy muy fuerte, jamás he necesitado a nadie, mis emociones son nulas, yo mismo las controlo, mi odio crece y eso me da cada vez más poder- Dicho esto, dirigió su mano sobre la joven dispuesto a lanzar una especie de poder- Adiós, Rose, nos veremos en el mundo mamodo- lanzó su conjuro mientras ella sollozaba ante sus palabras y de pronto todo se volvió... ¿negro?
Brago despertó en mitad de la noche, sudando, con nervios, preocupado... un momento, ¿Brago preocupado? Él mismo sabía que controlaba sus emociones y eso le hacía fuerte, pero no podía consentirse el estar preocupado por alguien, se durmió de nuevo pensando todo el rato en el torneo para la corona, quizás tanto pensar le afectaría a la hora de dormir profundizando en sus sueños sus pensamientos.
El sueño era raro, él reconoce las palabras que en sueño dijo, ya que esa es su manera de pensar, pero no deseaba hacer daño a Rose, en el fondo, ella era su única amiga aunque él jamás admitiría que necesitara un amigo, y mucho menos lo pidió.
Se volvió a dormir, sacando las preocupaciones de su cabeza, y esperando ansioso ya el amanecer para ir a la molesta reunión.
Si algo odiaba Brago del reino eran esas ridículas reuniones en el centro del gran árbol en medio de todo el reino, ese árbol era la conexión de los dos mundos y llevaba ahí millones de años, desde que se fundó el mundo mamodo, pero ese no es el tema. Cuando iba le tocaba ver a todos esos mocosos, Zofis también iba y empezaba a ponerse siempre en primera fila, ¿acaso se siente importante? sólo es un mocoso más en el gran mundo, pero verse con todos era irritante, también solía acudir un pequeño niño mamodo que molestaba mucho a Brago, pero sin embargo no tenía problemas con él. Era un niño rubio, bajito y muy risueño, eso especialmente le irritaba mucho, nunca se estaba quieto, le llamaban Zatch. Brago pensaba que este pequeño siempre ha sido y será un pelele, jamás entrena y se preocupa por cosas ridículas, como aquella vez que yendo a su casa al salir de la escuela se lo encontró defendiendo unas flores de unos mocosos cobardes, -''¿ Enserio por unas malditas flores? me hace reír, es un pelele al no poder enfrentarse a esos cobardes, yo los derrotaría en nada''- pensando esto, Brago siguió su camino dejando a ese grupito escandaloso y esas flores atrás.
Habían muchos mocosos irritantes en el reino, y sabía que en esa reunión le tocaría verles las caras a todos, que irritante, demasiado.
Su padre al trabajar para el rey mamodo lo sabía todo de ante mano y no necesitaba ir a esas absurdas reuniones, pero su padre le obligaba a ir, y que remedio, puede quejarse mucho y odiar a la gente, pero jamás le llevaba la contra a su admirable padre, y cumplía con su educación de puntualidad, elegancia y seriedad.
El día amaneció, Brago desayunó, su padre le recordó la reunión -'' como si la hubiera olvidado, no soy tan despistado e inútil como esos peleles''- pensó Brago para sí mismo. Desayuno, se lavó sus afilados dientes, se puso sus ropas negras, y salió a la calle camino hacia el centro del reino, donde el gran árbol descansaba.
Por el camino ya iba viendo a todo el mundo, desde aquellos mamodos más débiles, hasta algunos un poco más fuertes, pero no más que él, por supuesto. Aligeró el paso cuando de pronto sintió un estiramiento en su ropa
-¡Brago!, que bien encontrarte por el camino, ¿vas al centro verdad?- La pequeña Rose le sonrió, no se sorprendió para nada el encontrársela, las calles estaban llenísimas de mamodos dirigiéndose hacia el centro, que molestos todos.
-¿Tú qué crees? A veces me pregunto que piensas, para qué preguntas si ya sabes- se giró y siguió su camino dejando a la pequeña atrás
-Como siempre tan gruñón- rió mientras aceleraba su paso para alcanzarle- Oye, ¿qué crees que nos querrán decir?- preguntó confundida
-No sé, ya lo averiguarás... - dijo Brago articulando pocas miradas, fingiendo que no sabía de lo que se iba a hablar, toda la gente caminaba ignorante sin esperar el gran tema del cual Brago ya era consciente-
Cuando iban de camino, no podía evitar ver como ella le hablaba y pensar si algún día de verdad debería enfrentarse a ella, ella podía parecer una mamodo muy débil, pero se esforzaba tanto por hacer las cosas que siempre aguantaba muchas situaciones por muy débil que fuera, no iba a ser fácil, nada fácil, este torneo, pero aun así Brago estaba emocionado de que a su generación se le dejara participar por la corona, solo los afortunados mamodos cada mil años podían participar, los otros demás no tenían acceso alguno, era una batalla dura pero la recompensa era grande, mil años gobernando un reino, eso merece un esfuerzo enorme y de verdad luchan y se esfuerzan muchísimo para alcanzar ese objetivo, y...¿ Zofis jugaría limpio en esa batalla? conociéndolo, actuaría con alguna estrategia cobarde. Esto le acababa de venir a Brago a la cabeza en el camino, no se había parado a pensarlo -'' quizás en el torneo mamodo, Zofis pueda cobrar su merecido''- pensó ya casi llegando al centro. Rose seguía hablando y hablando, pero él siempre llevaba sus pensamientos a todas partes y pocas veces le respondía, pero ella ya estaba acostumbrada, aún así por muchas cosas que él pensara siempre la escuchaba, sabía hacer dos cosas a la vez.
-Como iba diciendo, entonces mi hermano...- Rose calló al momento- anda mira Brago, ¡hemos llegado, y están todos!- Sonrió tiernamente-
Puede que Rose se llevara bien con todo el mundo en el reino, pero Brago no soportaba a ninguno de esos mocosos molestos.
Analizó su entorno, acababa de llegar al centro y estaba toda su generación, desde el más débil, hasta los que Brago consideraba ' oponentes con los que valía la pena luchar 'refiriéndose a los mamodos ya no tan débiles, pero menos fuertes que él, claramente, como él mismo piensa. En primer lugar podía observar a ese debilucho de Zatch, no muy alejado de su gemelo Zeon Bell, parecía mentira que fueran hermanos, Zeon podía parecer un canijo pero Brago sabía que podía luchar perfectamente contra ese mamodo, ya que aunque aparentaba aquello, sabía de sobra que ese canijo de Zeon estaba siendo sometido a duros entrenamientos y era distinto a los demás. Pero ese Zatch siempre sería un pelele. Los dos hermanos no se llevaban nada bien, aún así, Zeon tenía un grupito de seguidores, su hermano siempre estaba solo o era mofa de burlas por sus debilidades y absurdas tonterías, Zeon siempre vivía avergonzado de ser su hermano, algo bastante cruel . A otro extremo podía disipar a dos mamodos más conocidos, el pequeño helado Reycom y el gamberro de Hyde. Brago siempre pensó que por la ropa desgastada que Reycom vestía, en su casa deberían pasarlo mal económicamente, pero no sentía lástima, cada uno nace con lo que le toca, ya se las apañaría,... ¿quizás tenía ese aspecto tan helado y extraño es debido a que en su casa no podrían pagar la calefacción? Vaya, chiste malo Brago. Hyde siempre a contracorriente y con su skate , haciendo risas y gamberradas por el reino, comportamientos absurdos y de personas molestas, descentradas en la vida, así lo definía Brago. Por otro lado podía ver a la pequeña Tia con su mejor amigo Maruss, sí, Brago podía ser callado, serio malhumorado o arrogante, pero lo que nadie sabía es que en esa seriedad escondía una persona muy observadora, siempre observaba y analizaba lo que veía en su entorno, podía analizar a una persona con verla muy poco rato, observando sus formas y sus maneras de actuar, o sus aspectos preocupados o despreocupados, si algo Brago ya había observado algún día en la escuela, es que ese Maruss no era trigo limpio, había algo raro en él, quizás una persona falsa se escondía tras ese niño, pero parecía que esa Tia estaba muy cómoda con ese niño y tenían una gran amistad, así que cada uno se apañaría con lo suyo, a él no le importaba lo que la gente hiciera con su vida y sus errores. Por otro lado, podía disipar al pequeñajo de Kanchome, oh sí, si había débiles sin duda ese mocoso era el niño mamodo más raro y debilucho que Brago había visto, le daría vergüenza ser él, ese mocoso no se merecía participar en el torneo, de una pequeña patada lo mandarían al mundo mamodo. De pronto la gente observo como llegaba uno de los otros mamodos con los que Brago definía que valía la pena luchar, Vicent Bari, un mamodo unos años más que Brago, fuerte y con una gran fuerza en sus puños, entrenaba duro y también se esforzaba muchísimo por conseguir sus metas, sin duda, Brago sonrió arrogante al verlo -'' valdría la pena tener algún día un combate con ese fuerte mamodo''- , ¿Quizás en el torneo?
Zofis llegó de los últimos, ese mocoso siempre se duerme en los laureles, encima que llega el último pretende ser el centro de atención, apartando a todos para pasar a primera fila, ¿acoso se cree importante? solo es un insecto más en este gran reino. Vaya, de nuevo Brago piensa esa frase por segunda vez, y esque cuando se trata de Zofis, solo esas palabras ya le definen. Cuando pasó por el lado de Brago y Rose, saludo a la pequeña con una sonrisa que dejaba ver sus afilados dientes, Rose con una cara de asqueo pero sin dejar de sonreír le saludó, demasiado tierna para aún así saludarle, sin duda ese niño poseía una sonrisa horrible, y se creía que lo hacía todo bien... ¿se lavaría los dientes? Brago se rió por dentro ante esa cuestión.
-Adiós Rose, voy a primera fila, podríamos a ver venido juntos, pero ya veo que viniste con Brago- se mostró una facción muy irritante en su cara cuando pronunció el nombre de Brago, al saber que iban juntos, dicho esto se fue-
Brago sabía lo falso que era Zofis, delante de Rose se mostraba como si nunca se hubiera llevado mal con Brago, todo para darle una buena imagen y mirar a ver si la conquistaba, llegaba muy tarde, ella jamás sentirá nada por él, ella es distinta, Brago lo sabe, a ella jamás la engañará ni podrá manipular, además... ¿Que chica mamodo con dos dedos de frente se fijaría en ese horrendo niño que parecía una fea y antigua muñeca de la época victoriana? que nauseas.
De pronto toda la gente calló, el anunciador real llegó, se supone que iba a ir el rey en persona, ya que dijeron que lo que se iba a anunciar era importantísimo, por eso acudió todo el reino, pero dijeron que el rey se había ausentado por motivos personales, el anunciador temiendo las reacciones de la gente, fue claro y rápido:
- Como ya supondreis, el rey se encuentra indispuesto, está muy ocupado, debido a que el gran torneo del nuevo rey se acerca- toda la gente reacciono asombrada chillando, algunos con temor, otros raramente con alegría... ¿a quién le gustaba enfrentarse para decidir un nuevo rey?
-¡De nuevo ese torneo! , ¡Es despiadado y cruel, no creemos que nuestros hijos deban participar en ese torneo! - gritó algún mamodo entre la multitud-
Se empezaron a oír las grandes quejas, e incluso la gente chillaba que estaban hartos de ese torneo, no deseaban enfrentar a los pequeños de esa manera tan cruel, y sobre todo los más débiles eran los que más sufrían, se hacían presas de sus miedos, los buenos amigos se enfrentaban, y por supuesto, todo el mundo sabe que siempre hay algún niño mamodo con ganas de poder y capaz de hacer mucho daño en ese torneo, presas de odios y rabias.
-¡Si no sabéis estar callados me iré sin explicar las reglas que se aplicarán al futuro torneo! ¡Callaos!- exclamó estresado y malhumorado el anunciador real, ante esto la gente obedeció- Las reglas son simples, elegiremos a cien niños, no todos tendrán el derecho de pelear por la corona, solo los que nosotros veamos capaces, a cada niño les otorgaremos un libro con color y conjuros de acuerdo a sus personalidades, este libro solo será leído por una persona humana, por su puesto el mundo humano será el escenario de esta batalla, deberéis encontrar al humano capaz de leer las raras letras de vuestros libros, formar una alianza con él uniendo así los dos mundos, y pelear por el trono, el libro que sea quemado será eliminado del torneo, el aspirante que más libros queme, y sea el único superviviente, ganará la corona, el torneo comenzará en unos años, hasta entonces, haceros fuertes, hasta la próxima reunión- dicho esto el anunciador real se marchó corriendo, sabía que si se quedaba le tocaría escuchar muchas quejas y posiblemente la gente se enzarzaría contra él, no quería problemas con el pueblo.
La gente estaba estresada, algunas madres lloraban, los mamodos más débiles se marcharon asustados, realmente la gente sufría mucho con esa idea tan descabellada a la que iban a someterse sus pequeños, algunos padres exclamaban y maldecían que les hubiera tocado a la generación de sus pequeños pasar por eso, sí, el rey mamodo es un gran título, el más importante, pero para llegar a ese título, se cumplían muchísimas crueldades...
Ese día, nadie lo notó, pero Zofis a solas, mientras toda la gente estaba asustada, él mostró un rostro bastante maligno y descabellado, y con esa sonrisa tan amplia y loca, camino entre la multitud asustada con toda tranquilidad hasta su casa... ¿en qué estaría pensando?
Los mamodos fuertes, como Vicent Bari, o Zeon , reaccionaron imitando a Zofis al irse tranquilos a sus hogares. Zeon, con una cara también aún más maligna que la de Zofis, por lo contrario, su hermano reacciono llorando solo en un banco sentado agachado con la cabeza entre sus piernas, -'' pequeño cobarde, no creo que le seleccionen para este torneo, es un estúpido'- pensó Brago al verlo.
Brago había observado las reacciones de todo el mundo...pero... ¿qué hay de la reacción de Rose?...
-Brago... - le miró con los ojos y la cara agachada- dime, ¿te gusta esa idea del torneo?- la pequeña ya no poseía esa sonrisa tierna que alegraba a todo el mundo-
-No veo porque no, soy muy fuerte y tengo mucha seguridad, sé controlar mis emociones, sin duda, he nacido para ese torneo, me convertiré en rey mamodo- le dirigió una mirada seria
-Sí, pero... ¿Sabes? espero que no me seleccionen, no soy tan fuerte como tú, Vicent, o Zeon, y muchos otros más, no me gustaría que me hicieran daño- apartó su mirada de la de Brago y agachó su mirada-
Aunque Brago odie admitirlo, en el fondo, el odiaría ver como un mamodo fuerte haría heridas o mataría esa gran ternura en Rose, con calma la observó
-Tranquila, preocúpate cuando llegue el momento, aún quedan unos años para la selección y el torneo-
-Sí... - Rose conocía bien a Brago, sabía que en él no era muy hablador y no solía expresar sus sentimientos, estaba acostumbrada a su frialdad-
-No soporto la falta de inseguridad, no seas cobarde, hazte fuerte, entrena, y si te seleccionan, lucha y sé valiente, jamás muestres tus lágrimas- Brago en el fondo se preocupada por ella, pero jamás lo admitiría-
-Lo haré Brago - sonrió- algún día seré tan fuerte como tú y los demás mamodos- dicho esto se dio la vuelta- vamos Brago- le dedicó una mirada de ternura y comenzó a caminar esperando que él le siguiera-
Brago se quedó sorprendido, pero se esperaba esa actitud en ella, no era una mamodo fuerte, pero siempre afrontaba todas las situaciones con la mayor sonrisa posible y el mayor esfuerzo, sin rechistar, Brago le siguió. Aunque en sus caminos a casa, Rose siempre acostumbraba a hablar y ser escuchada por Brago, pero en esa vuelta a casa, ninguno de los dos articuló palabra, los dos tenían demasiadas cosas en la cabeza,...y ninguno de los dos había mencionado aún la idea de un futuro enfrentamiento entre ellos algún día.
Notas finales de la autora: Mil gracias a quienes leéis este FanFic, significa mucho para mí, de verdad. Bueno, quería deciros que os dejo aquí una galería de mi cuenta en D art para que podáis ver mas o menos como es Rose, y verla en algunos dibujos con Brago.
http://ladymaryjaneholland.deviantart.com/gallery/49769237/MY-OC-ROSE
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