POV. ANNE

Ahora si me presento soy Anne Frost. Ese apellido no se porque me suena. Bueno según esto esa familia vive en Japón, Hokkaido. Ya está mañana partiré a Japón en busca de ellos.

Ahora mi misión es conseguir la billetera de mi "madre", que por suerte siempre la se la deja en esta casa. Fácilmente conseguí el dinero que necesitaba para el vuelo y para sobrevivir 2 meses.

Ahora que lo pienso mejor, yo creo que será mejor irme hoy para que no me peguen porque les falta dinero.

Hago mis maletas que consiste en unos vaqueros, una camisa, unas zapatillas y mi inseparable móvil. Bajo las escaleras de dos en dos cuando paro delante de un espejo. No me he fijado en lo que han hecho esas niñas, pero creo que las debería de dar las gracias. Mi peinado es singular y yo creo que me favorece.

Con una pequeña sonrisa salgo de mi "casa" o mejor dicho segundo infierno en dirección al aeropuerto. Voy andando para así disfrutar más del momento y tampoco es que el aeropuerto pille muy lejos.

Al llegar al aeropuerto mi sonrisa crece y con temor me pellizco mi moflete izquierdo esperando que esto no sea un sueño y por primera vez agradezco hacerme daño.

Compro mi billete y estoy justa de tiempo así que subo al avión a todo correr. Estoy tan emocionada que ni miró quien se sienta a mi lado, debo de parecerle una antipática pero por primera vez en mi vida no me importa lo que piensen los demás.

Nerviosa empiezo a jugar con mi ahora corto cabello. Una vez el avión a despegado y mis nervios se han esfumado por arte de magia me pongo a escuchar mi música favorita, Human. Siento que en cierta parte esa canción me describe. (Poner multimedia)

Una mano se posa en mi hombro y yo me giro hacia mi izquierda donde me encuentro a una chica de cabello castaño trenzado en dos trenzas que me mira con una dulce sonrisa y me extiende un pañuelo con su mano libre. No me había dado cuenta pero estaba llorando, no se si era de alegría o de tristeza al recordar todo. Sólo se que tengo que seguir hacia delante.

- Soy Layla, puede que no nos conozcamos pero quiero ser tu amiga y acerté sonreír - dijo la chica mientras yo cogía el pañuelo que me extendía

- Anne, encantada - dije una vez me había secado las lágrimas que tenía esparcidas por mi cara

- No hace falta que finjas, quiero ver tus verdaderas sonrisas - Dijo ella con una sonrisa sincera

- ¿Como....? - dije dejando la pregunta al aire algo impresionada

- No lo se - respondió mientras levantaba ambos hombros

Al final he acabado haciendo una amiga, me he llevado genial con ella aunque somos bastante diferentes pero a la vez bastante iguales. Es raro de explicar pero por fin siento que tengo una verdadera amiga.

En el viaje estuvimos contándonos cosas y por primera vez en mi vida reí y también sonreí de forma sincera. Esta chica ha hecho milagros.

Al llegar a nuestro destino nos separamos y yo me dirigí a Hokkaido.

Como 1 hora más tarde llega al lugar indicado. Era una hermosa casa, ni muy grande ni muy pequeña, perfecta. Mis pequeñas y pálidas manos temblaban con el nerviosismo que tenía. Llame a la puerta y al ver que nadie abría empecé a tenerme lo peor hasta que alguien abrió.

Un peliplata solo con unos pantalones dejándome ver su marcado torso me abrió la puerta. Mi vista rápidamente se movió de su torso a sus ojos color verde agua.

- Hola, ¿Quién eres? - dijo una vez lo mire a los ojos

- Soy Anne - respondí con sinpleza

- No es por ser grosero pero, ¿de qué te conozco? - dijo amablemente

- No me conoces - respondí con la  verdad

- Y ¿porque estas aquí? - preguntó cada vez más extrañado

- Por que tengo que hablar con la familia Frost - dije al fin

- Siento decirte que no puedes - dijo y note tristeza en sus ojos

- ¿Porque? - pregunté y al momento me arrepentí al ver sus ojos aguarse levemente

- Porque yo soy el único miembro vivo de esta familia - dijo con un tono triste en su voz y una mirada apagada

- Me dejas pasar y te discuto eso - dije y el se hizo a un lado

- Pasa - dijo simplemente

Al pasar por la puerta principal pude ver una casa muy ordenada. La mayoría de paredes eran azules pastel y los muebles eran en su mayoría blancos. Era una casa hermosa tanto por dentro como por fuera.

- ¿Te podrías poner una camiseta, por favor? - pregunté algo irritada

- Si, ahora vuelvo - dijo y se dio media vuelta

Veo como sube las escaleras blancas  que hay en la entrada y en poco tiempo la vuelve a bajar ahora con una camiseta blanca de manga larga que conjuntaba a la perfección con sus vaqueros negros.

- Bueno, a lo que he venido aquí es porque.... - dije buscando las palabras correctas para decirlo

- Prosigue

- No me presiones, ¡Es difícil de decir!

- ¿El que?

- Que soy tu hermana - dije y él que estaba de pie se sentó en una de las sillas

- A ver explícame eso

- Veras unos señores me adoptaron y me llevaron a España y en unos papeles que encontre aparecía que mi familia biológica eran los Frost y que vivían aquí

- Tu lo has dicho vivían

- Entonces me crees

- Bueno en el accidente se dio por muerta a mi hermana por que no la encontraron a sí que puede ser posible

- Yo no recuerdo nada antes de los 8 años

- Cuando mi hermana tenía 8 años fue el accidente

- Entonces...

- Eres mi....

- Hermana...