Monster
Even since I could remember
Everything inside of me
Just wanted to fit in
Desde que tenía memoria, siempre había sido así.
Al principio había ido a un orfanato. Siempre había intentado encajar entre los demás niños, pero ni su piel, ni sus claros ojos ni su pelo naranja era algo que pudiera encajar entre ellos. Al contrario que los demás, no tenía recuerdos, no tenía nadie ni nada a lo que extrañar y ni siquiera sabía si era japonés como tal. Todo lo que sabía era que se llamaba Nakahara Chuuya, tenía siete años, y nunca soñaba.
Tras escapar del orfanato, vivió en las calles. Y era duro, casi imposible para un niño como él si no fuera por algo que estaba en su interior. Algo que le decía lo que tenía que hacer, y que le daba medios para hacerlo.
De esa manera descubrió su habilidad especial.
I was never one for pretenders
Everything I tried to be
Just wouldn't settle in
Poco después, encontró a los que serían su nueva familia: las Ovejas.
Un grupo de niños como él, abandonados, despreciados por la sociedad, que se habían juntado para sobrevivir y ayudarse mutuamente. Chuuya siempre había querido ayudar a los demás. Algunos de sus cuidadores decían que tenía complejo de héroe, y aunque Chuuya no entendía muy bien a lo que se referían, sonaba bien. Él quería ser un héroe.
Cuando vio el primer cuerpo de uno de sus compañeros al cual no había podido proteger, se dio cuenta de que no lo era.
Entonces quiso ser un buen líder. Quiso que eso no volviera a suceder. Que nadie se quedase atrás, que todos estuvieran con él. Eran niños, no merecían nada de lo que estaban sufriendo.
De lo que no se daba cuenta era de que él también era un niño. Ingenuo, pero con buen corazón. Fuerte, pero con una gran debilidad: su propia amabilidad.
Una puñalada llena de traición después, se dio cuenta de que nunca podría ser un buen líder.
Nada de lo que había intentado ser llegaba a conseguirlo. Siempre era insuficiente, siempre tenía un defecto, siempre era imperfecto.
Ni siquiera podía ser normal.
If I told you what I was
Would you turn your back on me?
And if I seem dangerous
Would you be scared?
Dazai había sido el primer ser humano al que no le importaba. Y eso, raro como sonaba, era un cambio en la vida de Chuuya.
Chuuya siempre había sido importante. Siempre había destacado entre el resto. El más fuerte, el chico pelirrojo, el de ojos azules, el más valiente, el de la habilidad especial, el manipulador de la gravedad, el arma más poderosa, el líder que no podía perder. Siempre había sido importante.
Pero no para Dazai. Él no le trataba como alguien destacable, sino como un chico de su edad con quien se metía por ser más pequeño que él, como se hubiera metido con cualquier otro si hubiera alguien más de su edad en la Port Mafia.
Para Dazai, Chuuya no era relevante por su aspecto, ni por su habilidad. Quizá porque conocía ya a Kouyou, pelirroja como él o Elise, que era rubia. Quizá porque le daban igual las habilidades, porque a él no le podían afectar.
Tal vez porque él era más especial, con una habilidad inimitable, un genio en toda su definición, y un corazón que parecía estar hecho de hierro. Siempre tan imperturbable, insensible cuando viene a ser eliminar a un objetivo, bien sea amigo o enemigo.
No le veía como algo importante incluso cuando tenía a Arahabaki en su interior. De hecho, lo usaba a su favor. Pero incluso Dazai había temido no ser capaz de detenerlo, aunque no lo dijese. En sus muertos ojos se podía ver el miedo de quien sabe que lleva una gran responsabilidad sobre los hombros.
¿Qué diría si supiese que tenía miedo? Desde que empezó a escuchar con atención esa voz dentro de él que quería sangre, destrucción, libertad… Desde ese día, supo que era una cuenta atrás.
¿Cuánto tiempo podría Chuuya, un mero recipiente, retener a una divinidad destructiva?
I get the feeling just because
Everything I touch isn't dark enough
If this problem lies in me
La primera vez que perdió el control conscientemente no fue como la mayoría en la Port Mafia se lo imaginaba, con él destruyendo la mitad de la ciudad mediante Corrupción. No. La primera vez fue siendo un niño de nueve años, en un orfanato.
Había un oso de peluche. Los juguetes eran famosos por su ausencia, y por tanto todos adoraban a ese oso de peluche, incluido él. Un día, uno de los niños mayores le empujó y le quitó el oso mientras el resto solo miraba.
Chuuya siempre había sido impulsivo, así que se metió en una pelea en la que claramente saldría perdedor. Tres contra uno, los cuidadores disfrutando del espectáculo y parte de los niños animando al grupo.
Le tiraron al suelo y le empezaron a dar patadas. Incluso destrozaron el oso de peluche en su cara.
Fue entonces cuando la voz que solía murmurar en su interior se hizo más fuerte. Se hizo audible.
«Destrúyelos.»
Él se asustó. Pensaba que era su mente, pero no era siquiera su voz. Era una más grave, llena de odio, de rencor, de quien lleva milenios reteniendo su rabia.
Pero él solo quería que se detuviesen, así que hizo caso y empezó a atacar. Entonces, de alguna manera inexplicable, expulsó a los tres que estaban encima de él al aire. Todos se callaron y le miraron en terror, y cuando se vio en el reflejo de un cristal, vio que sus ojos estaban negros como la noche, su rostro tenía unas marcas rojas extrañas y su cuerpo brillaba en negro, al igual que una parte del suelo que sus pies tocaban.
Desde entonces, nadie le volvió a tratar igual.
Nunca le había pasado algo similar de nuevo. Eso no había sido ni su habilidad ni Corrupción, y lo sabía. No se lo contó a nadie, y no fue hasta más tarde que supo que Arahabaki era el nombre de quien le había hablado en ese momento.
¿Qué diría Dazai si supiera que habría un momento en el que no podría usarlo más, porque su voluntad sería inservible?
¿Qué diría si supiese que cada día confundía más y más su propia voz con la de Arahabaki, esa que solo buscaba destrucción y oscuridad?
¿Se asustaría? ¿Se reiría? ¿Se burlaría de él?
¿Se alejaría como el resto?
Eran preguntas a las que tenía respuestas y eternas incertidumbres.
I'm only a man with a candle to guide me
I'm taking a stand to escape what's inside me
A monster, a monster. I've turned into a monster
A monster, a monster. And it keeps getting stronger
Nunca supo la respuesta a esas preguntas, porque nunca preguntó.
Y nunca preguntó porque tenía miedo. Miedo a su reacción. Miedo a que le mirase y, pese a que se estuviera riendo, diera un paso hacia atrás por precaución. Miedo a que todo se rompiese, como se había roto antes ya, siempre por la misma desgracia que llevaba en su interior.
No quería perderlo. No a él. Arahabaki se reía de su absurda dependencia, y de hecho era el primero en odiar a Dazai. Porque a pesar de ser un excéntrico suicida, con una personalidad prácticamente indescifrable e insufrible mayoritariamente, era quien alejaba a esa oscuridad de él.
Nadie podía liberarle de Arahabaki, dado que si él moría, Chuuya lo hacía y viceversa. Estaban condenados juntos. Pero Dazai hacía que su voz sonase menos fuerte, le hacía ver la diferencia entre Nakahara Chuuya y Arahabaki. Entre su propia voz y la que no era suya.
A Arahabaki solo le interesaba la destrucción y el odio. A Chuuya le gustaban los videojuegos, la moda, las películas de terror y el vino. Adoraba los sombreros, los perritos y prefería el café negro sobre el té y el café con leche. Su parte favorita del día era la noche y le encanta sobrevolar la ciudad con su habilidad. Tenía defectos, como por ejemplo era muy impulsivo, no tenía control cuando se trataba de comprar vino, era terco, su altura no era la que hubiese deseado y muchas veces había pensado que su color de pelo era demasiado llamativo para su trabajo, pero le gustaba y por tanto no lo iba a cambiar.
Y el más grande de todos: se había enamorado de alguien que no le correspondería.
¿Cómo iba a hacerlo? Si estuviera en su situación, él tampoco lo haría. Ni siquiera el propio Chuuya sabía el alcance de esa bestia que estaba dentro de él. ¿Quién se enamoraría de alguien que podía perder el control en cualquier momento? ¿Alguien que podía matarte en el segundo que te despistes?
Si estuviera en su situación, él tampoco lo haría. Nakahara Chuuya y Arahabaki podían ser diferentes, pero habitaban el mismo cuerpo, y eso era incambiable.
Eso le hacía un monstruo.
Can I clear my conscience
If I'm different from the rest
Do I have to run and hide?
Por eso siempre pensaba, cuando estaba entre las Ovejas, si estaba bien lo que hacía al quedarse con ellos.
Nadie de ahí conocía a esa bestia llamada Arahabaki. Nadie podía predecir o detener a Chuuya si algún día perdía el control, ni siquiera Chuuya le había puesto nombre hasta hacía relativamente poco. Pero sospechaban, porque Chuuya tenía una extraña recuperación rápida a las heridas pequeñas como cortes o rozaduras, y nunca le habían visto enfermarse o tan siquiera resfriado.
Parecía inmune a lo que los humanos eran más débiles, pero les protegía, así que no era peligroso. En principio.
Por eso, Chuuya cada noche dormía (aunque la falta de sueño tampoco le afectaba) pensando si debería irse. Si debería correr, esconderse, para proteger a esos niños que tanto dependían de él. Y era por la misma razón por la que no lo hacían. Ser el "Rey de las Ovejas" no era un título que le agradase, pero imponía. Imponía respeto, y si el rey desaparecía, los enemigos devorarían a su gente y era algo que no podía permitir.
Incluso si su propia conciencia le repetía una y otra vez que, si Arahabaki se llegaba a descontrolar, sería culpa suya.
I never said that I want this
This burden came to me
And it's made its home inside
Y lloraba cada una de esas noches, hasta que una de ellas se quedó sin más lágrimas y dejó de llorar. La misma noche en la que durmió con una herida en el estómago de la que no les podía culpar.
Tenían miedo. Estaban aterrados de que su rey se volviera contra ellos, aunque Chuuya estuviese más asustado de estar a su lado que en el opuesto.
Y no podía evitar pensar que todo era culpa de Arahabaki. Todas las desgracias de su vida habían tenido su firma. En el orfanato aterraba a la gente y le trataban con respeto, miedo y rencor. En las Ovejas no sabían lo que había dentro de él, pero en cuanto se enteraron de que un dios destructivo podía volverse contra ellos, no dudaron en atacar. En la Port Mafia, Mori le reclutó por el simple hecho de que no le convenía tener a Arahabaki vagando por ahí y además era un buen luchador debido a su habilidad.
Y siempre se preguntaba por qué.
Por qué a él. Siempre a él. Por qué tenía él que llevar una carga que nunca pidió y que nadie le dejó decidir.
¿Cómo habría sido su vida sin eso? Aunque hubiese sido huérfano, ¿podría haber encontrado una familia? ¿Podría haber tenido una infancia, una vida normal? ¿Habría tenido un perrito? ¿Habría estudiado una carrera? ¿Serían sus gustos iguales o diferentes?
¿Podría haberse enamorado de alguien que le pudiese corresponder? ¿Podría haberle querido sin temor a perder el control?
¿Podría haberse sentido humano?
If I told you what I was
Would you turn your back on me?
And if I seem dangerous
Would you be scared?
Nunca lo sabría, no al menos en esa vida.
Lo más cercano a ello había sido cuando Dazai le tocaba tras Corrupción. Silencio total, sin voces de odio y desprecio hacia una humanidad a la que quería y no podía pertenecer.
Todo gracias a Dazai. Porque, como bien sabía, él era especial. Tanto en el buen aspecto como en el malo, destacaba y destacaría en todo lo que se propusiese, porque él era así: un genio.
Chuuya, que nunca había conocido el amor ni había estado enamorado, no sabía siquiera si lo que sentía hacía él era amor tal cual o simplemente le quería por ser su única esperanza de salvación en esa oscuridad.
Y si le dijera a Dazai todo lo que sentía, todo lo que pasaba por su cabeza cada vez que se veía obligado a liberar a una bestia que no sabía si iba a poder volver a controlar, si supiese lo mucho que importaba en su vida, lo mucho que confiaba en él… ¿Qué haría?
¿Qué haría si supiese que prácticamente se había vuelto un pilar en su vida? ¿Si supiera que no podía hacer nada más que quererle en ella, egoístamente?
¿Se asustaría? ¿Vería lo peligroso que es? ¿Le daría la espalda, como todos habían hecho?
I get the feeling just because
Everything I touch isn't dark enough
If this problem lies in me
No sabría nunca cómo hubiera sido existir sin Arahabaki, así como tampoco sabría cuáles habían sido las verdaderas razones de Dazai para irse de la Port Mafia.
Solo sabía que una de ellas podía haber sido él perfectamente.
Esa noche fue la primera en muchos años que se permitió derramar una lágrima. Solo una, porque no merecía más, o eso quería creer. Era un traidor, pero Chuuya realmente, realmente, no podía culparle.
Dazai, las Ovejas, el orfanato… No había nada en común entre ellas salvo él. Nakahara Chuuya, contenedor de un dios que no acababa con el mundo entero porque estaba ocupado destruyendo primero su vida.
No era Dazai, no eran las Ovejas, no era el orfanato. Era todo él. Chuuya se encargaba de alejar, de manchar todo lo que tocaba la punta de sus dedos y llegaba a darle una pequeña felicidad. Era tan efímera en su tacto que solo podía aferrarse a ella mientras durase porque no sabía cuánto tiempo la tendría, cuánto tardaría en mancharse como siempre lo hacía. ¿Años, minutos, segundos? Era imposible de saber cuándo se quedaría solo nuevamente.
Y el problema no era el mundo a su alrededor. No eran las personas que le rodeaban.
El problema era él mismo, y esa había sido la última prueba que necesitaba.
I'm only a man with a candle to guide me
I'm taking a stand to escape what's inside me
A monster, a monster. I've turned into a monster
«¿Le quieres por él, o porque con él yo desaparezco?»
Desearía tener una buena respuesta a eso, pero había pasado un año y no había conseguido nada. Sabía que esa no era la voz de Arahabaki, o al menos no la real, que seguía murmurando una y otra vez libertad y destrucción.
«¿No le quieres solo porque con él puedes olvidarte un segundo de mi existencia?»
Pero, ¿acaso importaba ya? Seguía doliendo, efectivamente, pero no era como si pudiese hacer nada al respecto. Aquella luz al final del túnel se había extinguido por completo, no volvería, y solo quedaba oscuridad, secretos jamás revelados, miedos nunca contados y sentimientos nunca expresados. Podría sentir arrepentimiento, podría sentir dolor, rabia, pena…
«Patético.»
Pero cuando todo estaba manchado, incluso su propia tristeza, por aquel monstruo que habitaba dentro de él y del cual nunca podría escapar, ¿valía siquiera la pena sentir algo? Siempre había estado lleno de sentimientos, siempre había tratado de expresarlos, porque así parecía más humano y menos un mero recipiente. ¿Pero eran realmente sentimientos o lo que creía que lo eran? ¿Eran suyos siquiera, o solo una reminiscencia de los de Arahabaki?
¿Cuánto de Nakahara Chuuya había en él, y cuánto de Arahabaki? ¿Cuánto había de su propia consciencia y cuánto del dios? ¿Cuánto tardará en ser más fuerte que él y dominarlo por completo? ¿Un par de años? ¿Décadas? ¿Un segundo?
¿Cuánto tardaría en convertirse en lo que más detestaba? Y sabiendo que no era completamente humano…
«Mientras yo esté aquí, nunca lo serás.»
¿Acaso no era ya un monstruo?
Encendió su móvil. Un chat vacío le dio la bienvenida. Había borrado el último registro, y no servía de demasiado cuando, con toda posibilidad, su destinatario nunca leería sus mensajes. Pero eran las dos de la mañana, y como de costumbre no podía dormir, no podía soñar, porque no era como los demás. Nunca lo podría ser.
La única persona que podía solucionar eso ya no estaba con él.
"Si algún día finalmente pierdo el control…"
Dijo que no derramaría más que una lágrima por él, pero estaba costando detenerlas.
"¿Vendrás a detenerme?"
Error
Mensaje no enviado
A monster, a monster.
And it keeps getting stronger.
—Monster, Imagine Dragons.
️♟️♟️♟️
¡Hola! Mucho tiempo, lo sé 😂
Bueno, esto es un songfic que me pidió alguien que siempre me ha apoyado y que hace relativamente poco ha sido su cumple (llevo escribiendo esto desde que me lo dijo, imaginad 😭), así que feliz cumpleaños súper retrasado _anfisbena_ ❤❤❤ Te mereces lo mejor del mundo y espero que te guste mi pequeño regalo.
Imagine Dragons siempre ha sido un grupo que me ha inspirado un montón, así que me encanta haber podido escribir esto ❤
Recordatorio que no he leído Stormbringer, así que cualquier parecido es coincidencia con la realidad. Espero poder leerlo pronto, de verdad, pero incluso en verano no respiro 😭
¡Por cierto! Si no estáis enterados, en mi Twitter estoy haciendo un sorteo doble de fics por los 600 seguidores aquí en Wattpad. ¡Si tenéis interés, apuntaos! Está en mi tablón de anuncios la información que necesitáis, ¡es hasta el 1 de agosto!
Y eso es todo ❤ Nos leemos prontito ✨
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top