♡ ; unique 🦢

Inmediatamente Taehyung ingresó a su hogar sus fosas nasales fueron bendecidas con un delicioso olor.

No esperó ni un segundo y buscó al causante de esa deliciosa explosión de olores.

Quien no era nada más y nada menos que; su esposo.

Al entrar a la cocina lo primero que pudo divisar fue la ancha espalda de su pareja, a pasos lentos pero a un ritmo acorde se acercó hasta abrazarlo por detrás, aspirando el delicioso olor que desprendía de este.

—— Pensé que llegarías más tarde, como siempre.

—— Hoy decidí tomar lo que resta del día libre —— Sonrió cuando vió como SeokJin daba la vuelta para mirarlo ——. Me alegra que los sábados estés en casa haciéndome deliciosa comida.

—— Si, si, muy lindo y todo pero no voy a darte lo que quieres, no pienses que te he perdonado por lo que me hiciste hace unos días, incluso me duele aún.

—— Oh vamos, solo quería salir de la monotonía un poco —— Se excusó. SeokJin soltó un bufido.

—— Sabes que eres el único con el que no puedo enojarme y menos por eso —— Hizo una pausa ——... Sabes perfectamente bien que me encantó igual —— Musitó con una sonrisa traviesa antes de atraer el rostro de su novio para besarlo.

—— De eso no hay duda —— Imitó su acción correspondiendo al fogoso beso que había dado inicio.

—— Quítatelo.

—— Joder Taehyung, ¿pero qué te pasa?

—— ¡QUE TE LO QUITES! —— Demandó exaltado.

SeokJin se asustó un poco por el repentino cambio de tono y actitud de Taehyung, y aunque le intimidara a la vez le excitaba cuando Taehyung usaba ese tono tan... Rudo.

Si su voz ya era grave de por sí, en esos momentos su voz era tan caliente.

Jodidamente excitante.

SeokJin, sin más, se quitó su ropa quedando totalmente desnudo. Cubriendo su parte íntima con sus manos ante la atenta vista de Taehyung quien lo miraba como si fuera un trozo de carne.

Y uno bastante jugoso a su parecer.

Taehyung se acercó y lo tomó rudamente del cuello y lo empezó a besar con fuerza, con posesión y la vez, lujuria pura.

Lo soltó dejándolo segundos después haciéndolo caer sobre el colchón para girarse sobre sus talones y rebuscar en el gran armario que había en la habitación.

De allí saco una cuerda, unas esposas, una de sus corbatas que el último utilizaba para ir al trabajo, un dildo jodidamente grande ante la vista de SeokJin y un... Látigo.

SeokJin trago fuerte.

Ya sabía lo que venía, y no le alegraba la idea en absoluto.

Conocía bastante bien ese látigo.

Taehyung solo lo había usado una vez y fue bastante doloroso para él y su delgado cuerpo, en cuanto a lo demás, era todo nuevo.

—— No, Taehyung, dime no piensas usar eso de nuevo... —— Dijo con su voz levemente rota y con un notorio rastro de miedo en sus palabras, apuntando con su dedo índice el látigo que tenía Taehyung en mano.

—— Lamentablemente si lo usaré, y esta vez no lo olvidarás jamás —— Sonrió de una manera demasiado cínica para el parecer de su pareja.

Se encaminó con la misma sonrisa hasta donde SeokJin que a medida que él avanzaba, este retrocedía, sintió su espalda chocar contra la cabecera de la cama y tragó fuerte.

Taehyung agarró igual de brusco las muñecas del mayor poniendo las esposas antes de que el contrario pudiera protestar.

Para acto seguido tomar sus piernas y amarrarlas con la cuerda que había sacado anteriormente.

SeokJin miraba todo con miedo, incluso intentó soltarse, pero era en vano. Solo le quedaba una opción...

—— TaeTae por favor no lo hagas... —— Tristemente hizo un puchero intentando su mejor técnica para persuadir.

Pero lo único que recibió fue una cachetada por parte del contrario que lo hizo sollozar bajito.

—— Te juro que te va a gustar... —— Dijo serio. Pero pronto la sonrisa extraña había vuelto.

Taehyung.

Tomé sus delgadas piernas bruscamente, atrayéndolo hacia mí para besarlo con la misma brusquedad.

Él temblorosamente intentaba seguirme el ritmo, pero, el sabor salado de sus lágrimas me hizo apartarme para apreciar lo que tenía frente a mí.

Un SeokJin con expresión triste, lágrimas en sus ojos rasgados, con las mejillas sonrosadas, atado y con una pequeña marca en su pómulo derecho por el reciente golpe.

No voy a mentir, me sentía un poco mal, pero la última vez que lo hicimos de esta forma que gustó bastante, pero me ponía nervioso lastimar a Jin nuevamente, aunque esta vez era diferente puesto a que este no era yo, la lujuria que sentía se apoderó de mi.

Lo tomé del brazo obligándolo a levantarse, lo cual hizo pero con un poco de dificultad por las manos y los pies atados.

Lo puse en cuatro sobre la cama y me quedé admirando un momento su lindo, depilado y blanquecino culo. Y obviamente, su no tan pequeña rosada entrada.

Di una nalgada que hizo estremecerlo y a mi me hizo reír.

Tomé la corbata que yacía olvidada en un lado de la cama y me acerqué a su rostro viendo como tenía la cabeza gacha.

Tan hermoso y a mi disposición.

Levanté su rostro y lo volví a besar, pero no tan bruscamente, solo intentando darle un poco de cariño antes del dolor.

Lo aparté y coloqué la corbata alrededor de su cabeza cubriendo sus ojos.

—— N-No Tae, por favor, déjame ver al menos.

—— No. Perderá la gracia de la situación —— Dije en un tono frío.

Solté su cara con brusquedad - uevamente -, y me levante hasta quedar detrás de él.

Tomé el látigo de cuero en mis manos y me quedé observando sus diseños un momento.

Volví mi vista hasta la espalda de SeokJin y no pude evitar sonreír.

—— Las vas a contar. No seré como la otra vez, hoy serán diez, y si no la cuentas les voy a sumar tres, ¿Entendido?

—— S-Si... ¡AH!

—— Tres más.

—— Perdón yo... ¡AGH!

—— Si eso quieres entonces ahora son dieciséis —— Dije con sorna viendo las recientes marcas en su espalda.

—— Taehyung yo... ¡UNA!

—— Así me gusta —— Volví a decir con una sonrisa socarrona.

—— ¡DOS!

-— ¡TRES!

Y así siguió.

Después de los dieciséis azotes ví su espalda y nalgas.

Tan rojizas y hermosas. Con algunas heridas abiertas derramando gotas de sangre que se deslizaban hacía abajo.

Sonreí para mi mismo y me acerqué un poco más acercando mi polla aún en el pantalón a su entrada solo para que sintiera como me tenía.

Totalmente duro.

Se preguntarán... ¿Porque no me he detenido si se que él esta sufriendo?

Pues fácil, también le está gustando, y podía saberlo perfectamente al ver como su pene húmedo chocaba contra su vientre por lo excitado que estaba. A la par que no dejaba de restregarse contra mi polla.

Acaricie una de sus marcas por lo cual soltó un quejido.

Joder, malditamente hermoso.

Lo volteé sin cuidado alguno y quité la corbata para encontrarme con sus ojos rojos por las lágrimas, sus mejillas aún sonrosadas y su labio con algunas gotas de sangre y evidentes partidas.

—— Ahm... —— Se quejó al sentir el ardor de las heridas.

Demasiado hermoso.

Ni siquiera le dejé respirar bien y me acerqué a sus labios besándolo, sintiendo el sabor metálico de la sangre en sus labios.

Me volví a alejar, y a pesar de que no quería torturar a SeokJin, ni a mi dolorosa polla, tomé el dildo que anteriormente había sacado.

Sin siquiera lubricarlo un poco empecé a delinear la entrada de SeokJin para sin previó aviso ingresarlo de una.

Aunque obviamente no bajo de inmediato si se habría paso en su interior y eso hizo que SeokJin arqueara la espalda. Quejándose y gimiendo a la vez por el dolor.

Quiero más días así, ¡joder!

Empecé a torturarlo un poco masajeando su propia polla mientras que el dildo seguía dentro.

Con mi mano que estaba disponible empecé a acariciar la punta del glande mientras que veía a SeokJin tener pequeños espasmos.

Sonreí.

Tomé el dildo y empecé a embestirlo sin compasión alguna haciéndolo delirar de dolor y placer a la vez.

Seguí una y otra vez masajeando su miembro mientras lo embestía, golpeando la punta del dildo contra su próstata, y cuando ví que iba a llegar a su tan deseado orgasmo encorvando su espalda paré ambos movimientos tapando la punta de su polla haciéndolo lloriquear.

—— Ta... T-Tae, Por favor~ —— Pidió en un hilo de voz y yo reí.

Reí con ganas al verlo así. Necesitado.

—— Todavía no, bebé. No me puedes dejar sin placer. ¿O si?

-—— ...

—— ¡¿O si?! —— Volví a preguntar al no recibir respuesta alguna.

—— N-No... —— Respondió en un susurro.

Saqué mi polla del pantalón sintiendo un inmenso dolor cuando la punta rozó con la tela.

Levanté a SeokJin de una, quien aún tenía el dildo entre sus piernas por lo cual se le hizo más difícil levantarse, sin contar sus ataduras y heridas.

Desamarré sus piernas haciendo que este lloriqueara un poco por el dolor al haber permanecido tanto tiempo atado.

Hice que se sentará frente a mi y me puse de rodillas dejando mi gran polla frente a sus gruesos labios.

Él levanto la mirada y yo sonreí.

Acerqué mi polla a su boca golpeando esta a su paso.

Agarré su barbilla con mi mano libre la cual anteriormente estaba en su cabeza y lo obligué a abrir la boca,!lo cual no fue tan difícil pues él la abrió lentamente.

Introducí mi miembro sintiendo la calidez de esta recibirme y solté un pequeño jadeo junto a una maldición.

Mi mano fue nuevamente a su cabeza tomando un propio ritmo embistiendo su boca con fuerza.

Él abrió aún más la boca y, de vez en cuando, cerraba los ojos por las arcadas y yo no podía estar más encantado por la imagen que tenía en frente.

Esos gruesos labios junto a mi gruesa polla haciendo un hermoso vaivén que se veía y se sentía igual de placentero. Algunos hilos de saliva se esparcían por las comisuras de sus gruesos labios.

Seguí con lo mismo mientras que Jin solo me recibía gustoso.

Y al punto de correrme saque mi polla y empecé a masturbarme hasta venirme justo en su cara.

Sonreí al verlo abrir los ojos y sonreír de la misma forma que lo había echo yo en un principio.

Goloso.

Y sin siquiera pedirlo se puso en cuatro sobre la cama sacando el dildo que permanecía allí y dejando sus manos detrás separando sus nalgas mostrándome su ya dilatado ano.

Y sin más que esperar me adentré en él de la misma forma ruda con la que lo he estado tratando observando las marcas de su espalda con orgullo.

Embestidas fuertes y profundas, una y otra y otra vez chocando y masajeando su próstata. Deleitándome con la calidez y humedad de su interior hasta venirme nuevamente pero en el interior de mi chico.

Caímos rendidos en la cama con una sonrisa que ninguno podía ocultar.

Solté sus muñecas después de buscar la llave de las esposas y él me atrajo hasta sus labios para besarme.

Y ahí me di cuenta de que... Estaba cansado de la monotonía.

[♡]

Solo diré:

Ustedes son unos sucios.

Y yo también 😳🤝

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top