La Mente de MK
Espero que les guste~
Nota: ¡Muchas gracias a hikaru-fukawara por toda la ayuda! Ella básicamente escribió este cap xD
Aterrizaron y miraron a su alrededor, algo asombrados, el lugar parecía una especie de paisaje muy bonito a simple vista, con el suelo cubierto de pasto y con algunas flores de colores, incluso parecía haber pájaros en algún lado porque podían escuchar sus cantos, con mariposas coloridas volando por allí pero lo que más llamo su atención fue el gran árbol en el centro de todo. No sabían que tipo de árbol era, parecía extraños y no podían identificarlo pero era gigantesco y muy alto, la madera luciendo oscura y ligeramente brillantes, con hojas verdes con detalles en amarillo decorando la copa de todo. Todo parecía muy natural, excepto las múltiples casas que había entre las cosas, conectados entre si por puentes colgantes y de madera
-Pensé que tendría algo más...fiestero...- comento Wukong sin poder evitarlo, algo asombrado por toda la naturaleza. -...como ese lugar ruidoso y colorido al que va con Mei usualmente-
-Este lugar me parece vagamente familiar- murmuro Macaque con algo de sorpresa.
-¿Que clase de lugar visitas?- enarco una ceja. Alzaron la vista, viendo las pequeñas casas y decidieron investigar pero cuando intentaron saltar, se dieron cuenta con sorpresa de que no podían al decir verdad. -Oh...- eso no se lo esperaban
-Supongo que tendremos que hacerlo a la antigua- suspiro, acercándose a una cuerda que colgaba a un lado del árbol y que parecía llevar a una de las casa más cercanas. Se agarro y empezó a subir, el dios quejándose entre dientes mientras hacia lo mismo.
En el exterior
En el exterior, las cosas estaban un poco más tranquilas, el de anteojos deteniendo lentamente el extraño discurso que había estado leyendo, el dorado parpadeando sobre sus ojos castaños, desapareciendo por completo después de parpadear un par de veces. Lucia agotado, tambaleándose, el demonio cerco acercándose para sujetarlo y ayudarlo a mantenerse en pie.
-¿Estas bien?- pregunto Pigsy con preocupación.
-Estoy bien...algo cansado- suspiro Tang, apoyándose, sintiéndose agotado de repente. Todos los ojos se fijaron en el trio recostados en los colchones en el suelo, con expresiones tranquilas, notando como sus respiraciones parecían estar sincronizadas y los símbolos en sus frentes aun brillaban suavemente. -Espero que lo encuentren...antes que el Baku- murmuro para si mismo con preocupación, agitando ligeramente la cabeza para despejar la mente. -Sandy, cierra las cortinas. Necesitamos velas, Red Son y necesitaré tu ayuda esta vez. Pigsy consigue unos espejos...Nezha. necesito algo de tu poder para lograr hacer el otro ritual. Necesitamos mantener contacto con ellos- ordeno con inusual seriedad.
-¡Entendido!- asintieron los demás rápidamente, el demonio cerdo ayudando a su amigo a sentarse antes de correr para hacer lo que le habían pedido. Colocaron con mucho cuidado los espejos alrededor del trio dormido, dos grandes espejos fueron puestos en un ángulo de "L", con el más largo cubriendo las tres cabezas y el más corto uno de los costados. Red Son y Mei prendieron las velas con sus poderes, la habitación apenas iluminada gracias a eso.
-Nunca le hables a alguien cuando duerme...nunca duermas con espejos cerca...-susurro lo que antes había leído, viendo el fuego de las velas reflejándose en los espejos. Esperaba que funcionara.
En el interior
La subida era extrañamente larga al decir verdad, lo que sorprendió un poco al par. Parecían estar tardando en subir así simplemente pero no parecía que tuvieran mucha opción al decir verdad.
-Este....este lugar es extraño -menciono el mono de pelaje claro, frustrado de no poder saltar. Era como si ese lugar les restringiera algunas cualidades, como su gran habilidad de saltar a grandes distancias.
-Es la mente de MK, talvez este sitio mantiene algo que lo protege- comento el de pelaje oscuro, sin saber exactamente que más decir. Estaba bastante arto de escuchar las quejas y las ganas de patearlo solo crecían conforme subían, así que estaba aliviado cuando llegaron a la primera casa.
-Estuvo aquí...- la superficie de la casa estaba arañada y con algunas partes rotas, incluso había mordiscos de gran tamaño en el techo y con la puerta desaparecida, mostrando el interior oscuro y vacío a simple vista.
-Que desastre...- Macaque se inclino ligeramente, sus dedos rozando una de las marcas de garras en el suelo de la pequeña casa.
En el exterior
-No dudo de ninguno de ustedes, mis amigos...pero...-hablo Sandy, acariciando ligeramente a Mo para no retorcer sus dedos. -...¿Están seguros de que esto funcionara?- pregunto, señalando los espejos, viendo como el de anteojos dibujaba unos símbolos con tinta negra en los bordes.
-Tranquilo...esto va a funcionar- a pesar de la confianza con la que hablaba Tang, estaba nervioso y algo indeciso, solo estaba siguiendo instrucciones. -Nezha, ¿puedes pasar algo de energía a los espejos? Solo un poco, no debe ser constante-
-Por supuesto- el príncipe se acerco a los espejos, extendiendo sus manos y cerrando los ojos para concentrarse, sus manos empezando a brillar suavemente.
-Bien...- el humano asintió, leyendo nuevamente el pergamino. Ya habían hecho la parte más fácil, ahora quedaba lo difícil. -Espero que alguno hable dormido...-
-¿Hablar dormido?- Red Son enarco una ceja, sin entender esa parte.
-Es para crear un un puente entre el mundo de los sueños y la realidad, así podemos ver este mundo- respondió, repitiendo lo mejor posible lo que había leído. -Si esto se hace bien, podremos hablar con ellos, quizás ayudarlos y guiarlos a través de la mente de MK- miro al trio dormido y espero, impaciente, todos los presentes algo nerviosos y tensos.
En el interior
Los monos miraron a su alrededor, sin saber que hacer, cuando una repentina risa resonó por el lugar. Ambos se sobresaltaron, intentando seguir el origen del sonido con sus oídos. La risa se corto, dejando lugar a un ruido desagradable, como si alguien estuviera masticando de la manera más ruidosa posible.
-¡Viene de allí!- Wukong señalo dentro de la casa, justo en la oscuridad y como siempre, se lanzo sin pensar.
-¡Espera!- Macaque hizo una mueca al ver al dios desaparecer en la oscuridad dentro de la casa dañada, dejando escapar un largo suspiro. -Maldito estúpido...- corrió para adentrarse también. Cuando entraron, sintieron el suelo bajo sus pies desaparecer, una queja saliendo de ambos cuando empezaron a caer y bufando cuando cayeron sobre algo con fuerza. -Como te odio...- gruño entre dientes, levantándose.
-...dime algo que no sepa- bufo el dios, copiándolo. Levantaron la vista al escuchar una horrible risa, abriendo los ojos con sorpresa al ver a quien buscaban a allí, con una linterna negra y morada muy familiar en su boca. Se veía tan feo como en las ilustraciones del pergamino.
-Bastardo...- gruñeron al verlo. Era grande, mucho más grande que ellos, con lo que parecía ser su cola moviéndose con deleite.
-¡Son unos tontos!- se rio de ellos, aunque no parecía necesitar su boca para hablar teniendo en cuanta que ni siquiera la movió. -No espere que vinieran a detenerme...- sus orejas se movieron, como si estuviera escuchando algo que ellos no. -...me voy, el guardián se acerca- rio, la linterna que sujetaba con su boca moviéndose ligeramente. -Deberían irse, el guardián de aquí no es muy amigable- rio con maldad y luego se alejo de ellos haciéndolos reaccionar, corriendo tras aquella cosa con todas sus fuerzas.
-¿A que rayos se refería con "Guardian"?- pensó Macaque con una ligera mueca. Justo cuando estaban por alcanzar a aquella criatura, alguien más se unió de repente, deteniéndolos en seco, el Baku tropezando y soltando la linterna en el proceso. Alguien completamente dorado y con una apariencia reconocible con mucha facilidad que se estaba inclinando para agarrar la linterna caída.
-¡¿Eres tu?!- chillo el dios al ver a la figura dorada, era difícil no adivinar quien era.
-Eso...parece...- el mono de las sombras estaba asombrado y confundido pero no dudo en hacer aparecer su bastón oscuro. Si eso era un guardián, los iba a atacar sin importar cuales fueran sus intenciones.
En el exterior
-¡Al fin!- tomo por lo menos 20 minutos a que alguno soltara una palabra dormido, aunque fue un simple murmullo que venia de MK pero igual sirvió. El reflejo que mostraban los espejos se nublo, empezando a cambiar, mostrando esta vez a los mono y al Baku, tiesos frente a una figura dorada, quien fue el primero en atacar y a los otros no les quedo más que defenderse como se podían, intentando no dañar el lugar en el que estaban.
-Y yo que pensé que su mente iba a estar llena de fideos- murmuro el demonio pelirrojo.
-Ese lugar...- Mei vio en lugar que el espejo mostraba, tardando un poco en reconocerlo. -...¡es el teatro de sombras de Macaque!- recordaba muy vagamente ese lugar pero era extrañamente reconocible.
-¿Teatro?- Nezha enarco una ceja ante eso.
-Algo que ya ocurrió hace mucho- Pigsy negó con la cabeza.
-Ese lugar debe ser donde guarda los recuerdos de Macaque...- murmuro Tang, pensativo. La figura dorada se veía exactamente como el mono de las sombras pero completamente dorado, moviéndose con agilidad y precisión, haciendo que sus contrincantes lucharan para defenderse. -...y ese debe ser su guardián-
-¿Un guardián?- Sandy estaba confundido.
-¿Como un guardián de los recuerdo?- Red Son enarco una ceja.
-Vaya guardián- rodo los ojos la chica dragón.
-Debe estar reaccionando a la pelea en su zona...- el de anteojo murmuro para si mismo. -...el Baku parece temerle...- noto como el cobarde comedor intentaba alejarse, retrocediendo ante cada ataque del Macaque dorado. -...debe haberlo estado evitando-
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