Sun Wukong: Black Myth #4
Espero que les guste~
Nota: A mi no me pueden engañar, el Bajie del juego es un jabalí xD
Nota-2: ¿Me falta alguna versión de Sun Wukong con la que hacer un crossover? 🤔
MK no tiene muy en claro lo que pasa por la mente de Tao después de su demostración de poder en el desierto. No parece particularmente enojado aunque es difícil de decir teniendo en cuenta que su expresión es mayormente seria a excepción de pequeños momentos donde se expresa, y hasta parece más tranquilo en ciertas cosas pero aun, el menos puede sentir su mirada encima de vez en cuando, incomodo ante la sensación de ser analizado. Es un poco extraño.
-¿Estás molesto conmigo?- su entorno vuelvo a cambiar, como si estuvieran en el interior de una caverna o algo así, y MK ya no puede resistir la tentación de golpear. -Porque no tenía la intención de ocultarlo, en serio que no, pero no sabía cómo decírtelo- Tao se detiene para mirarlo, enarcando una ceja en su dirección, solo para bufar ligeramente y darse media vuelta, empezando a caminar una vez más. -¡Oye!- dio grandes pasos, casi trotando para mantenerse al día lo mejor que podía con los grandes pasos del mono más grande que no parecía tener problemas con dejarlo medio atrás. Tao solo agita su cola, sin voltearse a mirarlo o hacer amague de aminorar su paso, con su bastón apoyado esta vez contra su hombro en una pose casi ofendida y tranquila. -¡No puedes ofenderte así!- hizo un puchero, bufando entre dientes antes de dar un pequeño salto para hacer aparecer su nube voladora abajo de si y flotar a la altura ajena, cruzándose sus piernas. El mono grande enarco una ceja en su dirección y a pesar de su expresión serie, MK podía notar una cierta diversión en sus ojos. -¿Qué se supone que te iba a decir?- hizo un gran gesto, ignorando como parte de su pelaje se estaba erizando un poco en su apuro por hablar. -"Hey, soy MK, el sucesor de Sun Wukong de otro mundo que por accidente o casualidad, cayo aquí y decidió seguirte porque me llamaste la atención"- hizo una mueca ante sus propias palabras. -Vamos, si no me creíste cuando te dije que no era un cachorro, eso suena aun menos creíble-
Tao tarareo para si mismo, pudiendo entender el punto ajeno. Eso sonaba como algo realmente loco que no habría creído si no fuera porque estuvo presente para verlo, para sentir esa energía de puro poder que lo había tomado por sorpresa. Hay mucho poder puro en un cuerpo realmente pequeño y que parece inofensivo pero su nariz no miente. El pelaje esponjado y castaño huele a cachorro, del tipo joven que debería estar jugando y haciendo bromas a quienes están a su alrededor, pero cuando lo miras bien, por momentos, puede notar el peso en sus hombros que desconoce su origen. Las cosas parecen funcionar diferente en ambos mundos.
-¿Si lo entiendes?- MK se relaja cuando el más grande asiente. Tao no esta enojado, solo parece haberse tomado un poco de tiempo procesar lo que vio, algo que el menor puede comprender. -¡Que bueno!- se mueve y salta, subiéndose al hombro ajeno una vez más, dejando que su nube desaparezca. El mono más grande solo sonríe con cierta diversión, moviendo su mano libre para acariciar la cabeza ajena, el menor sonriendo ante el gesto. -Aunque aun no entiendo toda la cosa de "cachorro"- no pudo evitar comentar. -Sé que soy pequeño, no tengo la culpa de que tu mundo sea tan grande pero...- hace un gesto.
Tao lo interrumpe. Con una de sus garras, toca la nariz de MK, quien parpadea y lo voltea a ver, justo a tiempo para que el mono grande toque su propia nariz en una respuesta sin palabras.
-¿Es por el olor?- el menor levanta su manga para oler su pelaje, frunciendo el ceño con cierta confusión. Aun no lo entiende pero supone que, al lado de demonios que tienen más de 100 años, puede parecer realmente joven al lado. Así que tendrá que aceptarlo.
En todo caso, entre más avanzan, más se dan cuenta de que están más bien en una zona congelada y con algo de nieve cayendo, con nieve y hielo por doquier. Un gran cambio si lo comparaban con el desierto en el que habían estado. Y MK tiene que ser sincero, no esperaba tener la oportunidad siquiera de conocer a alguna de las versiones de sus amigos de ese mundo, porque todo eso parece suceder mucho después del viaje original, así se lleva una gran sorpresa cuando aquel enorme platillo se abre y algo que esta bastante seguro de que parece un jabalí demonio sale, tropezando en el borde hasta caer de lleno en la nieve. Se queja y maldice un poco mientras se levanta, sacudiendo la nieve de su ropa.
-¡Si que te has tardado!- se voltea a verlos y el menor no tiene muy en claro como sentirse. Su papá es un cerdo, se supone que es hasta el descendiente de uno de los compañeros originales del viaje de Monkey King, pero esta versión se ve más como un jabalí, con el pelaje castaño y pequeños cuernos que parece que salen de su boca. -Ya me estaba cociendo vivo- se mueve para agarrar su arma medio enterrada en la nieve, la cual apoya contra su hombro al avanzar hacia el mono, quien enarca una ceja en su dirección. Parece que tampoco se había esperado la presencia del cerdo, quien analiza el rostro ajeno. -Ah, el mismo aspecto otra vez. Pelaje denso y cara de amargado- bufo con cierta burla y Tao solo lo miro, sacudiendo bruscamente la cola. -Genial, otro mudo- rodo los ojos y es entonces que se fijo en el menor, el cual se enderezo un poco más en los hombros del más alto. -¿Quién es el mocoso?-
-¡No soy un mocoso!- se eriza con cierta indignación. Se baja de un salto, satisfecho de ver que son casi de la misma altura, e ignorando como sus pies se hunden en la nieve. No esta acostumbrado a esto, aunque agradece el pelaje que evita que sienta demasiado el frio a su alrededor. -Soy MK, lo he estado acompañando en esta misión desde el principio- se lleva las manos a la cintura con cierto orgullo, moviendo la cola, y sonriendo pero el otro no parece muy impresionado.
-Eres un mocoso- hace un pequeño gesto con su mano libre, luciendo burlón de alguna manera y el menor frunce el ceño. Este si que no se parecía en nada a su papá.
-¡Y tu eres un jabalí!- lo señala de manera casi acusadora, logrando al menos molestarlo un poco.
-¡¿Estás intentando usar eso como insulto?!- sacude su arma y MK le saca la lengua en un gesto infantil, algo que solo parece empeorar la situación. Mientras el pequeño mono corre en circulos, huyendo del furioso jabalí que obviamente quiere golpearlo con su arma, Tao solo puede suspirar ligeramente. Su viaje parece estar por volverse un poco más ruidoso. Solo podía esperar que esos dos se llevaran bien y no causaran demasiados problemas.
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