Reencuentro

Espero que les guste~

Nota: Estuve leyendo una vez más mis libros anteriores, para ver si puedo hacer la continuación de alguno de los tantos Au que escribí hasta el momento, y esto vino a mi mente

Nota-2: Creo que alguien me pidió algo de esto o quizás algo parecido, no estoy del todo segura pero voy a aprovechar mi tiempo de vacaciones para intentar ponerme al día con ideas y peticiones, así que por favor, no duden en dejar su comentario aquí y lo cumpliré en cuanto pueda

Nota-3: Para aclarar en caso de duda, estos son de Sun Wukong: Reborn. En esta peli, Macaque no aparece pero yo hice mi propia versión de él que aparece en el libro 2 si mal no recuerdo ^_^

Incluso si la primer experiencia de MK con respecto a la meditación fue a presión pura, con el temor de que su amigo saliera lastimado por un guardián que insistía que su corazón estaba en discordia y su mente era un desastre o algo así, él esta dispuesto a darle otra oportunidad...principalmente porque Sandy sigue insistiendo que seria bueno para él.

-La meditación es para que la mente este pacifica y el cuerpo tranquilo- es algo que el grandote de piel azulada sigue repitiendo y MK no puede entenderlo del todo, sin importar cuanto lo intente, pero solo se permite asentir y dejar que el otro continúe. Solo accedió porque el demonio luce entusiasmado de compartir aquello y él esta dispuesto a intentarlo, en especial si hace feliz a su amigo. -Te da la oportunidad para pensar en tu pasado y aprender de este-

-¿No puedo solo...olvidarlo?- sabe que no puede. Por mucho que haya decidido mantenerse en el presente a pesar de que las heridas del pasado y de todo lo que aprendió siempre están ahí, aprendiendo en un constante recordatorio, no es algo que se supere de un momento a otro.

-Me temo que no, amiguito- y luce arrepentido, triste.

-Me imagine que dirías eso- le resta importancia como lo a estado haciendo desde que había que las cosas como el sucesor se habían puesto malas. Aun tenía pesadillas con todo lo que había vivido hasta el momento y solo habían empeorado, incluso si él en teoría había aceptado lo que era y demás. -Como sea, hagamos esto de una vez- bufo con un puchero ligero, cerrando los ojos, su apariencia fallando de humano a demonio. Puede sentir la mirada preocupada de su amigo, algo que se a vuelto común en la mayoría cuando lo ve últimamente, y solo se concentra en mirar hacia dentro, hacia sus recuerdos y demás.

El rostro de Lady Bone Demon aun lo persigue, murmurando cosas que lucha por ignorar, y ella solo le sonríe con orgullo, divertida y burlona, mientras la imagen de su versión mono se eleva por encima de ella. Se ve más grande ahora, más salvaje y peligroso, susurrando suplicas fingidas para que liberara todo su poder.

-Odio esto- y dispone a ignorarlos, haciendo oídos sordos a lo que hablan pero no puede luchar contra el repentino anhelo que lo llena. Le gustaría poder alejarse un poco de todo, de la ciudad llena de gente con poderes por culpa de su decisión, de los amigos que lo vigilan de cerca y se preocupan como si fuera a suicidare en cualquier momento.

Solo quiere descansar.

-¡MK!- la voz de Sandy lo trae de vuelta a la realidad, pudiendo identificar con facilidad su miedo y terror, abriendo los ojos justo a tiempo para ver una llamarada amarilla emerger del suelo y rodearlo.

-¡Sandy!- su amigo esta ahí, del otro lado, luciendo preocupado y desesperado pero manteniendo los pies firmes en el suelo, luchando contra una especie de fuerza que lo mantiene alejado. MK mantiene sus ojos en él mientras el amarillo lo termina de rodear y lo sobre por completo en una especie de capsula momentánea, que solo dura unos tensos segundos, antes de caer.

Mostrando que su entorno acaba de cambiar.

Esta en el medio de un bosque de algún tipo, con los arboles grandes que se alzan por encima suyo y las hojas de un verde precioso en la parte superior, los rayos del sol de pleno día colándose por cada pequeña apertura que puede para iluminar todo. MK se permite cerrar los ojos por unos segundos. Puede escuchar el canto de los pájaros resonar un poco, diferentes tonos y sonidos, además de que el olor a naturaleza pura llega a su nariz, tierra húmeda y bosque puro. Lo llena de cierta paz.

-Yo...- abre los ojos una vez más, moviéndose para levantarse, repasando lo que sucedió antes en su mente. -...no sabía que aun podía teletransportarme- se miro las manos con el ceño fruncido con confusión. Lo había podido hacer antes, con la piedra del poder del emperador, pero ya no la tenía y eso era raro. Debería intentar hacerlo otra vez, incluso si no tiene muy en claro si ese poder fue obra suya o de alguien más, pero quiere disfrutar un poco de la tranquilidad del bosque. -Solo serán unos minutos- se convence a si mismo, esperando que sus amigos pudieran perdonarlo, para luego transformarse con un destello dorado. -¡Modo mono!- agita la cola. Logro agarrarle un cierto cariño a esa forma.

Se mueve de árbol en árbol. No usa su nube, ni nada de sus poderes, solo usa esa parte animal que aun se esta acostumbrando a abrazar y salta tantas ramas como puede, sintiéndose repentinamente libre y salvaje de una manera tan emocionando que lo hace sonreír enormemente. Disfruta enormemente el tiempo al aire libre y de alguna manera, lo llena de una repentina tranquilidad muy bienvenida.

-Te dije que este no era el camino...- se endereza ante la voz y se mueve con cautela, guiado por la curiosidad, enganchando su cola en una de las ramas más bajas que encuentra para poder colgarse de cabeza y asomarse apenas para observar. Hay una especie de camino en el medio del bosque, de tierra y sin pasto, por donde pasan dos seres muy particulares. Monos, demonios monos para ser más especifico, mucho más grandes que él. -...pero tu nunca quieres escucharme- el de pelaje entre negro y banco habla, haciendo un gesto con una de sus manos, su larga cola balanceándose con cada paso.

-Oh, lleva tu dramatismo a otro lado- el de pelaje castaño oscuro rueda los ojos con cierto fastidio pero no hay real ira en sus palabras, empujando su hombro contra el ajeno. Su propia cola se mueve un poco más, animado. -¿Donde quedo tu sentido de aventura?- sonríe apenas, divertido y en señal de broma.

-En el infierno- es seco al responder y a pesar de eso, el de pelaje castaño bufa, riendo entre dientes. Siguen hablando, ambos ignorantes de como los ojos de MK se ilumina al verlos. Los reconoce, incluso si a pasado un tiempo desde que los vio por última vez, y verlos de repente lo llena de emoción pura mezclada con felicidad sincera

-¡Son ellos!- y se mueve sin pensar, usando la velocidad de su poder, apareciendo frente a ambos en un destello dorado. -¡Gran King! ¡Macaque!- alza los brazos con una gran sonrisa, su cola moviéndose tan rápido como la de un perro emocionado. El par, que sabe que son Wukong y Macaque de ese mundo en particular, solo lo miran fijamente. Lucen confundidos y sorprendidos, con los ojos bien abiertos, analizándolo y el chico tarda unos segundos en recordar un detalle. Nunca lo vieron como un mono, no había podido hacer eso cuando los conoció. -¡Soy yo, MK!- deja caer la apariencia de mono, mostrándose como humano, y eso parece ser suficiente como para hacerlo reaccionar.

-¡MK!- avanzan y muy pronto, el sucesor se encuentra entre ambos, siendo abrazado con fuerza. Esta siendo medio aplastado, porque ellos parecen estar olvidándose del control de fuerza de momento, pero no le importa y se esfuerza por aferrarse como puede a ambos, hundiendo el rostro en el pelaje de alguno, sintiendo unas repentinas ganas de llorar y reír de felicidad.

Los había extrañado mucho.

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