Gravity Falls

Espero que les guste~

Nota: Gravity Falls sigue siendo uno de mis programas favoritos en el mundo entero ^_^

Nota-2: Para su mala suerte, mi personaje favorito es Stanley ¡Lo adoro con toda mi alma! :3

Nota-3: Un crossover que nadie pidió y seguro que no se esperaban pero si Steven Universe puede llegar a un lugar como Gravity Falls, MK también puede xD

-¿Eh?- MK miro a su alrededor con confusión. Estaba en medio de la naturaleza, con el pasto verde ligeramente iluminado por el sol que lograba entrar entre la copa de los altos pinos que lo rodeaban, algunos de tronco gruesos y finos, puedo oler el fuerte aroma a tierra mojada entre todo lo demás y escuchando el cantar de algunos pájaros entre gruñidos muy lejanos. -Oh- parpadeo y se froto los ojos con cierta brusquedad, casi como si esperara que su nuevo entorno cambiara una vez más y se encontrara en la montaña de su maestro, rodeado de sus amigos y con las burlas de Mei sonando más fuerte que los reclamos preocupados de su papá, pero eso no sucedió, él aun estaba en medio del bosque. -¿Me...teletransporte por accidente otra vez?- una lenta mueca se dibujo en su rostro, sintiéndose algo frustrado. Después de todo el asunto de haber detenido los ciclos y todo lo demás, se dio cuenta de que se gano algunos poderes nuevos que no había esperado, y aunque la primera vez que uso la transportación fue relativamente sencillo, crees que por la presión de la situación, sus siguientes intentos fueron muy malos.

En serio, a veces lograba llegar a donde quería pero en otras ocasiones había terminado en cualquier otro lado, a veces muy lejos de su hogar. Rayos, hasta había usado su poder cuando estaba dormido más de una vez. Era frustrante.

-Oh, por todos los...- se mordió la lengua, haciendo gestos bruscos, los bordes de su cuerpo brillando en dorado y haciendo que su apariencia fallara unas cuantas veces, logrando sacudir la cola con molestia cada vez que aparecía. Aunque eso no duro mucho al decir verdad, terminando por suspirar con cierta resignación. -Bueno, la practica hace al maestro o eso dice el dicho- se enderezo, llevando las manos a la cintura a la vez que quedaba como humano, sin fallas ni brillo ahora. Respiro profundo, disfrutando el aroma a naturaleza sin el humo y todo lo que viene con estar cerca de la ciudad, sonriendo ligeramente. Había una cierta paz en ese bosque pero también un aura de misterio a su alrededor y tuvo que empujar la repentina necesidad que lo invadió de adentrarse. Aun tenía algo importante que hacer. -Tengo que averiguar en donde estoy- se palpo los bolsillos en busca de su teléfono, soltando un sonido de victoria al encontrarlo pero desinflándose con decepción al notar que no tenía señal alguna. -Bueno, conexión astral será- lo volvió a aguardar a favor de buscar en lo profundo de su mente la conexión con su maestro pero por mucho que lo intenta, es inútil. Es como si algo lo estuviera bloqueando de alguna manera.

Ah, tiene muy mala suerte en este punto de su vida.

-Rayos- bufo con un puchero ligero y se endereza cuando se percata de un detalle muy particular. Esta siendo observado, puede sentir miradas fijas en su nuca, y en pocos segundos, puede escuchar el sonido de las hojas que se remueven, acompañado de quejas en susurros para nada discipulados. Se voltea, justo a tiempo para ver un arbusto removerse hasta que dos niños salen, tropezando y cayendo al suelo con un grito. Parecen estar peleando entre ellos. 

-¡Te dije que dejaras de moverte tanto!- el que habla es el chico, su cabello castaño alborotado y con algunas hojas encima, su gorra blanca y con un pino azul en frente se cae entre su forcejeo. -¡Nos delataste!- empuja ligeramente el libro que se le cayo, de seguro para evitar que se estropeara o algo así.

-¡Fue tu culpa!- habla la chica esta vez, su cabello del mismo tono ajeno pero más largo, vistiendo un suéter a pesar de la sensación de calor que esta presente en esa zona y que se mueve para están encima del otro, empujando sus manos con barro contra el rostro del chico, quien grito con reclamo y asco. -¡No dejaste de calvarme tu huesudo codo en el costado!-

-¡N-No soy huesudo!- reclama con las mejillas roja y sus propias manos llenas de barro no tardan en alzarse, ensuciando el rostro de ella y logrando quitarse de encima.

-¿Eh?- MK parpadeo y relaja su postura, permitiéndose sonreír con cierta diversión. Puede ver de lejos que son hermanos, más haya del comportamiento, porque tienen características físicas y un rostro muy parecido entre si. Cree que pueden ser mellizos o gemelos, no lo tiene muy en claro pero es muy divertido verlos pelear. Su atención se desvía ante el libro en el suelo y se acerca un par de pasos para poder agarrarlo, mirándolo con cierta curiosidad, ignorando de momento que la pelea entre el par se detuvo de repente y ahora lo están mirando una vez más porque esta más concentrado en otra cosa. El libro es de un tono rojo muy oscuro, algo grueso y con papeleas que amenazan con caerse en cualquier momento, con un aspecto desgastado en señal de que había pasado por mucho pero que había sido muy bien cuidado. Sus dedos recorren la mano dorada de seis dedos que esta pegada en la tapa, preguntándose por el enorme 3 que puede ver y resistiendo la tentación de abrirlo. No le gustaba que revisaran su cuaderno de bocetos sin permiso y respeta el libro ajeno. -¿Me estaban espiando?- vuelve su atención a ellos, sonriendo con diversión y enarcando una ceja, pudiendo notar que comparten una mirada entre ellos antes de moverse para levantarse. MK se muerte el interior de la mejilla y llora en su mente al darse cuenta de que apenas es más alto que ellos. Son niños y él un adulto pero solo los sobrepasa por unos pocos centímetros que son fáciles de ignorar.

Maldice un poco a los mundos raros y sus diferentes niveles de estatura.

-En realidad, estábamos explorando- habla él, luciendo inseguro, agarrando su gorra para ponérsela y fijando sus ojos en el libro, suspirando con alivio cuando MK decide devolvérselo.

-¡Si y tu de repente apareciste en una explosión dorada!- los ojos de ella brillan mientras hace un gesto exagerado y sonidos, lleno de esa energía nerviosa que parece no caber en un cuerpo tan pequeño. -¡Fue super genial!- aplaude, sonriendo ampliamente y mostrando los aparatos pegados a sus dientes. -¡Y tenias cola por unos segundos!- sacude las manos con emoción apenas contenida, pareciendo encantada con ese detalle y el mayor hace una mueca ligera. Así que lo habían estado mirando por un tiempo y él estuvo muy distraído para darse cuenta al principio.

-Tu apariencia fallo, te veías diferente por segundos. Más peludo y con cola, quizás como una especie de animal o algo así- él revisa su cuaderno, pensativo, como si estuviera analizando las paginas en busca de algo en especifico y MK alcanza a notar apenas las hojas llenas de tinta, en dibujos que llaman su atención y palabras que no alcanza a leer pero espera que pueda ver mejor después, si es que el menor se lo permite. -El diario no dice nada de algo que haga eso- sus ojos se abren con un jadeo ligero, sus manos torpes apresurándose a llegar a una hija en blanco. -Quizás sea algo nuevo que pueda documentar para sorprender al tío Ford- eso parece emocionarlo lo suficiente como para lucir como el niño que realmente es.

-¡Tu primera entrada original, hermanito!- ella no duda en sonreír, pareciendo genuinamente feliz por él, mientras MK solo puede parpadear con cierta confusión, observando con cariño como él suelta un chillido ligero mientras lucha por rebuscar en el interior de su chaleco. Pero entonces, la niña jadea cuando algo parece venir a su mente de repente y su el castaño estuviera en su modo mono, su pelaje se estaría erizando con sorpresa cuando ella se volteo de repente a verlo. -¡¿Eres un hombre lobo?!- con estrellas en sus ojos.

-No seas tonta, Mabel. No puede ser un hombre lobo- el niño bufo, casi exasperado por alguna razón. -Su cola era demasiado larga y flexible para que sea algo así-

-¡No arruines mi ilusión, Dipper!- hizo un puchero, apenas molesto pero muy decepcionada ante la idea de no conocer a aquel ser de fantasía, cruzándose de brazos por unos segundos.

-En realidad...- decidió hablar, logrando que ambos lo miraran con curiosidad. -...no soy un hombre lobo, aunque creo que son geniales-

-¡Son super geniales!- Mabel, por lo que escucho, no duda en extender su mano en su dirección y él bufa, riendo entre dientes antes de chocar su mano contra la ajena, logrando que su sonrisa solo se agrandara. -

-Entonces, ¿Qué eres?- Dipper muerte la parte trasera de la lapicera que logro sacar del interior de su chaleco, mirándolo con el ceño apenas fruncido en señal de concentración, luciendo como si lo estuviera analizando en busca de respuestas a simple vista.

-Esa es una muy buena pregunta- sonrío con nerviosismo porque eso es algo que aun lo confunde y no tiene muy en claro como responder. Ah, su crisis existencias atrasada, ya puede sentir que vuelve con venganza. -Y estaré encantado de responder lo que pueda, si ustedes pueden decirme algo- se apresura a agregar eso último al notar que se animan, abriendo la boca en preparación para un torrente de preguntas y MK no tiene muy en claro que esperar de ese par. -¿Dónde estoy?- porque eso era lo principal que quería saber.

-En Oregón- fue lo primero que dijo él, haciendo una mueca para si mismo al darse cuenta de que algo le falto.

-Más especifico, en un pequeño pueblo llamado Gravity Falls- ella se llevo las manos tras la espalda, balanceándose apenas en su lugar. -¡Bienvenido!- levanta las manos de repente, con brillantina sacada de quien sabe donde cayendo entre ellos y mientras Dipper se queja de la brillantina que llega a su cabello, Mabel riéndose con diversión, MK solo puede parpadear.

¿Gravity Falls, Oregón? Esta muy lejos y lo peor de todo es que tiene la sensación de que ni siquiera esta en su mundo. En serio que su suerte es muy extraña.

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