Abrazo
Espero que les guste~
Nota: Me falto un abrazo entre estos dos en la serie, así que aquí esta :3
Nota-2: Puedo admitir que...me inspire un poco de más. Mi mente divago mucho mientras escribía esto xD
Nota-3: Con el doblaje en ingles, se confirma que Wukong y MK vienen de la misma piedra. Supongo que eso los convierte en hermanos...vaya, me esperaba que fueran familiares o hubiera alguna conexión entre ellos pero no pensé que serian hermanos O_o
MK es expulsado de aquel lugar en que el había estado hablando con aquel con serpientes por cabello y de repente, esta de nuevo con sus amigos, cayendo al suelo con un bufido. Su pecho se siente un poco sensible por la energía con la que fue golpeado y se siente algo aturdido pero cualquier dolor o molestia que sintiera se borra de su mente en el instante en el que alza la vista de casualidad y lo ve. El cielo esta completo, sin rastros de las grietas, y todo parece en repentina calma, en una señal de que su loca idea había funcionado perfectamente.
El mundo estaba a salvo sin necesidad de su sacrificio.
-¡Lo hicimos!- ríe, algo incrédulo pero sobre todo, lleno de alivio. Él esta vivo, pudo cambiar su supuesto destino y ahora, puede continuar su vida con toda su familia. Esa se siente como su mayor victoria.
-¡MK!- el mencionado grita cuando siente un peso repentino en su espalda, brazos que lo rodean desde atrás, pero se relaja y vuelve a reír en cuanto reconoce a Mei, quien esta entre risas y lagrimas contra su hombros mientras se aferra, negándose a soltarlo pronto. Sandy no tarda mucho en acercarse, cayendo de rodillas a su lado, compartiendo una gran sonrisa antes de que el mayor se inclinara para abrazarlo como pudiera sin apartar a la chica y el menor se contenta con apoyarse en el hombro ajeno, sin sorprender mucho cuando pronto los demás se unen. Tang rodea con sus brazos al cerdo y a la chica, dejando caer sin mucho problema su báculo, al mismo tiempo que Wukong logra colarse para abrazar al chico y golpear suavemente sus cabezas juntas en un gesto cariñoso lleno de alivio. Sandy es quien los rodea a todos con sus fuertes brazos, apretándolos sin hacer ningún daño, susurrando palabras llenas de alivio entre lagrimas.
MK se contenta con estar en medio de todos, aferrándose a quien puede, aliviado. Nos los perdió y al mismo tiempo, ellos no lo perdieron. Nadie murió, sin importar lo que el destino supuestamente escrito en piedra dejara, nadie tuvo que morir por el bien mayor.
-¡Tenemos que hacer una gran fiesta!- Mei declara en cuanto todos logran recomponerse y soltarse, levantándose de un salto, con las manos alzadas. -Con mucha comida, decoraciones, fuegos artificiales...- sus ojos se iluminan cuando algo viene a su mente. -...y tenemos que invitar a Red Son- hay algo maligno en su sonrisa y en la forma en la que golpea apenas sus dedos entre si, en una imitación rara a un villano de una peli. -Morirá de envidia cuando le contemos todo- y suelta una risa entre dientes.
-Mei...- Pigsy la mira con cansancio pero ni él puede contener su diversión, bufando para no reírse ante la actitud ajena.
-Permíteme contar la historia a mi, soy el mejor para eso- Tang no duda en inflar el pecho con orgullo, ignorando como el cerdo y la chica ruedan los ojos con cierta burla, aunque no le dicen lo contrario.
-Oh, preparare un té especial y hare galletas caceras para la ocasión~- Sandy da pequeños aplausos, siempre feliz de poder hacer algo y compartirlo con todos.
-Una celebración suena genial, podemos hacerlo en mi montaña- Wukong habla y él mismo esta un poco sorprendido por su disposición a tener a tanta gente en sus tierras pero les sonríe a todos cuando lo miran, sincero. -Ahora tengo una casa bien construida- les guiña el ojo y el chef es el primero en enderezarse con orgullo, mientras la chica se ilumina de felicidad.
Mientras tanto, MK los mira, sonriendo con cariño puro ante la felicidad que todos muestran después de los problemas y la angustia, pero su expresión decae un poco, frunciendo el ceño con confusión. Su mente cansada tarda unos segundos en darse cuenta de que alguien le falta y siente una momentánea punzada de pánico en su pecho que muere tan rápido como aparece en cuanto se voltea, encontrando fácilmente a quien buscaba. Macaque esta un poco más allá, apartado, de brazos cruzados y aunque su expresión se mantiene en blanco, hay un cierto cariño mezclado con diversión en sus ojos mientras los ve. Hay un cansancio notable en su postura, con su traje sucio además y el pelaje despeinado.
La culpa llega a MK como un balde de agua fría.
Macaque había intentado detenerlo y hacerlo razonar pero en medio de su desesperación, lo ignoro, totalmente convencido de que su sacrificio era la única salida y negándose a siquiera pensarlo un poco en su momento. Lo ataco, lo empujo y lo ignoro, eligiendo hacer oídos sordos ante sus palabras pero al final, el domador de sombras tenía razón. Había otra salida, solo tenía que detenerse y pensarlo un poco mejor.
Y ahora, se siente como el mayor tonto de todos.
-...eso me pasa por terco...-hizo una mueca para si mismo y mirando de reojo a sus amigos, muy entretenidos en su repentina preparación para una celebración bien merecida, se decidió. Se alejo de todos los demás y se acerco al domador de sombras con paso decidido, mostrándole la sonrisa más sincera que tenía cuando llamo su atención y los ojos dorados se fijaron en él. -¿No te unirás a nosotros?- ladeo apenas la cabeza, esperando que el otro pudiera entender la invitación.
-No soy muy fan de las multitudes...- se encogió de hombros y MK hace un puchero, mirándolo con ojos suplicantes. El mono lo mira, como analizándolo, solo para bufar al final y sonreír con cierta diversión. -...pero supongo que puedo hacer una excepción o dos de vez en cuando- acepto sin mucho problema, una señal de como se estaba ablandando.
-¡Genial!- aplaudió en señal de triunfo. -Hare pastel de mango- sabe la fruta favorita del mono y lo usa en su contra de vez en cuando.
-Eso se siente como un soborno- enarco una ceja, burlón pero con algo suave y cariñoso en sus ojos, haciendo que el interior del chico se llenara de calidez. En sus principios, no había pensado que alguien como Macaque se encariñaría con él pero de alguna manera, eso sucedió y están donde están.
-Todo se vale, ¿no es así~?- sonrío enormemente, contento de poder escucharlo bufar una vez más, pudiendo ver su ligera sonrisa a pesar de que el otro medio se hundía en su bufanda en un intento de ocultarlo. Dudo, sin saber como expresarse de repente, dejando escapar un suspiro tembloroso. -...lo siento- bajo la vista, jugando con sus manos, mientras el mono se volteaba a verlo con curiosidad y confusión. -Tenias razón, había otra manera, yo...debí escucharte, detenerme y pensar en otra solución en donde yo no...- hizo un gesto, sin querer mencionar lo de "morir" en voz alta.
-...estabas desesperado- levanta la vista ante la interrupción. Macaque luce pensativo, triste y dolido pero con un ligero aire de entendimiento. -Querías salvar a tu familia más que a nada y te hicieron creer que tu sacrificio era la única solución- se ve enojado de repente, sus rasgos de mono acentuándose por unos segundos, antes de obligarse a respirar y calmarse, suspirando.
-Tu también eres mi familia- pudo verlo parpadear, tomado con la guardia baja, y se permitió sentir una punzada de orgullo. Eran pocas las veces que se podían tomar desprevenido a alguien como Macaque. -Quería que todos estuvieran a salvo, incluyéndote, pero lo único que cause fue angustia y miedo- hizo una mueca, sabiendo que sus acciones traerían ciertas consecuencias más tarde.
-Recuérdalo, no siempre tienes que ser el héroe y tampoco debes ser quien enfrente todo. Después de todo...- hizo un gesto hacia el grupo. -...tienes mucho apoyo aquí...- pareció dudar por un segundo, antes de decidirse, llevando su mano a su pecho al señalarse a si mismo. -...incluyéndome-
-Me alegro tanto por eso~- su sonrisa tiembla un poco, conmovido, sintiéndose lo suficiente sensible luego de lo que sucedió como para querer llorar. Había tanto que quería decir pero no encontraba las palabras exactas y termino por acortar la distancia, alzando los brazos ante la confundida mirada del mono, sin decir nada mientras lo rodeaba en un gesto lleno de cariño, colocando una de sus manos en la nuca ajena para obligarlo a agacharse y así acortar la pequeña diferencia de alturas entre ambos. Macaque es empujado contra el hombro del castaño, quien se aprovecha para hundir medio rostro en la tela rojiza de la bufanda del mono, negándose a soltarlo. Es el único al que no ha abrazado todavía y estaba un poco ansioso por hacerlo, aliviado una vez que lo logra. Toda su familia esta viva y a salvo, eso es suficiente como para calmar su mente.
-Tu...- Macaque se queda estático, aun poco acostumbrado a las muestras de afecto, pero su cuerpo se relaja sin consentimiento. Este es el chico por el que peleo para poder detener, aquel que estuvo dispuesto a sacrificarse por ellos y que por algún milagro, volvió. Se siente un poco emocional de repente. -...eres un abusivo...- hay mucho cariño en esas palabra, levantando sus brazos para devolver el gesto con cierta torpeza pero en cuanto lo hace, solo se aferra al chico con fuerza.
No muy lejos, los demás observan con una sonrisa, aunque Wukong se ve entre divertido y burlón. Al mismo tiempo, Mei se asegura de sacar fotos para dárselas a su amigo más tarde.
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