Reinicio #8

Espero que les guste~

Nota: Gente, este ya es el capitulo 98 de este libro O_o

MK no puede negar que el rollo le da una cierta sensación de incomodidad, en especial cuando recuerda aquel ser de tinta y ojos brillantes que básicamente lo había obligado a ver la realidad de su existencia a los golpes. Hasta puede jurar que escucha su voz en su cabeza, en susurro que repite siempre lo mismo. "Presagio del Caos". Es molesto.

Aun así, se aferra a aquella cosa. Ellos son su último gran problema, si podía lograr convencerlos de volver al buen camino o de al menos que estén dispuesto a vivir en paz, podría relajarse y solo seguir con su existencia, dispuesto a enfrentar lo que sea que le deparara el futuro pero tiene ciertas dudas. No se atreve a sacarlos, desconfía de ellos y aquello podría llamar demasiado la atención en todo caso, algo que no quería, pero entrar tampoco era algo que no entusiasmada, aun sabiendo que debe hacerlo.

-Ah, odio esto- se queja entre dientes mientras se dirige a su lugar tranquilo y solitario, sin necesitar que alguien lo interrumpiera, aunque protegido y bien escondido gracias al poder de las piedras en su pecho pero ansioso y nervioso, respirando profundo para armarse de valor. -Llego la hora- y antes de que decidiera arrepentirse para buscar otro plan, floto suavemente, cruzando las piernas y agitando la cola, soltando el rollo a favor de dejar que los tablones lo rodearan, los nombres brillando y cerro los ojos, hundiéndose en las profundidades de aquella prisión.

Cuando los abre, esta de vuelta en la montaña del dios pero en el pasado.

-Soy como un holograma...- se mira las manos, tarareando. Recuerda que Azure se había mostrado así ante ellos cuando aun se hacia pasar como un amigo. -...me siento como en una peli futurista- bufo con una ligera risa que se ve ahogada por una carcajada sonora y alegre. Sigue el sonido, sin sorprenderse ante la escena que encuentra. Ahí están todos reunidos, sentados en una mesa que logro ver en la realidad pero en un estado mucho más viejo y abundado, con los presentes luciendo grandes sonrisas mientras brindaban y comían. Es extraño saber que todos habían sido amigos, incluyendo a DBK y a Macaque, y en serio se pregunta que sucedió para que todo fuera al diablo.

Era algo que podría preguntar más adelante.

-¡Suficiente!- todo se detiene, excepto a al trio que con el que quería hablar. Se ve como una película, con todo aquello que pertenece al rollo y al recuerdo parpadeando como si amenazaran con desvanecerse, mientras los reales parpadean, luciendo como si estuvieran despertando por primera vez en mucho tiempo. -Hey~- sonríe cuando logra llamar su atención, ganándose miradas fijas y confundidas que pronto se convierten en cautela y amenazas silenciosas que no lo intimidan. -Lamento interrumpir su castigo...- permite la capucha de su capa caer, sabiendo que eso aumenta su shock. Ven la imagen de Wukong que permanece congelada con una gran sonrisa y luego a él, comparando su parecido, aunque cree que sus ojos son lo que más llama su atención. -...pero debo hablar con ustedes- hace un gesto con la mano, haciendo desaparecer los falsos y la mesa, dejándolos sentados en aquellas sillas en las que estaban.

-¿Quien eres tu?- Yellowtusk es el primero en hablar, luciendo aprensivo pero curioso, enderezándose en su asiento.

-Alguien que viene a ofrecerles su libertad...- mantiene su distancia, chasqueando los dedos para hacer desaparecer sus armas al notar que las están buscando. -...pero no será gratis- sonrío, mostrando los colmillos afilados en una imitación a Macaque, logrando que ellos se tensaran.

-¿Tienes condiciones?- Azure enarco una ceja y pesar de su apariencia tranquila, por no olvidar amable, el castaño sabía que esos ojos rosas lo estaban analizando con intensidad en busca de una apertura para avanzar a su propio ritmo. -Estamos dispuesto a negociar y...- ahí esta el intento de manipulación y control. Se lo esperaba.

-Ni siquiera intentes- lo corta con cierta brusquedad, cerrando el puño. Hay tinta repentinamente bajo sus sillas, subiendo por la madera para rodear sus extremidades y atarlos a los muebles, dejándolos sin posibilidad de mucho movimiento. El elefante se queda muy quieto, casi resignado, mientras el león mira el liquido negro en busca de una debilidad y el ave se retuerce como animal enjaulado. -No vine a negociar y no tienen nada que puedan ofrecerme para cambiar mis condiciones- acorta la distancia, flotando con elegancia para poder mirarlos desde arriba, superior y satisfecho ante la mueca del líder del trio. -Tampoco caeré en tus mentiras- ya lo había hecho una vez y se prometió a si mismo que no volvería a pasar.

-¡Suéltame y pelea!- Peng grita y MK rueda los ojos, logrando que la tinta se levantara y cubriera su pico con un simple movimiento de mano.

-Iré directo al punto- lo miro de reojo antes de centrar su mirada en Yellowtusk, quien le devuelve la mirada con cierta aprensión. -Sabes que no todo lo que hicieron en el pasado estuvo bien, ¿no es así?- siente un poco de lastima cuando la expresión del elefante se derrite en algo más triste y melancólico, con un ligero aire de culpa a su alrededor.

-¿Hermano?- el león suena un poco escandalizado y MK se mueve para quedar entre ambos cuando el más grande intenta mirar al otro con cierta desesperación.

-Puedes ser sincero conmigo- le muestra una sonrisa comprensiva, permitiendo que la tinta se resbalara y dejando al demonio moverse.

-...si, lo sé- suena avergonzado y arremetido pero por sobre todo, es sincero y MK puede sentirlo. Eso es lo que quería.

-¡No hicimos nada malo!- Azure gruñe y el castaño lo mira de reojo, mientras Yellowtusk mantiene la mirada baja de momento. No parece poder lidiar con su confesión y la expresión de su hermano.

-¿Eso crees?- enarco una ceja y el escenario a su alrededor cambio. Parecían estar en medio de un pueblo medio destruido, con algunas casas rotas y caídas, mientras otras se incendiaban. Eran una escena triste debido a los gritos de miedo y el intento de muchos de huir, con cuerpos sin vida tirados en el suelo. Mujeres, hombres, niños, hasta había demonios. -¿Ellos no eran inocentes?- señalo a su alrededor, apenas satisfecho con el horror que pronto se pinto en el rostro de Azure, incapaz apartar la vista y de ahogar los gritos. -Solo un pobre pueblo que estaba siendo atacado y ustedes terminaron de destruir- hay más escenas como esa que se muestran y sirven para que MK tenga nauseas pero con cada segundo que pasa, con cada grito que resuena y cada cadáver que aparece, logran que la postura de Azure caiga, hasta que luce destrozado. -Mataste a muchos solo porque creías que tu objetivo era tan noble que era más importante que cualquier cosa, sin importar si ellos tenían amigos o familia, sin importar que ellos fueran importantes para alguien más- su mirada es fría, logrando que el otro bajara la vista.

-Yo...- la voz de Azure se quiebra en su angustia repentina, mientras el horror de sus errores es mostrado ante sus ojos, sin poder apartar la vista y fingir ignorancia. -...quería hacer del mundo un lugar mejor-

-¿Destruyéndolo y volviéndolo a hacer?- bufo con burla. -Habrías matado a millones y en todo caso, eso no hubiera funcionado. Para un mundo perfecto necesitarías tener marionetas que obedecieran ciegamente y los humanos, los demonios, todos ellos son diferentes. Piensan por si mismo, tienen la capacidad de decidir que es lo que esta bien y lo que esta mal- quiere que el otro entienda, no liberarlo bajo amenazas, quiere que aprenda de sus errores y pueda cambiar por cuenta propia. -En tu mundo perfecto, siempre habría alguien que no estaría de acuerdo contigo y si lo mataras, solo generarías dudas que se esparcirían rapidamente- negó. -Nada es perfecto y eso es parte de la vida, lo más entretenido de todo- relajo un poco su expresión ante la angustia ajena, suspirando. -Si aun quieres hacer del mundo un lugar mejor...- los ojos rosas, brillantes por las lagrimas que el león apenas contiene, lo miran con un ligero toque de esperanza. -...hay muchas formas de hacerlo. Puedes ayudar a los necesitados, unirte a la caridad. Rayos, hasta podrías ayudar a un anciano a cruzar la calle simplemente. La mejor manera de mejorar el mundo es siendo solidario y amable con todos los que puedas para que esa amabilidad se contagie y se esparza- eso era algo que Pigsy y Tang le habían enseñado de niño. -Piénsalo, tienes una nueva oportunidad- teniendo un poco de piedad, dejo al león de momento y se volteo hacia el pájaro, quien lo miro con ira, de seguro con insultos resonando en su cabeza. -Tu...serás un problema muy grande- a pesar de todo, hizo un gesto, permitiendo que la tinta retroceda un poco y dejara el pico libre.

-¿No quieres hacerme entrar en razón también?- Peng escupio en una especie de burla malvada, llena de molestia y enojo.

-Nha, eso no serviría- se encogió de hombros. -En todo caso, te destruiré y te volveré a armar muchas veces, será divertido- su sonrisa es sádica, lo sabe, logrando hacer al otro temblar con cierto terror. -La única razón por las que no sigo el consejo que me dieron y no te desplumo en este mismo instante es porque sé que un ave sin alas, es ave muerta- usa un tono frio, con una expresión neutral y los ojos brillantes fijos en el rostro del demonio, quien luce horrorizado pero al mismo tiempo, esta luchando por disimularlo y ocultarlo. -Como sea, de cualquier manera, no podrás hacer nada malo- se encogió de hombros y miro a los otros. Yellowtusk lucia arrepentido, con una culpa que había pesado en su cuerpo por quien sabe cuanto tiempo, pero al mismo tiempo, parecía aliviado de poder expresarlo. Azure, por otro lado, lucia destrozado, con los gritos de aquellos que había logrado olvidar resonando una vez más en su cabeza y sin poder quitar las imágenes de los cadáveres de su mente. Eso era mejor de lo esperado. -Solo tendrán esta oportunidad, deben aprovecharla- los miro con seriedad, algo frio brillando en sus ojos cambiantes que los hizo temblar. -No intenten jugar con mi paciencia-

-Por supuesto- el elefante fue el único capaz de hablar, con Azure hundido en su angustia y Peng luciendo aterrado.

-¡Genial!- sonrío brillantemente, sin importarle lo bipolar que podía lucir. -Serás libres, saldrán de esta prisión eterna y tendrán que enfrentar los grandes cambios que ha sufrido el mundo en su ausencia...- alza la manos y un destello dorado ilumina el pecho de cada uno de los miembros del trio, creciendo hasta volverse un gran sello que logra que sus ojos se abran con cierto horror. -...pero no podrán hacer daño, ni a humanos ni a demonios. No pueden irse de la ciudad sin mi permiso y solo podrán usar sus poderes en defensa propia- cierra el puño y los sellos se instalan en sus portadores, sellando sus destinos. -Eso es todo~- les sonríe y antes de que alguno pudiera decir algo más, son envueltos en una fuerte luz que los saca de allí.

MK se siente repentinamente más tranquilo.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top