Kung Fu Panda #2

Espero que les guste~

Nota: No duden en dejar sus ideas para el siguiente cap de este repentino crossover xD

Nota-2: Y si tienen alguna idea para Kung Fu Panda, de manera a parte, también pueden dejármelas por aquí. Aun estoy meditando sobre ese otro libro :3

-Entonces...- después de comer, Po básicamente lo había arrastrado lejos de la tienda, despidiéndose de su padre con una gran sonrisa e ignorando los reclamos, decidido al parecer a no dejarse convencer para quedarse otras horas más. -...¿Qué te trae al Valle de la Paz?- pregunto con genuina curiosidad, avanzando con paso confiado y MK se limito a seguirlo, no muy confiado al no conocer el lugar.

-Me caí a este mundo después de meterme con las cosas super místicas y antiguas de mi maestro que me advirtieron no tocar pero que yo no hice caso porque estaba aburrido y no tenía nada mejor que hacer- pensó el sucesor, manteniendo una sonrisa nerviosa, sabiendo que esa seria una respuesta loca y que no debía decir. -Digamos que me perdí y de alguna manera, encontré el camino hasta aquí...- esa era la mejor manera de explicarlo sin entrar en demasiado detalle. -...pero no estoy apurado, estoy seguro de que...mis maestros me encontraran pronto- si es que Wukong y Macaque dejaban sus peleas de lado para localizarlo. Pensándolo bien, eso podría tardar un poco

-¿Maestros?- eso hizo que los ojos verdes brillaran. -¿Eres un estudiante de Kung Fu también?- dio pequeños saltos y una vuelta, caminando de espaldas para verlo de frente, MK riendo ante eso. En serio que se parecían. -¡Oh, eso es absolutamente bárbaro! Tendría total sentido después de ver esa acrobacia que hiciste y ese genial equilibrio- hizo gestos, los habitantes alejándose del paso del panda que caminaba en reversa y sin mirar. -¿Quieres son tus maestros? Apuesto que los conozco, aunque sea de nombre, porque soy un gran fan de los maestros del Kung Fu que han habido en toda la historia- inflo el pecho con orgullo.

-La verdad...es que no se si lo que hago es Kung Fu...- admitió con cierta pena. -...solo estoy aprendiendo a defenderme...- sin mencionar lo de sus poderes y el bastón, aunque tenía un mejor control sobre eso ahora pero ahora tenía el pequeño detalle de la forma del mono, la cual no sabía como estaba controlando hasta el momento. -...pero se supone que lo de mis maestros debe ser un secreto- se sintió mal ante el sonido de decepción de Po pero temía que mencionar a Monkey King pudiera causar algún problema, porque no sabía si había alguna versión del dios allí o no.

Cielos, le daba dolor de cabeza de solo imaginarlo.

-¿A donde estamos yendo?- parpadeo al darse cuenta de que se estaban alejando de la villa y se detuvo en seco junto al panda. -Por todos los cielos...- jadeo al ver la gran cantidad de escaleras que tenían enfrente, alzando la vista, pudiendo ver de lejos el gran pareció pero se lucia y se sentía tan inalcanzable en ese momento. Monkey King vivía en una montaña apartada de la ciudad, rodeado de mareas fuertes y bruscas que podían estamparte contra alguna de las piedras de aspecto afilado que parecían puestas a propósito pero él se transformaba en águila para llegar allí, una opción que no tenía sin llamar demasiado la atención. -...¿vives ahí?- señalo.

-Sip, en el Gran Palacio de Jade- Po hizo una mueca ante las escaleras, luciendo ya cansado. -El único problema...son las escaleras- suspiro con desgana y decepción.

-¿Subes esto todos los días?- bufo al verlo asentir con cansancio. -¿Y estas seguro de que no voy a molestar ahí o seré un problema?- agarro su cola al sentirla agitarse, retorciéndola apenas entre sus manos con ansiedad ligera. No conoce a nadie allí y sinceramente, lo que menos quiere es quedarse solo pero tampoco quiere causarle algún problema a Po, quien no había sido más que amable desde que se conocieron. -Los maestros que mencionaste sonaban...serios-

-Nha, todo estará bien- Po no dudo en sonreír, apoyando su mano sobre la cabeza castaña, el sucesor riendo cuando el panda lo despeino con un aire juguetón. -No te preocupes, yo me encargaré de todo- se veía muy confiado y MK sonrió, asintiendo ante sus palabras. -Vamos, ya quiero que conozcas a todos ¡Será asombroso!- juntos, empezaron a subir. Empezaron con mucho energía que se fue perdiendo entre más subían. MK se sentía energético, un efecto secundario de su estado de mono que aun no podía controlar del todo, sin notar que en algún punto estaba subiendo casi en cuatro patas mientras Po medio se arrastraba entre jadeos, luchando por llenar sus pulmones con aire.

-¡Vamos, Po! ¡Animo!- dio pequeños saltos, algo preocupado por la forma en la que el otro estaba jadeando. -¡Vamos, no queda nada!- una mentira, aun tenían unos cuantos escalones por delante y el panda estaba casi llorando en este punto. -Venga, te ayudo- rodeo la muñeca de su nuevo amigo con su cola y empezó a avanzar, arrastrando consigo al panda, quien parpadeo con sorpresa.

-Eres...increiblemente fuerte- sus ojos se iluminaron con asombro, agradeciendo tener una gran masa de musculo y grasa que evita que sintiera los escalones duros por los que estaba siendo arrastrado. Llegaron al final y mientras MK admiraba el enorme edificio que se elevaba por encima suyo, Po se levantaba y se sacudía un poco, solo para detenerse en seco al ver a alguien parada frente a la puerta, acercándose con paso elegante.

-Po- la tigresa de porte firme pareció enarcar una ceja de alguna manera, cruzándose de brazos, mirando con intensidad al panda en espera de una respuesta. MK agitó la oreja ante la voz, mirándola, sorprendido.

-Hey, Ti- Po saludo con una sonrisa nerviosa,

-Wow...- MK jadeo al verla, extrañamente encantado con esos ojos que lo miraban, sin molestarse al ser analizado. -...eres tan hermosa como Po dijo- soltó antes de pensar, apretando los labios con ligero pánico mientras ella abría los ojos con cierta sorpresa y el panda se erizaba con un chillido agudo.

-¡MK!- reclamo y el castaño esta seguro de que debajo de todo ese pelaje, el otro está sonrojado tanto de la vergüenza como de la pena y quien sabe que más. -¡No se supone que digas eso!- lo alzó y le tapó la boca, el castaño haciendo una ligera mueca, esperando que pudiera ver la disculpa en sus ojos oscuros. -¡Ignóralo, Ti! ¡Te juro que no dije eso!- ella ladeo la cabeza, luciendo divertida en opinión del castaño, al mismo tiempo que Po caía en ligero pánico. -¡No es que no piense que eres hermosa, lo eres, pero yo...!- MK se apresuró a liberar su mano y cubrir la boca ajena, logrando cortar sus palabras. El grito y gemido del panda fueron ahogados por la pequeña mano, antes de acomodar su agarre para alzarlo del todo y así usarlo para medio esconderse de la mirada intensa ajena, avergonzado. -...ten piedad, por favor...- la felina bufo, luciendo divertida, y MK sonrió, agitando la cola, sin molestarse de ser usado como una especie de escudo.

-Hola~- saludo con una gran sonrisa, esperando no haber empezado con el pie izquierdo debido a su gran bocotá. -Soy MK-

-Saludos, MK- asintió ligeramente, su larga cola moviéndose lenta y con tranquilidad. -¿Así que soy hermosa?- había una suave burla en su tono, el panda dejando escapar un largo y quejumbroso quejido, avergonzado, mientras el castaño soltaba una carcajada involuntaria.

-¡Muy hermosa!- no tuvo problemas para decir, siempre sincero, logrando que ella sonriera con algo entre cariño y diversión.

-Bueno, muchas gracias- acortó la distancia y MK medio chillo cuando ella extendió las patas para sujetarlo, pudiendo sentir como el panda se estremecía ante el roce mientras dejaba ir al castaño, quien fue dejado en el suelo. -¿Por qué lo trajiste aquí, Po?- él medio bajo las orejas con nerviosismo, aun avergonzado porque sus palabras fueron usadas en su contra, aunque aliviado de no haberla molestado. -Sabes que al maestro Shifu no le gusta cuando traes invitados sorpresa- hizo un gesto, mientras él soltaba una risa nerviosa.

-Lo sé, lo sé pero...- se paso las manos por el pelaje. -...esta solo, perdido, y no quería dejarlo en el valle cuando no conoce a nadie- MK sonrió cuando ambos lo miraron.

-No tengo malas intenciones, lo juro- puso toda la sinceridad que pudo en su voz, uniendo las manos contra su pecho en señal de inocencia. Tigresa tarareo, volviendo a ver al panda, quien le mostró la sonrisa más grande que pudo mientras hacía un gesto de súplica. Hablaron un poco más pero el castaño estaba más ocupado en analizarlos, mirando a al felina y luego al landa, repitiendo el gesto un par de veces, una lenta y gran sonrisa dibujándose en su rostro. -Oh, los shippeo~- sus ojos se iluminaron. Había algo realmente lindo entre ellos, un aire suave y lleno de tanto cariño que se sorprendía de que esos dos no fueran una pareja.

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