Amnesia #4
Espero que les guste~
Nota: Las discusiones y charlas sentimentales siempre me cuestan mucho xD
Nota-2: Culpo totalmente a quienes dejaron ideas dramáticas en los cometarios ^_^
Aunque la nube era cómoda, en algún momento de toda la historia terminaron sobre algo techo, dándole la oportunidad al mono de sentarse sobre algo más firme y no sentir que estaba a punto de caer como en esos momentos. Luce pálido, descompuesto, y el menor teme haberse pasado de la raya pero no tuvo muchas opciones, no cuando el mayor había insistido constantemente para que no le ocultara ningún detalle.
-¿Estás bien?- MK manteniendo una distancia respetuosa, controlando apenas las ganas que tiene de abrazar y consolar a su amigo adolorido, sin saber si sería bienvenido o no.
-Perfecto- hay mucho sarcasmo y tensión en esa simple palabra. Macaque cierra los ojos con fuerza, intentando luchar contra los destellos de recuerdos que agravan su dolor de cabeza, y gruñe entre dientes, sintiéndose repentinamente cansado. Había esperado una historia larga y complicada pero no había esperado tanto. -¿Cómo puedes ser mi amigo, tu...?- lucha en buscar una manera para expresarse. -Te use, te ataque, ataque a los demás, intente...- se paso las manos por el pelaje, desesperado. Cree que habrá tenido sus razones para hacer lo que hizo alguna vez, en serio espera haberlas tenido y no simplemente ser un "tonto", pero aun no entiende como después de todo, el chico y su gente encontrarán algo si mismos para perdonarlo, para dejarlo estar cerca como si nada.
-Fue mi decisión- sonaba muy sencillo, demasiado y cuando el mono de anima a mirar al chico, se encuentra con una expresión tranquila, aunque hay ojos llenos de preocupación que le devuelven la mirada. -Elegí darte una segunda oportunidad y concerté mejor- se encogió de hombros con una sonrisa, actuando casi de preocupado, como si lo que hizo no fuera la gran cosa.
-¿Por qué?- aun no lo entendía.
-Parecías necesitar un amigo...- dudo unos segundos pero terminó por avanzar, sentándose al lado ajeno. -...y yo estaba dispuesto a extenderte la mano- Macaque aun no lo entendía pero supuso que esa era la mejor respuesta que iba a conseguir porque incluso sin recuerdos y apenas conociendo nuevamente al chico, se notaba de lejos que demasiado amable y desinteresado como para ignorar a alguien que necesitaba ayuda.
-Wukong no habrá estado nada feliz con eso- bufo. Había pocos destellos de recuerdos, esporádicos y sin mucho sentido, pero por lo que escucho y pudo suponer, los monos no se llevaban bien a pesar de sus supuesta redención.
-Ninguno lo estaba- acepto sin problemas y el mayor lo miro de reojo, sin sentirse ofendido ante eso, como si lo hubiera esperado. No lo recordaba pero después de escuchar la historia ajena, le sorprendía lo amable que habían sido con él. -A nadie le gustó la idea de que saliéramos juntos...- golpeó su hombro con el ajeno, su sonrisa grande y cariñosa. -...pero a mi no me importo. Soy un niño grande y decidí que seríamos amigos- tarareo. -Tu me apoyas, me defiendes cuando todos los demás no me entienden, y me gusta pensar que tu me quieres...- Macaque dejo escapar un ligero suspiro, extrañamente consolado por las palabras ajenas y decidió que tenía suerte de que alguien como él decidiera con tanta seguridad ser su amigo. -...o puede ser que te quedes por los postres, esa también es una posibilidad- agregó como para romper el silencio momentáneo entre ellos.
-Puede ser...- rio ligeramente, moviéndose para acunar la nuca del menor y acercándolo para juntar sus frentes, sintiendo que parte de su dolor de cabeza se alejaba lentamente. -...escuche que son deliciosos-
-¡Lo sabia!- chillo con fingida indignación, apoyándose pesadamente en el toque ajeno. Un gesto de consuelo entre ellos, lleno de cariño.
Se permitieron disfrutar de la tranquilidad, juntando fuerzas para volver con los demás.
Lastimosamente, alguien se les adelanto.
-¡Al fin los encontré!- se tensaron ante la voz y mientras Macaque se quedo completamente tieso, MK se apresuró a levantarse de un salto para voltearse a ver a su maestro, colocándose justo frente al domador de sombras en un intento de ocultarlo de la vista ajena.
-¡M-M-Monkey King!- su voz se rompió y sintió sus mejillas arder de vergüenza. -¿Qué te trae por aquí?- sonrió, tembloroso y lleno de nerviosismo, sintiendo la cola de su amigo rodeando su pierna lentamente. Su corazón se ablando ante el gesto de búsqueda por consuelo y no dudo en apoyar su mano sobre la cabeza ajena, esperando que el toque estuviera ayudando.
-Los demás dijeron que te fuiste de prisa y decidí buscarte para asegurarme de que no hubieras encontrado problemas- el dios se encogió de hombros, tranquilo y despreocupado como siempre, aunque estaba confundido ante la actitud de su sucesor, curioso ante la falta de saludo entusiasta. -¿Todo bien?- enarco una ceja.
-¡Todo está bien, muy bien!- se aclaró la garganta cuando su voz se rompió nuevamente. Pudo notar que Wukong no le creyó, inclinándose ligeramente de lado, de seguro viendo al domador de sombras que aun no se movía. -Solo estábamos pasando el tiempo juntos...- se puso un poco más firme, como si eso pudiera ocultar a su amigo de ojos ajenos. -...hablando-
-Mencionaron algo sobre "no tener recuerdos"- tarareo, mientras el chico tragaba en seco, sintiendo como el mono se tensaba aun de alguna manera. -¿Estás seguro de que no esta fingiendo?- él intentaba ocultar su desconfianza tras esos comentarios burlones, casi fingiendo no estar interesado, pero todo sabían que estaba preparado para cualquier traición.
-Él no fingiría algo así- no dudo en decir, haciendo un puchero, decidido a no sentirse molesto por eso. Monkey King era extraño, socialmente torpe por años de aislamiento y desconfiado por toda una historia que no conocía del todo, así que era más fácil ignorar ciertas cosas a discutir.
-Si tu lo dices, Kid- levanto las manos en señal de no continuar, sonriendo, y MK se permitió relajarse ligeramente en lugar. -Entonces, Macaque...- dio un paso hacia adelante y el menor temió lo que pudiera pasar a continuación. -...¿Cómo va tu memoria? ¿Ya recuerdas algo?- su cola se agito lentamente con su caminar.
-Él...- el sucesor abrió la boca para intervenir antes de que todo pudiera irse por el caño pero de repente, el mono de pelaje oscuro se levanto y se volteo a ver al dios, luciendo furioso, como si quisiera lanzarse para ahorcarlo en ese mismo instante.
-¡Como si necesitara recordar un rostro tan feo!- gruño con los dientes apretados, haciendo una mueca que se apresuro a ocultar. Su dolor de cabeza había vuelto con fuerza, punzante, haciendo que solo quisiera tirarse al suelo y no moverse hasta que calmara pero su enojo, mezclado con un ligero miedo y molestia, lo obligaron a moverse. MK podía sentir la cola que rodeaba su pierna apretarse y no pudo evitar mirarlo con preocupación.
-Incluso sin memoria, eres odioso- bufo, aunque sus hombros se relajaron, como si estuviera aliviado de la actitud ajena. Macaque dejo escapar un gruñido profundo que pareció emanar de lo profundo de su pecho, su pelaje erizándose al mismo tiempo que luchaba para no mostrar sus colmillos. Sus manos temblaban y el dios pareció notarlo, relajando su expresión, volviéndose algo más sincero y suave, con preocupación genuina filtrándose sin darse cuenta. -Oye, ¿Estás...?- se termina por acercar, extendiendo su mano con la clara intención de apoyarla en el hombro ajeno pero Macaque no duda en retroceder antes de que siquiera pudiera rozarlo, viéndolo con algo parecido a horror. El rostro que solo había visto en destellos borrosos de hace mucho más claro ahora, pudiendo visualizar perfectamente la expresión fría y los ojos dorados que simplemente lo miran, con un bastón ya manchado en un extremo alzándose por encima suyo en una clara amenaza.
Wukong luce herido, bajando las manos con un aura triste rodeándolo pero Macaque luce salvaje, como si estuviera dispuesto a usar hasta los dientes para defenderse. Eso no podía ser bueno.
-¡T-Tranquilos!- MK tiene la total intención de ponerse en medio, separarlos antes de que las cosas fueran peor, pero hay una maño en su muñeca y un tirón firme que lo obliga a retroceder, siendo básicamente empujado tras el domador de sombras. No se atreve a moverse, no cuando puede ver y sentir la tensión ajena.
El ambiente entre ellos se siente pesado y algo abrumador, como si pudiera ahogarte de alguna manera, y MK no tiene idea de que hacer a continuación.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top