Espero que les guste~

Nota: Fue lo mejor que me salió xD

Petición de: Kyomi-Chan13

Red Son estaba teniendo una crisis mental, preguntándose en que momento se había ablandado lo suficiente como para dejarse convencer y arrastrar con tanta facilidad pero allí estaba, caminando entre el par de chicas que divagaban de algo que no estaba escuchando, sin siquiera poder hacer amague de escapar porque sus brazos estaban enganchados a los ajenos. Estaban en el centro, recorriendo tiendas al parecer para buscar algo que estaba seguro que ninguna de ellas tenía muy en claro y por alguna razón, había sido arrastrado, la chica dragón ignorando todas y cada una de sus quejas.

Esta molesto, principalmente porque había estado en su taller cuando lo obligaron a salir, pero al mismo tiempo, se siente extrañamente cómodo el poder estar con ella y simplemente pasar el rato. Eran demasiado imperativas por momento y no parecían tener poco o ningún respeto por el espacio personal, aunque siempre se aseguraban de que estuviera cómodo, algo que apreciaba.

-Ufff, tengo que ir al baño- Mei aviso, soltando al fin al dominio, quien movió ligeramente su brazo medio dormido, aliviado. -¡Volveré!- y luego corrió hacia el restaurante más cercano para pedir permiso

-¿Estas bien, Red Son?- bajo la vista para encontrarse con los ojos oscuros de la sucesora, quien lo miraba con curiosidad y algo de preocupación.

-Estoy bien, niña de los fideos- dejó escapar un largo suspiro, solo queriendo poder sentarse y alejarse de todos los humanos. Esas dos eran raras, ya lo habían llevado a 6 tiendas diferentes y aún no habían comprado nada, en serio que no entendía a las mujeres.

-Solo una tienda más y luego vamos con Pigsy, ¿si?- ella le dio un ligero apretón al brazo ajeno, sonriendo con una disculpa muda. Sabía que él estaba llegando a un límite, fácilmente visible por su postura tensa y la forma en la que la punta de su cabello flameaba. Red Son gruñó entre dientes, un poco impaciente si tenía que ser sincero pero dispuesto a esperar un poco más.

-Ammm, disculpen...- se voltearon a ver quien se les había acercado, viendo a la chica de expresión tímida y al chico con el teléfono en mano detrás de ella. -...no quiero interrumpir nada pero te vi y note que eres...Monkie Kid-

-¡Esa soy yo!- MK se aseguró de mostrar una sonrisa, demostrando que no estaba molesta por la repentina presencia.

-¡Lo sabía!- su sonrisa se agrando, mostrando su emoción. -Sé que debes estar muy ocupada pero...¿Crees que puedo hacerte algunas preguntas? Es para un video- señaló al chico que venía con ella, quien saludo con una sonrisa.

-Claro~- asintió, soltando al demonio, quien agradeció eso mentalmente y se alejo un par de pasos, dejándose caer en un asiento cercano, exhausto.

-¡Muchísimas gracias!- y a partir de ahí, Red Son se desconecto un poco, no muy interesado por la chica y sus preguntas, mirando a la nada de manera ausente. Que ganas de recostarse y ser antisocial que tenía. Cerro los ojos por unos segundos, contento y respirando profundo para relajarse, logrando que su cabello volviera a la normalidad. -Y como última pregunta del momento...- hizo una pausa dramática que hizo suspirar a Red Son, quien ya estaba cansado de todo a esas alturas. -...¿Cómo reaccionó tu antecesor al saber que estaba saliendo con el hijo de uno de sus enemigos más conocidos?- el pelirrojo se tenso, la mayor parte de su coleta ya siendo más fuego que cabello.

-¿Eh?- MK no entendió, ladeando apenas la cabeza con confusión obvia. -No te entendí, lo siento-

-Es uno de los rumores que más corren por la cuidad- contesto la chica. -Dicen que eres la novia de Red Son-

-Eso...no es cierto- la sucesora frunció apenas el ceño, extrañada por ese comentario.

-¡Ella no es mi novia!- Red Son ya estaba más allá de su límite de paciencia, su cabello flamante y con fuego brillando en sus ojos. Los humanos con sentido común, se asustaron y huyeron, pero algunos amantes del chisme se quedaron para ver lo que iba a suceder. Esta avergonzado y furioso por la insinuación, algo que sólo aumenta ante la obvia carcajada llena de diversión que puede escuchar de parte de la chica dragón, sin saber en que momento había vuelto.

La escena es un poco comida, con el demonio furioso intentando quemar el teléfono del par de humanos que retroceden, con la sucesora intentando evitar el desastre y suplicando a gritos para que se calmara, la heredera dragón tirada en el suelo y riendo a carcajadas.