Gemelos #2

Espero que les guste~

Nota: No creo que algo más de esto se me ocurra xD

-¡Hola a todos!- Tang sonrío, sus pasos largos y confiados, caminando como si fuera el dueño del lugar, tarareando una ligera melodía mientras se sentaba en su asiento usual y apoyaba sus brazos en el mostrado. -¡Pigsy, fideos!- canturreo, feliz incluso si el demonio ahora lo estaba mirando con molestia.

-Paga tu cuenta y te sirvo- gruño, rodando los ojos con cansancio cuando el hombre lo miro con un puchero. Les dio la espalda a favor de volver a entrar a la cocina, empezando a cocinar, pudiendo ver por el reloj colgado en la pared que ya casi iba a empezar a llegar la gente porque faltaban pocos minutos para la hora de almuerzo.

-¿No me haces descuento por años de amistad?- se quejo entre dientes cuando el dueño del lugar lo ignoro. -Eres malo, Pigsy- suspiro, resignado, aunque iba a volver a intentar recibir una ración de los mejores fideos de la ciudad en unos segundos. -Hola, ustedes dos- ahí fue cuando se fijo en el par, sonriendo ligeramente.

-Hola, señor- saludo MK, manteniendo su tono grave y suave, totalmente inmerso en su personaje.

-¡Hola Tang!- sonrío Xiao, su cuerpo moviéndose con energía nerviosa fingida, aunque tenía una idea en su mente. -¿Nuevo libro?- pregunto, notando entonces el libro que el hombre dejo a su lado.

-Oh, si. Toda una nueva e interesante historia- sonrío con un aire de misterio, aunque en realidad no llamaba la atención de ninguno. -¿Les gustaría escucharla?- era un libro grueso, con algo relacionado a la guerra como titulo.

-Tengo que irme...- anuncio al escuchar el teléfono sonar, contento por la repentina "campana" que lo estaba por salvar. -...pero Xiao aquí esta libre y dispuesto a escucharte- le lanzo a su hermano una mirada burlona antes de ir a atender el teléfono. Mientras tanto, MK hizo un puchero en su imaginación, las historias le gustaban pero teniendo en cuenta la expresión del hombre, estaba seguro que sería una larga, pero no tenía otra más que escuchar, porque su hermano siempre lo hacia cuando se trataba de libros lejos de dioses y esas cosas.

Tang ni siquiera sospechaba.

... ... ... ...

-¡MK!- Mei sonrió, enorme y brillante, corriendo para encontrarse con su mejor amigo en el mundo.

-¡Mei!- Xiao se mantuvo en personaje, correspondiendo con el mismo entusiasmo con el que lo haría su hermano al efusivo abrazo de Mei. La adoraba, especialmente porque era amable a pesar de su demasiada enérgica actitud y hacía feliz a su hermano menor pero incluso entonces, sentía que ponía demasiada fuerza en sus abrazos.

-¡Oh!- ella se separó, notando entonces a al chico que los miraba con toda la tranquilidad del mundo. -¡Xiao, a pasado un tiempo!- se acercó, esta vez un poco más tranquila pero aún con los brazos en alto y con una sola intención en mente.

-Hola niña dragón- MK se mantuvo tranquilo, a pesar de las ganas de saltar para abrazarla con fuerza, aceptando el gentil abrazo que ella le dio. A su hermano no le gustaba las muestras de cariño bruscas, algo que todos a su alrededor sabían y se aseguraban de ser más tranquilos con él. -¿Van a jugar videojuegos?- pregunto, su tono desinteresado pero amable, pudiendo sentir la mirada fulminante de su hermano por un segundo sobre su persona. Xiao no era fanático de los lugares ruidoso y llenos de gente, aunque su talento en los videojuegos era lo suficientemente bueno como para ser rival de Mei.

-¡Si!- asintió con animo, sin sentir ningún tipo de tensión entre el par. -¿Quieres venir?- sonaba tan esperanzada que MK se sentía mal por tener que rechazarla pero en esos momentos, era su hermano y debía actuar como tal.

-Nha, estoy bien aquí- metió las manos en los bolsillos de su gabardina, encogiéndose ligeramente de hombros. -Diviértanse~- canturreo, pudiendo ver un atisbo de terror en el rostro de su hermano antes de rápidamente ocultarlo, volviendo a su personaje sonriente y animado mientras se dejaba guiar por la chica, pudiendo mandarle una mirada de muerta al menor antes de perderlo de vista. MK se mantuvo sereno y tranquilo por fuera, aunque por dentro se estaba carcajeando. La venganza era dulce. 

Mei ni siquiera pensaba que hubiera algo raro en toda la situación.

... ... ... ...

-¡Mis amigos!- Sandy sonrió, enorme y animado al verlo acercarse.

-¡Hola, Sandy!- Xiao tenía que decir que ese demonio en particular le agradaba mucho, torpe y grande pero muy cuidadoso y amoroso.

-Hey, grandote- MK sonrió ligeramente, contento de ver a su hermano más cómodo.

-Awwww, amigos gemelos- su sonrisa se agrando mientras se inclinaba para poder rodearlos con sus brazos, alzándolos en un abrazo firme y muy cuidadoso. -¡Haré bocadillos para esta ocasión!- y se adentro a la casa con ambos, dejándolos en el sillón y dándoles la espalda para ir a la cocina, el par siendo rápidamente enterrados en gatos que reclamaban cariño con insistencia.

Sandy estaba encantado de tenerlos a ambos.

... ... ... ...

-Ahora...¿Son dos?- la expresión de asombro mezclada con sorpresa y confusión en el rostro de Nezha era tan cómica que estaba para sacarle una foto.

-Soy Xiao, el hermano mayor- dio un paso adelante, con el pecho inflado de orgullo, tal y como lo haría el original en este tipo de situación. No necesitaba ver que su hermano estaba rodando los ojos, muy divertido con su imitación.

-¿Gemelos?- frunció apenas el ceño, su confusión en aumento, y eso bastó para que ambos soltaran una ligera risa antes de intentar explicar lo mejor posible para que él lo entendiera.

Nezha estaba demasiado confundido como para sospechar.

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