Enfermo

Espero que les guste~

Nota: ¡Primer capitulo del año!

:3

Todos estaban un poco sorprendidos que, después de obtener los poderes del dios, MK se enfermara. Pensaron que no seria posible, que quizás ser el sucesor lo volviera inmune a cualquier cosa o algo así, pero tuvieron que sufrir la decepción y la preocupación cuando un día no se levanto, solo para que su jefe lo encontrara retorciéndose en su cama, obviamente sin fingir estar enfermo.

Pigsy dejaría todo para cuidarlo pero sin querer sonar mal, las locuras que venían con ser el sucesor le había causado muchos días de cierre y eso traía consigo la falta de dinero, lo que significaba que no podía cerrar su tienda en esos momentos, no cuando estaba bastante apretado en el sentido monetario. Tang estaría dispuesto también pero había aceptado ir a una convención, una a la que había querido ir durante un tiempo y había estado ahorrando mucho para ir, por no mencionar que ya estaba allí cuando le avisaron, así que tampoco podía estar allí. Mei mandaría todo al diablo para cuidarlo pero tenía un trato con sus padres, uno que decía que su presencia era obligatoria en reuniones y fiestas que se consideraban importantes, sin oportunidad de negarse, lo que también la dejaba fuera.

Y eso solo dejo a Wukong, quien acepto sin dudar a pesar de que obviamente no tenía ni idea de que hacer exactamente pero estaba decidido a intentar. 

El dios nunca estuvo enfermo y si lo estuvo alguna vez, fue hace tanto tiempo atrás que no podía recordarlo pero recuerda haber visto a amigos y conocidos enfermarse, muchos de ellos sin volver a despertar después de cierto tiempo, algo que lo llenaba de pavor. Sabía que la vida era delicada, y que las enfermedades podían llevarse a cualquiera en cualquier momento si era lo suficientemente malo, y lo odiaba, una razón más por la que no se arrepentía de su inmortalidad.

Todos le aseguraron que MK no se iba a morir, que no era nada grave, pero eso no quitaba que era estresante y aterrador, por no mencionar que dolía verlo en ese estado, el cabello suelto revuelto por estar tanto tiempo acostado, las mejillas rojas y la piel algo sudorosa por la fiebre intensa que se negaba a bajar, jadeando para respirar al tener la nariz tapada. Su cuerpo estaba tan adolorido que no podía evitar quejarse ante cada estornudo, temblando cuando la toz húmeda lastimaba ya su herida garganta. Dormía en su mayor parte, a veces despertado de golpe por pesadillas causadas por la fiebre, a veces por fuertes estornudos, otras veces por la toz y otras veces por el dolor de cabeza.

-Hey, Kid- saludo, suave y casi en un susurro, cuando los ojos oscuros se abrieron lentamente y lo miraron. -Es hora de tu medicina...- agradecía la precaución de los demás al darle instrucciones especificas cuando lo fue a buscar o se sentiría mucho más perdido de lo que le gustaría. -...luego puedes volver a dormir- MK negó ligeramente, haciendo una mueca mientras se movía apenas para volver a acurrucarse, tosiendo antes de poder detenerse y quejándose apenas termino, su pobre garganta ardiendo. -Lo sé, lo sé...- que desesperante que era, se sentía totalmente inútil en momentos como ese porque no podía mejorarlo al instante. -...pero tienes que tomarlo o el cerdo me arrancara la cola- MK bufo apenas, al parecer divertido con su comentario, y él no pudo evitar sonreír, inclinándose para alzarlo apenas y logrando acomodarlo para que quedara sentado, abriendo obedientemente la boca para aceptar la medicina, solo haciendo una mueca al tragar. -¿Quieres algo de comer?- el chico no tenía apetito pero había sopa que su jefe le había dado. Había aceptado un par de cucharadas, quizás podía hacer que aceptara unas cuantas más pero por él negó y el mono no insistió. -¿Necesitas algo?- MK pareció pensarlo, parpadeando lentamente y con expresión adormilada, para después levantar con mucho esfuerzo sus brazos y haciendo un gesto obvio hacia el dios, quien se sorprendió. -¿Quieres abrazos?- el menor asintió, apenas y con un sonido ahogado apenas saliendo de su boca. -¿Estas seguro?- estaba preocupado, especialmente porque no creía que fuera bueno para él estar acurrucado contra su pelaje teniendo fiebre pero MK hizo un puchero, luciendo como si estuviera al borde de largarse a llorar y Wukong entro en pánico, lanzándose básicamente para subirse al nido que había hecho para su alumno con mucho cuidado, acomodándolo contra su pecho.

MK tenía fiebre y aunque la sensación del pelaje contra su cálida piel no debía ser muy cómodo, no se aparto, acomodándose contra el hombro del mayor y acurrucándose entres su brazos, un poco más tranquilo al poder tener abrazos al fin. Wukong solo lo dejo, acariciando ligeramente la nuca de su alumno e ignorando lo sudado que estaba, decidido a que haría lo posible para hacerlo feliz en esos momentos.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top