Espero que les guste~

Nota: ¿Sabían que en China tienen la costumbre de que, quienes recibieron regalo en el 14 de Febrero, deben devolver el gesto en 14 de marzo por ser día blanco?

Nota-2: No tienen idea de cómo me costó esto xD

Nota-4: ¡Feliz 14 de Febrero, mi gente linda!

-Aquí tienes- empujó suavemente el táper de tapa roja apenas ve el rostro familiar a la misma hora de siempre, justo antes de que pudiera empezar a reclamar comida gratis. -Feliz 14 de febrero-

-Gracias, MK- Tang se mostró tranquilo, con una suave sonrisa en sí rostro. -Feliz 14 de febrero- bajo la vista, su sonrisa agrandándose cuando abrió la tapa para ver los bombones que allí había, el olor a chocolate haciéndolo tararear con gusto. -¡Hey, Pigsy!- llamo, alzando la vista para ver al demonio, quien estaba dejando algunas ordenes en la mesada. -¿Uno por una galleta?- hizo un gesto hacia su táper, sonriendo con emoción ante la idea

-En tus sueños- gruñó, aunque estaba esperando ese tipo de pregunta, siempre sucedía.

-¡Pigsy!- chillo, exagerado como siempre. -¡Tienes que compartir!-

-No tengo que compartir nada contigo- bufo, sin estar dispuesto a dar el brazo a torcer porque la última vez que lo hizo, el maldito se comió todas sus galletas y sus propios bombones también. Era un angurriento.

-Adiós, voy a hacer entregas~- MK sonrió, contento e ignorando los gritos del par mientras se alejaba, decidido a terminar su trabajo para seguir entregando sus regalos.

... ... ... ...

-¡Mei-Mei!- jadeo, encantado de verla entrar a la tienda.

-¡MK!- ella sonrió, el sentimiento era mutuo al parecer. -¡Feliz 14 de febrero, mi adorado hermano mono!- él bufo, divertido por la extraña frase llena de cariño.

-¡Feliz 14 de febrero, querida hermana dragón!- sale de su lugar para poder acercarse y extenderle el táper de tapa verde, orgulloso y contento de poder ver su reacción.

-¿Brownies?- sus ojos se abren con asombro, una gran y animada sonrisa dibujándose muy pronto en su rostro. -¡Eres un ángel!- lo abrazo con fuerza y cariño, él riendo mientras le devolvía el gesto.

... ... ... ...

Da pequeños saltos en su camino hacia el bote tan familiar, tarareando mientras usaba su bastón para darse un impulso, no muy sorprendido cuando lo primero que lo golpea es el olor a dulce.

-¡Hola Sandy!- saludo mientras entra, divertido al ver a los múltiples gatos dormidos e ignorando su presencia. Camina con pasos silenciosos, siguiendo el sonido del tarareo alegre y dulce de su amigo, sonriendo al verlo en la cocina con un delantal rosa. Él no es el único que se emocionó con los dulces.

-¡MK, mi amigo!- el de piel azul sonrió, enorme y feliz, al parecer mezclando algo de masa para galletas. -¿Qué te trae por aquí?-

-Tu regalo de 14 de febrero- saca el budín que había preparado para dejarlo sobre la parte más limpia de la mesada. Puede ver como los ojos ajenos se iluminan ante el regalo y ríe mientras los grandes brazos lo levantan en un abrazo lleno de cariño.

... ... ... ...

MK esta nervioso, especialmente ahora que está parado frente a la gran puerta de la enorme y peligrosa fortaleza.

-¿Qué rayos quieres, niño de los fideos?- que alivio que sea el mismísimo Red Son quien abrió la puerta, no tenía idea que diría si hubiera sido DBK o su esposa.

-Yo...- trago en seco, dudando un poco antes de armarse de valor. -¡Te traje tu regalo de 14 de febrero!- se lo extiende, su corazón acelerado por el nerviosismo y la mirada fija, solo relajándose cuando Red Son se mueve y toma el el envase que le estaba extendiendo.

-¿Qué es?- parece curioso mientras examina el postre que le acaban de entregar, algo suave brillando en sus ojos.

-Es bizcochuelo- sonrió, enorme y contento.

-...gracias...- murmuró sin mirarlo, la punta de su cabello volviéndose fuego mientras escucha la celebración llena de felicidad del sucesor. Se está ablandando, que desastre.

... ... ... ...

-¡Feliz 14 de febrero, Nezha!- no puede evitar exclamar apenas ve al príncipe, sonando entusiasmado y un poco más fuerte de lo que quería pero logrando hacer sonreír ligeramente a su amigo.

-¿14 de febrero?- ladeo muy ligeramente la cabeza,

-Es Día del amor y la amistad- por alguna razón, quiere reír ante el parpadeo lleno de confusión que recibe como respuesta. Se ve perdido, algo nuevo para alguien como Nezha. -Son galletas de chocolate- informó ante la mirada pensativa y curiosa en el rostro ajeno. -Nunca te pregunté qué clase de dulces te gusta y no sabía qué prepararte pero te hice galletas de chocolate porque...bueno, te gustó el chocolate que te invite la otra vez- esta divagando pero no parece tener mucho control de lo que sale de su boca por el momento. El príncipe tararea, abriendo el táper que le acaban de dar, el dulce aroma llegando a su nariz y calentando un poco más su corazón. Se permite morder una ante la atenta mirada ajena, saboreando.

-Me encantan- no duda en decir con toda seguridad, contento de ver como la sonrisa del menor se agranda ante sus palabras. Nezha no está muy acostumbrado a los dulces aún pero el chocolate sin duda es su favorito, especialmente si es un regalo de parte de su amable y siempre dulce amigo.

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-¡Maca...!- su llamado se convirtió en grito cuando el suelo bajo sus pies desapareció de repente, soltando un chillido mientras caída y aferrándose al pastel, manteniendo los brazos extendidos en un intento de que nada sucediera. La caída terminó tan rápido como empezó, parpadeando con sorpresa al darse cuenta de que estaba en brazos del causante de todo. -¡Macaque!- sonrió al poder verlo.

-Hey, Kid~- lo bajo con cuidado, enarcando una ceja ante el envase de pastel que el menos sostenía y estaba revisando. -¿Qué es eso?-

-Es para ti~- sonrío, aliviado de que el pastel estuviera entero, no siquiera se había golpeado. -Feliz 14 de febrero- no va a negar que esta orgulloso de la mirada de pura sorpresa que el mono tiene, una sensación que sólo crece al verlo probar del postre con los ojos cerrados por la satisfacción.

... ... ... ...

Esta apurado, más que nada por la emoción de ser su último regalo a entregar, sus pasos rápidos y ligeros, aunque cuando llega a la cima, se tropieza como siempre. Su torpeza es de lo peor.

-¡No!- jadeo, casi viendo en cámara lenta como el envase con la torta en su interior vuelos de sus manos y empieza a caer, bufando de la sorpresa cuando algo rodea su pecho y evita su caída, suspirando de alivio al ver una mano atrapar su regalo con facilidad.

-Tienes que tener más cuidado, Bud- Monkey King sonrió, divertido por la torpeza de su sucesor, usando su cola para ponerlo de pie y mirar el objeto extraño que logró atrapar. -¿Y esto?- lo mira con curiosidad y levanta muy ligeramente la tapa transparente, su cola moviéndose con gusto ante el olor dulce a durazno que llega a su nariz.

-Para ti~- se acomoda la campera, contento de que su regalo pudo llegar completo a su destino.

-¿Para mí?- el dios se ve sorprendido y asombrado, su cola moviéndose con tanta velocidad que parece más un perro muy alegre que un mono.