Capítulo 10: Despedida #Maratón1
—¿Qué quieres que yo qué? —le digo a Emma que está sonriendo con ambas manos en el dragón.
—Que subas en él —dice acariciando a mi dragón.
Yo antes quería otro perro, pero ahora quiero un dragón, me pregunto ¿Habrá más cosas mitológicas? ¿Sólo existen los dragones? ¿Existirán mas seres mágicos?
—No. Me voy a caer, no tengo experiencia en eso —le digo y me alejo para sentarme junto a Alec.
Él está... ¿molesto? No sé realmente lo que tiene pero no es el mismo de antes. Lo miro y le sonrío, Alec tiene la vista en ¿Taylor...? ¿Porqué lo ve? Vuelvo mi vista a Alec, creo que aún no nota que estoy a su lado.
Alec por más guapo que sea tengo que tener auto control con él, aunque es mi amigo y sé que no hay posibilidad que yo esté con él, nadie dice que no me pueda imaginar como seríamos de novios.
Emma se acerca a mi y vuelve a insistirme, lo cual yo rechazo nuevamente. Ni loca me voy a subir arriba de Ryu.
—¡Por enésima vez! No me voy a subir en esa cosa.
—¡Ryu! —grita Emma y no hago más que disculparme con mi dragón.
Bueno que me perdone pero no pienso subirme en él, puedo caerme o... caerme, y también puedo... no sé ¡Caerme!
—Aún así no me voy a subir.
Mi tía salió a hacer "Algo" afuera. Literal, le pregunté "¿A donde vas?" Y me dijo "A hacer algo afuera" Mucha información ¿no?
Cuando se fue, decidí pasar más tiempo con Emma. En la tierra para pasar el rato es salir a ver una pelicula, caminar, pero aquí para conocerla mejor es montarme en Ryu.
—Va a ser divertido ¡Vamos! No es tan difícil, sólo levántate y siéntate encima de Ryu y listo, él hará la magia.
Sé que Emma no me va a dejar en paz, así que acepto, aunque sé como hacer para no subirme.
—Bien lo haré —ella salta de emoción y yo me levanto del césped, veo a Alec y él sigue viendo fijamente a Taylor molesto, luego le preguntaré qué es lo que tiene—. Primero quiero algo para sentarme en él.
—Aquí lo hacemos diferente —dice restando importancia a nuestra discusión. Yo no necesito esa cosa, de chica montaba caballo cada vez que podía, pero ahora necesito que se distraiga un rato mientras hablo con los "Amigos" y ver qué sucede.
—El asiento o nada —le digo y ella bufa deshaciendo la trenza y dejando su cabello suelto y largo.
—Bien, lo traeré —camina en dirección a la casa y escucho que susurra— Debe haber uno por aquí pero no recuerdo dónde.
Trataré de hablar con Alec y Taylor, nos iremos en unas horas -o cuando venga mi tía- y no quiero que haya mala vibra alrededor mío.
¿Con quién hablo primero? ¿Alec que está sentado en el césped mientras mira a Taylor o Taylor que está caminando por todo el patio con su celular en la mano?
Creo que con Taylor... camino dirección a él pero siento una mano en mi brazo.
—¿A dónde vas? —me pregunta Alec parándose y me volteo a verlo.
—Iba a hablar con Taylor pero creo que hablaré contigo —le digo riendo y él asiente, aún está molesto o loco. Cambia de posición, ahora yo estoy donde estaba él. Frunzo el ceño y él sólo me sonríe —¿Por qué?
—¿Por qué que? —dice sonriéndome y yo no hago más que bufar.
—¿Por qué me cambiaste de sitio? —le digo y él me mira asombrado y confundido.
—¿Cuándo hice eso? —parpadea varias veces y yo ladeo la cabeza.
—Pero si lo acabas de... ¿Sabes qué? Olvídalo.
Suelto su mano de mi brazo que estaba todo el tiempo agarrando, camino donde Taylor y siento que Alec me sigue.
—Taylor... ¡Taylor! —grito ya que él no me escucha. Miro a Alec y se encoge de hombros y trata de agarrar mi brazo para alejarme pero lo esquivo y vuelvo a gritar— ¡TAYLOR!
Taylor se asusta y cae con su celular en su pecho. Río por cómo se cayo y él niega.
—¿Por qué siempre yo? —dice levantándose mientras que se limpia la espalda.
—¿Qué estabas haciendo? —le digo y el muestra su teléfono como si la respuesta fuera obvia. Pero no lo es.
—Estaba buscando señal para llamar a mis padres, deben de estar preocupados y preguntándose dónde estoy.
Verdad, él no habló con sus papás, al menos los padres de Alec ya saben de nuestro viaje, ojalá que Alec le haya dicho que iremos a visitar a mi familia o viajar por lugares antes de entrar a la universidad.
—¿Tienes algo? —le digo y el niega.
Suspiro. No hay señal y no podré llamar a mi buela y decirle que llegué bien. Mi prima vuelve con un asiento... ¡Rayos!
—Listo —se muerde el labio inferior y sonríe —. Esto lo usaba cuando era una renacuaja.
Alec y yo reímos, Taylor sigue con su celular y creo que quiere escalar el árbol.
Cuando iba a decirle algo veo a mi tía venir alterada mientras cierra la puerta con llave. Me preocupo y voy corriendo dónde está ella, los demás me siguen. Veo sus ojos y puedo ver preocupación en ellos.
—¿Qué sucede? —le digo preocupada, mi prima y amigos murmuran cosas como "¿Qué esta pasando?" "¿Qué ocurre?".
Mi tía pone unas sillas en la puerta y la tranca, luego hace que retrocedamos, aleja a Emma de nosotros y comienza a hablar con ella, lo cual hace que mi prima asienta.
—¿Qué es lo que pasa? —pregunta Taylor lo cual hace que niegue.
Emma se acerca a nosotros y jala a Alec y Taylor, los iba a seguir pero mi tía me detiene.
—Jazz quiero que sepas que yo siempre te voy a querer —¿Pero qué está diciendo? Parece una despedida esto—Te volveré a ver al igual que a mi hermana, así como Emma.
—¿Qué estas diciendo? —le digo y ella toma mis mejillas con suavidad. Esto me está asustando.
—No sé si lo sabes, pero debes huir de aquí e ir a encontrar la solución para tus padres. Hay personas que te persiguen, no me preguntes por qué, no hay tiempo de explicaciones ahora —escucho que hay personas hablando afuera, me altero porqué reconocí una voz—. Sólo te digo que no confíes en nadie que no sean tus amigos o Emma. No hay más familiares aparte de Emma y yo.
—Siento que esto es una despedida ¿Lo es?
Ella asiente y besa mi mejilla, siento mis ojos cristalizarse, me toma las manos y las besa.
—Ahora vete. Emma te ayudará en todo, será como tu guía.
—Tú vendrás con nosotras —le digo jalándola pero me detiene.
—Los distraeré, así ustedes podrán escapar.
Niego y la vuelvo abrazar, es mi tía. Hace poco sé que tengo una y probablemente nunca más la vuelva a ver.
Cuando mi mamá me dijo "Ayuda a Jazz" no dudé en hacerlo. Sabía que había problemas.
Jazz no sólo es mi prima, es mi amiga. Ya sé, apenas la conozco pero no es de todo cierto, yo la conozco desde hace mucho pero ella no a mí.
Alec y Taylor se cambian sus atuendos a unos mas cómodos, yo por mi parte podré usar al fin ropa normal. Bueno ropa normal en la tierra, aunque sea una Mondostraniana no implica que no ame la ropa de la tierra.
—No creo que esto me quede —habla Taylor mostrando el pantalón que lleva puesto en la puerta del baño.
—Pues no tienes de otra, a no ser que quieras ir desnudo por todo el lugar —dice Alec mientras entra al armario a cambiarse.
Alec y Taylor están más que peleados, que no crean que no llegué a escuchar su "Pequeña" pelea por Jazz. No los culpo, Jazz tiene el encanto Ramírez. Pero esto no quedara así, hablaré con los dos pero por ahora sólo debemos huír.
Veo que los dos ya se cambiaron. Alec y Taylor llevan puesto lo básico, pantalones cómodos, y polos que no harán que nos lleguen a descubrir.
Aunque ellos no se ven como unos Mondostranianos, pero se los puede confundir fácilmente.
—¡Jazzlyn! —grito en la puerta y veo que viene secando sus ojos— Pruébate esto linda.
Le entrego unas cuantas cosillas para que se ponga, Jazz asiente y entra al baño.
Yo ya me cambié porque tenía el presentimiento de que algo iba a pasar, pero no creí que fuera tan pronto.
Mi pantalón negro y suéter gris es un muy buen conjunto, nunca llegué a usar esto, tal vez sólo en mi casa pero nunca afuera y esto será emocionante.
—¿Ahora si nos dirás que está pasando? —me pregunta Alec mientras que yo pongo cosas en mi mochila.
Tengo que tener lo necesario para esto, no creo que con sólo unas cosas podamos encontrar la manera de revertir lo que hizo Jazz a sus padres.
—Les diré todo pero por ahora no —cierro mi mochila y se la entrego a Taylor—. Tu llevaras esto, no la pierdas por nada.
—¿Con quién te crees qué hablas? Soy Taylor, yo nunca pierdo nada —dice con arrogancia y escucho como Alec bufa.
—Si. Por eso te digo; No la pierdas.
Veo como Jazz sale del baño, le queda
bien el conjunto negro, su pantalón y su casaca, salvo su polo.
—¿Cómo me veo? —dice y veo como los chicos no dejan de mirarla.
Golpeo mi frente con mi mano, los muevo a ambos con la cadera.
—¡Hello! Hora de irnos —les digo y todos asiente.
Le doy una mochila a Jazz para que la lleve, salgo de mi habitación y veo como mi mamá habla con unos señores, altos y muy gigantes.
—Por acá —habla Jazz guiándonos para afuera.
Caminamos en cuclillas hasta llegar al patio, veo a Ryu en modo defensa. ¡Ay no! ¡Esto no puede estar peor!
—¡Ryu! ¡No! —le digo y el sigue avanzando. Verán, Ryu es un dragón muy leal, y si ve que su dueño o dueña es amenazado no duda en atacar, creo que siente como mi mamá está en peligro —Ryu queremos salir vivos de ésta ¡Vamos!
Ryu retrocede y viene a mi, o bueno va dónde Jazz de hecho. Mi mamá se la dio y aunque ame mucho a Ryu no lo voy a querer tanto como el mío.
—De acuerdo, subamos ¿no? —me dice Jazz, veo a los chicos asustados.
—¿No que no querías? —le digo y ella niega riendo.
Subo a Ryu junto a Jazz, los chicos están perplejos e inmóviles.
—¿Qué esperan? ¿Una invitación? —les digo y ellos niegan.
—No me subiré a esa cosa.
—¡Ryu! —dice Jazz acariciándolo.
—En algo coincidimos, Alec —dice Taylor asintiendo.
Estos me van a volver loca. No hay tiempo para estar diciendo "Si" o "No". Es "Si" o "Si".
—¿No van a subir? —les digo y ellos niegan— Bien. Ryu ¡Ahora!
Veo como Ryu mueve su cola y abre las alas, su gigantesca boca la abre y agarra a Alec y Taylor de sus polos. Sé que les va a doler pero no tienen de otra.
Ryu hace que Alec y Taylor hagan una voltereta en el aire y caen en su cola.
—¡Sujetense princesas! —les digo y Ryu comienza a volar.
Escucho gritos y río al saber que son los chicos. Jazz está sonriendo, sintiendo cómo el aire corre por todo su cuerpo.
—Esto es divertido —dice y asiento sonriendo, volar en un dragón es mágico—. ¿Y adónde vamos?
Sonrío mordiendo mi labio inferior mientras que Ryu hace un voltereta— A buscar la cura para tus padres —le digo y su sonrisa dice más que mil palabras.
Y aquí es dónde estoy. Volando en un dragón junto a mi prima, buscando la cura para sus padres y escuchando gritos por parte de los chicos.
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