Era el día de la madre.

Aquel día que todas las progenitoras celebraban amable y amorosamente con sus hijos, quienes les daban regalos y les agradecían por todo lo que les daban.

Los hijos de Izzy no fueron la excepción, tenían todo planeado de hacía ya unas cuantas semanas.

Duff se había encargado de averiguar bien la fecha, mientras que Slash se encargaba de confirmarla, puesto que años atrás, cuando Duff tenía 11, Slash 9, Axl 3 y Steven aún siquiera nacía , había confundido el día con el número del mes, y años atrás, cuando solo eran Duff y Slash, el mayor de los hermanos había leído mal el número.

En fin, querían que todo estuviese perfecto para poder celebrar a Izzy.

¿Y así fue?

JAJA no.

— Bien... ahora Axl, pásame la harina —susurró Slash mientras terminaba de mezclar las cosas para hacerle panqueques a Izzy.

— No quiero —respondió Axl mientras jugaba Fornite sentado en la escalera, puesto que su castigo había terminado.

— ¡Axl! —exclamaron en un susurro Slash y Duff, a lo que el pequeño pelirrojo bufó, apagó la consola y fue a ayudar q sus hermanos.

— ¿Qué puedo haced? —preguntó Steven mientras se apoyaba a penas en la encimera, estando de puntillas y con el mentón y las manos apoyados en esta para no caerse.

— Esperar para ponerle el jarabe —respondió Duff aún horneando el desayuno con la sartén.

— ¡Pedo quiedo ayudad a haced el desayuno pada mami! —exclamó Steven.

— Eh... hazle un café y Slash le pone el agua —respondió Duff.

Steven asintió sonriendo y muy alegremente fue a hacer el café.

— Hm... tiene que tened café... —se dijo por más obvio que fuese, luego colocó una cuchara de café en la taza—. ¡Y mucha azúcad! Mientas más dulce, más dico pada mami!

Así que le puso como ocho cucharas de azúcar mientras los demás ni cuenta se daban.

— ¡Listos los panqueques! —exclamó Duff, aunque se perdieron como cinco que cayeron al suelo mientras Duff los daba vuelta, por lo que Slash tuvo que hacer más masa.

— Genial, Steven, ponle el jarabe, pero no mucho que a mamá no le gusta tan dulce —dijo Slash a lo que el pequeño se apresuró en obedecer.

Axl le sirvió jugo de durazno en un vaso mientras lo colocaba en la bandeja con las cuatro tarjetas de "¡te amo mamá!", aunque la de Steven tuvo que ser escrita por Duff.

Steven tomó el ramo de flores y subieron con Duff llevando la bandeja.

— ¡Feliz día mamá! —exclamaron abriendo la puerta.

— Es mañana, niños —respondió Izzy—, pero gracias, los amo.

Le entregaron las cosas, aunque fuese al día siguiente.

Duff le regaló una boina y una camisa, Slash unos pantalones, Axl su presencia, y Steven un collar de fideos que él mismo hizo, con cinco dibujos.

Izzy estaba muy feliz, aunque sus hijos se habían confundido con la fecha, nuevamente.

— ¡Mami bebe tu café! —exclamó Steven— yo mismo lo hice.

— Ow, claro mi pequeño —respondió su madre dirigiendo el café a sus labios, el que estaba asquerosamente dulce, hizo una mueca rara y dijo—. Eh... está delicioso, mi niño, está delicioso...

— ¿Te gustaron los panqueques? —preguntó Duff— Slash y yo los hicimos.

— Estaban muy ricos, niños —les dijo— muchas gracias, los amo mucho.

— ¿Y EL JUGO? —exclamó Axl— yo lo serví.

Izzy rió un poco.

— Claro que sí, mi Niño.

FIN :DDD

Haré uno más largo para el siguiente XD.