Capítulo 2.

El rubio miraba con atención, como la peli-negra alimentaba a su hijo, el cual, le sonreía.

_____: Viene... ¡El tren de los Waffles! –Río–.

Daryl: ¡Chu Chu! –Abrió la boca–.

Bill rodó los ojos.

No lo soportaba y se negaba a aceptar aquella "relación", sin embargo, sabía que no podía dejar a su hijo sin una madre.

Había conseguido Raromagedon, pero, le parecía aburrido sólo controlar a un estúpido pueblo. Quería compartir tiempo con el pequeño y en aquel caótico lugar, no podía: Tenía deberes.

Para su suerte, Raromagedon, estaba siendo cuidado por Will.

Sólo esperaba que el peli-azul, no liberara a sus prisioneros, pues sabía que podía llegar a ser manipulable.

Tocaron la puerta.

Bill: Ve y abre, _____. –Dijo mientras la obligaba a levantarse–. Anda. –Y se sentó junto a Daryl–.

_____: Claro...

La chica se apresuró a abrir la puerta, revelando a dos castaños.

M. Gleeful: ¡Hola, _____!

_____: Hola, Mabel...

Aquellos ilusionistas entraron.

Daryl: ¡Tía Mabel! –Dijo entre risas–.

Bill: Daryl, termina tu cena. –Se levantó–. Ustedes, ¿Qué hacen aquí?

D. Gleeful: ¿Qué? ¿No podemos ver al pequeño? –Cuestionó, presionando sus mejillas–.

El rubio, rápidamente retiró su mano.

Bill: Oye, ten a tus propios hijos. –Dijo molesto–.

D. Gleeful: Huy. –Se cruzó de brazos–.

Daryl: ¡Tía Mabel! ¡Adivine!

M. Gleeful: ¿Qué?

Daryl: ¡Voy a tener un hermanito!

Los castaños dirigieron su mirada hacia el demonio, el cual, no hizo ni un gesto.

Bill: ¿Qué?

M. Gleeful: ¿Va a tener un hermanito?

Bill: Él lo quiere, entonces si.

El Gleeful se volvió a ver a la prisionera, la cual, desvió su mirada hacia el suelo.

Bill: Pero le dije a Daryl que el pájaro iba a tardar en crear a los bebés.

D. Gleeful: _____, ten cuidado con ese dichoso pájaro. –Dijo con una sonrisa morbosa–.

Los gemelos rieron por lo bajo.

_____: Oh, cállense.

M. Gleeful: Bueno, nos vamos. Ya oscureció y Will no debe tardar en llegar.

D. Gleeful: Cierto, si no nos ve, se aprovechará y se comerá todos los dulces.

Sin decir nada más, ambos se retiraron, dejando a aquella "familia" sola.

»Narra Bill«.

Me senté en el sofá y encendí el televisor. Escuché como Daryl le contaba cosas a su... ¿Madre?

¡No!

Ella no es su madre. Él se dará cuenta un día y la odiará por eso.

Mi hijo solo me necesita a mi, pero, tuve que tomar esta absurda decisión de una madre sustituta.

No puedo dejarlo sólo cuando me vaya a Raromagedon.

Si lo dejo con los Gleeful's, sé que no lo cuidaran bien.

Si lo dejo con Will, ¡Bah! Ese idiota lo hará ser débil y un llorón. Daryl es mi hijo, debe ser fuerte.

Si lo dejo con Kryptos u otro de mis ayudantes, sólo seguirá rondando por Raromagedon y puede ser peligroso.

Cabe mencionar que yo no le pondría tanta atención. Necesito gobernar allá.

Cuando término de desayunar, corrió a sentarse sobre mis piernas.

Daryl: ¡Vamos, mami! Siéntate aquí, con nosotros...

Debo actuar.

Mi hijo ya sospecha que esto es una trampa y me esta poniendo a prueba. Es demasiado listo, como para notar que no estoy enamorado de ella.

¿Por qué?

¡Ella no se apellida Noroeste!

¡Ella no es Pacifica!

_____: Ehm... N-No lo sé, Daryl.

Le sonreí.

Bill: Vamos, linda. –Señalé a mi lado–. Siéntate.

Ella obedeció, dudosa. Se tensó al ver como la fulminé con la mirada.

»No te compares, tú no eres nada«.

[...]

Besé la frente de mi hijo, para después alborotarle el cabello.

Bill: Buenas noches.

Daryl: Buenas noches. –Sonrió–. ¡Buenas noches, mami!

Me volví a ver detrás de mi, notando la presencia femenina. Le hice mala cara.

_____: Buenas noches, Daryl.

Daryl: Espero que el pájaro no tarde mucho. –Susurró–.

Bill: Tal vez tarde. –Respondí–. Duerme bien.

Daryl: Claro. –Se cubrió–.

Me quedé allí, hasta que se quedó dormido.

Al salir de su cuarto, me encontré con la peli-negra.

Bill: ¿Qué haces? Pensé que ya estabas dormida.

_____: No sé dónde dormiré... –Murmuró–.

Bill: En mi habitación. –Le hice una seña, para que me siguiera–.

Al entrar a mi habitación, rápidamente me quité el saco y me aproxime al armario.

Saqué ropa, para dormir.

A Daryl le gustaba más que estuviera en forma humana, ya que, él no se podía transformar en triángulo. –Sólo heredó algunos de mis poderes–.

_____: Bien, ¿Y tú?

La mire de reojo.

Bill: ¿Yo qué?

_____: ¿Dónde dormirás?

Le lancé una mirada de confusión y chasquee los dedos, cambiando de ropa.

Bill: En mi habitación.

Sus mejillas se tornaron de un ligero tono color carmesí.

Bill: Pero no dormirás del lado derecho. Ella se recostaba de ese lado y no permitiré que lo ensucies. Dormirás del lado izquierdo y yo en el derecho.

_____: D-De ser así... Yo... Duermo mejor en el sofá.

Fruncí el ceño.

¿Le molestaba dormir conmigo? Tendrá que acostumbrarse, no quiero dañar a Daryl.

Bill: ¡No!

La obligué a recostarse en la cama, mientras me colocaba sobre ella, impidiéndole el movimiento.

Bill: ¡Dormirás aquí!

_____: ¡No quiero!

Bill: ¡Pues...! –Me vi interrumpido–.

Escuché un bostezo.

Ambos dirigimos la mirada hacia la puerta, donde se encontraba Daryl.

Se tallaba un ojo, mientras sostenía a Freddy con una mano, junto a una manta color amarilla.

Daryl: ¿Mami? ¿Papi? –Nos miró–. ¿Le estaban pidiendo mi hermano al pájaro?

Me sonrojé y fui rápidamente con él.

Bill: No. –Dije apenado–. ¿Qué ocurre?

Daryl: Soñé algo feo...

Estornudó.

Acomodé la camiseta de su pijama –La cual, estaba algo levantada– de estampado de Hora de Aventura.

Bill: Sólo fue un sueño...

Daryl: ¿Puedo dormir con ustedes?

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