Canto

"¿No es encantador estar solo?

Corazón de vidrio, mi mente de piedra."- Lovely, Billie Eilish & Khalid.

Donde cantas para comunicarte con Loki y un día no respondes.

— ¿Por qué carajos hacen eso? — Preguntó Tony viendo las cámaras de seguridad de las celdas en donde se encontraban aquellos dos enamorados dementes. Loki se encontraba en una celda hecha del mismo vidrio, cuyo diseño había sido creado para contener un monstruo muchísimo más fuerte que él. Reposando su espalda contra una de las cuatro paredes, desalineado, cansado, pero aun así existía una pizca de vida dentro de él.

— ¿Qué? — Preguntó Natasha posicionándose junto al castaño mirando las pantallas.

— Eso...— Señaló a la cela de Loki. Cada cinco horas exactamente, Loki se inclinaba un poco hacia adelante dejando caer su oscuro cabello un poco sobre su rostro, para después alzar la voz en un canto digno de los dioses, una tonada suave pero alta que hacía eco en todo el pasillo inferior.

— Oh...

— Espera. — Volvió a interrumpir Tony, señalando la segunda cámara en una celda totalmente distinta; y por obvias razones, la más alejada posible de Loki. Ahí dentro, la castaña cuyos brazos se encuentran aprisionadas para impedirle hacer sus trucos de magia, alza un poco la cabeza en cuanto el sonido de su amado llega a sus oídos. Ella también alza el rostro y responde a su llamado en un bello cantar.

— Muy particular. — Dice Natasha alzando una ceja en aprobación y ladeando un poco la cabeza por la impresión, viendo como en ambos prisioneros se forma una momentánea sonrisa tranquilizadora.

— Es su manera de comunicarse. — Una grave voz inunda la habitación, al voltear, ven a Thor recargado en el marco de la puerta con una leve sonrisa, no se sabe si de felicidad o de amargura. — Es su manera de saber que ambos se encuentran bien.

— Par de tortolitos. — El hombre de acero rueda los ojos ante lo cansado y cursi que suena la declaración de Thor. Después de todo, ambos enamorados habían tratado de invadir New York con una oleada de alienígenas de extraña procedencia; y entre ambos casi lo habían logrado. — ¿Cuándo te los vas a llevar de aquí, Thor?

— Me los llevaré pronto, después de todo, ambos tienen que ser juzgados por Odin, Padre de Todo.

— Ya nos los habías dicho, Thor. — Dijo Nat mirando nuevamente ambas cámaras, ambos se veían muchísimo más tranquilo que en un inicio.

— ¿Y te los llevaras a ambos? No soporto ver esta trágica historia de amor entre ambos.

— Si, me llevaré a mi hermano y a mi cuñada.

Sin embargo, las cosas no sucedieron así. El día en que Thor llego a tu celda, con un rostro culpable cual perrito que sabe que acaba de cometer un error, supiste que estabas acabada. El Padre de Todo podría perdonar a su hijo adoptivo y darle una sentencia muchísimo menor; sin embargo, simplemente eras una bruja aprendiz de Freya quien se había enamorado perdidamente de el dios del engaño y había traicionado al trono por él, el castigo no sería tan piadoso.

Entre tu ambición de poder y conocimiento para conocer las artes ocultas y mágicas que te llevarían a convertirte en una gran bruja, la ambición de poder y deseo de venganza de Loki y su amor eterno que había surgido de forma tan natural y espontanea, habían cometido muchos errores. Errores garrafales que habían acabado la vida de muchos midgardianos. Y ahí, en Asgard, lejos de Loki y de sus brazos, te diste cuenta de todas esas malas decisiones.

El cielo azul brillaba en su esplendor sobre ti, serias la primera en ciento de años que ejecutarían en vivo; como supiste, padre de todo no tuvo piedad sobre ti. Y ahí, viendo al pueblo mirarte con sorna y desprecio, a Freya tratando de mantener la compostura al ver a una de sus mejores estudiantes ser decapitada, a Thor cuyos ojos escurrían gruesas lágrimas y temblaba notoriamente de impotencia y a Odin sostener su poderosa espada de guerra que se blandía por tu cuello; te arrepentiste.

Te arrepentiste de todo: Tal vez podrías haber vivido una vida con Loki a tu lado, tal vez podían haberse casado y haber tenido unos pequeños príncipes, tal vez ambos podrían haber estado muchísimo más tiempo juntos. Las noches de desvelo entre ambos, los besos lentos y apasionados, las huidas en caballo por Asgard, la voz de Loki leyéndote un libro cuando no podías dormir, las noches de deseo carnal en que ambos se fundían mutuamente... todo eso había quedado atrás.

Él ultimo recuerdo que tendrías acerca de él, seria cuando Thor te noqueó con un golpe certero del Mjolnir sobre tu cabeza para evitar que siguieras lanzando hechizos en contra de los vengadores. Tus ojos habían viajado lentamente a Loki quien casi se quiso lanzar desde la Torre Stark al verte caer cual hoja de papel hacia el vacío. Sus ojos verdes cristalizados al borde del llanto, su voz gritando su nombre. No querías que ese fuera tu ultimo recuerdo, no uno en el que lo vieras angustiado y a punto de salírsele la vida por la boca.

Así que decidiste quedarte como recuerdo el sonido de su voz al cantar dentro de la celda. Ese era muchísimo más pacífico, más armonioso y era su esencia. El último sonido que elegiste escuchar fue el recordar su voz melodiosa, y no el sonido de la espalda blandiéndose sobre tu cuello.

Ese mismo día, en la celda, Loki se encontraba todavía en paz con los ojos cerrados y apoyando la parte trasera de su cabeza contra el vidrio, rememorando y recorriendo tu cuerpo de forma mental; lo conocía perfectamente, mejor que a sí mismo. Abrió los ojos en cuanto se dio cuenta que hora era, como siempre una leve sonrisa se hizo presente en sus labios, ese pequeño y minúsculo contacto que tenían entre ambos eran suficientes para mantenerlo cuerdo y vivo.

Alzó la voz, casi de forma angelical dedicándote cada nota de su voz, y esperó. Su rostro pacifico poco a poco se fue inundando en una inmersa preocupación que oscureció sus ojos y su rostro se torno en un torbellino de emociones. Un jadeo pesado salió de su boca, junto a su pecho que comenzó a bajar estrepitosamente; y aunque su promesa de siempre responder a su cantar era inquebrantable, volvió a intentarlo.

Tony sintió un pesar alejarse en su garganta al ver aquella escena tan lamentable y miserable ante sus ojos, el dios egocéntrico gateo hacia el otro extremo del cristal; tal vez pensando que no lo habías escuchado por la lejanía, y cantó... cantó en un gimoteó ahogado y mal coordinado, casi gritando. Y esperó.

Esperó hasta que el silencio por sí solo le dio la respuesta. Loki gritó tu nombre contra el cristal, lanzando golpes certeros que ni si quiera lo hacían temblar, gritó con fuerza y finalmente lloró... todo el egocentrismo, su temperamento y ferocidad se habían alejado de su cuerpo. Gritó hasta que los pulmones se le quedaron sin aire, hasta que la garganta se le desgarró y hasta que las lágrimas se habían acabado de su cuerpo.

Tony miraba la escena, el soberbio filántropo sintió pena por él. Y rogó mentalmente que Thor regresará pronto por su hermano y se lo llevará a ser juzgada junto a su amada. Sin embargo, no sabía que a Loki ya se le había condenado a estar la eternidad solo. 

Esta historia fue inspirada en un Tiktok que ví y luego borraron. Voy a poner el link de un TikTok con el audio para que se hagan una idea.

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