"Se esta haciendo tarde..." 

[...]

Suspira en silencio, antes de exhalar humo blanco, hace frió, el suficiente como para tener que usar varias capas de ropa debajo de una chaqueta abrigadora, junto a una bufanda y un indiscutible gorro que su madre insistió que debería de usar para su salida, sin importar a donde fuera a ir, el frio que calaba fácilmente en los huesos, se había expandido por casi toda la región, y aun con toda protección, no podía evitar temblar ante la falta de movimiento, una que se hacía notar al ver sus pies, los cuales se mantenían enterrados en la nieve, lo que le hacía parecer que estaba plantado justamente en ese lugar, esperando, con paciencia, mirando a todas partes, esperando que la persona a la cual estaba esperando apareciera en algún momento.

—Se está haciendo tarde.

Fue lo que pensó tras ver su reloj una vez más, haciendo un gran esfuerzo por no tiritar, mientras la luz del sol se iba acabando lentamente y sus dedos se movían incómodamente dentro de sus guantes, antes de resguardar sus manos, una vez más, dentro de las bolsas de su chaqueta. En los alrededores, él era la única persona que se encontraba de pie en medio del frio, esperando por una cita que realmente no se había concertado en un día en específico, pero que tenía la esperanza de que fuera a pasar en algún momento.

—¿A dónde vas? —ese día había despertado desconcertado, creyendo que todo había estado bien, hasta que vio su espalda llena de una extraña decisión, observando como acariciaba el pecho del dragón legendario de color blanco.

—No lo sé, aun, pero volveré pronto Touya.

N sigue ahí, de pie, dándole la espalda, como si intentara terminar de juntar la determinación suficiente como para subir al lomo del Pokémon e irse, justamente como le acababa de afirmar que lo haría.

—Déjame acompañarte entonces, yo... —intenta caminar hacia él, formar parte de este nuevo viaje y seguir a su lado.

—No. Esto, esto es algo que debo de hacer solo.

—Entonces, ¿Cuándo volverás? ¿Cuánto tengo que esperar?

No hay una respuesta a su pregunta, solo un silencio entre los dos, antes de que Reshiram se inclinara para que N subiera a su espalda, y finalmente alzar vuelo, sin mirar hacia atrás en ningún momento, sin palabras de despedida, solo así, se había marchado, sin expresar nada en concreto.

Empieza a balancearse en su lugar, moviendo los pies entre la nieve, haciéndola crujir en el proceso, sonriendo contra la bufanda, recordando, con cierto cariño, que el color blanco era representativo del Pokémon legendario que había empatizado con Natural.

—Se está haciendo tarde.

Se repitió una vez más, un poco más fuerte, sabiendo que nadie más lo escucharía, otro día que pasa, y su esperada reunión, parecía que no iba a darse ese día tampoco, así que solo le toaba seguir esperando. Esperar, hasta que algo pasara en su propia región que ni para eso pudiera tener tiempo.