nineteen.

Jeongin había pasado una increíble tarde con Hyunjin, después de aclarar el inconveniente del día pasado todo había vuelto a la normalidad, el menor lo mimó de más y estaba de tan buen humor.

Iba manejando al departamento donde se había estado quedando mientras su nueva casa estaba lista, Hyunjin y él ya se habían despedido minutos atrás y era hora de regresar. Prendió la radio para conectar el Bluetooth y poder poner una canción de su playlist que había estado compartiendo con el menor.

Pero al momento de agarrar su celular vio como este explotaba en mensajes y llamadas perdidas, miró confundido, tenía arriba de 200 mensajes de diferentes personas, y llamadas de su secretaria, Chris y una que otra persona de confianza de sus empresas.

Estaba por leer uno de los tantos mensajes que había en sus redes, cuando en su pantalla una nueva llamada entra, era de Chris, rápidamente contestó.

— ¿Chris? ¿Qué pasa? ¿Sucedió algo con las empresas?

Hermano, ojalá fuera eso, ¿no has visto las noticias o algo en twitter? —aquellas preguntas preocuparon más al rubio.

— No, dime lo qué pasa, ¿por qué tantas llamadas y mensajes?

Mierda, Jeongin, alguien te tomó fotos con el hijo de los Hwang teniendo sexo y esas fotos están en todas malditas partes.

Jeongin palideció, negando frenéticamente, Hyunjin y él habían sido cuidadosos, todo tenía que ser una mentira.

— Dime que es una maldita broma, Christopher Bang. —la respiración del rubio comenzó a acelerarse.

Todo esto les iba a traer problemas a ambos.

¡No! Y aquí afuera de Yang's d boss hay una maldita bola de reporteros esperando por ti, ya les dije que no estabas pero no me quieren hacer caso.

¡Maldita sea! — Jeongin golpeó el volante un par de veces, frenó el auto para poder dar vuelta en el camino, regresando a la casa de Hyunjin. —Será mejor que saque a Hyunjin de su casa, no es un secreto donde viven los Hwang.

Sí, traten de ocultarse por mientras, porque sabes que tendrán que salir a dar una explicación, ¿no?

Sí, por mientras nos iremos y trataré de investigar quién fue la persona que nos fotografió.

Jeongin cortó la llamada sin esperar alguna respuesta de su amigo y aceleró, estaba furioso, se notaba en sus nudillos poniéndose blancos al ser tanta la presión con la que apretaba el volante.

En un par de minutos salió de su coche para tocar demasiadas veces el timbre, lo recibió una señora que era parte del personal, al reconocerlo lo dejo pasar.

— ¿Jeongin? Ya te diste cuenta, ¿no? —preguntó Hyunjin, con una triste mueca en su rostro.

— Sí, pero esto no se va a quedar así, voy a hundir al que se atrevió a exponerte así y le voy a romper la cara a golpes sin importarme de quien se trate. —habló furioso, Hyunjin lo miró sorprendido, Jeongin siempre se había mostrado tan pacifico y tierno que su faceta enojada la había olvidado.

— Mis padres también ya están con la policía cibernética, veamos que tanto pueden hacer. Le mandaron directamente las fotos a mis papás y minutos después fueron publicados en todas partes. —suspiró, echando su cabello hacía atrás. —No solo yo fui expuesto, también tu, así que no serás el único en patear traseros cuando sepamos quién fue.

Jeongin sonrió un poco, tomó de la mano del menor y lo encaminó hasta la puerta.

— Nos iremos de aquí, tengo un departamento donde nos podemos quedar un tiempo.

Ambos ya iban de nuevo en el auto del rubio, Jeongin se había puesto lentes de sol, prestando un par a Hyunjin, para al menos poder disimular un poco.

— Jeongin engaña descaradamente a du esposa Kim Dahyun con el reconocido hijo de los empresarios Hwang, que horror, pobre de la esposa, esperemos pueda sobrellevar esto. —leyó Hyunjin, Jeongin rio un poco sin quitar la mirada del camino.

— Todo por no hacer público mi divorcio.

— Está es mejor: el adolescente Hwang Hyunjin, hijo de los Hwang se atrevió a meterse con el empresario Yang Jeongin, rompiendo su dulce y adorable matrimonio con Kim Dahyun, un total rompehogares. —Hyunjin apagó el celular, todo era un desastre.

El regaño de sus padres, sus compañeros de clases enviándole mensajes o compartiendo las publicaciones en los grupos, periodistas encima de sus padres para poder ir a él.

Odiaba todo y a todos.

— Así no era como imaginaba dar nuestra relación pública. —comentó el rubio, miró por la ventana, el sol estaba a casi nada de esconderse.

— Mira el lado bueno, nos ahorramos un escándalo. —Hyunjin rio, Jeongin lo volteó a ver de reojo negando.

Ambos llegaron al departamento, Jeongin apenas entró fue por su laptop para ver el escándalo en grande, se sentó en la cama y Hyunjin simplemente se acosto a su lado.

— Mierda, estás fotos son tan explícitas, hay algunos sitios donde no están las censuras. —murmuró el rubio. —El que se atrevió a esto lo va a pagar demasiado caro.

— La ley Olimpia, las sanciones van de meses a 8 años de prisión más multas, y no sé si cuente el tema de que soy menor de edad.

— Ese era su plan, joderme de pedofilo, seguramente.

— Pero sí en las imágenes se ve como te la estoy metiendo toda. —habló divertido, Jeongin lo volteó a ver ofendido.

El celular del menor comenzó a sonar, Hyunjin lo agarró fastidiado pensando que sería alguien chismoso que quería saber algo del problema, pero contestó de inmediato al ver que era su madre.

— Mamá, ¿qué sucede?

La persona que me mandó las fotos no fue nada inteligente y ya sabemos la dirección de la casa. —Jeongin y Hyunjin se voltearon a ver sonrientes.

— Sí, ahora sí podemos hacer mierda a esa persona.

Sí, nunca lo creí de ella, es decir, sé que tenía mucho coraje pero no para que creara un escándalo como estos, es tan decepcionante.

¿De quién hablas, madre?

Pues de Dahyun.

Jeongin apretó la mandíbula al escuchar aquel nombre, su furia haciéndose más grande, era increíble hasta donde llegaba una persona.

— Claro, como no pensamos en ella, ya nos la hizo una vez. —murmuró Jeongin.

— Esa maldita, con razón la encontraron tan fácil, no tiene nada de cerebro. —escupió Hyunjin, el mayor se levantó de la cama para ir directo por su celular. —¿Jeongin?

— Le hablaré a mi abogado, me las va a pagar.

La policía irá justo ahora, veamos si Dahyun admite todo o lo lleva a un juzgado. —Jihyo colgó la llamada después de hablarle a su esposo, Hyunjin dejó su celular en la cama mirando al rubio.

—De verdad nos quiere ver sufrir esa señora.

— Pero todo le sale mal, lástima.

Jeongin sonrió un poco, ahora era su turno de joderla a su manera, ella comenzó con un juego sucio y él sería quien lo terminaría.

Discúlpeme por haberme desaparecido por meses, puro ya estoy aquí y adiós si prometo que no vuelvo a desaparecer.

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