Sunghoon entró a su clase con una gran sonrisa, últimamente sonreía mucho, y se sentia muy bien.

—Vaya, no recordaba que te pusiera tan feliz la clase de química—habló divertido su mejor amigo, Jake.

—Sí, estos últimos meses has estado vomitando arcoiris—completo JungWon, otro de sus amigos

—No lo entenderían, es la magia del amor—contestó Sunghoon, sentándose en su banco.

Sus amigos se voltearon a ver sorprendidos.

—¿Amor? ¿Acaso estás enamorado?

—¿Qué? ¿No se los mencioné?—sus amigos negaron, y Sunghoon rió, en sus clases ahora ponía atención que no le daba tiempo de platicar, ya que JunMi le había dicho que tenia que ser uno de los primeros en sus calificaciones.

En sus descansos se iba a la oficina del rubio a comer, había estado tan ocupado con su amado que había olvidado que tenía amigos.

—¿Desde cuando tienes pareja?

Sunghoon iba a responder, pero recordó que nunca se lo pidió, se habían comenzado a llamar de novio, pero nunca hubo una declaración.

❝Tienes que proponérselo bien,
Sunghoon❞

—¿Ustedes cómo se declararían?

—Bueno, no sé, cuando terminen de follar le dices—Jake se encogió de hombros, recibiendo un zape por parte de JungWon.

—No le hagas caso, Sunghoon, tienes que ser romántico, puedes prepararle una cena al aire libre, o hasta en la playa, claro que tiene que ser en la noche si o sí, es mucho más cursi.

Sunghoon asintió, preparando todo en su mente, le pediría a JunMi que fuera su novio.

—Bueno pues perdón, yo no le sé a esas mierdas románticas—se quejó Jake, cruzándose de brazos.

—¿Cómo se llama? ¿Es de aquí de la universidad?

—No, no es de aquí, se llama JunMi—volvió a sonreír, recordando el rostro del rubio

—Si que te trae bien idiota el chico—se burló el castaño

—No seas envidioso, Jake.

—Quisieras.

JunMi se encontraba fuera de la universidad de Sunghoon, se había vuelto una rutina, que ahora el menor pedía ser traído por el chofer para poder irse sin problemas con el rubio.

Sonrió cuando vio al pelinegro salir, se bajo del auto colocándose los lentes de sol. Se percató que Sunghoon venía junto a otros dos chicos más, así que espero a que acabaran su plática.

Sunghoon volteó encontrándose con su mirada y enseguida sonrió, le dijo algo rápido a los acompañantes, caminando rápidamente hacia el.

—Moría por verte—murmuró el menor, agarrándolo de la cintura para darle un beso casto

—Yo también, Sunghoonnie.

Los chicos que anteriormente estaban con Sunghoon se acercaron tímidamente, mirando sorprendidos la escena.

—¿No nos vas a presentar, Hoon?—habló un chico castaño.

Sunghoon rodó los ojos.

—Ellos son mis amigos, Jake y JungWon—los mencionados sonrieron, saludando al rubio—. Y él es JunMi, mi pareja.

—Un gusto conocer al chico que trae como imbécil a mi amigo—habló el castaño, haciendo reír a JunMi.

—¡Jake! Deja de avergonzar a Sunghoon—JungWon negó, volteándose al mayor—. Pero sí, un gusto por fin conocerte.

—El gusto es mío, me alegra conocer a los amigos de Sunghoonnie.

—¿Yo? ¿Amigo de Sunghoon?—se carcajeó Jake— Jamás, cuando te aburras de él, me llamas.

Sunghoon lo miró indignado, colocando a JunMi detrás de él.

—Jake, ni se te ocurra.

El mencionado rió.

—Sabes que es broma, Hoon.

—Como sea, debemos irnos—la pareja de amigos los vio irse, habían cambiado asientos, Sunghoon sería quien fuera manejando.

—Qué envidia—lloriqueó JungWon.

—Ya sé, me siento tan solo.

—Maneja para la casa de nosotros, Sunghonnie—habló JunMi, el menor lo volteó a ver con una mueca sorprendida.

—¿De nosotros?

—Oficialmente ya es de nuestra propiedad, claro que falta decorar algunas cosas, así que por el momento no podemos habitarla—Sunghoon asintió, cambiando la dirección del auto hacia la casa.

—Sí, no te preocupes, cosita, igual aún tengo que hablarlo con mis padres.

Hubo un silencio por unos minutos escuchando la música que Sunghoon había puesto en el carro desde el bluetooth.

—Sunghoon, ¿tú crees que vamos muy rápido?

—¿Para vivir juntos?—el rubio asintió.

La respuesta de Sunghoon era sí, él lo pensó en las últimas semanas desde que fueron a ver su próximo hogar y efectivamente las cosas entre ellos estaban pasando algo rápidas, y puede que a causa de eso las cosas lleguen a cambiar de manera drástica.

Eso sucedía en la mayoría de las parejas, pero no eran ellos.

No se sentía presionado a hacer algo, él realmente quería una relación duradera y sincera, por favor, quien podría decirle que no a Kim JunMi.

—Sí, pero no de una manera negativa, el tiempo no importa si ambos estamos seguros. Quiero esto.

El rostro del mayor se tranquilizó, asintió y su atención volvió a la canción que se reproducía.

Cuando llegaron bajaron emocionados, la casa era increible.

—Hoy fui a mi casa—comentó JunMi—. Voy a contratar de nuevo a todos los empleados para que trabajen aquí, no los podía dejar sin trabajo.

—Oh, JunMi, que hermosa persona eres el mencionado rió apenado.

—Ven, vamos.

Ambos se adentraron, todo era tan grande y silencioso.

—Hay demasiados cuartos, así que, cuando nos peleemos no tendré que mandarte al sofá—comentó divertido el mayor.

—Cuando nos peleemos yo no me salgo del cuarto hasta quedar abrazados—JunMi lo miró sonriente—. O al menos follemos.

La sonrisa de JunMi se borró.

—¡Sunghoon!

—¿Qué? Es la solución b por si no podemos con el diálogo—se rió, subiendo por las largas escaleras

—Tenía que gustarme un menor.

—Ventaja para ti, estoy lleno de energía y tengo mucho aguante—sonrió coqueto.

JunMi se sonrojo, y se adentro a una de las habitaciones.

—Mira, esta es la habitación principal, por ende, también la más grande, será la de nosotros.

Sunghoon la observó unos segundos, y una traviesa idea pasó por su mente; lentamente se acercó al mayor, quien estaba de espaldas y lo atrajo a él, chocando su formido cuerpo con aquel tan delicado.

—Aprovechemos que estamos completamente solos, cosita—susurró en su oído.

—¿A q-qué te refieres?

—Sabes muy bien a lo que me refiero, ¿no quieres estrenar nuestra cama?—JunMi jadeó bajito, las manos de Park no estaban quietas.

Tal vez JunMi si queria.

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