━━━02
Jihyo entró a la habitación de su amiga, seguido de ella, YunYi. Se aventaron a la cama, listas para soltar todos esos chismes que se habían guardado por años.
—Cuéntame todo, sigo tan sorprendida por verte casada con JunMi, no es para nada tu tipo, siempre salías con hombres que medían casi los dos metros—rió leve, mirando el puchero de su amiga.
—Tienes toda la razón, JunMi nunca fue mi tipo, ni lo será, pero es lo que hay, además ¿no me ves? ¿no ves mi casa? Me siento la gran diosa.
—No sabía que JunMi terminaría siendo muy exitoso, pero igual, tenías a muchos hombres calientes detrás tuyo, no lo entiendo—habló, quitándose los tacones.
—Todos esos chicos solo querían sexo, yo ya no estoy tan joven, necesitaba casarme y empezar a formar una familia, y en ese momento apareció JunMi, y dije "¿por qué no?"
—¿Y cumplió con tus expectativas?—YunYi se carcajeó, mientras negaba.
—Dios, no, para nada, él sigue siendo alguien inocente, para nada dominante, no sé ¿tierno? Ese no era el tipo de esposo que quería, a la hora del sexo quiero que me maltraten y me den duro, pero solo hay tontas preguntas como: ¿entro ya? ¿Quieres que vaya despacio? ¿Te duele? Joder, por eso casi no tenemos intimidad. Es aburrido.
—Oye, tampoco seas así, ese hombre ha estado enamorado de ti desde que éramos adolescentes, aún recuerdo cuando nos estábamos por graduar de preparatoria, y él apenas había entrado a la secundaria, aún así, te llevo unas lindas flores a la graduación.
—Claro, arruinó mi cita con Hoseok—rodó los ojos al recordarlo.
Sunghoon sonrió al escuchar la plática de las mayores, así que, ella creía que ese pequeño rubio se quedaría a su lado para pagarle todo.
Oh por supuesto que no. Definitivamente se robaría a esa bella cosita. Y solo él podría disfrutarlo.
Entró a la habitación, haciendo que las dos mayores saltaran del susto, Sunghoon miró a su madre.
—Mamá, mi papá dice que tiene una reunión en una hora. Y quería saber si querías irte a la casa o quedarte aquí hasta que él regrese.
—Dile que lo esperaré aquí, cariño.
El pelinegro asintió, dándole una fría mirada a la pelirroja.
❝Ni que estuvieras tan buena❞
YunYi volteó hacia su amiga, confundida por la mirada del menor hacia ella.
—¿Será que no le agradó a tu hijo?
—Nada de eso, Sunghoon suele ser muy serio con personas desconocidas—aseguró, volviendo a su plática.
Sunghoon llegó a la sala, mirando a su padre y JunMi reír, platicando de quién sabe qué.
—¿Qué dijo tu madre?
—Que se quedaría aquí, está muy emocionada de ver a su amiga―rodó los ojos, echándose en el sofá que se encontraba solo.
—Bueno, entonces me despido, vuelvo en unas horas, un gusto JunMi. Sunghoon ¿vas a querer que te deje en la fiesta de tu amigo?
Tentador, se lo pensó unos segundos, mirando de reojo al rubio que se encontraba buscando algo que ver en Netflix.
—Creo que me quedaré a hacerle compañía a él señor Kim, mi madre y su amiga de seguro estarán platicando toda la tarde en el cuarto. Claro, si al señor Kim no le molesta—volteó a mirar de reojo al mencionado. JunMi trago saliva, negando lentamente.
—Genial, entonces vuelvo más tarde.
El rubio vio como el padre del menor salía apresuradamente, volteando lentamente hacia el pelinegro, quien lo miraba con una sonrisa.
❝Joder, que parece una película de miedo❞
—Estamos solos, cosita—palmeó a un lado de él, insinuando que se sentara a su lado, vio a JunMi negar mientras miraba nerviosamente la tv—. Vamos, precioso, sé que quieres mimos.
—Cierra la boca.
❝Vamos, JunMi, tienes que mostrarle que no caerás en sus juegos❞
—Y deja de llamarme "cosita" ¿quieres?—advirtió, colocando una película, tratando de ignorar la presencia del menor.
❝Si lo ignoro tal vez se vaya❞
Era todo lo contrario, Sunghoon tenía una gran sonrisa en el rostro, cada que JunMi hablaba, más le fascinaba ese rubio.
Se levantó de su lugar, dejándose caer en el sofá en donde se encontraba el mayor, suspirando alto.
—Me encanta que te hagas el difícil, cosita.
—Dije que te callarás, le diré esto a tu padre y a tu madre—gruñó, dispuesto a levantarse del sofá, pero unos fuertes brazos lo impidieron, jalándolo hacia el regazo del menor.
—¿Sabes? Estarías mucho mejor conmigo, que con esa bruja que tienes como esposa, de seguro ella no te valora lo suficiente, no como yo lo haría—susurró cerca de su oído.
—Tú no sabes nada de mi vida de casado, así que te agradecería si te qui- ¡agh!
JunMi tapó su boca, avergonzado, y volteó a ver furioso a Sunghoon, este sonreía, pues había movido sus caderas hacia arriba, rozando su miembro con el trasero del mayor.
—¿Qué decías, cosita? ¿Te gustó como se sintió? Y eso que solo fue una pequeña prueba—JunMi de nuevo trató de levantarse del regazo del menor, pero era inútil, Sunghoon era fuerte y aunque no lo quería admitir él era algo pequeño—. Solo te estás removiendo, y sabes que eso no es bueno para ti. ¿O lo es?
El rubio se quedó quieto en su lugar, era cierto, lo podía sentir.
—¿Qué mierda quieres, Park?
—Te quiero a ti, sobre mí, tal vez montándome, o saltando en mi cara—murmuró, bajando su vista al trasero del mayor, que se encontraba sobre su miembro.
—Yo no meto mi pene en hombres, déjame pararme—lo único que escucho fue la alta risa del menor.
—¿Quién te dijo que me la vas a meter? Joder, aquí el único que meterá su polla, seré yo, así que tranquilo, no se la meterás a ningún hombre—agarro la cintura fuerte, para voltear su cuerpo, quedando cara a cara.
—Tampoco dejaré que me la metes, púber hormonal—dijo, tratando de no mirarlo a la cara.
JunMi sintió su cuerpo temblar cuando las manos del menor comenzaron a acariciar sus piernas, después subiendo a su cintura.
❝Kim JunMi, no puedes verte como un sumiso❞
Quería hacerle caso a su mente, pero al momento en el cual Sunghoon agarró su cintura para empezar a moverlo sobre él, perdió todo razonamiento, dejando caer su cabeza en el hombro contrario.
❝No, no, no❞
—¿Te gusta, cosita?—susurró, lamiendo el apetitoso cuello del mayor.
❝Sí❞
—No, me parece asqueroso...
—Tus reacciones dicen lo contrario, puedo escuchar tus pequeños jadeos—una de sus manos bajó hasta el trasero del rubio, apretando a su gusto, los movimientos se hicieron más fuertes.
Sunghoon sonrió, porque él ya no estaba guiando los movimientos, era JunMi.
El rubio se estaba encargando de dejar tímidos movimientos sobre la pelvis del menor.
El Park se acomodó en el sofá, haciendo que JunMi saliera de su escondite, mirando como se encontraba sonrojado, pero con el ceño fruncido.
—Qué tierno te ves excitado, cosita—JunMi tapó su cara, dejando de moverse.
—Esto está mal, esto está mal...
—¿Te digo algo, cosita? Lo malo y peligroso siempre se siente mejor, tu querida esposa está en el cuarto platicando animadamente con mi madre, nosotros estamos aquí abajo, y te estas excitando por el toque de otro hombre, ¿no es caliente?—Sunghoon se acercó al rostro sonrojado del mayor, mirando como este negaba—. Y a mí me encanta como tratas de negarlo, vamos, bésame, cosita.
Era cierto, estaba excitado por el toque de otro hombre, cosa que nunca pensó que pasaría, no entendía el porqué, él siempre había estado enamorado de YunYi, y ahora que eran esposos podía decir que era el hombre más feliz del mundo, pero, ¿por qué estaba deseando tanto besar a ese chico frente a él? ¿Por qué quería sentir su cuerpo junto al contrario?
Juntó su rostro al del menor, haciendo que sus narices chocaran, Sunghoon lo miraba con esa sonrisa coqueta.
—Es hora de que tu cuerpo disfrute, cosita, peca conmigo...
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