Twenty One
Ambos entraron al departamento del mayor entre risas y empujones juguetones, tenían un poco de alcohol en su sistema pero nada que no pudieran controlar.
- Vamos a mi habitación, me urge quitarme esta ropa. -el menor asintió, siguiendo al rubio por el departamento.
- ¿Sabes? Estrenamos mi cama, nuestra próxima cama en la casa, ¿Por qué no estrenamos también esta cama?
Dong Min rio un poco, entraron a la habitación y el mayor se dispuso a buscar prendas cómodas.
- La última vez que tuvimos sexo no nos fue tan bien. - advirtió el mayor, caminó hasta el baño para poder cambiarse.
- Ya sé, pero a Dahyun ya la tienen tras unas rejas, cosita. - Bin se encaminó al baño, entrando con total confianza haciendo que Dong Min brincara del susto.
- Me estoy cambiando, Binnie.
- Ya te vi sin nada, bebé, una miradita más no hará la diferencia. -sonrió, mirando aquellas largas y doradas piernas del rubio, se veían apetecibles.
- ¡Binnie! -negó, terminándose de poner su short de pijama.
Bin y Dong Min se dejaron caer en la cama, mirando el techo, habían pasado muchas cosas ese día. Pero al final ambos estaban juntos.
- Necesitamos relajarnos, ha sido un día duro, hoy es nuestro primer día siendo novios oficiales. -comentó Bin, sonriéndole con su característica sonrisa de gato.
- Creo que tú tienes en mente otro método de relajación, ¿No?- Dong Min lo volteó a ver, el menor solo movió sus cejas de arriba a abajo.
El mayor sonrió de lado, llevando sus manos al inicio de su short y comenzar a bajarlo poco a poco, Bin rápidamente se enderezó en la cama para poder ver aquel espectáculo.
La camisa que portaba el rubio era larga, cubría su ropa interior, Bin agarró el short de Dong Min que ya se encontraba por sus tobillo y lo quitó para lanzarlo lejos.
- Seguro este era tu plan desde un principio, ¿No, cosita? -murmuró Moon, el mayor sólo lo volteó a ver con ojos inocentes.
- No, Binnie.
Bin jadeó al mirar cómo Dong Min bajaba ahora su bóxer, quedando desnudo bajo esa negra camisa. El rubio se enderezó para comenzar a gatear frente al menor.
- Acuéstate, Binnie. -el nombrado atacó la orden y se dejó caer en la cama.
Dong Min le dio la espalda y se acomodó en el regazo del pelinegro, Bin tenía la perfecta vista de Dong Min de espalda y de su culo que se notaba a través de la camisa.
Llevó sus manos a las caderas del rubio y las comenzó a mover en círculos, Dong Min dejó escapar un gemido bajito, descontrolando a Bin.
- Deja quitarme el pantalón, cosita. -el mayor asintió, subiendo un poco su cuerpo sin dejar la posición, Bin se bajó el pantalón hasta las rodillas y volvió a sentar a Dong Min .
El rubio pudo sentir el miembro del menor ya duro bajo el bóxer y comenzó a moverse por sí solo, Bin solo miraba maravillado como ese trasero se movía tan bien alrededor de su polla.
Dong Min se volteó un poco y agarró el elástico del bóxer de Bin para bajarlo un poco, dejando su miembro recto a la luz. Dong Min levantó su camisa hasta la cintura, haciendo al menor jadear por la vista que estaba admirando.
Sin poder evitarlo agarró ambos cachetes traseros y los acercó a su polla, apretando esta con sus dos grandes masas, Dong Min gemía, moviéndose de arriba a abajo.
- Quiero metértela ya, cosita.
- Hazlo ya, Binnie. -gimió, se levantó un poco, dejando su trasero en alto mientras lo movía de derecha a izquierda bajo la atenta mirada de Moon.
- Eso haré.
Agarro la cintura del mayor y alineó su entrada, Dong Min mordió fuertemente su labio inferior cuando comenzó a sentir su interior ser perforado.
No había habido preparación pero él tomaría toda la polla de Bin. El menor jadeó fuerte, mirando el momento exacto en donde Dong Min quedó completamente sentado en él.
Su cuerpo temblaba un poco, pero no le importo tanto, el placer que sentía era mucho mayor, así que subió lento para dejarse caer de una sola estocada, haciéndolo gritar.
- Tú solito te torturas, bebé. -susurró Bin, llevó sus manos a la cadera del rubio, siendo él quien manejara los pequeños saltos de Dong Min.
Pero Dong Min perdió la vergúenza pronto, saltando lo más alto que podía para cuando bajara sintiera toda la longitud de Bin en su interior. El menor tenía toda su atención en el culo del mayor, sintiéndose privilegiado de sólo él poder ver aquel trasero comerse su polla.
Le dio una fuerte nalgada, comenzando a moverse hacia arriba, él también, los gemidos de Dong Min se ahogaban al sentir como el largo miembro de Bin tocaba su punto, haciéndolo delirar. Lo comenzó a montar bruscamente.
- Me vas a matar con esos movimientos, cosita. -habló Bin, agarró las caderas del contrario para detenerlo, - Levanta tu cuerpo, bebé.
Dong Min entre jadeos sacó el miembro de Moon de manera lenta, Bin aprovechó y volteó el cuerpo del mayor para cargarlo.
Dong Min enredó sus piernas en la cintura de Bin, el menor lo sostuvo con uno de sus brazos y con el libre volvió a acomodar su miembro en la entrada del mayor.
- Métela ya, Bin.
- Te encanta sentirla, ¿No, maldita perra? -Dong Min soltó un jadeo al ser llamado así.
Bin acercó su boca a la contraria, mordiendo fuertemente su labio inferior, Dong Min abrió su boca para gemir y Moon aprovechó para meter su lengua, comenzando con uno de sus muy buenos besos.
Dong Min llevó sus manos a la nuca del menor, queriendo juntar más sus bocas si era era posible, soltó un gemido ahogado cuando sintió como era llenado de nuevo por la gruesa polla de Bin.
El pelinegro bajó sus manos al suave trasero de Dong Min y lo comenzó a mover de arriba a abajo, el mayor se separó del beso, mirando el rostro de Bin, tenía su mandíbula apretada, haciéndolo ver tan atractivo.
Echó su cabeza hacia atrás, Bin lo estaba moviendo tan brusco que sus gritos salían por sí solos.
- B-Binnie, estoy por llegar... -murmuró y juró sentir como cada estocada iba más profunda, sus ojos comenzaron a humedecerse.
- Hazlo, cosita.
El rubio gimió, y después de varias estocadas logró llevar al orgasmo, el menor sonrió y caminó a la cama para dejarlo sentado.
- Abre tu boquita, bebé. -Dong Min obedeció, abrió su boca sacando un poco su lengua.
Bin se acercó más, para comenzar a masturbar su miembro, el rubio se removía ansioso en su lugar y acercó más su rostro cuando sintió el líquido caliente marchar su rostro.
Había manchado gran cantidad de su rostro, Bin se alejó satisfecho.
- Chupa todo lo que tienes en la cara. -ordenó.
- Sí, Binnie. -el mayor llevó su dedo índice, limpiando toda la especie de su rostro para llevarlo a su boca y tragarlo contento.
- Buen chico, cosita.
Se sentó a su lado, y lo agarró de los hombros para que se recostara con él.
- Deja me repongo, tenemos toda una noche entera, bebé.
Dong Min jadeó porque sabía que era verdad, sería una larga noche.
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