De cuando todo el mundo está de malas

Aunque todavía faltaban tres meses para el inicio del verano, un auto se detuvo en donde comenzaba la conocida Colina Mestiza. Desde allí, podía distinguirse el árbol que alguna vez había sido Thalía Grace, y junto a él Peleo el dragón aún hacía guardia para cuidar al vellocino de oro.

-Quiero aclarar que yo no estoy de acuerdo con lo que va a pasar a continuación. -aclara Leo a la cámara.

-Siempre soy yo la mala, Leo. Pero Luca acaba de quemar el auto del vecino, no controla sus poderes y hay un solo lugar en el que pueden ayudarlo con eso. -dice Calypso.

-En realidad hay dos...

-¿en serio estás considerando mandarlo al campamento Júpiter?

-Solo bromeaba, no aguantará ni un día allí.

Luca miraba todo a su alrededor, ya había estado allí un verano pero era muy pequeño y solo lo habían entrenado en reparaciones. El centauro inmortal los esperaba en la puerta de la casa Grande y los hizo pasar.

-Gracias por recibirnos, Quiron. -dijo la mujer- Veníamos a preguntarte si Luca puede venir unos meses antes del verano aquí.

El niño miró a su madre y luego a su padre, este apartó la mirada algo dolido.

-¿están hablando en serio? -dijo Luca pero fue ignorado.

-¿pasó algo? -preguntó Quiron.

-No controla sus poderes, incendió el auto del vecino y queríamos que alguien lo ayude, ya que Leo no puede solo.

-Si, claro que puede quedarse, un semidios nunca es problema.

Calypso se volteó a su hijo quien pensó que está era la mirada que llevaría el diablo para decirle "dulcemente" que mañana traerían sus cosas.




-¿Que si es difícil ser yo? Si, si lo es. Es muy difícil ser tan hermoso, a veces cansa un poco. -declara Apolo sentado en el enorme sillón de su sala de estar en el Olimpo- Hoy es mi aniversario con mi esposa inmortal y estoy bastante orgulloso de decir que mi cabaña ha estado vacía en estos últimos veinte años.

-Eres un idiota.  -le responde ella mientras sacude su cabeza, por ahora pixelamos  su cara para que haya misterio de quién es- ¿esto es necesario? Todos debieron darse cuenta para este punto.

-todos los semidioses me siguen en Snapchat, es obvio que esto no es sorpresa.

-Bueno, vamos a dejar el misterio. Me llamo Reyna Avila Ramírez Arellano, como dijo Afrodita: ningún semidiós sanará mi corazón.

-¿y adivinen quien se apareció convertido en mortal en el campamento Júpiter y se enamoró de la pretora? Los que dijeron Apolo tienen mi bendición.

-¿por qué no volvemos al tema que estábamos tratando?

-Oh si, nuestro aniversario, como dije... no es fácil ser yo. Soy un padre que aparenta veinte años menos que sus hijos y tengo a una esposa de la edad de Will, que casualmente es la bff de su pareja, Nico.

-Will no es el problema...

-Digamos que Artemisa no es muy fanática de YO comprometiéndome con alguien con material para cazadora.

-Creo que esta cena "familiar" va a ser muy incómoda.

-Pero muero por ver a Bianca de nuevo.

Will no había dormido en toda la noche por su turno en el hospital, resulta que llegó un paciente muy malherido por un accidente de coche y el cirujano no estaba preparado para la labor. Nico tampoco pudo dormir, Bianca estaba insoportable, no dejaba de llorar si su padre no la tenía en sus brazos y le tarareaba canciones de cuna.

El resultado eran ambos a las siete y veintiocho de la mañana, Will con su pantalón verde del trabajo y algo sucio por el esfuerzo y la concentración que salvar una vida requiere tirado en la cama junto a Nico a quien le temblaba un ojo de escuchar a su hija llorar sin parar por casi nueve horas seguidas. Ambos tenían los pies y los brazos adormecidos y aunque intentaban dormir aún no podían relajarse.

-¿pudiste salvarlo?

-si... ¿lograste que se durmiera?

-Si...

-Bien...

-Bien...

-¿es normal estar muerto de sueño y no poder cerrar los ojos?

-No lo sé, tú eres el doctor, tú dime.

La puerta principal sonó y los dos se miraron desganados para decidir tácitamente quién iría a atender. Will perdió la guerra de miradas y gruñendo salió de la cama. Con todo el pelo despeinado y sin camisa abrió la puerta para encontrase a un hombre joven de como vientres años, rubio, con ropa colorida y anteojos de sol. Su sonrisa podría compararse con el mismo sol... pero eso sería tonto porque él era el sol. Apolo estaba radiante frente a su puerta.

-¿Que quieres tan temprano? -le dijo desganado Will.

-Tranquilo, parece que la vida adulta no es tu tipo, hijo.

-Lo que no es mi tipo es que mi padre este mejor que yo, ahora habla. Quiero ir a dormir.

-Pasaba por aquí, casualmente trayendo el amanecer...

-Rápido.

-Están invitados a una cena elegante en mi casa hoy.

Will tomó la invitación y le cerró la puerta.

-Es mi padre, puedo cerrarle la puerta en la cara cuando quiera.

-Apolo suele tomarse las cosas con humor. Excepto el rechazo, no entiende muy bien eso- dice Di Angelo mientras miraba otro lado riendo.

-Lo sé, hay muchos mitos sobre eso. Quizás Cassandra fue una de las que peor la pasó.

-Apolo parece el Dios de la friend zone.

-volviendo al punto, no pasa nada si le cierro la puerta en la cara a él... ahora, si estamos hablando de cualquier otro Dios...

-¿te imaginas cerrarle la puerta en la cara a Zeus?

Ambos rieron.

-O a Hera.

-Deberíamos dejar de hablar de ellos, quizás se enteren y...

La transmisión de interrumpe.





-Hazel estuvo rara estos días... -dice Frank rascándose la nuca- Por ejemplo, ayer:

-Hey, buenos días amor ¿como amaneciste? -preguntó el chico volteándose en la cama.

-¡Mal! ¡Te odio! ¿Tenías que soplar demasiado fuerte a las 2:34 de la madrugada?

-Hazel... lo siento, no pensé...

-No, claro que no pensaste, pufff hombres, nunca piensan.

-¿Haz, estás segura que no te pasa nada?

-¡Lo siento tanto! -a la morena se le aguaron los ojos- perdón, soy una pésima esposa, lo siento, deberías dejarme, ¡no te merezco! -ahora estaba llorando.

Frank se había despertado hacía menos de cinco minutos así que solo atinó a abrazarla.

-Haz, nunca podría dejarte, lo sabes. Nunca podría encontrar a alguien tan buena y dulce como tú.

-¿ah no? ¿Y qué tal esa puta con la que te viste el otro día en el café? ¿Crees que no te vi?

-Hazel, era Annabeth, estábamos discutiendo sobre los planos de Nueva Grecia.

-Es lo mismo ¿como se que no se traen nada?

-Nunca te pondría los cuernos, cálmate.

-¡NO ME DIGAS QUE ME CALME! ¡ME CALMARÉ CUANDO YO QUIERA!

-Has lo que quieras. -refunfuñó el hombre mientras se daba vuelta para levantarse.

-¡No vuelve aquí! -ella lo abrazó por la espalda y con una fuerza que Frank no sabía que tenía lo tumbó en la cara y comenzó a besarlo.

-No voy a decir cómo terminó eso... -el hombre si volvió rojo- la cosa es que tiene muchos cambios de ánimo. Además...

-¡Volví! -gritó Frank y bajaron corriendo sus dos hijos. En vez de abrazarlo como siempre hacían le pedían que subiera.

-Mami no sale del baño. Se escuchan ruidos raros.

Frank frunció el ceño.

-Vayan abajo, seguro solo está enferma. Voy a meterla en la cama y va a estar bien.

-oki doki. -le respondió Emmi.

-Dulce... -dijo él de la manera más suave posible mientras tocaba la puerta- Dulce ¿te encuentras bien?

-Vete a la mierda, Frank.

Una vez dicho eso, escuchó como el agua del inodoro corría, se lavaba las manos y por fin abrió la puerta. La romana lo miraba cansada.

-¿estuviste vomitando?

-Si, comí algo en mal estado, seguro fue esa torta de frutilla que nos dio Piper, creo que la crema estaba vencida.

-¿no preferirías ir a un médico? Puedo llamarlo a Will...

-¿cuantas veces tengo que decir? Estoy bien, te lo diría en cualquier idioma pero no se ninguno.

-Y la frutilla del postre... hoy le preparé su comida favorita: lasaña. Me fijé perfectamente que ningún ingrediente estuviera vencido para que no le volviera a ocurrir como con "la torta de Piper" y aún así...

-Vamos a ir a ver a un médico, quieras o no. -le dijo Frank cansado de que la mujer termine vomitando todo lo que comía.

-¡No vamos a llamar a Will!

-¿Que tienes contra Will? Es mi cuñado favorito, además es el mejor en su trabajo.

-Pero... -se vio interrumpida por otra arcada y más lasaña salió de su boca al inodoro.

-No hay peros que valgan, llamaré a Will.

En el camino abajo se topó con sus hijos, ambos estaban escondidos detrás de la escalera escuchando la discusión con caras preocupadas.

El hombre tomó el teléfono y al tercer tono la voz de Di Angelo lo saludó.

-Hola Nico, ¿como están?

-Bien, nos alistábamos para salir a la cena aniversario de Apolo y Reyna. ¿Ustedes?

-No muy bien... Hazel tiene vómitos y queríamos saber si Will podía pasar en estos días a ver que le pasa.

-Mmm... ¡Will! -grita Nico.

-¡¿Que?!

-¡¿mañana estás disponible para ir a ver a mi hermana?!

-¡a las cinco puedo pasar!

-¡Gracias sol! -Nico se recompuso- bueno, a las cinco pasará por allá. Hasta entonces... ¡¿ALGUNA MANERA DE CURAR LOS VOMITOS?!

-¡Que se acueste de costado en la cama en un ambiente tranquilo!

-¿Escuchaste Frank?

-Si, muchísimas gracias chicos.

-No hay de qué.

Con eso último Nico cortó el teléfono y Frank lo dejó de lado para sentarse en las escaleras a hablar con sus hijos.

-Sammy, Emmi, vengan. -ambos niños se acercaron- Mamá no se siente bien, no sé lo que le pasa pero no es nada grave, lo que quiero pedirles es que intenten no molestarla mucho, está algo alterada últimamente y su problema intestinal no ayuda en nada.

-Los escuchamos gritar muy seguido. -dijo Sammy mirando a otro lado- ¿no les va a pasar lo mismo que a los padres de Greta?

-Los padres de Greta se separaron el año pasado. Cuando volvieron del campamento Júpiter tuvimos que explicarles con calma que no todas las parejas se separaban.

-No hijo, tu madre solo necesita descansar.

Mientras tanto, Hazel esperaba en el baño una respuesta que no quería saber por boca de Will. Faltaban solo uno segundos...

El resultado mostraba dos rayitas.

Positivo.

Estaba embarazada de nuevo.



-No soy muy fanático de las fiestas...

-Todos sabemos eso. El problema es que mi padre hace muchas fiestas, Reyna lo calmó un poco pero aún así...

-Además son extrañas ¿de disfraces? En mi época eso hubiera sido un cambalache. -se queja Di Angelo.

-Ahora que tenemos a Bianca supongo que podremos excusarnos a las fiestas al estilo Tomorrowland que hace pero a las cenas familiares debemos ir.

-Es gracioso en algún sentido.

-Tienes un sentido del humor algo peculiar. -le dice Will con media sonrisa.

-¿todo listo para un viaje sombra? -pregunta Nico.

-Creo que... -Will mira el bolso detenidamente haciendo una lista mental de lo que lleva- si, si vámonos antes de que recuerde algo estupido que crea que necesite llevar.

Nico tomó la mano de su pareja y la pequeñita mano de su hija para realizar un viaje sombra al Olimpo, es una suerte que con el tiempo haya mejorado en eso.

-Will... puedes abrir los ojos. -le dijo Di Angelo una vez que estuvieron delante de la mansión dorada.

El rubio hijo de Apolo obedeció a su pareja y como siempre se maravilló con el lugar. Tan resplandeciente que dolía la vista, como cuando intentas mirar al sol.

Subiendo por las escaleras de mármol de la entrada se cruzaron con dos chicas tomadas de la mano. Una era rubia, claramente la hermana de Will: Kayla, la otra era su pareja, una hija de Marte.

-¡Kay! Hola. -saludó entusiasta Will, Nico iba detrás de él con el bolso colgando.

-¿Will? ¿Adoptaste? -preguntó mientras lo abrazaba y miraba a Bianca. La niña le sonreía abiertamente.

-Es más complicado que eso... te explico adentro. Hola, Frida. -la romana asintió con la cabeza en un saludo formal y los cinco entraron.

Como esperaban estaban Apolo y Reyna en el centro tomados de la mano mientras hablaban con otros invitados como Zeus, Poseidon y Dionisio, este último intentaba sacarse un Snap con el efecto del perro.

Decidieron que lo primordial era ir a saludar al padre de Will y la mejor amiga de Nico.

-¡Papá! -gritó Kayla haciendo que Bianca lo repitiera entusiasta, llevándose rápidamente toda la atención.

-Pero mira qué linda niña. -suspiró Reyna y tomó a Bianca en sus brazos, acunándola contra su pecho- Estoy muy feliz por ustedes, chicos, se lo merecen más que nadie. -dijo ahora mirando a los dos orgullosos padres.

-Espero que su regalo sea grande, sería una buena recompensa por hacer lo imposible posible. -dijo Apolo pasando un brazo sobre los hombros de su hijo. Todos lo miraron mal- ¡Era chiste! Ah, vamos, ¿soy el único con sentido del humor?

-Espero que no estés molestando a mi hijo. -ahora todos voltearon a ver a una de las sombras de la cual salía el rey de inframundo.

-Padre, es bueno verte.

-Nico nunca perdió el respeto por su padre, aún hoy en día lo trata de usted. -nos cuenta Will mientras comía una galleta no azul para no ofender a cierto cuñado.

-La relación de Will con Apolo es in entendible para mí. Los dioses serán lo que serán pero aún pueden pulverizarnos.

-Nico, mi fue por un tiempo un mortal con acné, no puedes verlo de la misma manera luego de eso.

-A ti también hijo. -Hades lo abrazó y fijó sus ojos en su nieta- Es hermosa... se parece a tu madre cuando tenía su edad.

-¿mamá te mostró fotos de ella?

-Nico, deberías saber que conozco a tu madre desde que nació. Siempre estuvo rodeada de esa aura inusual en los mortales... -se detuvo en su relato mirando un punto inexistente en el suelo- como sea -sacudió la cabeza- Bianca es tan tierna como tú.

-No creo que quiera decirle tierno a Nico, señor Hades. -le respondió Will con una sonrisa. El Dios pareció recién percatarse de que el rubio estaba allí.

-Solace, ¿como llevas el cuidado de la niña?

-Muy bien, logré que diga papá. -respondió en tono algo infantil.

-No estoy seguro de haber sumado puntos con mi suegro con esa frase peeeeero...

La puerta se abrió revelando a varias chicas vestidas de blanco. En el centro y adelante estaba Artemisa, era extraño ver en una niña de no más de trece años una expresión tan sería. Detrás de ella estaba Thalía Grace y las demás cazadoras.

La mayoría de dispersaron pero las dos principales llegaron junto al grupo de hace un momento.

-¡Bienvenida sis! -saludó Apolo con los brazos abiertos.

-No me toques, Apolo. Dioses, hueles a hombre.

-¿eso es bueno o... -Will dejó la frase a la mitad cuando Thalía rió.

-Con la señora Artemisa, eso siempre es un insulto. -dijo, poniendo su mano en su hombro en señal de saludo.

-Bienvenida, Artemisa. Espero que hayas estado bien. -la saludó Reyna, con una sonrisa forzada, intentando que está fiesta no terminara como la anterior.

-O la anterior, o la anterior, o la anterior a esa, y creo que incluso antes también terminó mal... ¿alguien recuerda alguna reunión donde Artemisa no haya hecho un escándalo sobre mí relación con Apolo? -preguntó Reyna a los que estábamos detrás de la cámara.

-Gracias querida, si, estuve bien, aunque supongo que tú no.

-yo... -pero Reyna fue interrumpida.

-Dado que no pudiste llamarme para aceptar unirte a las cazadoras.

-Ya te lo dije, no soy la de la profecía.

-¡Pero yo estoy segura de que eres tú! -gritó y ahora sí parecía una niña haciendo un berrinche.

-¿Profecía? -le preguntó Nico a Thalía.

-"Las cazadoras un mal deberán pasar luego de tanto tiempo de paz. Una nueva integrante con su trenza y decisión las guiará, mas aunque a las chicas el cielo hará tocar, no todo lo que ama salvará" -recitó la adolescente eterna.

Will silbó, cosa que en vez de hacer gracia como un sonido de fondo, rompió el vaso que su padre sostenía.

-Sis, ¿podrías dejar de intentar robarme a mi esposa, por favor? Si vamos a vivir toda la eternidad así dejaré de invitarte a mis súper fiestas. -De fondo, Zeus y Poseidón rompieron el televisor en una de sos peleas. -No, no me daré vuelta, son geniales. -hizo puchero.

-¡Pero ella era mi salvadora!

-¡Que no!

-¡Que si!

-Dejen de comportarse como bebes. -los reprendió Hades.

-De todas formas está mal, se casó con una mujer mil veces menor que él ¿cuando pasan los tres milenios de diferencia no se considera pedofilia?

-Soy mayor metalmente. -se defendió la romana.

-¡No me hables si no es para unirte a mi!

-Mi señora, ¿por qué no mejor vamos a beber un poco de ponche? -sugirió Thalía.

-Está bien, no lo había pensado.

-No es como que pienses muy seguido... -dijo su hermano entre dientes.

Artemisa sacó su arco y lo apuntó al mismo tiempo que Apolo hacía lo mismo con el suyo. Ambos dispararon y se movieron a tiempo, haciendo que una flecha terminara a un lado de la cabeza de Zeus y otra en la manzana que iba a comer una de las otras cazadoras.

Apolo lanzó una flecha pestilente a los pies de su hermana y rió.

-Deberías controlar tus gases hermana, estamos en público.

Artemisa atinó un huevo a la cabeza de su hermano.

-Mejor calla y ve a lavarte.

-Soy un Dios, no necesito lavarme.

-Apolo, ve a lavarte. -lo reprendió su esposa.

-Aclaro que voy porque quiero. -dijo mientras iba refunfuñando al baño.

Reyna suspiró. Miró a sus brazos y Bianca no estaba.

-¿Nico? ¿Ustedes tomaron a su hija?

-¡La tenías en tus brazos hace un segundo! -dijo desesperado Nico mientras intentaba ubicarla entre la multitud de dioses y seres divinos.

-Hermes si fuiste tú... -amenaza Will.

-Lo siento, esta vez estoy limpio. -dijo el mensajero levantando las manos.

-Mierda...

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top