De cuando los Jackson encuentran a Poseidon
-Los días en el campamento mestizo son un tanto random... quizás te despiertes en una canoa en el medio del lago (y posiblemente sin remos), como quizás tengas un hermoso desayuno acompañado de los idiotas que hacen el día más ameno con sus bromas. Uno nunca sabe. -nos cuenta Luca, sentado en la banca más cercana a la casa grande. Es en ella donde hablan los semidioses del campamento junto con la cámara.
Por suerte para Luca, el día venía marchando muy bien, aunque ya era su quinto día aquí aún no había entrenado casi nada. Quiron lo tenía ocupado ayudando a sus tíos o primos de la cabaña de Hefesto, al parecer, en una disputa entre la cabaña de Ares y Hermes, la de los primeros había terminado con una nueva ventana... si, habían hecho un enorme hueco en una de las paredes.
Eso solo sirvió para que Luca confirme lo obvio; no tenía la suficiente fuerza para seguirle el ritmo a sus compañeros más grandes, por lo que el líder le permitió tener ese día libre.
Luca iba a buscar a su amiga Ágata cuando, caminando por el centro de las cabañas y pasando tranquilamente por la fogata (por ahora apagada) de Hestia, vio a sus primos mayores; Ethan y Charlotte. No estaban solos, a su lado iba Quiron, riendo abiertamente.
-¡chicos! -gritó Luca, llamando la atención de varios campistas. El centauro se volteó y al verlo al chico saludando se los señaló a los Jackson.
Fue solo cuestión de tiempo para que Luca se acercara a ellos.
-¡Lu! -la niña lo recibió con un abrazo, ellos dos siempre se habían llevado muy bien, más que nada por su corta diferencia de edad y su hiperactividad.
-Hola, Charlie, Ethan. -el mayor le estrechó la mano cortamente, parecía algo ido- ¿que hacen por aquí?
-Vamos hacia el lago, queremos llegar con el abuelo. -le comentó Charlie.
-Nunca había visto a mi abuelo. -confiesa la niña- Aunque no lo culpo, es un Dios, debe tener cosas más importante que hacer que llevarme a ver un partido de Béisbol u hornear galletas.
-No puedo imaginarme a Poseidón horneando galletas, -Ethan estaba a su lado- Pero si que puedo imaginarlo entrenándome. -el chico levanta las cejas.
-cool, ¿puedo ir con ustedes?
Los dos hermanos se miraron, acto seguido negaron a la cámara con expresiones tensas.
-No es que no quiera que nos acompañe... es sólo que... -Charlie movía las manos, intentando encontrar palabras dulces.
-Es sólo que no quiero que venga. -sentenció el mayor.
-Claro, si, ¿por qué no? -dijo Charlie, lo último no parecía tanto como una pregunta retórica sino como una manera de ganar tiempo para idear verdaderamente una excusa que le impida ir con ellos. Ethan se rascaba la nuca con incomodidad intentando buscar apoyo en Quiron.
El centauro levantó los hombros, en señal de que no se metería.
-Genial, esperen que le diga a Ágata.
-¿Quien es Agata? -preguntó Charlie.
-Es mi mejor amiga, les prometo que no nos retrasará.
-No estoy preocupada por Ágata... -Los dos hermanos compartieron una mirada que significaba algo así como "¿y si simplemente corremos?".
Luego de unos minutos, los cuatro estaban parados frente al lago de las canoas, viendo como la brisa hacía que pequeñas olas intentaran llegar constantemente a sus pies.
-¿cuál es el plan? -pregunta la rubia mirando a Ethan que aunque tenía solo diez años era el mayor.
-¿Que si alguna vez me arrepentí de dejar a niños tan pequeños enfrentarse a monstruos y yendo a misiones? -Quiron miró al cielo un momento- ¡siguiente pregunta!
-Bueno, realmente, no estoy muy seguro como los llevaremos hasta el Castillo del abuelo. -comienza Ethan- Porque nosotros podemos entrar al agua sin ahogarnos pero ustedes...
Por un momento, los Jackson compartieron una mirada de triunfo, habían logrado lo que querían; tener una razón para viajar solos.
Entonces, Luca divisó a Cast a unos cien metros, mojando sus pies en el agua junto con Codie. Parecía una escena muy tierna; el sol iluminando las gotas que saltaban, sus risas por nada en particular y sus cachetes sonrojados que podrían ser o no por el calor de la tarde.
-¡Cast!
-Lo único que pensé en ese momento fue: -Cast se aclara la garganta, aguarda un momento... - ¡NOOOOOOOO! ¡ALÉJENSE DE MI! ¡OLVIDEN QUE EXISTO! Yo sólo quería pasar un día tranquilo con Codie en el lago.
El rubio se hizo por un momento el sordo, miró a su amigo ruliento con súplica; si lo ignoraban quizás los dejara en paz. Con tan solo haber visto las mochilas que sus hermanos traían colgando sabía que no volvería rápidamente a la superficie y vaya a saber qué quieren probar aquellos dos.
-Son tus hermanos y Luca Valdez... -intentó convencerlo Codie, y cuando se formó ese hoyuelo en su mejilla, Cast simplemente suspiró y se volteó a enfrentar lo que vendría.
-Hey... -le devolvió el saludo sin ganas. El chico hiperactivo de ocho años se acercó a él.
-Cast, queremos ir a ver a Possy, ¿puedes acompañarnos? Es que yo y Ágata...
-Ágata y yo. -Lo corrige el descendiente de Atenea.
-No, Ágata y tú no, Ágata y yo, ¿sabes seguir una conversación? Bueno, como sea. -Cast se había picado, Codie tomó la acertada decisión de pasar un brazo por sus hombros- ¿podrías acompañarnos? ¡Di que sí!
Cast miró el pequeño delante suyo, luego detrás de él a sus hermanos; Ethan hacía muecas y Charlie tenía los ojos abiertos como platos. Ágata solo miraba el perfil de Ethan. Entonces, se arrepintió de no haber contestado antes:
-¡claro que irá! -dijo feliz Codie.
-¿ah si?
-Ajá, yo también quiero conocer a Poseidón. Sería muy épico decir que conozco al Dios del mar, los demás sátiros enloquecerían. -Codie iba a ser la muerte de Cast: le dedicó un guiño que lo dejó totalmente K.O.
-Entonces eso lo decide, vamos. -Luca los tomó de la mano y los llevó rápidamente con los demás. Ágata ahora había dejado de mirar a Ethan para enfocarse en el rubio recién llegado.
-¿se puede saber que hacen ustedes aquí? -les dijo entre susurros el rubio, Luca corría a Ágata para continuar metiendose y Codie se había apartado un momento para darles privacidad.
-Nosotros íbamos a ver al abuelo, queríamos aprender más sobre cómo usar nuestros poderes. -le responde Ethan- ¡Luca, Ágata! ¡No se separen!
-Hey, Cast, dile a tu novio que no se separe. -Charlie se burlaba de él.
-No es mi novio.
-Lo que tú digas, ¡Codie, únetenos a los Jackson!
-Podía contar como invitación para unirse a la charla o a la familia. Si, creo que tengo la situación bajo control. -se jactaba la niña.
-Hey, -el rubio llamó la atención de los tres no descendientes de Poseidón- voy a hacerles burbujas de aire, no se separen de mí porque si les soy sincero... aún no controlo muy bien mis poderes. Cuando se sumerjan, contengan la respiración, denme unos segundos para crear las esferas de aire.
En un minuto, los seis niños estaban debajo del agua. Cast mandó rápidamente tres burbujas que se instalaron rodeando las cabezas de Ágata, Luca y Codie.
-¡Esto es genial! -gritó Luca, haciendo una vuelta carnero.
-Se siente muy bien. -le confirmó Ágata con una brillante sonrisa.
Codie no hizo falta que dijera nada, su cara de incredulidad lo decía todo. En serio estaba muy feliz de estar allí y Cast se prometió a sí mismo hacer esto más seguido.
Ethan silbó dos veces y en menos de un minuto apareció un hermoso caballito de mar de metro y medio. Tenía muchas actitudes de caballo; venía galopando, relinchó al llegar a su dueño y se tranquilizó una vez que Ethan le acarició su hocico.
-Azul, necesito llevar a todos mis amigos con Poseidón, ¿podrías traer amigos? -de alguna forma, el animal lo entendió por lo que salió disparado para internarse nuevamente en las profundidades.
Ágata se acercó lentamente al chico de pelo azabache, el cual estaba bastante concentrado mirando hacia la dirección por la cual se fue su mascota. Ella no perdió un segundo y usando las armas de seducción que su antepasado Apolo podía brindarle tomó su mano.
-No sé nadar muy bien, Ethan. ¿Podrías ayudarme?
Los ojos de Ethan se abren y sonríe ampliamente, aunque también se sonroja muchísimo.
-Corten, corten.
-Ah, eh, y, yo... si, claro. -el chico evitó mirarla a su al parecer nueva amiga y se enfocó en su hermana quien le dedicó una mirada graciosamente pervertida.
Codie y Luca estaban persiguiéndose, jugando con el agua ahora que por primera vez no tenían que salir a la superficie para tomar aire. Cast, aprovechó ese momento para hablar con su hermana:
-¿y cuál es el plan? ¿Aparecernos en el palacio de Poseidón y creer que todo estará bien? ¿Que el Dios se tomará el día y jugará con nosotros a las atrapadas?
-¿puedes dejar de ser tan negativo? Diviértete un poco, incluso si no lo vemos habremos llegado hasta allí solos.
-Mamá me matará si les pasa algo, no quiero que se separen ni un momento de mi.
Por suerte, el transporte llegó.
-Podría decirse que fue un momento tenso. -contó Cast.
-¿para ti? Imagínate tener a una niña con ojitos de corazones a tu lado y buscar apoyo con tu hermano mayor, solo para notar que él está incluso peor por su mejor amigo. ¿Que debía hacer? Solo habían cuatro caballitos.
Los dos estaban discutiendo en un lado del sofá cuando llegó su hermana y a la fuerza se sentó en medio de ellos.
-Para estos momentos es que estoy yo.
Charlie había determinado que cada descendiente de Poseidón iría en un caballito; Luca compartiría con Charlie y Ethan con Ágata. Codie iría solo en otro, al igual que Cast, ambos eran los mayores y no entraría otra persona con ellos. Y así, entre risas y corrientes marinas llegaron a lo profundo del Océano. A pesar de que era tan hondo podían ver por donde iban gracias a la luz que les proporcionaba el palacio.
Los seis soltaron una exclamación, muy sorprendidos no sólo del lugar sino también de lo tritones que lo habitaban, quienes lo recorrían portando armas y colas brillantes.
-Y ahora la prueba de fuego: -dijo en un suspiro Ethan- conseguir una cita con el abuelo.
El océano siempre les había dado a los Jackson un sentimiento placentero, de calma y quietud. Aunque, esta fortaleza en la que debía residir su abuelo paterno no les estaba dando tanta tranquilidad; apenas pusieron un pie cerca de la enorme puerta, unos tritones con grandes armas y colas poderosas los rodearon.
-¡mierda! -gritó involuntariamente Luca, todos habían levantado las manos y Cast se había situado delante de todos.
-No venimos para pelear. -aclaró, pero antes de poder decirles de quién se trataba, los guardias ya lo estaban interrumpiendo:
-¡Identifíquense!
-Mi nombre es Castellan Jackson, y vengo a ver a mi abuelo: Poseidón, el Dios del mar.
De repente, el mar pareció calmarse, hasta pesar menos sobré ellos. Los tritones bajaron las armas.
-¿quienes son los demás?
-Ellos son mis hermanos; Ethan y Charlotte Jackson, y nos acompañan tres amigos: Codie Underwood, Luca Valdez y... -el nombre de la rubia se le había ido de la cabeza, por lo que Ágata se presentó a sí misma.
-Ágata Parrish, hija de Hebe.
-Bien, pueden pasar, sígannos. -Los seis estaban muy felices, creyeron que todo sería más difícil, aunque al parecer su abuelo sí sabía como tratar a los invitados- Así que su padre es Percy Jackson... -el tritón soltó un silbido de admiración- No tuve el orgullo de conocerlo, pero mi padre si, me dijo que es una muy buena persona.
-Lo es, -le aseguró Cast- ¿todos aquí lo admiran?
-No todos, en particular me interesa muchísimo todo lo que hizo en su vida pero... no todos le tienen cariño. No creo que a la esposa de su abuelo le haga mucha gracia que se aparezcan por aquí.
Por alrededor suyo, el paisaje daba lugar a toda clase de algas, generando una vista sublime a su alrededor. Claramente estaban en el jardín real.
-¿tú puedes llevarnos con Poseidón? -preguntó Ethan, algo preocupado.
-Tienen suerte, sé que no hay manera de que Poseidón esté en el castillo. A veces parece mucho más joven de lo que es, escabulléndose por ahí, visitando... -el tritón se interrumpió a sí mismo- visitando el mundo humano. Van a tener que buscarlo en la superficie, yo puedo darles indicaciones pero no subir hasta allá. -Les mostró a los deis una corriente marina- síganla por más o menos una hora. Está en Cuba actualmente. Y no se preocupen; son descendientes del mar, confíen en ustedes y sabrán donde bajarse.
-Antes de subirse a una vertiginosa corriente marina, uno podía pensar que fue un consejo bastante ambiguo. -comenzó a contar Cast- Sin embargo, al estar allí, supimos exactamente donde bajarnos.
Charlie lo miró con los ojos entrecerrados.
-¿siempre supimos donde bajarnos?
-Bueno... quizás tuve que pedirle a Ethan que preguntara un par de veces direcciones. Pero ¡hey! Llegamos todos en una pieza.
-¿llegamos todos en una pieza? -volvió a interrogarlo Charlie.
-El momento donde se le reventó la burbuja a Luca por la velocidad y la presión no fue demasiado importante.
-¡casi muere!
Cast se tira contra su hermana, saliendo ambos de escena.
-Esto lo escucha luego la familia. ¡Corte, corte! -gritó mientras de una patada tiraba el trípode y la cámara de apaga.
Los seis salieron del agua cristalina, caminando sobre la hermosa arena blanca que gozaban esas playas. Los tres descendientes de Poseidón apenas salían algo húmedos, además de que su pelo se mantenía bien peinado, la playa parecía detenerse a mirarlos. Detrás suyo, segaban arrastrandose los otros tres: Ágata apenas podía ver por su pelo rubio atacando su cara, parecía abrazarla sin intenciones de dejarla ir; Luca tenía una estrella de mar en la cabeza y aún tosía agua que había tragado de cuando su burbuja se reventó; y Codie había perdido un zapato además de la dignidad, ya que mientras caminaba pisó una piedra algo puntiaguda y cayó nuevamente al suelo.
Épico.
Mientras, en la orilla, los tres Jackson buscaban con su mirada a Poseidón. Bien, no podía ser muy difícil, es decir, sólo busca al hombre más hermoso de la playa y problema resuelto.
Problema no resuelto: el hombre más bello de la playa estaba poniéndole en la espalda, de manera dulce y seductora, bloqueador solar a una chica de culo enorme. El hombre se parecía muchísimo a Percy a los veintitantos; pelo negro, bronceado constante por sus visitas a la playa y ojos verdes, aunque al ser un Dios no solo se había dado un six-pack, sino otros dos ravioles más arriba de los otros seis, y todos sus músculos parecían sudar perfección.
-¿Que se supone que debemos hacer? -le preguntó Cast a Ethan, este último levantó los hombros mientras negaba.
Charlie se abre paso entre ellos suspirando cansadamente, los dos hermanos compartieron una mirada preocupada y corrieron tras ella. No le costó mucho a la niña llegar junto a la pareja acaramelada. La joven de piel oscura levantó la vista notando que algo le bloqueaba el sol (no estaba muy segura de que Poseidón haya visto algo que no sean los enorme atributos de la mujer).
-¿estás perdida? -le preguntó la mujer, sacándose su anteojos.
-Lo estaba, pero acabo de encontrar a mi abuelo. -Entonces Charlie clavó su mirada en Poseidón, quien había levantado la vista curioso- Hola, se que no me conoces pero soy Charlie Jackson... -Si bien iba a seguir, Poseidón no le dio tiempo mientras se incorporaba y se acercaba rápidamente a ella. Ethan y Cast temieron por un momento de la ira de su abuelo pero sonrieron al ver que solo la estaba estrechando en un fuerte abrazo.
-¡Charlie! ¡Estoy tan Feliz de verte! -el hombre la levantó del suelo, y la pequeña, sin cuestionárselo, le devolvió el abrazo.
Una vez que se separaron, notaron que la otra mujer se había parado de donde reposaba y los miraba atónitos.
-¿es tu... es tu nieta?
-Larga historia Leight, lo siento, de todas formas, no creo que hubiese funcionado lo nuestro. Debo irme.
Poseidón dejó a la mujer con la barbilla abierta hasta el suelo y sosteniendo aún a Charlie, se aproximó a sus otros dos nietos, sumándolos así al reencuentro familiar. Los tres chicos que aún luchaban contra su mareo y músculos débiles se enternecieron al ver tal imagen; vista desde afuera, Poseidón parecía más bien un hermano mayor, no un abuelo. El abuelo mas caliente de todos (bueno, habían algunos más...).
-¡Niños! -exclamó Poseidón contento, casi ningún Dios se emocionaría tanto por sus nietos mortales pero eran los hijos de Percy Jackson, su hijo preferido (incluso aunque muchos lo detesten)- ¿como llegaron aquí?
-Fuimos a buscarte a tu palacio. -le contó Charlie- Queremos que nos enseñes a manejar nuestros poderes.
Poseidón subió las cejas.
-Bueno... ningún hijo mío nunca me pidió esto... -ahora se rascaba la nuca confundido, ¿sería tan malo enseñarles?
-Una vez que la gran profecía pasó, se levantó el juramento que hicimos Zeus, Hades y yo. Por lo qué sé, la cabaña uno no para de llenarse, y la cabaña tres siempre tiene algunos pocos ocupantes. -contaba el Dios del mar. - Aún así... ¡¿Que más da?! Soy un Dios puedo hacer lo que quiera, además, con la nueva gran profecía... -el Dios silbó y levantó la cejas mientras apartaba nerviosamente la mirada.
-¿Por favor? -pedía Charlie poniendo un irresistible puchero.
-Les enseñaré, pero sólo esta tarde. No pueden buscarme todo el tiempo. -concedió el hombre, mientras los años pasaban se iba volviendo más flexible. Además, nada te rejuvenecía más que pasar tiempo entre jóvenes.
Dicho esto, todos festejaron y la pequeña, encantada con ver a su abuelo, lo arrastró hacia sus otros tres amigos. Se los presentó rápidamente, Codie estaba muy nervioso, nunca había visto a un Dios en su vida y se sorprendió de lo relajado que estaba. Mientras tanto, Ágata y Luca le hablaban compulsivamente, eso era algo que los dos tenían en común: hiperactividad.
Con destreza, Poseidón los condujo entre los corales de la playa, hasta un sector del mar lo suficientemente iluminado como tranquilo. Ningún buzo pasaría por allí. Entonces, Poseidón decidió dar por iniciada la clase:
-Bien, primero que nada, deben entender exactamente cuáles son sus poderes, es imposible que dominen algo que no tienen.
Cast comenzó a controlar el agua nuevamente, creando correntadas a su alrededor, llenándolo de burbujas que levantaron su camiseta solo lo suficiente para que Codie pudiese confirmar nuevamente su enamoramiento. A Ethan se le hacía mucho más difícil, no le salía natural pero aún así podía sentir como su cuerpo quería conectarse con el agua a su alrededor, el problema, era que mientras más cerca estaba de conseguirlo, sus pulmones se cerraban y creía ahogarse. Poseidón lo miró atento: algo en Ethan Jackson estaba mal y temía que no sería algo que él pudiese arreglar, sino que el chico debía resolver por sí mismo. Mientras tanto, Charlotte era otra historia; si bien no tenía control, creaba fuertes torbellinos, Ágata y Luca se lo festejaban con intentos de aplausos a unos metros de distancia (el agua les hacía imposible lograr aplaudir).
-Bien, seré breve: -como todos los Dioses, Poseidón iría corto y al pie como cada vez que debe hacer otras tareas más importantes- Ethan, hay algo que está bloqueando tu habilidad de conectarte con el agua, no importa cuanto te esfuerces, no lo lograrás sin antes destrabar tu poder. Debes ir a buscar tu propia profecía. -el chico se quedó pálido, aún así, su abuelo continuó- Cast, esto parece controlado, ¿que me dices sobre poder crear terremotos?
-Yo... no creo que pueda.
-¡oh! ¡Vamos! ¿Para que viniste conmigo sino era a mejorar tus habilidades? Y por último... -Poseidón miró a su nieta- Charlie, quiero hablar en privado.
Todos abrieron los ojos, pero nadie detuvo a los dos al irse un momento.
Cast se acercó a Codie una vez que se aseguró que su hermano estaba bien, además, ahora Luca y Ágata intentaban levantarle el ánimo.
-¿crees que lo hice bien? -preguntó el rubio metiendo las manos en sus bolsillos.
Codie miró hacia los demás, al ver que nadie estaba prestándoles atención le robó un pequeño beso a Cast, el cual lo dejó atontado.
-Lo hiciste excelente, Jackson. -le afirmó con una sonrisa socarrona.
Luego de eso, todo pasó como un flash para el rubio; el pequeño entrenamiento de media hora, su vuelta al campamento, la fogata... incluso se olvidó completamente de preguntarle a su hermana pequeña sobre qué le había dicho Poseidón. Además, el hecho de que Codie silenciosamente tomara su mano y no la soltara si no era estrictamente necesario no ayudaba a su concentración.
Cada hermano tenía su cabeza ocupada, una vez en el campamento, los cuatro más jóvenes se retiraron hacia la choza de Morgan para que pudiese tirarle una profecía a Ethan, pero todo el trayecto Charlie se lo pasó asimilando lo que Poseidón le había confesado: "eres la más poderosa de los tres Jackson, y la más importante. No puedo decirte mucho, pero una vez que la hora de decidir llegue... -le pasó una moneda de su reino- tírala y te dará la respuesta que necesites tomar".
Cerca de la fogata, Cast y Codie se tomaban las manos tranquilamente, como si siempre lo hubiesen hecho y no fuese gran cosa, aunque en la casa del oráculo, la cosa se estaba enfriando bastante:
"Tarde estás llegando,
lo más amado ha sido robado.
El viejo ladron del rayo,
es inocente y debes demostrar lo contrario.
Al norte debes viajar pasa encontrar al causante de tanto mal.
Al final, algo muy diferente a lo que buscas encontrarás"
Morgan había caído al suelo, cuando Ethan se apresuró a tomarlo sus ojos volvieron a la normalidad y había dejado de salir humo verde de su boca. Respiraba con dificultad pero aún así logró articular unas últimas palabras:
-ví a una chica rubia... -Ágata contuvo al aliento- No, no... no eres tú... ella... ellas... -Morgan miró a Charlie, sorprendiendo a todos- ella estaba peleando contra una chica rubia.
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