5. "Feliz Navidad, gatito"





"Tiraste mi recuerdo hacia el pasado, te extraño porque nada se compara a ti. Cuando debía alejarme más me enamoré, porque eso de olvidarte nunca lo aprendí."

Los años transcurrían, y, nuevamente la nieve azotaba Paris, cubriéndola de blanco, mientras que la inminente Torre Eiffel adquiría los colores de la bandera de Francia que brillaban en el esplendor de la noche helada.

Aquella fecha era muy dolorosa y recordada por todos los parisinos, en especial por ella.

Cuatro años antes, cuando todavía era una adolescente inocente y se trasformaba en Ladybug para luchar contra el mal, estaba perdidamente enamorada de aquel joven que salía en las revistas luciendo una sonrisa, mientras que, en la oscuridad de su habitación, y, cuando el deber llamaba, se transformaba en Chat Noir. El héroe tan aclamado, en especial por la población femenina.

Su perfecta sonrisa y horroroso sarcasmo, dejaron de ser principalmente para la heroína, y poco a poco, se convirtió en esa figura tan codiciada. Esto provocaba celos y molestia en Ladybug, pero el chico empezó a divertirse y no solo pretendía llamar la atención como el héroe, si no, que, en su forma civil, adoptó las mismas costumbres. Cosa que lo dejó totalmente al descubierto.

-Eras tú...

-Al parecer sí. –respondió con escaso interés.

-No puedo creer que nunca me di cuenta.

-Yo tampoco lo hice.

- ¿Y ahora qué haremos?

- ¿Qué podemos hacer? Ya sabemos nuestras identidades, tampoco es la gran cosa.

-Siempre quisiste que las reveláramos, ¿Qué te sucede ahora?- ella cruzó los brazos en su pecho, como un escudo.

-No lo sé. –suspiró. –Pero prefiero que solo seamos compañeros, de batalla e instituto. Si tuviéramos un romance, eso... decepcionaría a mis fans.

La chica no daba crédito, ¿En que se había convertido?

-No podrás pasar toda tu vida de esa forma.

-Te buscaré entonces, cuando decida que este estilo de vida a terminado.

-No te esperare toda la vida, Adrien.

La nieve caía sobre ellos. Las campanadas de la iglesia resonaron haciendo eco sobre aquel callejón. Ya era navidad.

-Entonces no será.

Sonrió de esa forma tan coqueta, y la besó, como si fuera una despedida. Y de verdad lo fue, porque aquella noche, Chat Noir desapareció.

De esa forma le gustaba recordarlo, a pesar de que la dañó, esa fase era la que le gustaba. No aquella demacrada expresión que adquirió mediante las quimios, mucho menos, la que tenía en el cajón.

Exactamente un año después de aquella conversación, Adrien murió de cáncer. Una enfermedad que lo arrastró al sufrimiento y depresión más recóndito que existía.

Su sonrisa desapareció...

Su rubio cabello empezó a caerse...

Y su cuerpo empezó a perder peso, dejando a un esqueleto en vida.

A pesar de que ella lo acompañó hasta su último aliento. No volvieron a hablar. Él no tenía fuerzas, no después de lo que le dijo. Pero, aún así, ambos se amaban. Y la razón por la cual Chat Noir no lo dijo, fue porque no merecía la pena...

No tendrían un futuro juntos. Y eso solo aumentaría el dolor de la chica.

Ésta miraba por la ventana de su habitación como los copos de nieve caían, desapareciendo en la superficie blanca que cubría las calles.

Dio un sorbo a su café y mientras las campanadas de la iglesia sonaban, miró hacia el cielo.

-Feliz Navidad, gatito.

He hecho lo imposible por hacerme fuerte, y aunque sea el mismo camino solo...Vuelve, solo quiero que lo intentes...

Un pequeño regalo de Navidad...

Espero que les haya gustado. Cuando lo empecé a escribir no tenía ni idea de que este sería el final.

En multimedia encontraran el cover de Karen Méndez, de la versión "Vuelve" que hizo Sebastián Yatra, junto al autor de esta maravillosa letra, Beret.

¡Feliz Navidad!

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