Era la última función de teatro, habían terminado el Meet and Great, todo el equipo aplaudió y brindaron un poco, ya había terminado otro proyecto más de Aristemo. Todos comenzaban a despedirse

—¿Vienes a mi casa, mi amor? —preguntó Emilio a su novio cerca de su oído.

—Pero claro que voy —contestó Niko provocando la risa de sus amigos

—Chismoso —dijo Emilio— A ti no te toca hoy

—Ay que graciosos son —contestó Bondoni— Y no sé si iré —miró a su mamá— No creo que me deje

—No será la primera vez que vas —alzo las cejas.

—Pero si la primera como novios oficiales frente a mi mamá

—Ay, por favor Joaco, si tú mamá supo todo desde el primer día —se metió Niko a la conversación y paso sus brazos por los hombros de sus amigos.

—¿No tienes una novia a la cual hablarle por teléfono? —cuestionó Osorio quitando el brazo de su amigo

—Uy, pues perdón

A pesar de que ya tenían más de 4 meses en una relación, una semana atrás habían decidido decírselo a la mamá del menor, la cual ya tenía sus sospechas.

—Yo la voy a convencer, tranqui —le guiñó el ojo

Depositó un beso en su mejilla y se dirigió a su suegra, Joaquín fingía no poner tanta atención, sólo escuchó un "Gracias" por parte de su novio, lo que hizo que sonriera, pues eso significaba que su mamá había aceptado.

—Dijo que sí, que vayas por tu celular y dejes de fingir que no estabas atento a la conversación —rió— Eres pésimo para fingir, chiquito, hasta yo me di cuenta. También dijo que vayas a despedirte de ella

—Ash, fuí cuidadoso, según yo —rodó los ojos— ¿Cómo le hiciste para que me dejara?

—Uno tiene sus trucos —sonrió

—El decirle que no te vas a sobrepasar con su hijo, wow, que trucazo y sobre todo que mentiroso.

Caballero recibió un leve golpe en vientre proveniente de Emilio, lo cual le sacó el aire.

Joaquín hizo lo que su novio le dijo, fue a despedirse de su mamá y hermana, Renata hizo un par de chistes en doble sentido, lo cual decidió ignorar.

Subieron a la camioneta de Juan Osorio, quién aún no estaba enterado de la relación, pero también tenía sus sospechas, los dejó en la casa de Niurka, se despidieron y bajaron del auto, entraron a casa, fueron directo al cuarto del rizado, no sin antes saludar a la cubana, con quién tuvieron una pequeña plática. Al entrar a la habitación de Emilio, pusieron todos los regalos en el piso y se sentaron. Fueron abriendo aquellos obsequios que las fans les habían dado y se detenían a leer las cartas o a medirse prendas.

—Un Stich más a la colección —mencionó Joaquín dejándolo a su lado.

—Tendrás que hacer un cuarto especial para tanto peluche —sacó uno y se lo dió— ¿Quieres algo de cenar? —cuestionó Emilio abriendo una bolsa

—Sí... —se quedó pensando— Se me antoja un beso

—Me hubieses dicho desde hace rato

Dejó el regalo a un lado y a gatas fue hacía Bondoni, se estaba acercando poco a poco y al ya casi juntar sus labios un trueno hizo que se espantaran, segundos después la lluvia comenzó

—¡A la madre! —soltó Osorio

—Pensé que ibas a decir el poema de Maradonio, en fin... El cielo está llorando porque se acabo Aristemo —hizo un puchero

Se quedaron callados y rieron, al de rizos se le ocurrió un plan, tomó a Joaquín de la mano, el chico no sabía que idea tenía el otro chico, pero al ver que se dirigían al jardín se negó, sin embargo Emilio terminó ganando, a tan solo poner un pie fuera del hogar la lluvia comenzó a empaparlos.

—No, mi amor, hay que meternos, no me quiero enfermar —intentó entrar a la casa.

—Espera —lo jaló hacía él— Hace tiempo leí una fanfic y lo quiero hacer

Quedaron frente a frente, ya estaban bastante mojados por la lluvia, Emilio tomó a Joaquín de la cintura, juntaron sus frentes, cerraron sus ojos, estuvieron así por unos segundos, se dieron un beso de esquimal y juntaron sus labios, en un lento beso, Joaco puso sus brazos alrededor del cuello del rizado. 

—Te amo —soltó Emilio al separarse

—Yo también te amo —y ahora se unieron en un abrazo.

Se había vuelto un momento mágico para ellos, ya no les importaba la lluvia, sólo querían estar así, siempre, juntos sin importar qué.

—¡Niños, métanse, se van a enfermar! —escucharon gritar a Niurka desde la ventana de su habitación— ¿Qué ustedes están locos?

—Pero de amor —gritó Emilio

Su madre rió, los adolescentes entraron a la casa, se fueron directo al cuarto de Emilio para cambiarse y ponerse sus pijamas. Ya era algo común dormir en la casa del otro así que tenían ropa. Joaquín se acostó, checaba sus redes sociales, cuando Emilio entró dejó su móvil a un lado, vio como el rizado iba a cerrar la ventana

—Déjala abierta —dijo muy rápido, su novio lo miró— Así tengo un pretexto para abrazarte toda la noche

Emilio sonrió y fue directo a abrazarlo, escondió su cara en el cuello de Bondoni, dejó un cortó beso en el. Joaquín lo abrazó aún más fuerte, besó su cabeza y comenzó a hacerle piojito.

Poco a poco el sueño los fue dominando, ambos dormirían con una gran sonrisa, por el momento y por el olor a tierra mojada que se colaba por la ventana.