¿Dónde estás?
Emilio estaba en su habitación, todo estaba oscuro y en silencio, eran sólo las 11:30 pm, pero sus hermanos habían salido y su mamá estaba viendo alguna película o tal vez ya estaba dormida.
Su mente era todo un revoltijo de sentimientos y emociones. Habían pasado 1 semana de aquel "altercado" con Joaquín y 2 días de que el mencionado se fue de vacaciones, el chico no le contestaba los mensajes y sentía una gran falta, pero "¿por qué?" se preguntaba Emilio, tal vez sabía la respuesta, pero no quería admitirlo.
Tenía miedo, eso era notorio, dejo salir un suspiro.
Tomó su celular e intento llamarle a Bondoni, pero sólo consiguió escuchar la contestadora, era la quinta vez que Joaquín desviaba la llamada. Entró a Instagram, vio algunas historias y en algunas vio a aquel chico, agradeció a Renata por una de las fotos que había subido de su hermano, no entendía por qué, pero sintió la gran necesidad de guardarla, pues sólo imaginaba como se vería Joaquín con el mar atrás.
Contestó a la historia con un "Sigan pasándola chingón !!". Salió de aquella aplicación para ir a WhatsApp, entró a la conversación de Joaquín. Lo pensó mucho, pero mando un mensaje.
Emilio:
"Hola"
Joaquín:
"¿?"
Emilio:
"¿Cómo estás?"
Joaquín:
"Hoy no, mailo"
Emilio:
"Sólo hablemos"
Joaquín:
"Hoy no. La estoy pasando bien y no quiero que nadie lo arruine"
Emilio:
"Está bien, bonita noche, guapo"
Joaquín:
"Gracias."
Aventó su celular a la cama, se sentía frustrado por todo lo que ocasionó por querer ocultar sus sentimientos. Tomo de nuevo su celular y le llamó a la persona que sabía que le daría un buen consejo.
—Es que si eres un pendejo —por fin habló Valdés después de escuchar a Emilio contarle lo que había pasado
—¡Gracias, amigo! —dijo mirando a la cámara, ya que era una videollamada.
—El ser tu amigo no me impide no decirte tus verdades y es mejor eso a que sea un hipócrita.
—¿Qué hago? —abrazó su almohada
—Darle el tiempo que te pidió, Joaco no es tan rencoroso, deja que ponga sus ideas en orden y después hablan
—Lo extraño, ya casi es una semana que no lo veo
—Wey, se fue hace 2 días— lo miró confundido
—¿No te dije que peleamos?
—Ah, si es cierto, oye, sin ofender, pero... Hace semanas estabas así por María —metió un pedazo de papa a su boca
—Estaba así porque no entendía que pasaba, sólo era costumbre —dijo muy tranquilo— Hace unos días hable con ella, me hizo entender eso
—Vaya eso si me sorprende —el rizado asintió, se quedaron en silencio
—¿Entonces mañana le hablo?
—¡Que la verga! ¡No! Dale su tiempo —alzó la voz.
—No me regañes que me pongo sad —hizo un puchero
—Ay pues no seas pendejo... Te amo.
Se rieron y cambiaron de tema de conversación, aunque la mente de Emilio seguía dando vueltas Joaquín Bondoni.
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