Día 4 - Everyone Lives [StarkQuill (616)]

Nota: Sé que extrañaban esta pareja tanto como yo o eso quiero pensar, ¡ja!

Stark oía como la gente de su alrededor gritaba por lo que ahora acontecía. Spartax había sido juzgada por su mismo exemperador al ser sustituido por aquel que ahora sobrevolaba para poner a salvo a algunos Spartoi. Stark escuchaba con atención las instrucciones que daba por el comunicador a todo el equipo. Si bien ser un vengador era agotador, ser un guardián lo era al doble. Tenía que aprender muchas cosas en la marcha y, por supuesto, adaptarse a muchas otras.

—No quiero ser aguafiestas, Quill, pero tu hogar se ve como una gran mierda...—. La voz de Rocket hizo que el nombrado gruñera, aunque eso fue opacado gracias a una risa del mapache.

—No es momento, Rocket...—. Regañó Tony mientras disparaba su propulsor a uno de los hombres de Json.

—En otros tiempos, Tony, te hubieras reído conmigo, pero como ahora te acuestas con Peter, hasta te atreves a regañarme...

—¿Celoso, Rocket? —. Preguntó Gamora después de que un grito se escuchara al clavar la espada a su contrincante y dejarlo sin vida.

Peter y Tony habían mantenido en secreto su relación, sin embargo, al no ser tan silenciosos cuando tenían sexo, era claro que sus compañeros sabrían que algo estaba pasando entre ellos. Al inicio fue algo extraño para los dos porque eran pocas veces que admitían estar en algo así de formal; los dos siempre prefirieron encuentros casuales y citas sin compromiso, pero el tener tiempo siendo amigos abrió paso a ahora tener casi un año teniendo una relación amorosa.

—No son celos y... Oh mierda...

—¿Estamos viendo lo mismo?

—Drax, estás a mi lado, ¡Claro que estamos viendo lo mismo, imbécil!

Peter se alejó de todo ese caos para ahora atender una transmisión de video que le regalaba Rocket desde el lugar donde se encontraba. Podía observar una bomba que poseía algunas runas a su alrededor.

—Tu lindo padre dejó una bomba dentro del palacio, ya decía yo que no era normal la frecuencia que marcaba mi visor. Necesito, bueno, sonará extraño, pero "sangre azul". Con algo de tu sangre dará acceso a la programación y haré mi trabajo.

—Estaré allí en dos minutos, Rocket.

Quill colgó la llamada y cuando su muñeca fue tomada, pudo observar que Stark estaba frente a él. Abrieron el visor de sus cascos y se miraron en silencio unos momentos.

—Hay una bomba...

—Lo sé, lo escuché todo. Alguien olvida aún apagar el enlace de comunicación entre nosotros dos...

—O a alguien le gusta hackear la programación de mi casco cada que puede...

Los dos hombres no pudieron evitar soltar una leve risa como si en ese momento no existiera una invasión alienígena, una revolución o una bomba.

—Ni creas que voy a dejarte ir solo...

Así Tony encendió sus propulsores para ser seguido por el rubio y los ir a la ubicación de Rocket.

Estando en el palacio, Quill tuvo que quitar parte de su traje para descubrir su brazo y tomar un cuchillo que hizo que Stark soltara una risa.

—Adoro cuando juegas a ser el héroe...

El pelinegro quitó de la mano de Peter ese cuchillo y sacó de su propio traje una pequeña jeringa para colocarla en el brazo del rubio y así extraer con facilidad una muestra de sangre.

—Me haz echado a perder una valiosa herida de guerra. —. Susurró Peter fingiendo tristeza para extenderle a Rocket aquella muestra. El mapache susurró un "Ridículos" y se dispuso a verter tal muestra en el costado donde se indicaba que iba en aquel aparato explosivo. Fueron momentos clave donde no hubo cambio alguno y eso hizo a Rocket alertarse.

—Tal vez necesitaré sangre de tu padre. Él fue quien la activó y...

Pero su teoría de que un descendiente podía también darle acceso se confirmó cuando la bomba cambió de color y abrió un pequeño compartimiento que hizo a Rocker reír.

—Pan comido, ahora sólo dejen de mirarse así o me harán vomitar dentro de esto y volaremos todos en pedazos...

Tony y Peter iban a replicar, sin embargo, decidieron mejor vigilar el lugar para que el mapache no fuera interrumpido. Estuvieron unos minutos revisando el lugar y, en un momento, Rocket soltó un grito de victoria al lograr desactivar el dispositivo.

—¡No era una bomba! Era la mierda que hacía que esos imbéciles estuvieran controlados por Json...

Ante esa declaración, los dos hombres salieron para darse cuenta de que era cierto. Los invasores de ese planeta ahora parecían recuperar la consciencia, incluso, argumentaban el no entender cómo llegaron, otros se rendían y unos huían confundidos.

—Control mental, ese hombre está loco, ¿Cómo puede obligar a otros a hacer cosas que no quieren?

—Bueno, no es como que fuera el único, su hijo es igual...—. Comentó Tony haciendo que Peter alzara una ceja y le diera un suave codazo.

—Ahora resulta que te obligo a hacer cosas...

Nuevamente una risa estuvo en los dos y fue el rubio quien jaló al pelinegro para tenerlo ahora frente a él y dedicarle una sonrisa enorme. El alivio que sentían era notorio. Lentamente sus armaduras se quitaron quedando ahora un Peter Quill que abrazaba por la cintura a un Tony Stark igual de orgulloso por haber salvado un planeta, y no cualquier planeta, sino el hogar de su novio.

—¿Vas a obligarme a besarte?

—Sí, es una orden del líder de los Guardianes de la Galaxia...

En medio de ese beso, hubo una sonrisa más por parte de los hombres. Eran felices por haber salido, una vez más, con vida después de algo así y es que esperaban que así fuera porque, ¿Qué sería la vida si no se tuvieran el uno al otro? Era una cuestión que no desearían resolver en ese momento. Ese día habían ganado ellos.

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