14. Más allá de la penumbra ♡
[advertencia]
mención de @buso s3xual, ataque de pánico y estrés post traumático.
⚠️ nada de esto está romantizado. por favor, lean con cuidado y sin otras intenciones.⚠️
˙ ̟ !!🎀☁️
la mañana se acercaba de manera sigilosa, como si las primeras luces del día temieran molestarme. me encontraba despierta mucho antes de lo habitual, previamente al amanecer, cuando todo aún era una penumbra tranquila. todavía era muy temprano, antes de que el sol se asomara al horizonte, pero mis ojos estaban abiertos desde hacía horas, sin poder dormir, como si el silencio de la madrugada me hablara en un idioma que no entendía, pero que sin embargo se hacía presente en mi piel, en mi mente. las sombras se alargaban y se deformaban a mi alrededor, y por más que intentaba, no podía sacudirme de su presencia.
el 1 de noviembre ya había pasado... ya no había más ensayos que los habituales, ninguna presentación que preparar. ya no había nada que hacer. al menos no por ahora. no, no quedaba espacio para esconderme en el trabajo. y de alguna manera, eso me aterraba aún más. los días anteriores, me aferraba al control, a la estructura que me ofrecía la disciplina. las horas de ensayo, las rodillas destrozadas por las interminables repeticiones en la sala de prácticas, me habían servido de algo. eso pensaba. mientras más me concentraba en la rutina, más conseguía callar los pensamientos que amenazaban con desbordarse, y ni siquiera me daba cuenta de que lo hacía por eso.
ahora las voces que se colaban por cada rincón de mi cabeza. las inseguridades, las dudas, el miedo a que todo pudiera desmoronarse en cualquier instante. el debut... todavía lo veía lejano. como si se burlara de mí, de nuestra espera, de nuestra lucha. el miedo que había logrado controlar durante tanto tiempo volvió a resurgir con una violencia inesperada. los recuerdos y las sombras del pasado me acechaban sin piedad, como si estuvieran esperando el momento adecuado para reclamar su lugar. mi mente me decía que todo estaba bien, que todo había salido perfecto en el escenario, que había dado lo mejor de mí, pero en lo más profundo, sentía una incertidumbre que no podía ignorar. a pesar de que había logrado cumplir con lo que se esperaba de mí, nada parecía suficiente. la empresa seguía siendo una entidad fría, comercial, incapaz de ver más allá de los números, los contratos, los beneficios. no me hacía sentir bien conmigo misma, siendo un gatillazo hacia un montón de cosas pasadas.
el precio de ser un producto. y lo peor era que, al final, la espera por todo aquello que había significado años de sacrificio, se desvanecía en un vacío incomprensible.
a veces siento que todo es demasiado para mí. es como si las cosas avanzaran lentamente, pero no en la forma en la que debería ser, sino en una espiral de retrasos, incomodidades y malas decisiones. mi debut está cerca, y sin embargo, la sensación de que estamos atrapados en un limbo nunca se disipa. dan aún está lidiando con su recuperación, y aunque todos le esperamos con ansias, el hecho de que no haya tiempo para sanar completamente lo hace todo más difícil. y después está el nuevo miembro, que apenas es considerado más que una "pieza" para encajar, y todo se vuelve tan impersonal.
los rumores sobre el reemplazo de dan ya han quedado atrás, pero el enojo persiste. no solo por la empresa, sino por la manera en que manejan las cosas sin empatía, con una frialdad que se siente en cada palabra y decisión. a veces me pregunto si en realidad les importa algo más que el dinero.
y todas mis dudas se habían intensificado con la llegada de chung-ae. me costaba digerir la idea de que alguien más estaba allí, en el espacio que ya parecía pertenecer a nosotros. no era algo en él, y no sabía qué, pero me incomodaba. tal vez era la sensación de que estaba entrando en una dinámica que nunca elegí, un cambio más que sentía como una invasión, un recordatorio de lo frágil que era todo. no era su culpa, pero mi mente no dejaba de retroceder a momentos pasados al sentirme tan controlada. me sentía insegura, vulnerable. sentía miedo, y no sabía la razón exacta. todo se mezclaba de manera repugnante.
me costaba respirar, me costaba pensar, y por eso me había refugiado en mi presentación en solitario. el primero de noviembre fue crucial, apaciguando mis nervios por unos momentos. porque era lo único que podía hacer, aferrarme a lo que estaba bajo mi control.
sin embargo, fuera de la empresa, mi calma sigue siendo doori. la única persona que ha tocado mi corazón con delicadeza. y, sí, me enamoré de ella. estar cerca de ella me hace sentir más ligera, aunque el mundo siga pesando tanto sobre mis hombros. estar a su lado es paz. nuestra cita, en la noche del 31 de octubre, sigue presente en mi mente. una cita pequeña, simple, pero llena de algo que me hacía sentir viva, que hacía que todas las sombras se desvanecieran. solo su presencia me hizo sentir completa, y no paraba de pensar en ella, en sus ojos, su aroma, en la forma en que se preocupa por los demás sin darse cuenta de lo tierna que es.
por eso, en ese pensamiento también se colaban recuerdos que me hacían llorar el alma, como el día después del terrible atentado contra dan.
doori me había contado entre lágrimas. su sufrimiento, su dolor. confesó lo que le había sucedido, y no supe qué hacer al principio, paralizada con mis propios recuerdos de ese día. pero me quedé allí, escuchando, siendo su apoyo. y ella, entre lágrimas, me contó sobre un repulsivo hombre que la tocó sin su permiso, y todo lo que sentía me rompió por dentro, pero también me conectó con ella de una manera que no todos podrían comprender. yo había pasado por algo similar, pero sabía cómo podía hablar de ello, las palabras no salían. el miedo, el dolor, la rabia que me quemaba por dentro. un miedo tan profundo que me paraliza, que me impide hablar, que me hace temer a los hombres, a cualquiera que se acerque demasiado, que me haga sentir vulnerable otra vez... pero con ella no es lo mismo. así que la abrazo, le entrego mis caricias. me recuerdo a mí misma, a través de su experiencia, que después de la tormenta sale un arcoíris. también se lo recuerdo a ella, deseándole a todas las estrellas que ella jamás sienta que es su culpa. que ella sepa, a través de mi contención, que ella es la persona más valiente y preciosa que he conocido.
claro, las pesadillas y los recuerdos regresan, golpeándome sin piedad, y me cuesta tanto lidiar con todo eso... pero estoy dispuesta a hacerlo.
esta madrugada, antes de que todos se levanten, tengo la necesidad de algo familiar para sentirme mejor. con la llegada de chung-ae, la mitad de mi tranquilidad se deshizo. él, en su intento honesto de adaptarse, estaba allí, moviéndose como una sombra en la casa. sin saberlo, sus pasos me provocaban un miedo irracional. el mismo miedo que había intentado olvidar, el que me hacía saltar de un sobresalto a otro, que me mantenía alerta, respirando rápido, nerviosa, como si el mundo estuviera a punto de colapsar en cualquier momento y yo solo pudiera rascarme el cuello y arrancarme mechones de pelo. no era su culpa, pero los últimos días se prestaban para ello. y él, solo intentando acercarse a todos, no tenía manera de saber que necesitaba un tiempo especial para conversar conmigo misma.
tampoco podía dejar de pensar en cuando conocimos a nuestro nuevo marketing manager, alguien que decía ser el encargado de mejorar nuestra imagen con los fans. estaba allí para ayudarnos a conectar mejor con ellos, supuestamente. pero lo que realmente se me quedó grabado fue su enfoque. en una de nuestras conversaciones, me dijo, sin siquiera intentar disimularlo, que mi objetivo debía ser atraer a los fans hombres, y esa frase me seguía dejando paralizada, pues me sentí como un objeto, como si lo único que valiera de mí fuera lo que podía ofrecer para satisfacer los deseos de un público masculino.
tal vez, él no se refirió a eso. pero así se sentía para mí. esa conversación con el manager me dejó una sensación de vacío en el estómago, algo frío y pesado que no me dejaba respirar. cada palabra que había dicho, cada insinuación sobre cómo debía comportarme, me hacía sentir como si mi cuerpo ya no fuera mío, como si mi valor dependiera solo de lo que pudiera ofrecer a otros, y especialmente a los hombres. era como si todo lo que había trabajado por construir, mi identidad, mi arte, mi ser... todo estuviera siendo reducido.
eso me hizo recordar tantas cosas, cosas que había tratado de esconder debajo del trabajo, debajo de las sonrisas y de los días interminables de ensayos. recordé cómo me sentí cuando los hombres me veían no como una persona, sino como algo que podían usar. todo lo que me había pasado antes, todo el dolor que había intentado ahogar... el miedo, el pavor a los hombres, a que me tocaran, a que me miraran de esa forma que no quería. recordé esos momentos oscuros de mi vida, cuando no podía escapar, cuando el control ya no era mío, cuando mi cuerpo no era más que una herramienta en manos de aquellos que no sabían ni querían ver más allá de su propia comodidad. y eso, esa sensación de ser tratada como un objeto, como si no tuviera valor por mí misma, me aterraba.
como otras veces, regresaban las noches en las que me despertaba a medio sueño, el corazón latiendo con fuerza, empapada en sudor, como si estuviera atrapada nuevamente en esa oscuridad. como si estuviera pequeña, vulnerable, como si me estuvieran forzando a encajar en un molde que no quería. aquel miedo profundo, esa ansiedad constante, esa sensación de que estaba siendo observada, utilizada, explotada, se colaba en cada rincón de mi mente, y cada vez más era difícil controlar los pensamientos que me consumían. y mientras todo eso se desmoronaba en mi cabeza, la sensación de estar atrapada en mi propio cuerpo crecía.
por muchas de esas razones, esta madrugada, necesitaba estar cerca de mi hogar, aunque fuera de manera simbólica. así que preparé mi comida japonesa, buscando en cada bocado un pequeño consuelo. las luces de la cocina y la sala estaban encendidas completamente, justo como lo necesitaba. hasta me puse un programa de televisión para niños, uno que veía cuando era pequeña, y me aferraba a él como un salvavidas.
sí, necesitaba algo que me devolviera un poco de niñez. pero no era suficiente. mi pecho estaba buscando algo más, algo que me diera esa sensación de control, de alivio.
me agaché junto al mueble, buscando mis libros. dos. los únicos dos que me permitía marcar, rayar, escribir sobre ellos, como si eso me ayudara a adueñarme de lo que sentía. encontré uno, Tan poca vida de Hanya Yanagihara. pero el otro... Lolita... no estaba. mi corazón comenzó a latir más rápido, las palpitaciones volviéndose casi insoportables. la ansiedad se apoderó de mí.
mi corazón empezó a latir con fuerza, mis manos comenzaron a temblar. ¿dónde estaba? lo había dejado aquí, sabía que lo había dejado aquí. mi respiración se volvió irregular. la ansiedad creció en mi pecho, un peso insoportable... de repente, oí pasos. pasos suaves, pero lo suficientemente cerca para que mi instinto me alertara.
me di vuelta, sobresaltada, y vi a chung-ae con un vaso de Coca-Cola en las manos y, para mi sorpresa, Lolita de vladimir nabokov en sus brazos.
mi garganta se apretó al ver el libro en sus manos. apenas pude articular palabras, con la voz quebrada, que me temblaba la voz cuando le pregunté, casi en un susurro:
━━━━ ¿por qué tienes mi libro?
chung-Ae, al parecer sin saber el por qué, se disculpó de inmediato. ━━━━ lo siento, no sabía que era tuyo. no podía dormir y... no he traído mis cosas, así que tomé el primero que vi. este... me hacía sentir algo cercano, algo... decadente. ━━━━ me explicó, algo avergonzado. ━━━━ no pude leer mucho, la verdad. el libro está tan rasgado y marcado por dentro...
esas palabras me golpearon fuerte. era como si todo lo que había dejado en el libro, todas esas marcas y notas, hubieran salido a la luz, sin quererlo. en mi mente, el hecho de que él notara eso me hizo sentir vulnerable, como si una parte de mí estuviera siendo mostrada sin mi permiso. sin embargo, sí, entendí que no lo hacía con malas intenciones. estaba simplemente buscando algo que lo acompañara en su insomnio.
━━━━ por favor, déjalo sobre el mueble. ━━━━ le pedí, en un susurro, y él, disculpándose repetidamente, lo hizo.
aunque aún me sentía extraña por la situación, su actitud calmó un poco la incomodidad que me había generado. la rabia que se formó en mi pecho comenzó a desvanecerse. mi cabeza trataba de procesar lo que había dicho, y por un momento, me sentí culpable por mi reacción. no era su culpa, no debía enojarme.
de repente, él se quedó ahí, olfateando el aire con una curiosa sonrisa. parecía tan natural, tan sencillo relajarse para él. pero algo en su gesto me hizo sospechar que, en realidad, todo eso era solo una fachada para ocultar lo que no quería mostrar. se estaba escondiendo.
━━━━ ¡huele delicioso! ¿preparaste algo, miussi? ━━━━ preguntó afectivamente, como había hecho desde el principio, de forma tan rápida y espontánea, como todo lo demás desde que llegó.
él realmente quería integrarse al grupo, mudándose con nosotros sin pensarlo demasiado, mencionando que no tenía otro lugar a donde ir. su rapidez para adaptarse no era algo negativo, pero sí algo nuevo para mí. el ritmo acelerado de los cambios, sumado a mi ansiedad por el pasado, a veces me descolocaba. pero, al final, nunca podría culparlo a él. él no tenía idea de las cosas que me habían pasado.
━━━━ comida japonesa. ━━━━ respondí, con la voz estrangulada, respirando profundamente. ━━━━ puedes tomar un poco si quieres.
━━━━ hace tanto que no como comida japonesa... ━━━━ dijo, y en su voz se notaba una emoción sincera, casi como si acabara de recibir un regalo.
de repente, sentí una punzada de compasión por él. lo que debía estar viviendo era difícil. tenía que cargar con las decisiones de los CEOs, ser tratado como un simple "objeto" más, y además enfrentarse a la dificultad del grupo para acostumbrarse a su presencia. todo eso debía ser un peso inmenso para él.
yo lo miré por un momento. apagué el televisor y me tiré al suelo para buscar mis marcadores en el mueble, repitiendo en mi mente lo que ya sabía. su presencia no era la real causa de mi incomodidad. pero aunque lo intentaba, mi mente seguía agitada. pensé en lo que me había dicho: "rasgado y marcado". me sentí un poco expuesta, como si mis pensamientos, mis anotaciones, ya no fueran solo míos, sino que de alguna forma, él también las había visto. y eso me incomodó más de lo que esperaba.
él se fue hacia la cocina, apagando la luz mientras yo volvía a sentarme en el sofá, con el libro en las manos, intentando concentrarme. y sentí que la luz del pasillo se apagó, siguiéndole la de la sala, haciendo que algo en mí se tensara nuevamente.
━━━━ espero que no te moleste, dios mío... mis ojos están terriblemente irritados. puedes encender la televisión, para que veas lo que lees... uf, yo, por ahora, solo pienso en ir por esa comida ━━━━me dijo desde el umbral de la cocina, mientras yo apenas giraba la cabeza para mirarlo, sintiéndome rígida, tensa.
lo escuché servirse la comida mientras yo, con la vista fija en el libro, apenas lograba distinguir las palabras. la luz de la cocina se sentía distante, casi ajena. y de pronto, la poca luz que llegaba a mis ojos dejó de parecer suficiente. era como si la oscuridad, en su propia existencia, estuviera a punto de devorarme. como caminar por un callejón oscuro y desierto, donde unos pocos faros parpadean sin ofrecer ninguna seguridad. mi fobia a la oscuridad, latente, se volvía más absurda, más fuerte, con cada instante que pasaba.
mi respiración se volvía más entrecortada, como si las sombras me acecharan. el ruido de la cocina se sumaba a mi incomodidad. mi cuerpo se tensó. la oscuridad me paralizó, y la sensación de pavor comenzó a crecer en mi interior. intenté respirar, pero mi mente se nublaba y la ansiedad me invadía. el miedo se apoderó de mí. me quedé ahí, inmóvil, sintiendo cómo la angustia me hacía sentir cada vez más pequeña. los recuerdos, las pesadillas, los gritos, todo regresaba en ese momento. no podía respirar. no podía pensar en nada más.
mi cuerpo estaba helado, y sin darme cuenta, las lágrimas comenzaron a caer, pesadas, desesperadas. quise gritar, quise pedir ayuda, pero mi voz estaba atrapada en mi garganta, y me acurruqué en el suelo, cubriéndome la cara y la cabeza. no podía controlar el llanto, solo quería que todo el dolor se fuera, pero no podía detenerlo. mi cuerpo estaba atrapado, y solo podía llamar a doori, pidiendo su ayuda, aunque no tenía fuerzas para hacer nada más. solo me arrugué mas en el suelo, temblando, abrazándome a mí misma, llorando desconsoladamente, incapaz de encontrar el consuelo que tanto necesitaba.
esa sensación de claustrofobia, de miedo, regresó. era como si la oscuridad estuviera engulléndome, apoderándose de mi cuerpo. me golpeé la cabeza, intentando bloquear el miedo, pero no pude. ¿por qué? ¿por qué no podía controlarlo?
escuché la voz de chung-ae, distante, pero preocupada. y quería mirarlo, pero no podía, no podía moverme. mi cuerpo estaba congelado, mis lágrimas no cesaban y se sentía como si la oscuridad me hubiera vencido.
lo último que recuerdo, a chung-ae llamando a alguien más. escuché pasos acelerados, pero no podía salir de ese abismo de desesperación que me tragaba. aún así, un aroma familiar a lavanda, se hizo presente antes de que los cosquilleos y las nauseas me sobrecogieran.
desperté en mi cama, la cabeza ligera y mi cuerpo completamente ido, débil, como si toda mi energía hubiera desaparecido media hora atrás. sentía como si cada parte de mí estuviera drenada. y, aun así, el calor de las sábanas me rodeaba, suave, acogedor. estaba envuelta en ellas como un burrito, como me gustaba hacer cuando necesitaba consuelo. era una técnica que había aprendido sola, una forma de sentirme segura cuando todo a mi alrededor parecía fuera de control. pero, lo curioso, es que esta era una técnica que solo había compartido con doori. y ahora, aquí estaba, sintiéndome cómoda, aunque débil, rodeada por las suaves sábanas y por los peluches que, de alguna manera, me daban la sensación de estar protegida. y algo en mí, algo profundo, me decía que todo estaría bien.
a pesar de no tener fuerzas para moverme, mi pecho se sentía en paz. podía oír voces, suaves murmullos, pero no podía ver. mi mente aún estaba en una niebla difusa. doori... la escuchaba a lo lejos, hablando en susurros, tranquilizando a chung-ae, que parecía estar sumido en una disculpa constante. ella, aunque notándose compresiva, sonaba algo dura y seguía reprendiéndole por lo sucedido, pidiéndole que tuviera más cuidado en el futuro.
━━━━ lo siento tanto... ━━━━ decía chung-ae, su voz quebrada y llena de arrepentimiento. ━━━━ no sabía... no sabía que la oscuridad la asustaba tanto, no debí...
mi corazón se apretó un poco. sabía que no tenía la culpa, pero aún así, me sentía un poco culpable por nunca haberle contado lo de mi fobia a ninguno de mis otros compañeros. solo había podido admitirlo frente a doori, siendo sincera, porque no era algo fácil de hacer. no era algo de lo que pudiera hablar sin sentirme vulnerable, y la oscuridad... la oscuridad siempre se había sentido como mi enemiga. mi miedo a lo desconocido, a lo que podría acechar en las sombras, siempre había sido un secreto que guardaba con mucho cuidado... el miedo a que él estuviera en esas sombras.
doori, todavía con su voz tranquila pero firme, todavía intentaba calmar a chung-ae, que parecía no saber cómo reaccionar de otra manera.
━━━━ chung-ae, basta ya. ━━━━ le decía, su tono algo más fuerte de lo usual. ━━━━ ya te disculpaste mil veces. solo... ten más cuidado la próxima vez. ahora, solo tenemos que asegurarnos de que miu se sienta bien, ¿está bien? no sigas culpándote.
a pesar de sus palabras, pude escuchar la preocupación en la voz de doori. fue como si todo el peso del mundo estuviera sobre sus hombros. con una sonrisa pequeña y apenas audible, hice un pequeño ruido de lamento, esperando que no lo notaran. pero lo hicieron.
eso me hizo llamar a doori en voz baja. al instante, su cara preocupada apareció ante mí, con su mirada pálida, llena de preocupación, y eso hizo que mi corazón se sintiera cálido a pesar de todo. apenas tenía fuerzas, pero sonreí de inmediato a verla.
━━━━ ¿miu? ━━━━ la voz de doori se hizo más cercana. ━━━━ miu...
respiré profundamente y, aunque no podía moverme mucho, susurré con la poca energía que me quedaba:
━━━━ hola...
tenerla frente a mí, me hizo sentir un pequeño alivio, algo tan simple pero tan reconfortante: verla, saber que estaba allí, que no estaba sola. sonreí, una sonrisa débil pero genuina. de alguna manera, me hacía sentir segura.
━━━━ ¿cómo te sientes? ━━━━ preguntó doori, suavemente, sentándose a mi lado.
levanté la vista hacia ella, incapaz de encontrar las palabras correctas, pero viéndola, simplemente viéndola, era suficiente. doori, con su presencia, me hacía sentir que todo estaría bien. y luego la vi sosteniendo algo en sus manos. un suero, que había traído para hidratarme, y algo más... mi frappé favorito de caramelo. no pude evitar sonreír un poco más, aunque la sonrisa me dolió en los labios.
━━━━ te traje esto... ━━━━ dijo, sonriendo también, con esa dulzura que solo ella podía tener. ━━━━ sé que odias los sueros, pero necesito que te hidrates... y bueno, como sé que te gusta este frappé, pensé que... que te animaría más. un poquito de azúcar para que te sientas mejor después del suero.
mis ojos se iluminaron un poco al ver el frappé. sintiendo que, cuando estuviera mal, ella siempre sabría cómo levantarme el ánimo. aunque no tenía mucha fuerza para hablar, sentí que debía agradecérselo de alguna manera.
━━━━ gracias, durim... ━━━━ con un susurro casi inaudible, le dije.
doori no respondió de inmediato. solo me miró y, con mucha suavidad, empezó a acomodarme, levantándome un poco y apoyándome contra la pila de peluches que siempre estaban a mi alrededor. era como si, a través de esos pequeños gestos, me estuviera diciendo que todo estaba bien, que no importaba lo que había pasado, todo iba a mejorar. que me acompañaría.
chung-ae, al ver que doori se encargaba de mí, empezaba a retroceder. ━━━━ es mejor que las deje solas... lo siento mucho, miu... yo...
lo miré mientras se alejaba, un poco preocupada de que él se sintiera mal por lo que había ocurrido. no me gustaba que él hubiera sido testigo de algo tan vulnerable. no quería que se sintiera culpable. apreté los labios y, con la voz muy baja, dije:
━━━━ no es tu culpa...
chung-ae no dijo nada más. simplemente asintió con la cabeza antes de salir de la habitación, como demasiado perturbado. al final, quedé a solas con doori, y el silencio que quedó después fue cómodo, y sentí que por fin podía respirar sin sentir esa presión en el pecho. doori se sentó junto a mí, y pude sentir su mirada sobre mí, llena de ternura. también, sentí su mano en mi hombro, y el simple contacto de su piel me hizo sentir más relajada.
━━━━ ¿te gustaría meterte bajo las sábanas conmigo? ━━━━ pregunté, con una sonrisa que simulaba un intento de coquetería.
la necesidad de sentirla cerca, de tener su abrazo, era tan grande que apenas pude contenerme. y ella solo sonríe, con su rostro llenándose de color.
━━━━ ¿puedo hacerlo...? ━━━━ ella pregunta, riendo, volviéndose visiblemente acalorada con cada risa.
━━━━ sí... por favor, abrázame. ━━━━ le digo, como en una confesión. la miro de manera honesta, casi necesitada. ━━━━ quiero tus abrazos, dubunnyeonie.
doori no dudó ni un segundo. con mucho cuidado, se metió en la cama conmigo, y al instante me envolvió en sus brazos. me sentía tan cómoda, tan protegida. la suavidad de las sábanas nuevas, el calor de su cuerpo, el aroma a lavanda que siempre llevaba consigo... era como estar en casa. y a pesar de todo el miedo y el dolor que había estado sintiendo, ahora todo parecía desaparecer. estaba tan cerca de ella, tan cerca que sentía que el mundo entero se desvanecía a nuestro alrededor, y la felicidad se multiplicaba con cada respiración que compartíamos.
recosté mi cabeza en su pecho, y me permití, por fin, soltar el aire que había estado conteniendo. sus caricias en mi cabello fueron como un bálsamo. quería quedarme así para siempre, en su abrazo, en su calidez. y en ese espacio de calma y tranquilidad, mis pensamientos fueron llevándome a recuerdos que había intentando esconder, experiencias que me habían marcado profundamente. sin poder evitarlo, queriendo hablarlo con ella. y, esta vez, no pude seguir ignorándolo. las palabras salieron sin que las pudiera detener.
━━━━ tengo miedo, durim... ━━━━ dije, mi voz temblando. ━━━━ tengo miedo de recordar lo que pasó... de lo que me hicieron... hombres, sobre todo... él, era mi... ¿mi coreógrafo? no lo sé, no sé lo que él era. durante más de tres años... cada día... me hizo cosas... cosas que no quería... abusó de mí. tenía once años y... y me forzó a pensar que me amaba, que yo tenía que amarlo y estar en una relación con él... era violento, pero fingía ser dulce y si yo... yo... me amarraba los brazos y dejaba mi piel morada, en todos lados... yo...
las palabras me quemaban la garganta, pero las dejé salir, una tras otra. no podía callarlo más, no cuando estaba con ella, no cuando sentía que su presencia me daba la fuerza que me faltaba. mi pecho subía, luego bajando con fuerza, y doori se aferraba a mis manos al sentir mi aceleración.
doori, al principio, se quedó en silencio, como si no pudiera procesar completamente lo que acababa de decir. pero luego, sentí cómo su cuerpo se tensaba y su respiración se volvía más irregular. sus manos me rodearon más fuerte, como si quisiera protegerme de esos recuerdos, de ese dolor. podía sentir la ira en ella, aunque no lo decía. sabía que sus músculos estaban tensionados, pero también podía ver cómo sus ojos se llenaban de lágrimas, que caían silenciosamente por su rostro.
━━━━ miunyan... ━━━━ su voz se rompió, y pude sentir que las lágrimas seguíam cayendo por su rostro, empapándome. ━━━━ no... no es tu culpa. no lo es. ellos son los que fallaron. no tú. tú... tú eres tan valiente. y no estás sola. yo estaré aquí siempre. siempre. y está bien tener miedo, pero todo acabó. nadie va a dañarte. estás protegida... puedes protegerte. estás bien, aquí, en el ahora.
su abrazo se estrechó aún más, y sentí cómo sus lágrimas mojaban mi cabello. quería decirle algo, quería consolarla, pero las palabras se me escaparon. solo me quedé en sus brazos, dejando que ambas lloráramos juntas, como si todo el dolor, todo el sufrimiento, pudiera ser sanado en ese momento.
━━━━ quiero ayudarte... ━━━━ susurró, con una ternura infinita. ━━━━ podemos hacer lo que tú quieras. podemos hablar. podemos distraernos. ir al cine, o... ir a un sauna. ¿te acuerdas cuánto te gustaban los saunas cuando vivías en japón con tu familia? podría llevarte a uno. tengo pases gratis... para cuando te sientas mejor. quizá no ahora, pero...
la idea de un sauna me llenó de energía repentinamente. sonreí, con la cara aún mojada por las lágrimas, pero mi corazón se sintió un poco más ligero. la felicidad me invadió de golpe, como una ráfaga de energía, y no pude evitar soltar una risa ligera, como si toda mi tristeza se evaporara en un segundo.
━━━━ ¡sí! ━━━━ exclamé, sorprendida por mi propia reacción, casi cantando. ━━━━ sí, quiero ir al sauna. me haría sentir tan bien... necesito el calor, la calma... todo eso.
con un movimiento torpe, me deslicé de la manta, saliendo de mi "modo burrito", y corrí hacia ella, abrazándola del cuello, sin darme cuenta de mis acciones. terminé sentada en su regazo, como si estuviéramos en una película romántica, congeladas en ese momento.
━━━━ miu... ━━━━ susurró ella, algo sorprendida. y nuestras miradas se encontraron, nuestras caras tan cerca que mi corazón comenzó a latir rápidamente, ahora por una razón tan bonita.
ambas nos detuvimos en seco, la cercanía haciendo que el aire se volviera pesado, pero no de una manera que me molestara. al contraria, me gustaba. me hacía querer más cercanía, aunque me diera vergüenza admitirlo. no podía dejar de sonrojarme, pero algo en mí me empujó a preguntar, sin pensar, solo sintiendo el momento:
━━━━ ¿puedo besarte? ━━━━ mi voz sonó mucho más suave de lo que pensaba, pero las palabras salieron sin que pudiera detenerlas.
era algo nuevo para mí, algo genuino. esto era diferente, era real, y me sentía tranquila al pensarlo. no importaba el pasado, no importaba lo que había sufrido. esto era un momento nuevo, un comienzo. las otras personas no contaban cuando, estos momentos junto a ella, eran una primera vez real.
doori no dijo ni hizo nada por un momento, bastante ruborizada. pero luego, se acercó a mí, y sus labios rozaron los míos en un beso tan suave, tan delicado y breve, que nos hizo sonrojar más que nunca. fue tan rápido, un pequeño piquito espontáneo, pero lo sentí como algo que nunca antes había experimentado.
ambas nos quedamos en silencio, rojas, sonriendo nerviosas como dos niñas enamoradas e inexpertas. y, a pesar de la tormenta emocional que sentíamos, esa fue una de las primeras veces que sentí que, de alguna manera, todo había valido la pena.
[notita]
jiji, vamos avanzando. <3
chung-ae ya vive con los b!, y ojalá poco a poco se lleven bien. chune no tiene la culpa de nada /triste 🩷。゚( ゚இ‸இ゚+)゚。
also, que viva el miuri. amo, amo, amo. mi noviecita y yo cuando <33 ♡(@'ω'@)/♡
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