Final - San Valentín en Konoha

Advertencia, éste capítulo contiene escenas +18

~ ☀ ~

En un día sería San Valentín y toda Konoha lo sabía, en especial ciertos niños con las hormonas alborotadas.

Las florerías habían estancado sus repisas de flores, tan solo para que a las cinco horas éstas se quedaran sin nada, las dulcerías estaban a rebosar, y ni hablar de las tiendas de peluches. Sí, toda Konoha se preparaba para San Valentín, eso era seguro.

Y más que nadie, un cierto rubio se preparaba para ese día, pues durante mucho tiempo lo había planeado, se armaría de valor y ese día lo haría, se confesaría, pues era Inojin el rubio del que hablamos.

Tal vez esa persona le negaría, le diría que quería que siguieran siendo amigos y seguramente así sería, ya se había predispuesto a eso, se había dicho en todo lo que iba de la semana que eso ocurriría, para que cuando eso realmente pasara, no le doliera tanto.

Inojin, cambiaba por Konoha, buscando el lugar en el que se encontraría con sus amigos, pues platicarían de lo que harían el día de los enamorados.

Al llegar al restaurante, entró buscando a sus compañeros con la mirada, encontrándolos en una mesa con comida en las manos, o más bien, a Boruto con una gran hamburguesa en las manos. En ésta se encontraban Mitsuki, Iwabee, Denki y Shikadai.

—Inojin, llegaste —dijo este último al ver a su rubio amigo aproximarse.

—Tenía algo que hacer antes —respondió el Yamanaka sentándose junto al Nara.

—¡Inojin, tienes que probar esta hamburguesa, tiene doble carne y triple queso! —le invitó el joven Uzumaki ofreciéndole otra de las hamburguesas en la bandeja sobre la mesa.

—Está bien, está bien, pero no hables con la boca llena.

Mitsuki rió ante la reacción de Inojin, pues a diferencia de todos, él veía con mucha ternura a Boruto cuando comía, ya que era cuando más feliz parecía. Inojin notó su mirar sobre el Uzumaki, y sonrió para sí al ver el amor que tanto le tenía, pues ¿Cuánto no daría porque alguien lo viera así?

—¿Y qué harán ustedes en San Valentín? —preguntó Iwabee.

—Planeaba llevar a Boruto a pasear, después a cenar y luego iremos a mi departamento para tener nuestra pri--

Al instante Boruto le tapó la boca, casi ahogándose con la comida.

—Esa parte no se dice, tonto —le regañó Boruto con el rostro colorado.

—Ah, tendrán sexo por primera vez eh —intuyó Inojin sonriendo con burla y descaro.

—¡Inojin! —le regañó Denki igual de sonrojado.

—Tengan un poco de pudor ¿No? —les dijo Shikadai apenado, mientras le daba un zape al Yamanaka.

—¿Porqué no lo gritan para que todos lo oigan? —sugirió Iwabee tomándose el puente de la nariz con fastidio.

—C-como sea... Iwabee y yo planeabamos invitarlos a ustedes dos y a Metal Lee al cine o algo, cómo estamos solos podríamos salir juntos, al fin y al cabo que es el día de la amistad también —comentó Denki sonriendo con incomodidad.

—Claro, no tenía nada planeado de todas formas —aceptó el Nara sin titubeos.

—También iré, pero tengo que hacer algo en la tarde, así que de seguro me iré antes de tiempo —aceptó Inojin con un leve sonrojo apenas notorio que Shikadai no pasó por alto.

—¿Planeas confesartele a alguna chica? —preguntó el Nara con burla.

—N-no, no es eso s-solo... tengo que...

—¡Oh, por dios, en verdad te le confesarás a alguien! —exclamó Iwabee con gran emoción y sorpresa.

—¡Que no!... Agh, yo solo... —titubeó Inojin con pena, tapándose el rostro con ambas manos tratando de ocultar su sonrojo.

—Cielos, nunca creí que te gustara alguien, ttebasa —dijo Boruto igual de asombrado.

—Yo sabía que alguien le gustaba, pero nunca me dijo quien —comentó Mitsuki, ganándose una mirada de enojo del rubio de coleta—, pero era un secreto así que no diré más —dijo con una risa al notar su mirar.

—Vamos chicos, déjenlo, si no nos quiere decir está bien —exclamó Denki tratando de salvarle.

—Somos tus amigos Inojin, sabes que puedes confiar en nosotros —le animó el Nara colocando una mano en su hombro dándole apoyo.

Inojin le miró detenidamente, verle así tan sólo hizo que su sonrojo se intensificara y se reforzara la idea de olvidar todo y no confesarse. Sintiéndose repentinamente triste e incómodo, se levantó tomándo dos hamburguesas de la mesa.

—Lo lamento chicos tengo que irme, pues sí, me voy a confesar pero aún debo preparar unas cosas —explicó el rubio con calma mientras el sonrojo en sus mejillas se borraba—, nos vemos luego.

Terminó para luego marcharse.

—No, Inojin, no te vayas por favor —le pidió Boruto levantándose para ir tras él.

—Boruto no, déjalo, si él se quiere ir está bien, no lo presionemos más —le detuvo Shikadai tomándolo del brazo.

Boruto dudó, pero asintió y volvió a sentarse junto a Mitsuki. Shikadai tomó de su bebida con el ceño fruncido, cosa que no pasó desapercibida por nadie.

—¿Y ese cambio de actitud tan repentino? —le preguntó Iwabee cruzándose de brazos con burla.

—¿Uhm?... no es nada... creo que... —negó cruzándose de brazos para luego recargarse en el respaldo mirando al techo con seriedad, pensando detenidamente en lo que sentía — creo que le tengo envidia, a él si le gusta alguien.

—Sí, es verdad, sería lindo tan solo tener a alguien en quien pensar estos días —concordó Denki tomando sus manos por debajo de la mesa, para así mirarlas con un leve sonrojo y una sonrisa de anhelo. Cosa a la que le prestó especial atención Iwabee.

—¿No será que tienes envidia de quien está enamorado Inojin? Shikadai —preguntó Mitsuki sonriendo con interés, mientras recargaba su barbilla en su mano y su codo en la mesa.

—¡¿Qué?! ¿Y porqué le tendría envidia a esa persona? —exclamó levemente exaltado, apartando la mirada con un leve sonrojo e indignación.

Mitsuki rió ante su reacción, pues la respuesta a su pregunta era obvia, por lo menos a sus ojos.

~ 🌙 ~

Inojin entró a su casa con una bolsa en las manos, anunció su llegada llamando la atención de su madre.

—Inojin, ¿Qué traes ahí? —preguntó Ino apenas notó la bolsa.

—Traje un par de cosas para preparar chocolates —le avisó llendo a la cocina siendo seguido por su madre.

—Oh, entonces planeas confesartele a alguna linda chica ¿Verdad? —preguntó con una gran sonrisa en su rostro, pues ya se imaginaba en un futuro lejano con su hijo casado y nietos con quien sea que estuviera enamorado.

—Sí, algo así —afirmó con un leve sonrojo acomodando las cosas.

—Me alegra tanto que hayas encontrado a alguien, aunque normalmente son las mujeres las que regalan los chocolates, ¿Necesitas ayuda con eso?

—No, está bien, puedo encargarme solo —negó con aquella sonrisa que parecía calcada a la de su padre.

—Bien, te dejo solo, que yo también planeo algo especial para tu padre y yo —dijo la rubia saliendo de la cocina—, suerte.

Inojin, una vez solo, ahora estaba más convencido de acabar con todo de una vez, colocó ambos codos en la barra y sostuvo su cabeza con las manos, halando levemente sus cabellos con frustración.

—Una linda chica... sí... ¿Como no? —murmuró mortificado ante las palabras de su madre, pues no era ninguna chica quien tanto le gustaba, aunque lindo ya era.

Se estaba arriesgando mucho, tanto que le dolía el corazón al pensar en eso, pero no quería retractarse, aunque todo el mundo estuviera en contra suya, él quería confesarse, que por lo menos esa persona supiera de sus sentimientos, si lo rechazaba, no importaba, al final lo olvidaría y no dejaría que le doliera, pero ahora, le dolía tanto el pecho, que apretó su ropa en esa zona con dolor, mientras sus ojos se cristalizaban con intención de llorar.

—¿Cómo el amor puede ser tan increíble y tan terrible al mismo tiempo? —susurró con tristeza el rubio.

~ ☀ ~

—Mañana vendré a recogerte a las seis —dijo Mitsuki, despidiéndose de Boruto, pues estaban frente a su casa.

—Está bien, nos vemos —se despidió el rubio, con un leve sonrojo pues sabía lo pasaría mañana-, descansa.

Mitsuki le tomó de la cintura acercándolo más a él, para así besarle en los labios siendo correspondido al instante, tras un buen par de segundos, se separaron mirándose con tal cariño, que cualquiera le tendría envidia a lo que tenían esos dos.

—Te amo —se despidió nuevamente Mitsuki, con aquella sonrisa que tanto lo caracterizaba, mientras se alejaba de espaldas manteniendo la mirada en su rubio.

—Te amo —finalizó Boruto, moviendo su mano de un lado a otro diciendo adiós, para así cerrar la puerta tras sus espaldas, recargarse en ésta y tomar su rostro con vergüenza ocultando la boba sonrisa enamorada en su rostro.

Pues a pesar de que llevaban casi un año como novios, tan solo con ver la preciosa carita de su novio, le hacía querer llorar de felicidad, ya que aún no se creía que fuera solo para él.

Himawari salió de la sala mirando a su hermano con alegría, pues le hacía gracia la felicidad que emanaba Boruto cuando estaba con Mitsuki.

—Hermano, volviste —dijo Hima con alegría—, ¿Cómo te fue con Mitsuki?

—Oh, nada nuevo, ya sabes, paseamos con los chicos —aminoró Boruto restándole importancia, pues era Mitsuki y sus tratos lo único que lo hacía ponerse así.

—Boruto, creí que llegarías más tarde —dijo Hinata viéndole con sorpresa-, como normalmente vuelves hasta noche cuando sales con Mitsuki, pues...

—Aún tengo que terminar su regalo, y supongo que él también el mío —aclaró el rubio subiendo las escaleras—, por cierto mamá...

—Me pedirás permiso para quedarte a dormir con él ¿Verdad? —pregunto Hinata sonriendo con un matiz de vergüenza y duda mientras se cruzaba de brazos.

—Es la primera vez que voy a su departamento y... —bajó la mirada con pena, pues ¿Cómo decirle a su madre que planeaba tener su primera vez?

—Está bien, pues ir, pero tengan cuidado, tú me entiendes.

—Mamá, soy hombre, no pasará nada, ttebasa —dijo Boruto con algo de molestia por la obviedad del caso.

—No me refería a eso, pero sí, también usen esos, te molestará aquello —aclaró con un ligero rubor por el tema.

Bien sabía que su hijo ya no era inocente, eran contadas las veces que los encontró en plena demostración de amor en las noches, al principio los regañó pero sabía que no podría hacer nada para evitarlo, eran adolescentes con hormonas después de todo, así que tan solo les pidió que no lo hicieran en las noches pues tenían que dormir, tan solo que cuidaran lo que hacían donde y cuando.

—¡Mamá, por favor! —exclamó con la vergüenza por los cielos.

—S-solo digo.

—E-está bien, n-no te preocupes por nada, ttebasa —finalizó el rubio subiendo las escaleras con prisa para así encerrarse en su cuarto.

—Esos dos se quieren mucho, ¿Verdad mamá? —comentó Himawari con inocencia.

—Sí, realmente se quieren, Mitsuki es un buen niño, él cuida muy bien de Boruto.

~ 🌙 ~

Mitsuki iba de regreso a su departamento, tenía que preparar todo para el día siguiente.

Estaba emocionado, no podría negarlo, ambos habían esperado mucho para eso, durante todo ese tiempo, numerosas veces hicieron cosas indecentes en la casa del rubio por las noches, a pesar de que cuando acababan éste siempre decía que ya no lo volverían a hacer, pero siempre rogaba por algo más, ¿Y como decirle que no?

Él lo amaba y viceversa, tanta espera valdría la pena, pues si se querían y sus padres lo aceptaban, ¿Porqué no hacerlo? Ya no eran tan pequeños, en un par de años o poco más serían unos adultos.

Mientras saltaba por los techos de camino a su vivienda, logró divisar a Sarada, quien llevaba en sus manos una bolsa que bien conocía él el símbolo, pues era el emblema de una tienda de dulces, la cual últimamente estaba a reventar de gente. Tal vez lo compraba para alguien.

Ignorando aquello, siguió su camino.

Al poco rato ya se encontraba a pocos pasos del edificio, saltó desde su mismo techo bajando varios unos cuantos pisos hasta lo que sería un balcón en el cuarto piso, de la bolsa que traía en su espalda sacó unas llaves con las que abrió la puerta de cristal corrediza.

Una vez dentro, corrió las cortinas celeste dejando que entrase la luz de la ciudad, pues desde donde se encontraba, tenía una vista perfecta de ella. Encendió las luces del departamento, y abrió la puerta principal en busca de paquetería, y ciertamente había un paquete, con un gran sello que decía "frágil". Tomó el paquete, volviendo al interior y cerrando las puertas a sus espaldas.

Se sentó en la sala colocando el paquete sobre la mesa de piso, con un cuchillo abrió la caja encontrando primeramente una nota. La tomó y al leerla, sonrió para sí sacando las prendas nuevas de ropa que habían dentro, y al sacarlas, se topó con unos bloques de hielo seco, al retirar uno, su sonrisa se ensanchó.

—Gracias papá —murmuró Mitsuki al ver aquél regalo, seguramente muy costoso pues a primera vista se veía increíblemente frágil, e increíblemente hermoso.

~ ☀ ~

San Valentín había llegado, todos lo sabían, el amor se olía en el aire y ya todos se estaban movilizando para ese día.

Ya era más de medio día, las cuatro para ser exactos, y los jóvenes genin se preparaban para ello.

Ahora, Iwabee, Denki, Shikadai e Inojin iban de camino a por algo de comer, aunque éste último estaba especialmente callado. Haciendo pensar a sus compañeros que aún estaba molesto.

-Inojin, ¿Sigues molesto por lo de ayer? -preguntó Denki con preocupación.

-No, no es eso, solo estoy pensando -negó el rubio subiendo la vista al cielo.

-¿Es por esa chica? -preguntó Shikadai, con un tono de ceriedad, que bien pasó desapercibido pues siempre hablaba así, más nunca con ese

-Algo así... -murmuró el rubio restándole importancia- es que no sé si hacerlo o no, ya tengo todo para dárselo, y me dije muchas veces que todo podría salir mal pero... aún así tengo miedo.

Shikadai le miró detenidamente, sintiendo una extraña impotencia ante su enamoramiento. Dudoso de sus palabras, sonrió con esfuerzo tan solo para alegrar a su amigo.

-Hazlo, puede que te diga que sí, y si no, aquí estaremos para apoyarte.

Inojin, enmudecido por sus palabras, dudaba aún más si hacerlo o no, pues si bien no era ninguna chica la que le gustaba, era quien en ese momento, le importaba lo mínimo quien le gustaba.

-Bien... ya veré qué haré -murmuró con desanimo el rubio Yamanaka. Sintiendo como aquél dolor en su pecho, crecía aún más.

~ 🌙 ~

Ya de tarde, cuando el sol se ocultaba tras la frontera, Mitsuki iba de regreso a su departamento, pues había pasado la mañana con Boruto, tan solo para volver por él a la hora acordada ya mejor vestidos.

Entre salto y salto por los techos, logró divisar a alguien entre dos edificios, reconociendo la como Sarada, se detuvo en seco al notar que algo andaba mal, y bajó de un salto cayendo de pie a unos cuantos pasos de ella, llamando su atención. Al instante ésta, se quitó las gafas limpiando sus ojos con sus mangas.

-Sarada, ¿Estás bien? -preguntó Mitsuki con amabilidad.

-No es nada, estoy bien -negó la Uchiha, tratando de ocultar su voz entrecortada.

-¿Segura? -insistió el peliceleste. Miró un bote de basura a algunos pasos de ellos, en el que había una bolsa de regalo y de éste, sobresalía una carta- ¿Te han rechazado?

-Más que eso, vi cuando alguien más se le confesaba, y ella aceptó -le aclaró la pelinegra subiendo su vista al rojizo cielo.

-¿Ella? -titubeó Mitsuki con asombro.

-Creeme, no tienes porqué preocuparte porque te robe al Borutonto -le miró riendo ante la obviedad. Mitsuki bajó la mirada pensante, dudando si preguntar más de lo que debía, pues Boruto le había explicado que a veces eso puede ser molesto.

-¿Puedo saber qué pasó?

-Ayer compré algo para ella, y hoy planeaba decirle lo que sentía, creí que me diría que sí, pero llegué tarde, aquél chico se le estaba confesando cuando llegué y ella aceptó, ella me dijo que en su momento no le correspondió porque no lo conocía y en lo único que ella pensaba era en la venganza de su padre, y que al ver que se le confesaba otra vez, le pareció muy lindo ya que ese chico ya sabía lo que ella había provocado, así que al ver que la quería tanto, aceptó.

-¿Hablamos de Kakei Sumire? -preguntó con asombro, opteniendo un sí como respuesta, sonrió ante ello y bajó la mirada cerrando los ojos pensante- Tú también la quieres a pesar de todo eso ¿Verdad?

-Exactamente, pero creo que está mejor con él, es lo correcto ¿No?

-No sabría decirte, recuerda que yo también estoy con alguien de mi mismo sexo, pero realmente no nos importa lo que digan de nosotros, pues ¿Qué es correcto e incorrecto realmente?

-Según la sociedad en la que uno viva, hay ciertos estándares que seguir para ser aceptado, aunque nada de eso importa, hay gente decide seguirlo para no ser molestada.

Mitsuki notó la tristeza en su mirar, recordando las enseñanzas de Boruto, se acercó a ella hasta abrazarla, haciéndola sentir incómoda al instante.

-¿Qué crees que estás haciendo? -preguntó con nerviosismo tratando de alejarlo.

-Cuando Boruto está triste, lo abrazo y le doy mimos mientras llora hasta que se sienta mejor, aunque supongo que contigo lo correcto sería solo un abrazo -aclaró el peliceleste sonriendo con cariño, relajando notoriamente a la Uchiha.

Sarada, dudosa, aceptó y se dejó abrazar, correspondiendo su muestra desinteresada de afecto. Extraña y repentinamente, sintió sus mejillas húmedas, para así romper en llanto, callando sus hipidos de tristeza en el hombro del mayor.

Le sorprendía cuan amable podía ser ese chico tan extraño, en definitiva sería alguien a quien verdaderamente podría llamarle amigo, parece que al final, formar equipo con esos dos tontos no fue un desperdicio.

~ ☀ ~

Ya eran las seis, y como fue prometido, Mitsuki fue a casa de Boruto a recogerlo. Vestía su pantalón holgado típico, junto con unas botas negras hasta media pantorrilla, atadas con listones en la parte superior para mejor agarre, usaba una camisa blanca de botones arremangada hasta medio antebrazo, desfajada y un suéter morado claro.

Acomodando sus ropas, e inspeccionando que llevara todo, tocó el timbre de la vivienda, haciendo que a los pocos segundos le abrieran, dejándole ver a su pareja, Boruto, quien le veía con alegría y emoción por lo que pasaría aquella noche. Vestía una chamarra blanca, sobre éste un chaleco magenta, un pantalón de mezclilla doblado sobre el tobillo y unos tenis negros de agujetas blancas. En sus manos traía una bolsa transparente llena de chocolates, atada con un listón azúl, y a parte, un peluche de sí mismo.

-Hola solecito -le saludó Mitsuki con cariño, sonriendo para él.

-N-no me digas solecito -dijo Boruto con pena y un notorio sonrojo, para luego sonreírle de igual forma-, Hola Mitsu... hice esto para ti.

Mitsuki tomó los chocolates y el peluche, mirándolos detenidamente mientras sonreía.

-Gracias, yo también te traje algo.

Mitsuki le entregó una caja de chocolates y un peluche de Zorro, parecía hecho a mano al igual que el mini Boruto.

-Woa, ¿Tú lo hiciste? Te quedó genial, gracias, ttebasa -dijo con alegría el rubio, para luego llamar a su hermana y pedirle que dejara todo sobre su cama-. ¿Y bien? ¿Que vamos a hacer?

-¿Te parece ir a pasear primero?

-Claro.

~ 🌙 ~

-Antes de llegar a mi casa, vi a Sarada -dijo Mitsuki, llamando la atención de Boruto-, ella estaba llorando, se le iba a confesar a Sumire y alguien más lo hizo antes, Sumire aceptó sus sentimientos y Sarada dijo que no podía hacer nada, que estaba mejor con él.

-Wow, no creí que ella tuviera ese tipo de gustos, ttebasa.

-Seguí tus enseñanzas y la abracé, entonces empezó a llorar, al final ella se sintió mejor y me agradeció -le contó Mitsuki, ganando una sonrisa de aprobación del rubio.

-Me alegra oír eso... lo de que seas más sentimental, pero lo de Sarada... a veces esas cosas pasan, sé cómo se siente ahora -murmuró con melancolía. Mitsuki no pasó por alto esto, y en un intento de pedir perdón otra vez, le tomó la mano para así besar la misma y provocarle un fuerte sonrojo-, ¡¿Q-qué estás haciendo?!

-Perdón de nuevo por aquella vez, en verdad lo lamento mucho -dijo el mayor, con una mirada que le provocó escalofríos al rubio, haciéndole sentir vulnerable.

-N-no importa, ya te lo dije, lo que importa es que estamos juntos -negó Boruto volteando a otro lado con pena, sin soltar la mano ajena.

Mitsuki sonrió ante su respuesta y apretó su mano, tratando de hacerle entender que realmente estaba allí y que jamás lo dejaría solo.

~ ☀ ~

-Todo está agotado -murmuró Denki con fastidio.

-Es obvio, los enamorados solo vienen al cine para besuquearse, aunque encontremos una sala sola, habrán muchos de ellos así -dijo Shikadai con molestia.

-¿Porqué no compraron los boletos ayer? -preguntó Inojin.

-No creímos que se llenaría tanto -respondió Iwabee.

-Creo que era evidente lo que pasaría -dijo Shikadai-, ¿Y Metal Lee? ¿Porqué no vino?

-Fui a su casa y su padre dijo que una chica le dio dulces malos a propósito y ahora no sale del baño -explicó Denki un tanto preocupado.

-Oh, cuánta crueldad -murmuró Inojin con un matiz de sarcasmo.

-Como sea, veremos si conseguimos algo así que ustedes esperen aquí -dijo Iwabee tomando a Shikadai del hombro jalandolo hasta las vitrinas de venta.

Ambos menores buscaron algún lugar donde sentarse teniendo a la vista a los dos jóvenes, suspirando con fastidio y en busca de algún tema de plática, Denki preguntó.

-¿No planeas confesarte? ¿Porqué viniste? -dijo con interés tratando de no molestarlo.

-Aún no es el momento, y tengo una idea un poco original para hacerlo -respondió con simpleza el rubio.

-¿Puedo preguntar quién es?

-Es alguien que conoces.

-¿Es Onikuma Enko? -preguntó Denki con una risa.

-¿Quién? No, ni siquiera le hablo -negó con sorpresa-, escucha, te diré quién es si me dices quién te gusta.

-¡¿Ehh?! A-a mí no me gusta n-nadie -negó el pelinegro con el rostro colorado.

-No lo niegues Denki, sé que ya le pusiste el ojo a alguien, pero a pesar de tener un muy buen instinto para estas cosas, aún no he deducido quien -incistió con burla y un matiz de vanidad.

-Ahh... a-admito que me gusta alguien, pero no es nada serio en realidad, es una de esas veces que te gusta pero no saldrías con e--... e-esa persona -titubeó al decir el género, e Inojin se percató de ello, haciendo que una gran sonrisa adornara su rostro al instante.

-¿Te gusta Iwabee? -preguntó con burla.

-¡¿Ehhhh?! ¡No, no, no, no, e-estás totalmente equivocado, n-no es él, n-no soy así! -negó rápidamente con ambas manos y con la cabeza haciendo más obvia la respuesta.

-Oh vamos Denki, vivimos en una sociedad moderna y progresista, últimamente salen muchos así, y a mí también me gusta un chico -dijo Inojin con alegría, fijando su mirar en cierto joven azabache.

Denki siguió su mirar hasta dar con él, sorprendiéndose notoriamente al divisarlo.

-¿Te gusta Shikadai?

-Así es pequeño Digimon -afirmó el Yamanaka sonriendo de oreja a oreja.

-Pero, ¿Cómo? ¿Desde cuándo? ¿Porqué?

-Eso quisiera saber sobre lo tuyo.

-Ahm... bueno... -murmuró dudoso el menor, fijando su mirar en Iwabee quien casi se estaba peleando con el vendedor, haciéndole sonreír ante su actuar- al principio solo lo quería como amigo, y antes que eso él me intimidaba mucho, es mucho mayor que todos y ese carácter de chico malo me hacía querer alejarme de él, pero luego lo agregamos al grupo y me agradó mucho, cuando comenzamos a estudiar juntos fue cuando comencé a sentirme incómodo con él de nuevo, creí que era por la diferencia de edad y su pasado pero al final entendí que era otra cosa, cuando fuimos a la aldea oculta de la niebla fue cuando me di cuenta que me gustaba, él es muy amable conmigo, me cuida y nos llevamos de maravilla, y cuando nos pusieron en el mismo equipo sentí una alegría inmensa... pero ambos somos chicos... y sí, sé que Boruto y Mitsuki están juntos pero... él es tan genial y yo... tú me has visto, no soy como él y... no quiero arriesgarme, así estoy bien.

-Te entiendo, pero ¿Sabes? A veces es bueno arriesgarse un poco, yo lo haré -le animó Inojin sonriendo de oreja a oreja-, y si llegara a decirme que no... ya estoy predispuesto a eso y bueno... ¿Qué es lo peor que podría pasar?

Denki asimiló lo dicho, volvió su mirar a Iwabee y tras meditarlo un momento, una sonrisa adornó su rostro con afecto.

Ambos jóvenes ya con los boletos en las manos, se acercaron a los menores sonriendo de oreja a oreja con victoria.

-Eh chicos, conseguimos entradas para una película -comentó Iwabee con alegría.

-Eran las últimas que quedaban y creo que la película ni siquiera es buena -dijo Shikadai.

-Y si no es buena ¿Para qué los compraron? -preguntó Inojin.

-Porque estamos solos, no tenemos novia y me niego a quedarme en casa jugando videojuegos y comiendo helado -aclaró Iwabee.

~ 🌙 ~

Ya pronto serían las ocho, e Inojin ya se había armado de valor para ir a confesarse, aunque no sería una forma tan común de hacerlo.


-Oigan, creo que ya me voy -avisó Inojin sonriendo de oreja a oreja.

-¿A dónde vas? Íbamos a pasear por ahí y luego iríamos a casa de Denki a jugar videojuegos -dijo Iwabee.

-Tengo que hacer eso, si las cosas salen bien volveré pronto -respondió con alegría-, nos vemos.

Se despidió el rubio para así salir corriendo en dirección contraria a sus amigos, dejando a Shikadai mirarle mientras se alejaba, haciéndole sentir una impotencia inimaginable.

~ ☀ ~

Tras recojer los chocolates y la carta, Inojin se dirigió a la casa del Nara, la cual ahora debería estar sola.

Una vez habiendo llegado, fue a la puerta trasera, la cual siempre estaba abierta, entró con sigilo, escuchando atentamente asegurándose de que no habría nadie, una ves seguro, fue al cuarto del Nara, donde tras pensarlo numerosas veces, decidido dejó los chocolates y la carta, para que así cuando éste llegara acompañado de él, no tuviera que entregarle las cosas tan directamente.

Con el corazón a mil, salió de la casa dirigiéndose nuevamente a donde se supondría estarían sus amigos, sonriendo de oreja a oreja por el logro, pues después de ese día, seguramente ya nada sería igual, pero merecía la pena intentarlo.

Estaba por llegar a donde deberían estar los demás, tras cruzar una multitud de gente, logró divisar la cabellera del Nara, a varios pasos de él estaban Iwabee y Denki, el primero sonreía con alegría viendo a Shikadai, mientras que el otro, veía con tristeza la misma escena. Denki logró verlo a la distancia, y al reconocerle su mirar se entristeció aún más.

Inojin dirigió su vista al Nara, y saliendo de entre la multitud logró ver lo que ocurría, una joven, más específicamente Izuno Wasabi, le entregaba una gran caja rosa adornada con un moño a Shikadai, su rostro estaba bellamente sonrojado, mientras que Shikadai le miraba atónito, tras un momento, extendió su mano a la caja. Pues era bien sabido que cuando una chica le regalaba chocolates a un chico y éste los aceptaba, también aceptaba sus sentimientos.

Negándose a seguir presenciando la escena, negó con la cabeza huyendo de ahí, dirigiéndose a la casa del Nara para sacar las cosas de ahí.

Él lo sabía, sabía que algo así llegaría a pasar y se había preparado lentamente para eso, pero nunca se imaginó que el dolor sería tan intenso, no pensó que algo así realmente fuera tan desastroso como se suponía. Pues a pesar de que se dijo que algo así sucedería, en el fondo, anhelaba con todo su ser que Shikadai le correspondiera, o que por lo menos no le correspondiera de la mejor forma, pero ni eso sucedería ahora.

-Lo lamento pero... no puedo aceptarlos -le negó el Nara a Wasabi, empujando la caja hacia ella.

-E-está bien, no importa -negó Izuno tratando de mantener una sonrisa fuerte-, perdón por molestarte... -bajó la mirada con tristeza, apretando la caja contra su pecho, para así alejarse e ir con Namida.

Shikadai le miró marcharse, y de igual manera, bajó la mirada con tristeza, pues ahora se daba cuenta que alguien más le gustaba y ya era muy tarde.

Rascándose la nuca con incomodidad, volvió su mirar a sus amigos y sonrió con esfuerzo.

-Eh... oigan, yo ya me voy, estoy cansado y quiero ir a casa -dijo el Nara con un notorio tono de tristeza.

-¿Quieres que te acompañemos? -preguntó Denki con preocupación.

-No, está bien, necesito pensar en... cosas -murmuró con melancolía, alejándose de ambos genin.

~ 🌙 ~

Boruto y Mitsuki estaban en un restaurante, de aspecto especialmente amoroso, pues estaba al aire exterior y numerosas plantas de verde brillante y flores de colores despampanantes adornaban el lugar, que junto con luces de tenue luz y las estrellas de la joven noche hacían de eso un lugar maravilloso.

Un mesero ya había llevado la comida, mientras ambos jóvenes hablaban de cosas banales.

-Y entonces mamá dijo que el viejo no podría ir a pasar el día con ella por el trabajo acumulado de las últimas semanas -comentó Boruto con fastidio.

-Tu padre la quiere, y a ti también, pero a veces esas cosas pasan, la próxima vez será.

-Sí claro... el punto es estar con ella hoy, puede hacer eso mañana, ttebasa.

-Boruto -le llamó Mitsuki, tomando la mano del rubio por sobre la mesa blanca, que era iluminada por una vela en el medio de la misma -, ésta noche no pienses en esas cosas, no te preocupes ni te molestes por tu padre, lo que importa ahora somos nosotros.

Boruto enmudeció ante sus palabras, y tras meditarlo un segundo, asintió con un leve sonrojo adornando sus mejillas.

-Está bien... tienes razón... -aceptó notoriamente más relajado.

~ ☀ ~

Tras equivocarse numerosas calles por el desconcierto, Inojin llegó a la casa del Nara, entrando nuevamente por la parte trasera abriendo la puerta de un golpe, entró al cuarto de Shikadai, donde aguardaban su obsequio y la carta que escondía todo lo que sentía el rubio por su amigo. Agotado, se dejó caer sobre el futón en el suelo, y tomó la carta entre sus manos, arrugandola ante el temblor de las mismas.

Sin aguantar la impotencia, rompió en llanto sobre la cama, apretando la carta sobre su pecho con aquél dolor incesante que se negaba a abandonarlo, por lo menos, eso no lo haría.

Duró numerosos minutos desahogandose sobre el futón, y pronto caería dormido. Y por poco lo habría hecho, cuando de pronto escuchó una voz en la casa.

-¿Hay alguien aquí?

Llamó aquella voz que bien conocía. Entrando en pánico, se levantó de un salto, viendo a sus alrededores con terror, tomó los chocolates y la carta, ante el pánico no podía pensar con claridad, y tras un segundo de pensarlo, rompió la carta en dos justo cuando Shikadai entraba al cuarto.

-¿Inojin? ¿Qué haces aquí? -preguntó con sorpresa el Nara. Notando lo que llevaba en las manos le miró con preocupación- ¿Qué es eso?

-Shika... yo... -titubeó el rubio con la voz entrecortada y un precioso sonrojo adornando sus mejillas. Sin poder contenerlo, lágrimas resbalaron por las mismas y en un fallido intento de ocultarlas se tapó el rostro con ambas manos dejando caer las cosas- Sabía que algo así sucedería, ¡Me lo dije una y otra vez pero...! No puedo soportarlo... me duele mucho, no quiero... no quiero que las cosas sigan como siempre, quiero algo más contigo, me gustas mucho... realmente me gustas y... yo...

Shikadai le miró anonadado, dirigió su mirar a las cosas en el suelo, y una calidez inigualable inundó su pecho. Con pasos lentos se acercó a su rubio amigo llamando su atención, no logrando que detuviera el llanto.

Le tomó las manos apartandolas de su rostro, para así tomar el mismo con delicadeza y plantar un beso casto en sus finos labios.

Incrédulo de que aquello realmente sucediera, Inojin se abrazó con fuerza al Nara, apretándolo contra él comprobando que realmente estuviera allí. Logrando así que las lágrimas se detuvieran dejando sus mejillas brillosas y sonrojadas.

Tras un momento del beso, Shikadai se separó para susurrarle cerca de sus labios.

-Tú también me gustas.

Inojin, volvió a llorar, pero ésta ves de felicidad, aferrándose al cuerpo del Nara en un abrazo que fue correspondido, tan solo se quedaron así un muy buen tiempo, apreciando la presencia y calidez del otro.

~ 🌙 ~

Denki e Iwabee caminaban a la casa del menor, pues ahora que estaban solos, no había razón para seguir en las calles.

Denki meditaba lo que le había dicho Inojin, todo era un cincuenta cincuenta en la vida, pues por lo que había visto, lo de Shikadai e Inojin no iba a ser, sin embargo, a Boruto y Mitsuki les fue bien. Tal vez debía intentarlo... ¡No! ¡Que locura! No había ninguna posibilidad de que lo suyo con Iwabee funcionara, no había ni una sola señal de que éste sintiera algo semejante, sería un gran error tratar de hacer algún movimiento, sería una locura, sería...

-Denki ¿A ti te gusta alguien? -preguntó Iwabee rompiendo el silencio, dirigiendo su mirar a la dirección contraria de su amigo.

-¿Ah?... ahmm... No, no realmente -negó el más bajo, con algo de vergüenza por el tema.

-¿Tienes alguna preferencia? Me refiero a... ¿Qué tipo de persona te gusta? -preguntó Iwabee, mirándole de reojo logrando hacer que Denki notara el muy leve rubor en él.

-Pues... en realidad no lo he pensado mucho, realmente no me importa el físico y no es que tenga especial interés en el amor.

-Entiendo... -murmuró pensativo.

Denki entendió todo aquello, ahora recordando una que otra ocasión en la que Iwabee mostró cierto interés en él.

Pensativo e inseguro de lo que haría o planeaba hacer, miró la mano del mayor con anhelo, para luego ver el rostro de mismo percatándose que éste lo miraba seriamente, provocándole un fuerte sonrojo ante la vergüenza. Bajó la mirada con pena, repitiéndose una y otra vez que no debía hacer nada. Sacándolo de su ensimismamiento, Iwabee le tendió la mano, Denki miró ésta con confusión para luego mirarle a la cara con intriga, notando el rubor en el rostro del mismo y el evidente nerviosismo.

Una vez entendidas sus intenciones, tomó la mano de Iwabee, para así tan solo seguir su camino en silencio, mientras que Denki sonreía con alegría por ello.

~ ☀ ~

Pronto serían más de las nueve, y ambos jóvenes genin habían llegado al departamento del mayor.

Ambos estaban nerviosos y emocionados, Boruto más que nada estaba muy inquieto por lo que sucedería.

Entraron por la puerta principal, sin poder divisar nada Boruto se sostuvo de la pared mientras que Mitsuki cerraba la puerta a sus espaldas.

-Ah... no puedo ver nada ¿Dónde están las luces? -titubeó Boruto con nerviosismo buscando con la mano en la pared el interruptor.

De pronto, sintió unas manos tomarlo de la cintura, mientras que una se adentraba por debajo en su sudadera, subiendo y tocando todo a su paso, la otra lo sujetaba de la cadera apretándolo contra la contraria, para así sentir la respiración del mismo en su cuello.

-Hoy no necesitamos luces -susurró el mayor con un tono tan lascivo que un fuerte cosquilleo lo inundó en aquella zona.

Un jadeo tembloroso salió de los labios de Boruto, sintiéndose repentinamente débil y sumiso ante él, pegó más la cadera a la contraria rosando su trasero contra el bulto ajeno provocando un delicioso cosquilleo para ambos.

-Mitsu...

Boruto se giró viéndole a la cara, dejando ver a Mitsuki el fuerte sonrojo que se apoderaba de su rostro.

Besándose con efusividad, Mitsuki pasó su mano por toda la espalda color canela del menor, mientras que la otra aprisionaba aún más el cuerpo ajeno contra el suyo, para así bajar la misma mano hasta la espalda baja del rubio, mientras que éste, con mucho esfuerzo, trataba de quitarse el chaleco, que al lograrlo comenzó a quitarse el suéter a Mitsuki, mientras pasaba las manos por su espalda acariciándola con lujuria.

Éste, al momento de quitarle la sudadera, pasó sus dedos por los botones rosas de Boruto haciéndole suspirar. Una vez ambos pechos desnudos, volvieron a pegar ambos frotándose con anhelo, siendo guiado el rubio por Mitsuki hasta el futón en el medio de la sala.

En un rápido movimiento, lo tomó de la cadera levantándolo, haciendo que éste se sujetara con las piernas de la cintura de Mitsuki, sintiendo el bulto que poco a poco se endurecía en el pantalón del mismo, rozando aquella parte en la que entraría.

Una vez sobre el futón, Mitsuki se hincó recostando a Boruto sobre éste, para así comenzar a frotarse con efusividad, tratando de provocar al otro.

Sus lenguas luchaban en la boca del otro en un juego que ninguno ganaría, hasta quedarse sin aliento, para así que Mitsuki comenzara a besar y lamer el cuello acanelado del rubio, saboreando el sudor que brotaba de éste pues la temperatura de ambos cuerpos subía con rapidez.

-Boruto... quiero verte más... sentirte más -le susurró Mitsuki al oído entre suspiros, haciéndole soltar un jadeo tembloroso al rubio.

-Mitsu...

Mitsuki siguió bajando hasta llegar a los botones del rubio, para empezar a lamerlos, morderlos y chuparlos con lacividad, mientras que con las manos, apretaba y acariciaba el trasero del mismo por debajo de la ropa. Haciéndole soltar numerosos gemidos de placer al mismo.

Una vez ambos botones estuvieron duros, subió para besarle mientras frotaba el gran bulto en su pantalón contra la entrada del rubio, fingiendo embestirle, mientras que éste aferraba sus piernas a la cintura ajena apretándolo contra él buscando mayor contacto y roce.

Una vez que el dolor en sus pantalones fue demasiado, Mitsuki se separó deshabotonando el de Boruto, para así quitárselo junto con los zapatos dejándolo solo con ropa interior. Mitsuki se quitó las botas, mientras que sólo bajo el cierre de su pantalón liberando la presión en él, dejando a la vista su miembro ya erecto.

Estuvo por volver a su labor de besar a su rubio, cuando notó lo agitado, excitado y asustado que estaba al ver lo que sobresalía de sus pantalones.

Mitsuki suspiró recobrando la cordura, se inclinó sobre él con lentitud, colocando ambas manos a los costados de la cabeza del Uzumaki, para así besar sus mejillas con cariño y pegar ambas frente para verle a los ojos y preguntar.

-¿Estás seguro de ésto?

-S-sí... realmente quiero hacerlo contigo, q-quiero que mi primera vez sea contigo Mitsuki... -murmuró Boruto, con los ojos cristalinos, un hermoso sonrojo opacando sus mejillas y una fina capa de sudor por la calentura.

Mitsuki asintió, volviendo a besar en los labios a su pareja, para así ir bajando hasta el borde de su ropa interior, dejando una hilera de besos por el camino y así tantear aquella zona por sobre la ropa con su boca, sacándole un fuerte jadeo al rubio y al mismo tiempo, provocando movimiento en ese lugar. Bajó el bóxer de Boruto dejando al aire su miembro húmedo y duro, dejándolo desnudo por completo y haciéndole soltar un suspiro de satisfacción.

Mitsuki se terminó de quitar el pantalón, tan solo dejando sus boxers negros, apartándose del rubio, fue a la cajonera, de donde sacó un frasco de lubricante, para volver a estar frente a Boruto, éste separó sus piernas regalándole una mejor vista a Mitsuki, éste vertió un poco del líquido en su mano para esparcirlo por la entrada del rubio, haciéndole removerse con incomodidad.

-E-está frío, ttebasa.

-Está bien, pronto te calentaré -respondió el mayor, sin ninguna intención de segundo sentido.

Se acomodó más cerca de su entrepierna, para así introducir el primer dedo en la entrada del rubio, sacándole leve quejido de incomodidad, tras ver que ya estaba bien, introdujo el segundo dedo provocando que Boruto se contrajera con dolor. Mitsuki, pensativo de que podría hacer para hacerlo sentir mejor, dirigió su mirar a el muy necesitado miembro del rubio, rogando por algo de atención.

Decidido, se acomodó entre las piernas de Boruto, tomando su miembro con su mano libre para comenzar a masturbarlo y chupar la glande del mismo, sacándole numerosos gemidos a su rubio.

-Ah-hh... M-mitsu... es-espera... Ahh...

Sin detener su trabajo, tratando de dilatar lo más posible a Boruto, introdujo toda la extensión de su miembro en su boca sacándole un gemido ahogado al rubio, para así comenzar a subir y bajar la cabeza dándole una felación al menor, haciéndole olvidar por completo el dolor de sus ya tres dedos en su interior buscando dilatarlo.

Boruto se removía en su lugar con excitación, tratando de aguantar las ganas de venirse en ese mismo instante. Tomó los cabellos celestes de su novio tratando de detenerlo.

-P-para... Mitsuki ya-ahh... y-ya no Aghh...

Ignorando las súplicas de su novio, Mitsuki continuó aquello con más efusividad, provocando que el cuerpo de éste se contrajera y un líquido espeso inundara su boca, ante la sorpresa lo único que se le ocurrió fue tragarlo.

Miró a el cuerpo de Boruto, viendo como su pecho subía y bajaba con dificultad, su cuerpo temblaba levemente con una fina capa de sudor haciéndole brillar con la luz que se filtraba por las cortinas, su miembro seguía erecto aunque no tan duro como antes, y su rostro, era digno de ser enmarcado, sus ojos estaban cristalinos ante el placer proporcionado, sus mejillas, con aquellas dos marcas de zorro que tanto amaba, seguían rojas por la vergüenza, la pena y la excitación, sus labios, entre abiertos y levemente rosas por los besos fogosos que le fueron dados, mientras que sus rubios cabellos se pegaban a su frente por el mismo sudor.


-Mitsuki... por favor... te necesito ya -suplicó Boruto entre suspiros tratando de recobrar el aliento.

El nombrado le miró con la excitación remarcada en su rostro, pues aquella mirada que pocas veces se dejaba ver y que tan vulnerable le hacía sentir al rubio, ahora estaba ahí. Y ¿Quién era él para decirle que no?

Mitsuki tomó el lubricante, llenando su miembro de éste para prepararlo, dejó el bote a un lado, y se acomodó sobre Boruto, arrodillándose y acomodando las piernas del mismo a los lados de su cintura, para así abrazarlo con un sólo brazo, mientras que el rubio se aferraba a él por los hombros, pegando nuevamente piel con piel. Mitsuki tomó su miembro acomodando la punta en la entrada del rubio, listo para penetrarlo. Antes de esto, le miró nuevamente, ahora con preocupación.

-Esto podría dolerte, si es demasiado para ti puedes pedirme que me detenga cuando sea.

Boruto asintió, dejando un beso en los labios ajenos con cariño, para susurrar después un "estoy listo".

Mitsuki introdujo su miembro lentamente, haciendo que el cuerpo acanelado del rubio se contrajera con dolor, aferrándose más a él, y mientras más dentro estaba, Boruto más encajaba sus uñas en la pálida espalda de Mitsuki. Mientras que éste, suspiraba y gruñía levemente de placer por lo estrecho que estaba. Una vez ya todo dentro, lágrimas se deslizaron por las mejillas del rubio alarmando al peliceleste.

-Boruto, ¿Estás bien? -preguntó con preocupación, besando las lágrimas que brotaban de sus azules ojos.

-S-sí... solo... d-duele mucho, ttebasa... -dijo con una leve y muy forzada sonrisa, pues se sentía mucho más grande de lo que esperaba.

Mientras que Boruto se acostumbraba a la intromisión, Mitsuki besaba cada centímetro de su cara, acariciando su espalda con cariño, especialmente su espalda baja, dándole mimos para que se relajara. Tras un momento de caricias, Boruto le susurró al oído que podía comenzar a moverse.

Al principio fue algo lento, cuidadoso y con calma, pero al poco rato las estocadas se volvieron más rápidas y rudas, haciendo gemir de placer a ambos amantes. Provocando que aquél incesante cosquilleo en aquella parte se incrementara exponencialmente. Boruto aferraba sus piernas a la cintura de Mitsuki, haciendo que las embestidas fueran más profundas en un movimiento rítmico, haciendo que el pene de Mitsuki golpeara con fuerza aquél punto en el rubio que lo hacía vibrar del placer.

Pronto se vendrían, y ninguno de los dos quería que acabara tan rápido. Mitsuki se apartó de Boruto haciéndole gruñir por la repentina sensación de vacío, le hizo darse la vuelta para quedar boca abajo con el trasero alzado, para que así de una estocada penetrarlo nuevamente, y continuar el acto en una nueva posición.

Los gemidos de Boruto eran callados por la almohada, mientras que Mitsuki, sujetando la cadera del rubio con posesión, entraba y salía con fuerza en Boruto. Se inclinó hacia el rubio para así, lamer su cuello y morder el mismo dejando una marca que tal vez, no desaparecería pronto.

Tras unas embestidas más, Boruto se corrió manchando el futón, soltando un gemido ahogado, haciendo que sus paredes se contrajeran apretando el miembro de Mitsuki provocando que se corriera dentro suyo en un varonil gruñido.

Mitsuki aún seguía duro, mientras que Boruto tenía dificultades para recobrar la compostura.

Tomando el sudoroso cuerpo del rubio, lo volteó haciendo que le viera de frente, para así sostenerlo y hacer que se sentara en sus piernas, Boruto entendió lo que se le pedía, y se abrazó a el cuello de Mitsuki con un brazo, mientras que con el otro tomaba el miembro ajeno para autopenetrarse, y así comenzar a subir y bajar repitiendo la acción una y otra vez, con fuerza y efusividad, mientras se besaban con lascividad.

Mitsuki se recostó en el futón, tomando las manos de Boruto para que mantuviera el equilibrio mientras seguía autocomplaciendose con el cuerpo del mayor. Excitado ante la erótica vista, Mitsuki tomó la cadera del rubio con una mano, mientras subía y bajaba su pelvis con fuerza, penetrando al Uzumaki, y con su mano libre, masturbaba el miembro del mismo que rogaba por atención.

Tras unas cuantas estocadas más, ambos se vinieron, Boruto en el pecho de Mitsuki, y éste nuevamente en el interior de Boruto, llenándolo por completo con su semilla.

Agotados, Boruto se recostó junto a su novio, siendo abrazado al instante por éste, para así, esconder su rostro en su pecho, tratando de calmar sus respiración.

Al poco rato, ambos caerían dormidos, pero antes, Mitsuki quería darle el regalo que su padre envió para él.

-Boruto -le llamó el mayor, obteniendo un leve quejido como respuesta de que lo escuchaba. Mitsuki apartó sus rubios cabellos de su frente, para así plantar un beso en ésta-, te amo.

-Yo también te amo, ttebasa.

-Tengo otro regalo para ti -dijo Mitsuki, tomándo un paquete debajo de la mesa.

Boruto, con algo de dificultad, se sentó tomando la caja, al abrirla lo primero que vio fue un pedazo de hielo seco ocupaba toda el área de la caja, al quitarlo, se encontró con nueve rosas de cristal, acomodadas con mucho cuidado sobre otro pedazo de hielo seco.

-Wow Mitsuki, es precioso, gracias.

-Mi padre te lo envía.

-Dile que se lo agradezco mucho.

Mitsuki asintió sonriendo con alegría, para así tomarlo del hombro, pegarlo a él y besar su frente con cariño, haciendo reír con alegría al rubio.

~ ☀ ~

Naruto estaba en la torre del Hokage, tratado de terminar el trabajo faltante, mientras que en su cabeza, pasaban otras mil y un cosas.

Pensaba en Hinata, y lo sola que se abría de sentir ahora. Pensaba en su hijo, quien debería estar con el hijo de Orochimaru seguramente, pensaba en su infancia, cuando todo era más... más fácil solo porque él estaba allí, solo porque su Teme estaba con él. ¿Cuantas cosas no había pasado con él? ¿Cuantos obstáculos no había superado con él? Lo extrañaba, y aún más ahora, pero le hacía sentir terriblemente culpable, pues estaba casado y tenía hijos, ya no había nada que hacer ahora, a diferencia de su hijo que tenía toda la vida por delante con Mitsuki.

Él le agradaba, tenía fe en que su padre ya había cambiado, ¿Porqué no aceptar su relación? ¿Solo porque era hijo de quien atacó Konoha y lo alejó tanto tiempo de su Teme? No, no era rencoroso, y si lo fuera, no se desquitaria con ese niño, sería lo peor que podría llegar a hacer, su hijo lo odiaría, y le haría pasar lo mismo que a él. Tan solo le había pedido, otra ves, que cuidara de Boruto, que no lo lastimara y que nunca lo abandonara.

Les tenía envidia, eso no podía negarlo, ver su felicidad y el futuro que ahora tendrían le hacía sentirse mal, pues ahora estaban juntos, mientras que él, gozaba de estar encerrado en esa torre.

La puerta se abrió dejando entrar a cierto pelinegro, llamando la atención del Hokage.

-Naruto, ya deberías irte, ve a pasar la tarde con tu mujer, ya no hay nadie en la torre -le pidió Shikamaru mirándole con preocupación.

-No, está bien, ella está bien, tengo que avanzar en esto -explicó Naruto, con la voz levemente entrecortada por el cansancio.

-Como quieras, pero yo ya me voy también, por favor, duerme en tu casa por lo menos, no me hagas despertarte en la mañana -le rogó el Nara, cerrando la puerta a sus espaldas dejando solo al Uzumaki nuevamente.

Naruto suspiró con cansancio, colocó sus codos en la mesa y se tomó la cabeza con ambas manos con frustración. Tal vez debía hacer lo que se le decía, irse y pasar un buen momento con Hinata, pero al ver de nuevo la pila de papeles en la mesa, tan sólo pensaba en que debía acabar con todo eso lo antes posible.

Los minutos pasaron, y pronto se volverían horas, Naruto estaba cayendo dormido, y hacía lo imposible por mantener tan siquiera un ojo abierto.

Cuando de pronto, su puerta se abrió, haciéndole levantar la mirada con pesadez, para así tener que frotarse los ojos con molestia ante lo que seguramente era una alucinación por el sueño, pero no, él estaba ahí. Había cerrado la puerta detrás de él con seguro, aproximándose a él con calma hasta quedar a unos pasos junto a él.

-Usuratonkachi, cuánto tiempo sin verte.

-... Sasuke.

FIN

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