III. El Silbón
Lugar: Región de Los Llanos, Venezuela, originalmente, y Colombia más tarde.
El parricida condenado
El Silbón, llamado así por el silbido característico que anuncia su presencia, es un ánima que fue condenada a vagar por siempre luego de asesinar a su padre. Maldecido por su abuelo, tras recibir una tortura por parte de éste como castigo por su terrible infamia, lo desterró de la familia y lo obligó a vagar cargando los huesos de su padre en un saco, e invocando al perro Tureco para que persiguiese a El Silbón sin descanso.
Origen
La leyenda de El Silbón tiene su origen en los llanos venezolanos, en el siglo XIX, y puede encontrase, en la actualidad, en algunas zonas de la llanura colombiana. Algunos estudiosos consideran que la historia de El Silbón nace como una forma de control social con el propósito de evitar las infidelidades de los hombres.
El origen del Silbón puede variar, pero en general podemos hablar de dos grandes versiones.
Una de ellas cuenta que, cierto día, un joven descubrió que algo extraño sucedía entre su esposa y su padre, aunque algunos dicen que la golpeaba, en general, se cuenta que la violaba. Cuando el hijo descubrió el acto, el padre se defendió diciendo "lo hice porque es una regalada", lo que desató en el joven una ira incontenible. Acto seguido, padre e hijo se trenzaron en una feroz lucha hasta que, en el fragor de la pelea, el hijo golpeó con un palo en la cabeza al padre y, aprovechándose del desmayo, lo mató por asfixia. Quien por allí se encontraba era el abuelo, que había escuchado toda la pelea y se acercó presuroso hasta el lugar sólo para encontrarse con el muerto tumbado sobre el piso. Indignado por el crimen atroz, pues un hijo había osado dar muerte a un padre, a quien le dio la vida, juró castigarlo: ató al nieto a un poste y le propinó latigazos hasta que la piel se le desprendió de la carne, "¡Maldito eres pa' toa' la vida!" le dijo, entonces, frotó sobre las heridas sangrantes ají y le echó al perro Tureco para que el espíritu del animal lo persiguiera hasta el fin de los tiempos.
La otra versión nos cuenta que El Silbón, desde niño, fue un hijo caprichoso y consentido por sus padres, una persona que desconocía el respeto por los demás. Cierto día se le antojó comer vísceras de venado (corazón, hígado y pulmón), por lo que le pidió a su padre que cazara al animal para poder saciar su deseo. Para complacerlo, su padre salió a la caza de un venado, sin embargo, volvió con las manos vacías pues no le fue posible encontrar uno; al enterarse de esto, el muchacho se enojó tanto que mató al padre, le sacó las vísceras y se las entregó a su madre para que las cocinara. Al cocinar las partes, la mujer notó que no se ablandaban como era lo normal con las vísceras de venado, motivo por el cual sospechó que se trataban de las de su esposo, e inmediatamente dio noticia al abuelo. Tras confirmar el crimen, el joven fue maldecido por su abuelo y su hermano, quienes, luego de atarlo, le propinaron latigazos hasta dejar la carne de su espalda al descubierto, le frotaron ají en las heridas y le soltaron al perro Tureco para que lo persiguiera a donde fuere y le mordiera los talones.
El perro Tureco
Aunque se trata de otra leyenda, dado que la historia que nos compete involucra a "Tureco" o "El perro del Diablo" nos pareció importante mencionar rápidamente de qué se trata. Si bien las versiones pueden variar en múltiples aspectos dependiendo de la zona en la que se cuente, en general, se dice que Tureco es el perro del Diablo, al que éste le dio el trabajo de perseguir a las almas en pena que en vida causaron el mal, con el propósito de no dejarlas descansar jamás. Se trata de un animal infernal de aspecto demacrado, al que suele representárselo con fuego en la mirada.
El abuelo de El Silbón lo invoca en vistas de que su nieto ha cometido un crimen culturalmente considerado imperdonable, por ello, una vez muerto y convertido en ánima, Tureco morderá los talones de El Silbón durante toda la eternidad.
Características
El Silbón, como ya vimos, es un alma en pena que deambula por los llanos cargando un saco que contiene los huesos de su padre, que él mismo asesinó. Se trata de un hombre típicamente llanero: viste pantalones cortos, camisa de franela, sombrero y alpargatas. Es flaco y alto (alrededor de seis metros de altura). Se caracteriza, principalmente, por su particular silbido (lo que además le da su nombre), al tiempo que hace crujir los huesos de su padre dentro de la bolsa harapienta que carga. Se dice que los silbidos se suceden unos a otros en ciclos de do, re, mi, fa, sol, la, si, y que, cuando El Silbón está lejos, el silbido se oye muy cerca, pero cuando el silbido llega desde lejos, la persona corre peligro ya que El Silbón se encuentra muy cercano a esta, y sólo el ladrido de un perro puede ahuyentarlo. Puede oírsele en cualquier lugar y a cualquier hora; se tiene la creencia de que el silbido de este espectro anuncia la muerte de quien lo oye.
https://youtu.be/R2AWtkWDvb4
Así suena el silbido de El Silbón
Ciertas noches, El Silbón puede aparecerse cerca de alguna casa; coloca el saco en el suelo y se pone a contar, uno a uno, los huesos de su padre. Si una o más personas lo escuchan no pasará nada, pero si nadie lo oye, por la mañana, algún morador de la vivienda ya no despertará.
El castigo
Muchos aseguran haberlo visto en verano, cuando el calor y la sequía azotan los llanos venezolanos y El Silbón se sienta en un tronco y recoge polvo en sus manos. Pero la mayoría cuenta que este ente vaga, principalmente, en las épocas de humedad y lluvia, ávido de muerte y deseoso de castigar a los borrachos y a los mujeriegos. A los primeros les chupa el ombligo para beber el aguardiente que consumieron, cuando los encuentra solos en la llanura; a los segundo los despedaza y les quita los huesos para luego colocarlos en el saco, junto con los de su padre.
El Silbador
En los llanos colombianos lo llaman "El Silbador". Algunos creen que El Silbador es el alma en pena de un mujeriego parrandero que murió en soledad y que, en altas horas de la noche, simplemente busca la compañía de alguna persona que cabalgue por los llanos. Pero otra versión afirma que El Silbador persigue a las embarazadas y que si alguien escucha su silbido en tono agudo es presagio de la muerte de una mujer y, por el contrario, si se lo escucha en tono grave, anticipa la muerte de un hombre. Cualquiera sea el caso, se tratará de la muerte de un conocido de quien lo oiga.
El Silbón y el cine
David Cabrera escribió y dirigió un largometraje llamado "El Silbón" (2011), se trata de una producción venezolana y una interesante mirada del mito, llevado a la pantalla grande. Se lo recomendamos muchísimo. A continuación el avance:
https://youtu.be/PnJpVxIdszU
También les recomendamos "El Silbón: Orígenes" (2017), una película oscura y terrorífica dirigida por Gisberg Bermudez y escrita por Gisberg Bermudez, Gisyerg Bermudez e Irina Dendiouk, también producción venezolana. A continuación el avance:
https://youtu.be/gSkyPRe6flQ
¿Qué opinan sobre este personaje? Como siempre, queremos conocer sus experiencias personales ¿Han visto o escuchado a El Silbón, o conocen a alguien que sí lo haya hecho?
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