Día 2: Estoy bien

Segundo día de esta week y me emociona compartir con ustedes una temática de estilo "What if...?"

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#MitakeWeek2024
🍁Prompt: Canon Divergence
🍂Palabras: 2,303

🍁 Resumen:
¿Y si Kisaki hubiera herido a Takemichi es la declaración de guerra entre Tenjiku y la ToMan?

Takemichi tiene mucho que analizar referente al presente y pasado, las personas involucradas y los posibles finales a remediar.

¿Y si no hubiera sido él el afectado? ¿Es su yo del presente? ¿Mikey está discerniendo en la violencia?

⚠️ Advertencias ⚠️
Canon Divergence - Tenjiku Arc (Tokyo Revengers), Angst and Drama, Alternate Universe - Canon Divergence, Threats of Violence, Blood and Violence, POV Takemitchy | Hanagaki Takemichi, Hospitalization, Tenjiku Arc (Tokyo Revengers), Head Injury.

—¡Takemitchy!

Ocurrió tan rápido que, cuando se giró hacia el llamado, la caída y la oscuridad apoderándose de su mente fue casi instantánea... y no entendió que sucedió realmente.

—¡Deja de involucrarte, Hanagaki Takemichi!

Su vista era como un cielo nublado, mayormente tapizado de nubes gruesas y oscuras que iban de los tonos grisáceos al negro, y con diminutas aberturas blancas por las que había un tono blanco, y ahí, podía ver figuras —sombras —hablándole.

—No morirás, no aún, héroe.

Era medianamente nítido el enunciado, lo escuchó todo pero no entendió nada.

El haz luminoso, junto a las nuevas sombras que se acercaban, se perdía por segundos cuando parpadeaba, podía sentirlo, escucharlas. Las voces le eran conocidas, debían ser de las personas que acompañaba en esa reunión familiar de luto, en plena calle, en un día importante.

El eco es más presente pero lejano, las nubes en su cabeza quieren opacar la luz y se los permite.

Segundos antes teorizaba y analizaba algo, ya lo ha olvidado... tampoco es que importe mucho ahora.

No tiene idea de lo que ha sucedido, pero ahora siente sueño, y considera que debe dormir.

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Cuando sus párpados se abren, la luminosidad del sitio lo ciega, tiene que tomarse el tiempo de parpadear para adaptarse a lo opuesto en su sueño.

Cree que ha emitido alguna clase de señal que alerta a la presencia que lo acompaña. Sus ojos azules aun recorren el lugar cuando enfocan la presencia femenina que conoce bien, cabello y ojos castaños lo miran con preocupación y alivio por igual; su imagen es preciosa —debe admitirlo —y lo conforta por el miedo de soledad al despertar.

—Takemichi-kun —le llama, su voz es la fina melodía que lo relaja en secreto.

Definitivamente se siente más tranquilo ahora.

Minutos después de una exhaustiva revisión médica para su diagnóstico actual, Hinata vuelve a sentarse a su lado, suspira mientras acaricia sus manos y su expresividad en el rostro no denota más que preocupación.

—Hina... —habla, su voz se tropieza pero es clara —¿qu-qué sucedió?

Ella se toma su tiempo, no deja de acariciar sus manos con cierto miedo, pero en su rostro refleja una sonrisa triste. Cuando sus ojos chocan, la preocupación es la más alta de sus emociones, y Hanagaki no sabe que pensar.

—Llevabas 3 días inconsciente, —relata, él se sorprende mientras ella tuerce su boca —te atacaron, golpearon tu cabeza... —cuenta, suspira y agrega: —es... una suerte que... sigas aquí... —aprieta sus manos —conmigo.

La inexpresividad de Hanagaki no sabe si se debe al enterarse de un atentado en su contra, que no recuerda, o si es por las expresiones desconsoladas de la chica frente suyo, imaginándose jamás verla así, por él.

La habitación se llena de otras dos personas, las reconoce al instante y, antes de poder hablar, siente que sus manos han sido liberadas del tacto de la chica que lo mira con cierto alivio, le sonríe y se retira mientras Emma e Inui se acercan a él.

—Fue Kisaki —informa sin rodeos el chico en tono serio —. Usó una motocicleta como vehículo para acercarse y atacarte de manera efectiva y rápida, un golpe en la cabeza.

Takemichi baja la vista hacia las manos que descansan sobre las sábanas de la camilla. Sus brazos están llenos de cables que lo conectan a sueros y otras soluciones que ayudan en su recuperación; no las ha tocado, pero sabe que su cabeza esta llena de vendajes que rodean su cabellera y parte del rostro, ahora lo entiende.

—Lo siento, Takemitchy —confiesa Emma mientras toma sus manos —, al estar en la máquina de bebidas no me percate de que él venía, yo debí... lo siento... grité demasiado tarde.

Takemichi la mira reprocharse a sí misma mientras sigue el apretón de sus manos con las suyas, él regresa el apretón y cuando la chica lo mira él niega con comprensión. Nadie imaginaría que alguien vendría en ataque de esa manera, incluso si Kisaki era el perpetrador del atentado.

Fue él su objetivo, lo discierne por los diálogos que recuerda haberlo escuchado decirle, pero su víctima pudo ser otra, como Emma. Y en parte, agradece que eso no ocurriera.

Inupi le cuenta lo acontecido mientras él permanecía inconsciente. Tenjiku lanzó su aviso de batalla en el séptimo muelle de Yokohama, ToMan acudió y obtuvo la victoria sobre el inmerso ejército de Tenjiku, gracias a la presencia de los capitanes y, por sobre todo, a la furia de Mikey como líder y cabecilla.

—El problema... es que tanto Kisaki como Izana se dieron a la fuga al ver los resultados —informa disconforme, hasta ese momento Takemichi ha notado las curitas que cubren su rostro —. Mikey está buscándolos desesperadamente, no ha descansado, dijo que tienen que pagar por todo el daño que han hecho.

—Mikey no lo está haciendo bien —intercede Emma y ambos la miran —. No ha regresado a casa desde ese día, su mirada es vengativa, inusual y preocupante en él... Kencchin dijo que lucía como lo fue con Baji...

Takemichi ha dejado de respirar unos segundos tras escuchar esa declaración.

La imagen repetitiva de Mikey perdiendo el raciocinio mientras golpeaba a Kazutora azota su mente y lo hace jadear en desesperación un poco.

Mikey, ese Mikey era un diminuto reflejo del que recuerda en la montaña de basura en Filipinas en el presente.

No puede, ese Mikey no puede resurgir y caer en pensamientos tan negativos que lo hundirán sin retorno.

Takemichi lo sabe, lo ha visto, cargó su cuerpo moribundo mientras se despedía, simplemente no puede.

—¡Dónde! —grita de pronto, sorprendiendo a ambos —¡¿Dónde está Mikey-kun!? —cuestiona mientras se despoja las sábanas que cubren sus piernas e intenta levantarse —¡Necesito hablar con él, ahora!

Emma detiene sus lágrimas y ahora lo mira con preocupación mientras vuelve a tomar sus manos. Inui también se muestra sorprendido, lo detiene de levantarse de la cama pero sus ojos expresan comprensión y un apoyo secreto de llevarlo con el líder de la ToMan, conoce su personalidad perseverante y no desistirá en su decisión, lo sabe.

Takemichi deja atrás el dolor de su cuerpo para esperar, necesita verlo, detenerlo cuanto antes.

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Hace memoria de lo que pensaba segundos antes del incidente en su contra, es medianamente confuso y tan claro a la vez. Quizás, más bien evidente.

Emma, Mikey, pasado y presente, Mikey, la batalla contra Tenjiku, y Mikey de nuevo.

No es plenamente consciente del gesto de rasguñarse a sí mismo cuando está ansioso recapitulando todo, el pasado y presente es una mezcla incongruente de sucesos que cambian todo el tiempo, y lo descoloca bastante.

—Takemitchy...

Dispersa la nube de dudas en su cabeza en cuanto parpadea y baja la vista para mirar al chico que sube con lentitud las escaleras del templo, su mirada es un enigma de comprensión que le genera un alivio preocupante, no sabe como expresarse de verlo; apenas logra ponerse de pie —tras llevar un rato sentado —cuando su cuerpo se ve envuelto en los brazos ajenos con impaciencia.

—Mikey-kun...

Hanagaki reconoce ligeramente el aroma corporal del uniforme de su líder, la esponjosidad única de su cabello rubio desordenado, la fuerza de sus músculos abrazándolo, incluso la voz quebrada le ha sorprendido, pero es su timbre, el tono personal de Mikey.

Manjiro lo despega de sí mismo con desdén, aun manteniendo sus manos sobre sus hombros, lo escanea con la mirada con frenesí, sus ojos negros parecen mirar cada rincón de su cuerpo, piel y ropas hasta que se posan directamente en su rostro; acaricia sus mejillas, aleja los flequillos de la frente y se detiene al rozar sus labios.

—Estoy bien —le dice en un susurro al entender su preocupación corporal —. Realmente lo estoy, Mikey-kun.

Él parece no creerle, busca cerciorarse por el tacto de su respuesta verídica y lo jala de nuevo hacia él, agachándolo un poco cuando sus manos refriegan sobre la cabellera rubia desordenada en busca de la herida, rastros de sangre o los puntos de la cirugía, no lo sabe. Takemichi se deja, sabe que no puede prohibírselo.

La herida a veces punza y duele, no es reciente y está cicatrizando, pero ha dejado una marca tangible del accidente.

—¡Maldito bastardo! —gruñe el líder sin apartar la vista de su cabello —¡¿Cómo se atreve!? —ruge en molestia.

—Mikey-kun —Takemichi aparta sus manos, las toma y se levanta —, estoy bien, estoy aquí ¿verdad? —indaga, una sugerencia evidente que hace al líder calmarse, solo un poco.

—¿Y sí no hubiera sido así? —pregunta, y Takemichi no puede descifrar la emoción en sus palabras o gestos.

Cierto, también pudo ocurrir esa opción.

Si no hubiera sobrevivido ¿Qué habría pasado con él? ¿Con Mikey?

Peor aún, ¿era mejor que fuera el ataque hacia él o a otra persona? ¿Realmente era mejor así?

—Debe pagar... —declara, la profundidad en su voz lo asusta —debo...

—¡No! —grita, el eco resuena en los árboles de la altitud en la que se encuentran, Mikey lo mira desconcertado y él no puede evitar mirarlo preocupado —¡Detente, eso no está bien, no debes pensar así!

¿Es el Takemichi del presente quien grita?

¿El presente del que proviene o el del presente de esa línea?

Manjiro suelta un suspiro, luego lleva su mano derecha a la cabeza de Hanagaki y la va deslizando por su frente, rodea sus mejillas, surca sus brazos y descansa en su mano, roza los dedos y luego se aparta dándole la espalda. La chamarra negra que descansa en sus hombros está percudida, baila con el viento igual que sus cabellos.

—Me alegro de que estés bien —suelta, pero no lo mira —. Me voy.

—¿¡A dónde?! —responde ansioso, Hanagaki suele pensar antes de hablar pero hoy el corazón grita primero.

Quería una respuesta, cualquier cosa, pero el líder avanza en silencio bajando la escalinata y eso lo conmociona peor.

Takemichi lo sabe, pudo mirar en los ojos negros el mismo desdén destructivo contra Valhala cuando lo tocaba con su mano.

Debe detenerlo, tiene que hacerlo, que lo reprima ahora no mejora la situación.

Su cerebro considera que es mejor correr y detenerlo con gestos, las palabras no serán suficientes.

Se abalanza sobre él cuando las escaleras están a punto de acabarse, lo derriba sin pulcro y Manjiro reacciona por inercia, su espalda choca contra la tierra del inicio del bosque mientras sostiene sobre su pecho el cuerpo del ojiazul que se aferra a sus ropas, a sus hombros, a cualquier cosa mientras jadea.

—¡Takemitchy, vas a lastimarte si haces co-

—¡Entonces, detente! —responde eufórico, sus uñas aprietan las ropas del pecho de Manjiro —¡Por favor, solo, detente, no hagas una locura, lo sé, lo entiendo, pero si lo haces yo... no puedo permitirlo, seré tu límite!

Irises negros miran con intensidad los irises azules, uno muestra muchas emociones, el otro no refleja nada.

¿Son pensamientos negativos los que rondan la cabeza de Manjiro o es más la impulsividad de violencia?

—Takemitchy —Manjiro trata de alejarlo con sus manos, pero el otro se aferra y recuesta su peso sobre su pecho.

—¡No, dije que no! —menciona y el otro suspira —¡Estoy bien, me duele, pero estoy bien! —repite, y el cuerpo de Manjiro parece crisparse por eso, luego se relaja —¡Pero si ahora tú te vas, corres sin decirme a donde, estaré muy mal, peor que la herida en mi cabeza! —grita con desesperación.

La transición en su cabeza del Mikey de cabello oscuro y la mirada fría del que esta debajo suyo ahora cambia una y otra vez, está asustado.

Tiene que impedirlo, como sea, aunque sea forcejeando o victimizando su dolor, tiene que detenerlo.

—Por favor... solo... quédate conmigo —balbucea, cree que no fue escuchado —no quiero verte en ese trance de nuevo... no puedes... no debes...

Normalmente es torpe cuando habla, balbucea y se traba si no tiene con claridad lo que quiere decir, quizás su raciocinio lo está ayudando de alguna forma, quizás no y solo sea su cuerpo aferrándose al otro para impedir que se vaya. Probablemente Manjiro no entiende nada de lo que le dice, quizás sí, ni él mismo se entiende.

—No quiero lastimarte más —confiesa el líder, y una sonrisa tenue aparece en su rostro, eso relaja al ojiazul —. Lo siento, pero verte herido de esa forma, yo... ellos perdieron y creí que... —suspira, deja las palabras a un lado.

—¡La ToMan ganó gracias a ti, ellos perdieron y están solos, todo está bien, ¿verdad?!

Takemichi se reincorpora con lentitud, no se han alejado totalmente y siguen mirándose.

El aire de tranquilidad se hace presente, las olas han bajado su agresividad en el mar violento de venganza y la tormenta de nubes grises se despeja con el alivio de calmar el agua del mar.

Siempre ha sido así, Takemichi lo entendió con esa versión de Mikey pidiendo auxilio en tierras ajenas de Japón.

Él siempre esperó por él, depositó todo en él; Takemichi tenía que aprender a leerlo, detenerlo y ayudarlo.

Takemichi no cuestiona el impulso de Mikey por apegarlo a su pecho y volver a sentir el paseo de sus manos sobre su cabello, cerca de la herida en su cabeza. De cierta manera lo relaja, su aroma lo tranquiliza y la impulsividad de detenerlo se ha esfumado un poco.

Kisaki, Izana, Tenjiku... el presente Manjiro de cabello negro, Emma... Black Dragons...

Son un sinfín de cosas que aun debe analizar y ver si el presente ha cambiado. El pasado claramente ha cambiado.

Recuerda las palabras de Kisaki, sabe que no se detendrá y volverá a buscarlo, pronto tendrán un nuevo encuentro y, esta vez, no se dejará golpear con facilidad.

Sobrevivió, tal como él quería, detuvo a Mikey de seguirle los planes, él tomara acción la siguiente ocasión.

Por ahora, está bien, Mikey también lo está, y espera que el presente y pasado permanezcan así.

El arco de Tenjiku es uno de mis favoritos, y si o si tenía que tocarlo en este prompt jeje.

Me gustó plantearme la idea de que Takemichi fuera el lastimado, pero no tuve el corazón para que muriera (?) como Emma, no sé :(

Siendo sincera, me hubiera gustado explayar mucho más la temática pero el tiempo es corto y se me acabó la inspiración :( aun así creo que quedó bien y espero que les haya gustado mi interpretación.

¡Gracias por leer, nos vemos mañana con el día 3!

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