99. - Deberías poder confiar en mi -.

Más tarde, Shinato se encontraba en su lugar de trabajo, se mantenía muy al pendiente de todo, pues ya se había rumoreado antes que la gran tercera guerra shinobi estaba comenzando, pero ahora ya no se rumoreaba, ya se había confirmado. Había comenzado, oficialmente estaban en tiempos de guerra y para desgracia de la aldea ya se habían registrado considerables bajas, entonces lo menos que podía hacer la peliazul era aburrirse como casi todo el tiempo.

Poco después, como le había prometido su esposo, estaba caminando hacia la entrada con su equipo, solo que Obito se les adelanto y llego antes.

- Buenos días nee-chan - saludo cordialmente el pequeño Uchiha cuando llego a recargarse en la barra cargando con un sueño pegajoso.

- Buenos días Obito, ¿no dormiste bien anoche? - saludo y pregunto risueña.

Este negó bostezando enseguida.

- Entrene toda la noche por culpa del Bakakashi - confesó irritado.

Esta le vio divertida, pero no porque le gustase que el estuviera de esa manera tan irritado, sino más bien porque le gustaba que él se esforzará por querer ser mejor, dependiendo o no de su competencia con el Hatake, esforzarse estaba bien.

- Muy mal... - aun así lo regaño - Sabias que tenias una misión importante hoy, no tenias que desvelarte -.

- Lo siento - se encojio en hombros y agachó la mirada.

- Está bien, esta bien, no es para tanto... - le dijo enseguida nerviosa al notar su semblante - Solo necesito que estés muy alerta en la misión, ¿me lo prometes? - termino saliendo de la caseta.

Este levanto la mirada y le sonrió para después levantar su dedo pulgar hacia ella como hacía siempre.

- Te lo prometo, estaré alerta, ya que después de todo tengo que proteger a Rin - termino con las manos en la cintura asintiendo seguidamente.

- Confío en ti entonces - le dijo sonriente, puso una mano en su cabello y lo despeino.

Rieron mutuamente, entonces Obito de pronto la abrazo fuerte, la peliazul no lo vio venir, pero también lo abrazo de la misma manera.

- Te prometo que si sigues esforzándote de esta manera, algún día te convertirás en un gran shinobi - le dijo en medio del abrazo.

- Y cuando lo haga, voy a poder proteger a mi abuela, a Rin y a ti  - afirmó sin despegar su rostro del abdomen de la peliazul.

- ¿A mi? - está le pregunto divertida.

- Si, así como tu me cuidas a diario, a mi y a todos, te prometo que un día cambiaremos de lugares - se despegó de ella y la vio con ternura.

- Estas demasiado confiado, pero tratándose de ti, Obito, voy a tener que creerte - le dijo y el asintió.

- ¡Yo voy a ser Hokage, te lo prometo Shinato nee-chan! - aviso emocionado y esta vez ella asintió feliz.

- Tal vez lo seas... - se escuchó - después de mi -.

Minato, Rin y Kakashi llegaron al lugar. El rubio llego y dejo un pequeño beso en la mejilla de su esposa, por otra parte Rin sonreía con la vista puesta en Obito y Kakashi estaba como siempre.

- Claro, porque aún soy muy joven para ser el siguiente Hokage - le contesto al mayor cruzándose de brazos.

- Y muy tonto - Kakashi comento y se alejo del lugar.

- ¿¡Que es lo que quieres Bakakashi!? - el Uchiha le contesto y fue a pelear a palabras con él.

- Nunca van a cambiar - Rin dijo cansada y fue hacia ellos para intentar separarlos.

Dejaron solos a la pareja de casados.

- ¿Conseguiste la caja? - la peliazul pregunto de inmediato y el rubio se encojio en hombros nervioso - Namikaze Minato, eres un irresponsable - le dijo poniendo el dedo en su pecho asumiendo que esa cara decía que no.

- Tranquila, tranquila... - la tomó de los hombros - La tienda estaba cerrada, pero tengo lo importante - le mostró el Hiraishin que le regalaría al peligris.

- Aun así... - se cruzó de brazos y luego suspiro - Está bien, lo importante es que le des su regalo - termino y el rubio sonrió.

- Se lo daré más tarde, cuando Rin y Obito le den los suyos - aviso.

Se quedaron en silencio unos momentos viendo hacia los niños quienes peleaban mutuamente, excepto Rin, ella los quería separar, pero aquellos la ignoraban. Fue cuando la peliazul le pregunto...

- ¿Que misión les dio el Hokage-sama? - estaba preocupada.

Él se quedo en silencio unos momentos, no quería alarmarla, pero tampoco podía no decirle.

- Ellos irán a Kusagakure no Sato (Aldea de la Hierba) la misión estará liderada por Kakashi, será su primera misión como jounin... -.

- ¿Que? - ella lo interrumpió enseguida y se le puso por delante para que la viera. El rubio ya sabia que aquello pasaría - ¿Tu no iras con ellos? ¿¡Irán solos!? - se exaltó con la última pregunta, pero no la grito, se la dijo solamente a él para que los niños no escucharán, aun que daba igual, ellos seguían discutiendo.

- No... - le contesto enseguida - Tengo otra misión, iré a ayudar a las fuerzas de Konoha contra Iwagakure (Aldea de las rocas) -.

- Imposible, no puedes dejarlos solos, estamos en tiempos de guerra, tu mas que nadie lo sabe, no podrán - le puso las manos en el chaleco y él la miro con lastima.

- Entiendo tu preocupación Shinato, pero tienes que entender que ya son lo suficientemente responsables para cumplir una misión de este rango, Kakashi es jounin, Obito y Rin son chunin, tienen que comenzar de alguna manera - le explico, pero ella seguía negándose.

- No - ella volvió a mencionar por lo bajo, entonces él la tomó por los hombros e hizo que le pusiera atención.

- Deberías poder confiar en mi, yo los entrene y se que son totalmente capaces para hacer esta misión y muchas más, son fuertes, también deberías poder confiar en ellos - le dijo duro.

Ella desvío la mirada. Sabía que su esposo tenia razón, pero aun así estaba muy preocupada, era muy peligroso que ellos se involucrarán en la guerra siendo apenas unos niños. ¡Sus niños!

- Está bien - la escucho decir por lo bajo - Confío en ustedes - termino, pero no le quiso dar la cara.

El rubio se molesto, pues ya conocía a su mujer, y sabía que aún no estaba de acuerdo, y que por ende no confiaba en él. Entonces la soltó y comenzó a avanzar sin decirle nada, ella se quedo en su lugar dándole la espalda.

El rubio llego a donde estaban ellos y el pequeño Uchiha le pregunto...

- ¿Que le pasa a Shinato nee-chan? - se preocupo por ella ya que se dio cuenta que no los estaba despidiendo como siempre que se iban.

- Solo esta preocupada por la misión, nada de otro mundo - comenzó a avanzar en el camino - Vamos y volvamos temprano para cenar con ella - les dijo por último, ellos asintieron y comenzaron a seguirlo.

- ¡Nos vemos más tarde nee-chan! - Obito le grito por último.

Ella no quiso responderle, pues no se sentía con ánimos de hacerlo, se dijo así misma que cuando volviera le pediría una disculpa.

Antes, más temprano en la casa de los casados, Shinato le había dicho a Minato algo que se quedó en el aire, aquello era que simplemente no se sentía con ganas de dejarlo ir ese día, quería tenerlo para ella por lo menos aquellas veinticuatro horas enteras, pero no había tenido el valor para decirle.

Aquí comenzaba su infierno, tanto para Shinato, Minato, Obito, Rin y Kakashi.

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